Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados

dispuestos por fecha de ingreso a SIIC

Informe
Autor del informe original
W Li
Institución: The Affiliated Hospital of Xuzhou Medical University,
Xuzhou China

Maniobra de Epley más Betahistina para el Vértigo Posicional Paroxístico Benigno del Canal Posterior
En pacientes con vértigo posicional paroxístico benigno, el tratamiento combinado con la maniobra de Epley y betahistina se asocia con mejoras importantes del Dizziness Handicap Inventory, el instrumento estándar para la valoración de los efectos de los tratamientos en estos pacientes.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173428

Comentario
Autor del informe
Verónica del Rosario Gatica 
CEMIC, Buenos Aires, Argentina


Una de las causas más frecuentes de vértigo periférico de inicio agudo es el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), en el que son predominantes los del canal semicircular posterior. La canalolitiásiso cupulolitiásis genera la sensación de vértigo, de segundos de duración, desencadenado por un movimiento cefálico y acompañado por sintomatología vasovagal, y que se repite al realizar el mismo movimiento. Por ello, es importante el conocimiento de la existencia de esta afección, así como conocer las maniobras de diagnóstico. El paciente que cursa un cuadro de VPPB de canal posterior desencadenará un nistagmo de dirección horizonte-rotacional en la maniobra diagnostica de Epley; la no identificación de este nistagmo obliga a descartar causas de origen central. Las maniobras de reposicionamiento son el tratamiento de
primera línea para el VPPB, que dependerá de la experiencia del profesional y de la gravedad del cuadro del paciente. Situaciones como el retraso en el diagnóstico, el tratamiento tardío, la disfunción utricular, la adaptación central incompleta, los trastornos de ansiedad o la depresión predisponen a la sensación de mareo persistente, a pesar de una resolución efectiva del VPPB.
La evaluación de los síntomas con el Dizziness Handicap Inventory (DHI), valora el grado de afectación funcional y emocional del paciente con sintomatología vestibular. En aquellos que habiendo demostrado la resolución del VPPB, pero con persistencia de un DHI patológico, se recomienda indicar rehabilitación vestibular.
La betahistina es una medicación utilizada clásicamente en algunos cuadros vestibulares periféricos o centrales, ya que al ser agonista del receptor H1 y antagonista H3, favorece la síntesis de histamina en los núcleos vestibulares, además de vasodilatar la vascularización del laberinto, lo que potencia la compensación vestibular central.
Los cuadros con persistencia de mareo residual a la maniobra de reposicionamiento otolítico no son poco frecuente, la rehabilitación vestibular potenciada con betahistina es una estrategia óptima para los casos de difícil resolución. Se destaca del trabajo Maniobra de Epley más betahistina para el vértigo posicional paroxístico benigno del canal posterior*, la mejoría del DHI en pacientes con VPPB que fueron tratados con betahistina y maniobra de reposicionamiento, como primera instancia. La utilización de la maniobra de reposicionamiento asociada con betahistina podría limitarse a casos puntuales, como DHI gravemente alterado, síntomas en pacientes >50 años con hipertensión, inicio del cuadro <1 mes y con ataques breves de menos de 1 minuto, en los que se puede estimar que la aplicación de maniobras mecánicas podrían no ser suficientes para resolver el compromiso sintomático del paciente.
Copyright © SIIC, 2023 Bibliografía
Bhattacharyya N, Gubbels SP, Schwartz SR, Edlow JA, El-Kashlan H, Fife T, et al.ClinicalPracticeGuideline: Benign paroxismal positionalvertigo (update). Otolaryngology–Head and NeckSurgery 156:S1-S47, 2017.
Sayin I, Koç RH, Temirbekov D, Gunes S, Cirak M, Yazici ZM.Betahistine add-on therapy for treatment of subjects with posterior benign paroxysmal positional vertigo: a randomized controlled trial. Braz J Otorhinolaryngol 88(3):421-426, 2022.

Palabras Clave
eficacia, maniobra de Epley, betahistina, vértigo postural paroxísitico benigno del canal posterior, recurrencia
Especialidades
MI.gif   OI.gif        AP.gif   EdM.gif   Ep.gif   F.gif   Ge.gif   MF.gif   Ne.gif   
Informe
Autor del informe original
Sagrario Lobato Huerta
Columnista Experto de SIIC
Institución: Universidad de la Salud del Estado de Puebla
Puebla México

La obesidad y su relación con los contaminantes ambientales, la alimentación y los mecanismos epigenéticos
La obesidad es una enfermedad crónica resultante de factores ambientales, psicológicos y genéticos. Los autores proponen una línea de investigación sobre la obesidad vinculada con la metilación del ADN, el estrés oxidativo y el material particulado fino.  

Resumen
Introducción: La obesidad es una enfermedad crónica resultante de factores ambientales, psicológicos y genéticos. El objetivo fue realizar una bibliometría de la literatura científica sobre esta patología relacionada con contaminantes ambientales, alimentación y epigenética, para dilucidar líneas de investigación. Materiales y método: Los documentos se gestionaron de la base de datos Web of Science. La estrategia de búsqueda fue Obesity AND (pollution OR contamination) en el campo Titles, AND (epigenetic* OR obesity OR alimentation OR nutrition OR diet) en Themes. Se encontraron 654 artículos: 577 investigaciones originales y 77 revisiones. Los artículos se exportaron en formato BibTeX para ser analizados con el programa Bibliometrix. Resultados: La evolución que ha tenido la producción de infrmes por año ha sido ascendente. En 2020, el promedio del número de referencias de los artículos originales fue de 38 y de los artículos de revisión, 200. Con base en el índice de Lotka aunado con el índice h, el autor más destacado fue Schwartz. Estados Unidos concentró la mayor producción de artículos científicos, lo que coincide con la ubicación de las instituciones con más adscripción de los autores. Las cinco palabras clave más frecuentes fueron: contaminación del aire, material particulado, obesidad, contaminación y epigenética. Conclusiones: Se propone una línea de investigación sobre la obesidad vinculada con la metilación del ADN, estrés oxidativo y material particulado fino; lo que contribuirá a reducir esta pandemia y por lo tanto, impactará en los perfiles de morbimortalidad de las enfermedades no transmisibles y de la COVID-19.

Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
https://www.siicsalud.com/des/expertocompleto.php/168068

Comentario
Autor del informe
Mariana Malvina Campisi(1) María Paz García Tallarico(2) Martina Fernandez(3) Mg. Alan Berduc(4)  

(1) Universidad Nacional del Oeste, Buenos Aires, Argentina
(2) Universidad Nacional del Oeste, Buenos Aires, Argentina
(3) Universidad Nacional del Oeste, Buenos Aires, Argentina
(4) Universidad Nacional del Oeste, Buenos Aires, Argentina


La obesidad es una enfermedad crónica progresiva, de etiología compleja, resultante de múltiples factores ambientales, psicológicos y genéticos. Se define como la acumulación de exceso de grasa corporal y un índice de masa corporal (IMC) igual o mayor de 30 kg/m².
Actualmente, la transición epidemiológica se caracteriza por un aumento de la morbilidad a causa de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), incluida la obesidad, reemplazando a los padecimientos infecciosos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son la quinta causa de muerte a nivel global, y es la región de las Américas la que presenta la mayor prevalencia de esta afección, que se inicia en edades cada vez más tempranas.1
En el trabajo La obesidad y su relación
con los contaminantes ambientales, la alimentación y los mecanismos epigenéticos*, los autores, mediante una búsqueda bibliográfica exhaustiva en portales mundiales, realizaron un análisis bibliométrico de más de 500 artículos originales y otras revisiones de la literatura científica publicada sobre la obesidad y su relación con tres de los factores que la atraviesan: contaminantes ambientales, alimentación y mecanismos epigenéticos. Su intención fue la de dilucidar líneas de investigación que contribuyan a disminuir la pandemia de obesidad, generando un impacto en los perfiles de morbimortalidad de las enfermedades no transmisibles y de la COVID-19.
La obesidad es una enfermedad de etiología crónica multifactorial, fruto de la interacción entre genotipo y ambiente, por lo que requiere de un abordaje integral e interdisciplinario. El tratamiento nutricional y la actividad física son considerados pilares fundamentales para el abordaje de esta entidad clínica. Sin embargo, se han realizado muchos programas de prevención y tratamiento de la obesidad basados en intervenciones dietarias o aumento de la práctica de ejercicio físico, y su éxito ha sido limitado.2 Por esto, resulta importante tratar a la obesidad desde una perspectiva multiómica, en la que no solamente se integre la genómica junto con los factores ambientales tradicionales (dieta, ejercicio, etc.), sino también otras ómicas como epigenómica, metabolómica, transcriptómica y proteómica, entre otras.3
Por ende, haremos referencia aquí a la epigenómica, que ha mostrado los resultados más impactantes en la etiología de la obesidad y de las enfermedades cardiovasculares. La epigenética se define como todas las modificaciones o elementos reguladores que puede tener el código genético, sin implicar un cambio de base en la secuencia de ADN. Existen diferentes tipos de regulaciones epigenéticas: los cambios en la metilación del ADN, la modificación de histonas y los mecanismos mediados por ARN no codificantes, entre ellos los microARNA.2 En lo referente a la metilación del ADN, la mayor parte del conocimiento actual, estudios realizados en animales y en seres humanos, refiere que la dieta de la madre influye sobre la composición corporal de la descendencia, probablemente debido a cambios epigenéticos en genes involucrados en el control metabólico. Por otro lado, la observación de que, en muchos casos, gemelos idénticos dejan de serlo con el paso de los años, lo que sugiere que el medio ambiente hace que la expresión de genes totalmente idénticos difiera significativamente y se expresen diferentes fenotipos, debido a cambios epigenéticos influenciados por factores ambientales.
Con respecto a la modificación de las histonas, es importante subrayar que la unidad fundamental de la cromatina es el nucleosoma, que consta de 146 bp de ADN envuelto alrededor de un octámero de histona (formado por dos copias de cuatro histonas: H2A, H2B, H3 y H4). Las histonas son sometidas a una gran variedad de modificaciones postraduccionales que incluyen acetilación, metilación, fosforilación y ubiquitinización. La activación génica se correlaciona con la hiperacetilación de las histonas H3 y H4, mientras que hipoacetilación se correlaciona con la cromatina inactiva. La relación entre esta marca epigenética y la obesidad ha sido menos estudiada, aunque investigaciones en modelos animales apoyan la importancia de este mecanismo epigenético en relación con la obesidad.4
Otro aspecto importante se refiere al estudio de los ARN o microARN. Los microARN son moléculas de ARN no codificante, generalmente de entre 20 y 30 nucleótidos de longitud. Normalmente se unen a la zona 3’UTR de los microARN diana, lo que resulta en la degradación o inhibición de estos. Más de 1000 microARN han sido identificados en el genoma humano, y se estima que podrían regular del 74% al 92% de la expresión génica. Por esta razón, no es sorprendente que exista una conexión interesante entre los microARN, la obesidad, la genética y la modulación nutricional.5 Un ejemplo sería la interacción gen-ambiente que, según estudios científicos, es la relación entre el gen FTO y el nivel de estudios en lapoblación general mediterránea española.6
Finalmente, la microbiota intestinal también está adquiriendo una gran importancia en relación con la obesidad. Se estima que cada individuo tiene unos 536 000 genes que conforman el metagenoma humano, y que tiene la capacidad de adaptarse a los cambios nutricionales. En cuanto a la obesidad, ciertas bacterias específicamente aumentan la capacidad de metabolizar el sustrato alimenticio, lo que puede causar aumento de peso. También, con la pérdida de peso, hay una disminución en la proporción entre Firmicutes y Bacteroidetes. Existe una investigación muy activa para identificar intervenciones basadas en prebióticos y probióticos para inclinar la balanza de la microbiota intestinal hacia una mezcla menos obesogénica.7
En conclusión, existe evidencia de que el efecto que ejercen los cambios en los hábitos dietarios o en la actividad física sobre diferentes fenotipos, como la obesidad, difiere de forma significativa entre los individuos. El análisis bibliométrico comentado destaca la evolución de las ideas científicas a lo largo de los años y el comienzo de un nuevo paradigma en el estudio de la obesidad y su relación con la contaminación ambiental, la alimentación y los mecanismos epigenéticos, dejando la puerta abierta para futuras investigaciones, haciendo hincapié en considerar como puntos de partida a la metilación del ADN, el estrés oxidativos y las PM2 (partículas muy pequeñas presentes en el aire, con tamaño menor de 2.5 µm). Pero, como mencionan Corella et al.en su artículo, se deben implementar las herramientas de la biología computacional para descubrir las complejas interacciones entre los factores genéticos, epigenéticos y ambientales responsables de mantener el equilibrio entre salud y enfermedad. La investigación actual debe capitalizar el uso de los datos generados utilizando técnicas ómicas desde una perspectiva integrada y no solamente a través de estudios parciales que nos dan una visión limitada. Estos indicadores servirán, además, como predictores de la respuesta de un individuo a exposiciones ambientales, con énfasis especial en la prevención y el tratamiento de la obesidad, pero también para otras enfermedades relacionadas con esta.
Copyright © SIIC, 2023 Bibliográfia
1. Dutton RJ,Turnbaugh PJ. Taking a metagenomic view of human nutrition. Current opinion in clinical nutrition and metabolic care 15:448-454, 2012. 2. Corella D, Coltell O, Ordovás JM. Genética y epigenética de la obesidad. Real Academia Nacional de Farmacia 82:129-136, 2016.
3.Corella D, Ordovas JM. Biomarkers: background, classification and guidelines for applications in nutritional epidemiology. NutrHosp 31:177-188, 2015.
4.Muka T, Nano J, Voortman T, Braun KV, Ligthart S, Stranges S, et al. The role of global and regional DNA methylation and histone modifications in glycemic traits and type 2 diabetes: A systematic review. NutrMetabCardiovasc Dis 26:553-566, 2016.
5. McGregor RA, Choi MS. microRNAs in the regulation of adipogenesis and obesity. Curr Mol Med 11:304-316, 2011.
6. Corella D, Carrasco P, Sorlí JV, Coltell O, Ortega-Azorín C, Guillén M, et al. Education modulates the association of the FTO rs9939609 polymorphism with body massindex and obesity risk in the Mediterranean Population. NutrMetabCardiovasc Dis 2:651-658, 2012.
7. Chen J, He X, Huang J. Diet effects in gut microbiome and obesity. J Food Sci 79:R442-R451, 2014.


Palabras Clave
bibliometría, epigenómica, obesidad, contaminantes ambientales, alimentación
Especialidades
Ma.gif   SP.gif        EM.gif   Ep.gif   GH.gif   MI.gif   Nu.gif   To.gif   
Informe
Autor del informe original
X Niu
Institución: IQVIA,
Falls Curch EE.UU.

Beneficios de la Lurasidona sobre la Funcionalidad y la Productividad en Adultos
En pacientes con depresión bipolar, la monoterapia con lurasidona mejora significativamente y de manera sostenida la productividad y la funcionalidad. La mejor comprensión de los beneficios de la droga sobre estos dos aspectos contribuiría a reducir las consecuencias económicas y funcionales, en pacientes con depresión bipolar.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172746

Comentario
Autor del informe
Mariana Nieves Piazza 
Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia, Ciudad deBuenos Aires, Argentina


Los trastornos bipolares (TBP) tienen una prevalencia de por vida de alrededor del 1.0% para el tipo I y del 0.4% en el caso del tipo II. En la mayoría de los pacientes, los episodios depresivos recurrentes en el transcurso de la enfermedad son más frecuentes que los episodios de manía o hipomanía. Además, es frecuente que los síntomas depresivos persistan en el transcurso del tiempo. Se estima que los pacientes con TBP tipo I están sintomáticos alrededor del 70% del tiempo; la depresión estaría presente en aproximadamente las tres cuartas partes del tiempo de enfermedad.
La edad más frecuente de inicio es la tercera década de la vida (es decir entre los 20 y 30 años).
Los TBP están vinculados con menor expectativa de
vida, principalmente debido a su inicio temprano y su cronicidad, además de relacionarse con una gran carga económica. Esta última alude a la utilización y los costos directos de la atención médica, a la perdida de la productividad en el lugar de trabajo, al cuidado de los pacientes y también a otros costos indirectos. De este modo, es fácil inferir que la carga económica de los TBP impacta significativamente en los pacientes, en las familias, en el sistema de salud y en la sociedad.1
Tradicionalmente, se determinó el impacto que genera el TBP a través de la clínica, según la cantidad de recaídas y de internaciones, y de acuerdo con el grado de reducción de los síntomas, para lo cual se han usado escalas como la Hamilton Depression Rating Scale (HAM-D) o la Young Mania Rating Scale (YMRS). Posteriormente, se sugirió la importancia de considerar la recuperación funcional como indicador de respuesta terapéutica, ya que algunos pacientes presentan buena recuperación, aun luego de haber tenido síntomas graves, mientras que otros tienen menor funcionalidad y manifiestan escasa sintomatología.Una evaluación completa debe incluir el estudio de varios dominios conductuales, como el social, el laboral y el educacional, además de la capacidad de vivir de forma independiente; la recuperación funcional significa alcanzar la normalidad en esos dominios. La funcionalidad puede medirse con instrumentos breves, administrados por el médico, como la escala Global Assessment of Functioning (GAF), que asigna puntajes de 0 a 100. También se utilizan el NIMH-LCM, el Life Functioning Questionnaire y el Longitudinal Interval Follow-up Evaluation-Range of Impaired Function Tool, que evalúa el área laboral, las relaciones interpersonales, la recreación y la satisfacción en las actividades realizadas.2
La calidad de vida (CV) se refiere al buen estado del individuo y a la respuesta al tratamiento, y se ha descrito como la percepción individual de la posición frente a la vida, de acuerdo con la cultura y los valores impuestos en ella, y en relación con las metas y expectativas del individuo; la diferencia de este concepto con el de calidad de vida relacionado con la salud (CVRS), es que esta última se refiere específicamente a aquello que es afectado por la enfermedad.Comparada con la evaluación de la funcionalidad, la CV se determina de forma subjetiva mediante la utilización de escalas. El establecimiento de la CV no reemplaza la evaluación de funcionalidad ni de recuperación; esta última se define no solo por la remisión sintomática, sino también por la remisión sindromática y funcional.2
En relación con la lurasidona, es un antipsicótico atípico con elevada afinidad por los receptores D2, 5-HT7 y 5-HT2A (antagonismo), con afinidad moderada por los receptores 5-HT1A (agonismo parcial) y sin afinidad por los receptores H1 y M1. Estudios aleatorizados y controlados con placebo demostraron la eficacia de la lurasidona como monoterapia y como terapia adyuvante, en pacientes con depresión bipolar, en combinación con litio o valproato.
Lo que me resultó interesante del estudio Beneficios de la lurasidona sobre la funcionalidad y la productividad en adultos con depresión bipolar*, es que se tiene en cuenta un aspecto olvidado muchas veces en los tratamientos del TBP, la recuperación funcional. Los cambios a largo plazo en los dominios de la SDS referidos en este trabajo aportan evidencia significativa acerca del beneficio en cuanto a la productividad y la funcionalidad, del uso delurasidona en monoterapia. Por lo tanto, se reducirían los costos indirectos en los pacientes con depresión bipolar.
Copyright © SIIC, 2023 Bibiografía
Tercer Consenso Argentino sobre el manejo de los trastornos bipolares. Pimera Parte. VertexRevArgPsiquiatr 33(158):56-57, 2022.
Michalak EE, Murray G, Young AH, Lam RW. Burden of bipolar depression: impact of disorder and medications on quality of life. CNS Drugs 22(5):389-406, 2008.

Palabras Clave
efectos, lurasidona, funcionamiento, costos indirectos, depresión bipolar
Especialidades
MI.gif   SM.gif        AP.gif   EdM.gif   E.gif   Ep.gif   F.gif   MT.gif   MF.gif   Mfa.gif   Ne.gif   
Informe
Autor del informe original
J Bradley Layton
Institución: RTI Health Solutions,
Research Triangle Park EE.UU.

Pimavanserina y Mortalidad en Pacientes con Psicosis Asociada con la Enfermedad de Parkinson
En pacientes con psicosis relacionada con la enfermedad de Parkinson, incluso en aquellos internados en instituciones de permanencia prolongada, respecto del tratamiento con otros antipsicóticos atípicos, el uso de pimavanserina reduce considerablemente los índices de mortalidad.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172851

Comentario
Autor del informe
Veronica Valverde 
Consultorios privados, CABA, Argentina


En el año 2016, en los Estado Unidos, comenzó a utilizarse la pimavanserina para el tratamiento de los síntomas psicóticos de la enfermedad de Parkinson. La pimavanserina es un agonista inverso selectivo de receptores 5HT 2°, con diferente afinidad por los receptores D2, M1, H1, propiedad que le confiere ventaja frente a los otros antipsicóticos atípicos como quetiapina, olanzapina, risperidona, clozapina, aripiprazol y brexpiprazol, respecto a la ausencia de síntomas extrapiramidales, con menores tasas de complicaciones metabólicas y menores tasa de mortalidad. Entre el año 2016 y 2019 se hizo un estudio comparativo entre 2 grupos de pacientes mayores de 65 años, por un período de 365 días. Un subgrupo, con el uso de antipsicóticos atípicos, y el otro subgrupo con el uso
de la pimavanserina. En este último subgrupo, los pacientes tenían demencia con Parkinson, y otras comorbilidades, y estaban en tratamiento con antiparkinsonianos. Se observó mayor mortalidad, en el subgrupo que usó otros antipsicóticos atípicos. En cuanto a los métodos, se fijaron determinadas condiciones para asegurar la estabilidad de los resultados. Los pacientes debían ser mayores de 65 años, con diagnóstico de demencia y Parkinson, sin uso previo de antipsicóticos, y en el caso de haberlos usado por episodio psicótico, deberían estar suspendidos como mínimo un año antes, de realizarse el estudio; fueron excluidos los pacientes con otros trastornos psicóticos, pacientes jóvenes con Parkinson, aquellos en cuidados paliativos, y los que carecen de enfermedades clínicas.
Los resultados reflejaron menores tasas de hospitalización y mortalidad en el subgrupo de pacientes con demencia bajo tratamiento con pimavanserina, que en los subgrupos que utilizaron otros antipsicóticos atípicos. También las tasas de mortalidad y de hospitalización fueron menores en aquellos subgrupos que tenían demencia como diagnóstico, en comparación con los subgrupos de pacientes con otras patologías psiquiátricas. Está en discusión el uso de otros antipsicóticos atípicos y otras medicaciones psiquiátricas, que estarían en off level, en pacientes con diagnóstico de demencia y Parkinson. Las diferencias entre ambos subgrupos fueron significativas en los primeros 180 días, y pasados los 180 días, fueron mayores, y en los primeros 30 días, no se registraron diferencias. No obstante, el estudio no asegura seguridad de la pimavanserina en comparación con los subgrupos no tratados. La pimavanserina tiene sus limitaciones en factores implicados en la mortalidad, por ejemplo: usos de otros fármacos y de antipsicóticos atípicos, las dosis, la continuidad en el uso de psicofármacos, comorbilidades clínicas, índice de masa corporal, tabaquismo, la dieta, falta de ejercicio e historia familiar. Se observaron menores tasas de mortalidad y hospitalización con el uso de pimavanserina con respecto al uso de otros antipsicóticos atípicos. Esto está garantizado en la población de adultos mayores de 65 años con diagnóstico de demencia y enfermedad de Parkinson con síntomas psicóticos.
Se concluyó que el uso de pimavanserina tiene mejor nivel de evidencia que los otros antipsicóticos, para la población de adultos mayores de 65 años con enfermedad de Parkinson y demencia, con registros de menores tasas de mortalidad.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
mortalidad, psicosis relacionada con la enfermedad de Parkinson, pimavanserina, antipsicóticos atípicos
Especialidades
Ne.gif   SM.gif        AP.gif   EdM.gif   E.gif   En.gif   Ep.gif   F.gif   Ge.gif   MF.gif   Mfa.gif   MI.gif   
Informe
Noticias Biomédicas
Acta Medica Colombiana Medellín Colombia 27 Julio, 2023

La mujer gestante con prótesis válvular mecánica requiere seguimiento preciso y atención médica experimentada


Publicación en siicsalud
/../noticias/nota/1852

Comentario
Autor del informe
Marta Bertin 
Hospital Interzonal Gral Dr. José Penna, Bahía Blanca, Argentina


La enfermedad valvular cardíaca, congénita o adquirida, complica el 1 al 3% de todos los embarazos1 y representa una causa frecuente de mortalidad y morbilidad materna. Las mujeres intervenidas con prótesis valvular mecánica (PVM) presentan eventos maternos y neonatales, sobre todo en países en desarrollo, a causa del tratamiento anticoagulante y el estado protrombótico del embarazo.2 Según el registro ROPAC, solo el 58% de las embarazadas con PVM no presentan complicaciones.3 El objetivo de este estudio analítico, transversal fue identificar y describir las principales complicaciones que se presentan en la embarazada con PVM, si estos desenlaces eran prevenibles o no y su impacto en desenlaces cardiovasculares, obstétricos y fetales.
Entre el 1º de enero de 2016 y el 1º de noviembre de 2021 se
incluyeron en el REMEC (Registro de Embarazo y Enfermedad Cardiaca) 22 pacientes embarazadas con PVM, de una clínica cardio-obstétrica, que representaron el 4% del total del registro. La edad media fue de 26.5 años (mínima 14 – máxima de 40 años). Se describió con detalle las variables analizadas y definiciones de patologías, así como el análisis estadístico utilizado.
Las características más relevantes de la población incluyeron: La población registro una mediana de CARPREG (Cardiac Disease in Pregnancy Study) es el primero que desarrolló un índice predictor de riesgo) II de 6 punto (mínimo 3 – máximo 12); 86% estaban clasificadas como OMS en clase III y 14% en clase IV.
Hubo 17 niños nacidos vivos de 22 embarazos (77.3%), una mediana de semanas de gestación al parto de 35.5 (RIQ 24-37); la mayoría de los partos se realizaron por cesárea (88%), de éstas, 33% por indicación cardíaca y el resto por indicación obstétrica; solo hubo dos partos vaginales.
Analizados los regímenes de anticoagulación al ingreso, solo 6 pacientes (27.3) tenían anticoagulación adecuada; 4 pacientes (18.1%) no recibían ninguna terapia anticoagulante al ingreso y 16 (72.7%) tenían anticoagulación inadecuada al ingreso. Nueve mujeres (40.9%) usaban antagonistas de la vitamina K (AVK) y nueve (40.9%) venían con esquema de heparina de bajo peso molecular, solo una paciente tenía niveles de anti factor Xa en su valoración. En la mayoría de las mujeres (n = 16) se cambió la terapia anticoagulante a terapia puente con HNF (heparina no fraccionada) Los resultados más relevantes fueron: La tasa de complicaciones fue alta. Encontraron solo cuatro mujeres (18%) sin desenlace cardiaco primario o secundario, obstétrico o neonatal. La supervivencia fue del 100% de las pacientes.
Se presentaron eventos cardiacos primarios en 18.1% de las pacientes. Eventos cardiacos secundarios en 13% de todos los casos. Desenlaces obstétricos en tres (13.6%) de todas las pacientes. Las valoraciones fueron tardías (>20 semanas) en 59% de las pacientes, con una mediana 23.5 semanas (RIQ 8-32) a la primera valoración. Ninguna paciente recibió valoración preconcepcional.
En 10 (45.4%) se presentaron eventos neonatales: se produjo pérdida fetal o aborto en cinco de 22 embarazos (22.7%); hubo tres abortos espontáneos en el primer trimestre, dos muertes fetales después de la semana 20. En cinco casos hubo parto prematuro, un neonato presentó depresión neonatal como complicación anestésica relacionada con la cesárea y hubo un caso de síndrome por warfarina asociado al uso crónico de la misma, a pesar de dosis bajas (<5 mg) Observaron TVM en ocho casos (36.3%). De estos, cuatro (50%) en mujeres usando HPBM sin medición de niveles de anti Xa, tres (37.5%) en mujeres que recibían warfarina, pero con anticoagulación inadecuada y una paciente sin anticoagulación al ingreso.
El sangrado ginecológico mayor se presentó en tres (13.6%) de los casos, dos con hemorragia menor. En estas cinco pacientes hubo necesidad de reintervención y transfusión sanguínea.
Dentro de los eventos adversos cardiacos graves (EACG) no se reportó mortalidad materna. Todos los EACG estuvieron dados por trombosis valvular (ocho casos).Se consideró que 62% (5 de 8) eran prevenibles según las definiciones empleadas en este estudio. De los eventos prevenibles fueron presentados por factores relacionados con el paciente (un caso), tratamiento inadecuado (cuatro casos) y en la mayoría, de forma conjunta, una falta de gestión de los proveedores de salud.
La tasa de eventos adversos elevada es muy preocupante, entre estas pacientes la tasa de Trombosis Valvular Mecánica (TVM) fue 36.3%, en todos los casos por esquemas de anticoagulación inadecuados que no se realizaron acorde a las recomendaciones de las guías de práctica clínica.4 Estos casos llevaron además a la necesidad de cirugía urgente en 13.6% de las pacientes. Los esquemas de anticoagulación fueron variables y desafortunadamente, inadecuados. Estas pacientes con PVM son de alto riesgo por la escala de clasificación modificada de la OMS (categoría III), además el 14% de estas pacientes correspondieron a clasificación OMS modificada IV, debido a la presencia de otras patologías de mayor gravedad. La frecuencia de los eventos adversos maternos fue superior a lo reportado en otros estudios.5,6 y superior a lo reportado en el ROPAC, que es el estudio más grande de este tópico. En el ROPAC 58% de las mujeres embarazadas con PVM tuvieron embarazos sin complicaciones que resultaron en nacidos vivos;3 en el presente estudio solo 18% de las pacientes no tuvieron complicaciones de ningún tipo. La tasa de TVM también fue alta (36.3%) en comparación con lo reportado en otros estudios.3-7, 8,9 Esto puede explicarse debido a las barreras de acceso a la atención que son frecuentes enpaíses de ingresos medios y bajos, como es este caso, donde las pacientes tienen limitaciones para la remisión oportuna a centros de excelencia por barreras culturales, geográficas o administrativas. Esto se demuestra en que la remisión a un centro de referencia fue tardía (>20 semanas de edad gestacional) en 59% de las pacientes, y que ninguna paciente tuvo valoración preconcepcional, a pesar de que son pacientes con un claro antecedente cardiovascular de alto riesgo y en consecuencia con mayor proporción de desenlaces adversos.En el estudio CARPREG-II, la evaluación inicial mayor a 20 semanas, fue un factor de riesgo independiente de eventos adversos.10 Otro factor clave fueron las dificultades en el uso de anticoagulación crónica, con esquemas inadecuados en 72% de las pacientes al momento de su primera evaluación en la clínica cardio-obstétrica, donde incluso cuatro pacientes (18.1%) no tenían ninguna terapia anticoagulante, a pesar de que la anticoagulación está claramente recomendada por las diferentes guías de práctica clínica.11, 12
Estos errores de tratamientose explican en el temor de las pacientes a los efectos adversos de la terapia y la falta de conocimiento de los regímenes de anticoagulación en el embarazo en el personal de salud. También la falta de disponibilidad para mediciones de niveles de anti-Xa, lleva a que en muchas ocasiones se defina iniciar HBPM por los temores a los efectos fetales de la warfarina, pero sin seguir las recomendaciones de hacer seguimiento a la anticoagulación en las gestantes con esta prueba, dado lo poco predecible que resultan las HBPM en la gestante.4 Se resalta la necesidad de mayor educación sobre el uso de los diferentes esquemas de anticoagulación en el embarazo, incluida la Warfarina. El uso de HBPM no se recomienda cuando no se tiene disponible un monitoreo de niveles de anti-Xa para ajuste de dosis semanal (Recomendación III-C):4-13 todos los casos de TVM se presentaron en pacientes que tenían un esquema de anticoagulación inadecuado.
Es importante que los eventos eran prevenibles por factores relacionados con la paciente en un caso solamente, mientras que en los demás casos se presentaron especialmente por terapias inadecuadas y por dificultades administrativas de su asegurador, estos hallazgos hacen necesario buscar estrategias de educación al personal de salud en la atención de gestantes con cardiopatía, y especialmente en buscar facilitar el acceso a los centros de referencia a esta población vulnerable.
A pesar del alto número de eventos cardiacos y específicamente, eventos de trombosis valvular, se destaca que la mortalidad materna en este grupo de pacientes fue nula, mientras que en el ROPAC fue de 1.4%3 y en el estudio de Ashour y colaboradores fue de 4%.8 Consideran que puede influir el hecho de que la institución cuenta con un equipo cardio-obstétrico de referencia con funciones y planes de manejo bien definidos, con activación de la evaluación de las pacientes críticas en pocos minutos, de modo que se tiene una evaluación multidisciplinaria oportuna por un equipo establecido hace siete años.
Recomiendan tener presente en todo caso, que, si bien las tasas de complicaciones son menores con las válvulas biológicasque con las válvulas mecánicas, igualmente van a requerir seguimiento estrecho, debido a una tasa de eventos adversos que es más elevada que con otras cardiopatías no valvulares, como ya se demostró el ROPAC.3 Se debería facilitar estrategias que permitan aumentar el número de embarazos planeados y evaluaciones preconcepcionales adecuadas con grupos de experiencia, que permitan hacer una terapia de anticoagulación siguiendo las recomendaciones vigentes, en un centro que cuente con el personal entrenado, con los diferentes recursos logísticos y de laboratorios necesarios para guiar estas terapias.
Reportan una muy alta tasa de cesáreas en estas pacientes (68%), aunque la mayoría fueron por indicación obstétrica de forma comparativa, son más altas a reportes previos, 14-16aunque los mismos incluyen pacientes con patología cardíaca en general, no solo con PVM. La tasa de indicación cardiaca de cesárea también fue más elevada (33%) que en los estudios previos citados,esto en relación al inicio de trabajo de parto, sin un tiempo libre de anticoagulación de al menos dos semanas y el riesgo de sangrado fetal cerebral al pasar por el canal del parto.
La anticoncepción a largo plazo es fundamental en estas pacientes, de ahí que es necesaria la valoración multidisciplinaria para definir un plan de anticoncepción. En este grupo, solo la mitad de las pacientes valoradas tuvieron concretado un método de anticoncepción antes del egreso, las demás pacientes, por decisión propia, definieron un plan de anticoncepción ambulatorio.
El bajo número de pacientes impidió un análisis estadístico más amplio; también los distintos regímenes de anticoagulación usados previo al ingreso, aunque justamente esto muestra la realidad que viven estas pacientes en su día a día. Estos datos permiten identificar puntos de mejora como la necesidad de propiciar educación a los médicos que no están familiarizados con estas pacientes, y buscar estrategias que permitan romper las barreras de acceso, todo esto con el fin de mejorar los desenlaces materno-fetales.
En este estudio prospectivo se ha evidenciado que las embarazadas con prótesis valvular mecánica presentan alta proporción de eventos cardiovasculares, maternos y fetales. Existe una amplia variación en los regímenes de anticoagulación y seguimiento, y la valoración preconcepcional para disminuir el riesgo parecen ser insuficientes. La información de este estudio puede llevar a las mujeres y los médicos areevaluar la elección de la prótesis en las mujeres con deseo reproductivo. Las mujeres con PVM y sus médicos deben apreciar los riesgos significativos que implica el embarazo y la necesidad de una atención especializada para concentrar la experiencia de los centros y disminuir los eventos prevenibles en este escenario.
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