El sistema endocannabinoide (SEC) regula el comportamiento alimentario, la memoria, la ansiedad y la respuesta al estrés. En particular, los adultos mayores utilizan cannabinoides, como el cannabidiol (CBD), el tetrahidrocannabinol (THC) sintético y el extracto de cannabis. Su administración alivia el dolor, mejora el sueño y aborda los síntomas de ansiedad y depresión. En el resumen objetivo
se describen a los cannabinoides como opciones farmacológicas para el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos en adultos mayores.
Estudios preclínicos indican que el CBD posee efectos antiamiloidogénicos, antioxidantes, antiapoptóticos, antiinflamatorios y neuroprotectores. Este sistema asume un papel esencial en la neurobiología de las enfermedades neurodegenerativas y
su modulación podría considerarse para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA) y la enfermedad de Parkinson (EP).2
Cabe considerar, los efectos adversos relacionados con cambios en la cognición y las habilidades motoras, la ataxia, la disforia y la dependencia, asociados a la dosis de THC. El cannabis no parece aliviar los síntomas motores, pero se asocia con disminución del temblor, la ansiedad y el dolor, así como con mejora en la calidad del sueño y la calidad de vida. El uso de CBD demostró resultados favorables en sujetos con EP, con reducción de los síntomas psicóticos, mejoría del sueño y de la calidad de vida.2, 3
Destacan dos fármacos orales derivados de cannabis disponibles en comprimidos orales: el dronabinol y la nabilona; estos se administran para estimular el apetito en personas con anorexia relacionada con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. Asimismo, se dispone de una combinación de THC y CBD, en forma de aerosol bucal, para el tratamiento de la espasticidad y el dolor en la esclerosis múltiple. En contados ensayos clínicos aleatorizados se han incluido exclusivamente a adultos mayores. 2, 3
Se ha descrito la eficacia del dronabinol (2.5 mg/d) en el tratamiento de la anorexia y los trastornos de conducta en personas con EA grave (n = 12; 11 hombres; edad media 72.7).2 En particular considerando factores como las comorbilidades, polifarmacia y la vulnerabilidad de las personas con demencia se requiere un seguimiento y una supervisión médica apropiada para evitar el sesgo de Berkson. El dronabinol (2.5 mg/d) se destaca por su reducción en la agitación nocturna en personas con EA. El reducido número de individuos incluidos en estos estudios y la exclusión de individuos con enfermedad grave o leve que produce un sesgo de Neymanque influye en el efecto estimado del fármaco.3
En un ensayo clínico doble ciego efectuado con pacientes de al menos 60 años con diagnóstico de trastorno neurocognitivo mayor y trastornos conductuales asociados a los que se administró Avidekel, un aceite de cannabis de amplio espectro (30% de CBD y 1% de THC: 295 mg y 12.5 mg por ml, respectivamente; n = 40) o un aceite placebo (n = 20) tres veces al día durante 16 semanas, se observó una disminución en comparación con el valor inicial, de cuatro o más puntos en la puntuación del inventario de agitación de Cohen-Mansfield en la semana. En efecto, se redujo la agitación en comparación con el placebo en pacientes que sufrían trastornos del comportamiento relacionados con la demencia. En particular, es importante mencionar que ocho pacientes que interrumpieron el tratamiento con Avidekel pertenecían al grupo de investigación.6
En gran parte de los ensayos clínicos no se informó reacciones adversas graves relacionadas con el tratamiento, pero el pequeño número de participantes resultó en un poder insuficiente para generalizar conclusiones firmes sobre los beneficios del cannabis medicinal. Aunque varios estudios han investigado la farmacocinética y las vías de administración del cannabis y los cannabinoides en la población general, pocos estudios han evaluado la farmacocinética del THC en adultos mayores.4 La falta de información sobre la seguridad y eficacia del cannabis y los cannabinoides en adultos mayores justifica efectuar ensayos controlados aleatorizados con la potencia adecuada para evaluar la evidencia y la relación riesgo-beneficio del cannabis medicinal en personas mayores.5
Las revisiones sistemáticas y metanálisis que evaluaron el impacto de los compuestos de cannabis en los trastornos del movimiento y la EP, no se sustenta generalizar en este grupo etario el uso de estos agentes. En efecto, se requiere mantener ensayos in vivo e in vitro con el firme objetivo y urgente necesidad de observar si la modulación del sistema endocannabinoide con CBD sustenta el tratamiento y prevención de la EA.2
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Bibliografía
1. Costa AC, Joaquim HPG, Aprahamian I. Cannabinoids in Late Life Parkinson's Disease and Dementia: Biological Pathways and Clinical Challenges. Brain Sciences, 12 (12), 2022.
2. Volicer L, Stelly M, Morris J et al. Efectos del dronabinol sobre la anorexia y la conducta alterada en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Int J Geriatr Psychiatry, 12: 913 – 919, 1997.
3. Walther S, Schüpbach B, Seifritz E et al. Ensayo cruzado, aleatorizado y controlado de dronabinol, 2,5 mg, para la agitación en 2 pacientes con demencia. J Clin Psychopharmacol, 31 : 256 – 258, 2011.
4. Carroll CB, Bain PG. Teare L et al. Cannabis para la discinesia en la enfermedad de Parkinson: un estudio cruzado, aleatorizado y doble ciego. Neurología, 63: 1245 – 1250, 2004.
5. Ahmed AI, Van den Elsen GA, Van der Marck MA, Olde Rikkert MG. Medicinal use of cannabis and cannabinoids in older adults: where is the evidence? J Am Geriatr Soc, 62(2):410-1, Feb 2014.
6. Hermush V, Ore L, Stern N, Mizrahi N, Fried M, Krivoshey M, et al. Effects of rich cannabidiol oil on behavioral disturbances in patients with dementia: A placebo controlled randomized clinical trial. Front Med (Lausanne), 6; 9:951889, Sep 2022.