En los últimos años se ha generado gran controversia en relación con los puntos de corte para definir hipertensión arterial (HTA) en consultorio, tanto como en la denominación de los distintos niveles de presión arterial (PA). Las guías 2023 de la
(ESH) no reconocen el concepto de prehipertensión, y consideran la categoría de presión normal alta en consultorio cuando la sistólica se encuentra entre 130 - 139 mmHg y la diastólica entre 85-89 mmHg.
(AHA), no aceptan el concepto de prehipertensión ni el de presión normal alta, y toman como PA
elevada cuando la sistólica se encuentra entre 120 - 139 mmHg o la diastólica 70 - 89 mmHg.2 En cambio, las guías norteamericanas categorizan la PA sistólica elevada cuando la sistólica es 120 - 129 mmHg o la diastólica mayor a 80 mmHg.3 En el continente latinoamericano, las guías de la Sociedad Latinoamericana de Hipertensión Arterial (LASH) se alinean con las de la ESH, reconociendo solo la categoría de normal alta, con los mismos valores de corte.4 En la Argentina, las guías de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), en proceso de publicación actualmente, persisten con la denominación de PA limítrofe cuando la sistólica es 130 - 139 mmHg y la diastólica 80 - 89 mmHg.5 Estas divergencias entre las sociedades científicas tienen significativas implicancias a la hora de tomar decisiones terapéuticas, por lo que no deben ser tomadas con ligereza, y son muy relevantes para la discusión del trabajo que se analizará en los próximos párrafos.
El presente comentario científico analiza el resumen del estudio de Vera Ponce y colaboradores publican el trabajo original: Prevalencia de prehipertensión y presión sanguínea normal alta en Latinoamérica: una revisión sistemática con metanálisis.6 Por lo expuesto previamente es crucial, para evitar sesgos potenciales de esta publicación, considerar minuciosamente la definición de prehipertensión y PA normal alta, en un contexto donde se reconoce que la relación entre PA arterial y riesgo cardiovascular es continua, lineal y positiva desde valores superiores a 115-75 mmHg, y que por lo tanto, los valores de corte resultan más de una convención arbitraria que de evidencias provenientes de estudios epidemiológicos.7
Los autores incluyeron estudios observacionales transversales publicados como texto completo en sujetos mayores de 18 años, considerando prehipertensión la definición del 7° Comité Nacional Conjunto de los Estados Unidos de Norteamérica (JNC7): PA sistólica 120 - 139 mmHg o diastólica 80 - 89 mmHg, e HTA normal alta siguiendo las guías europeas: PA sistólica130 - 139 mmHg y diastólica 85 - 89 mmHg.8 Por lo que se observa entonces, cierto grado de superposición entre ambas definiciones, y diferencias con lo consensuado previamente en cuanto a puntos de corte con las guías de práctica médica.
Para la extracción de la información los autores realizaron un análisis cuantitativo, determinándose el riesgo de sesgos potenciales, clasificado en bajo, alto, y no claro. Sobre un total de 1108 estudios evaluados, luego de excluir aquellos que no cumplieron los criterios de inclusión, se seleccionaron 17 artículos. De los estudios incluidos, 15 se enfocaron en evaluar la frecuencia de prehipertensión, 1 exclusivamente en la HTA normal alta, y 1 en ambas condiciones. Por lo expuesto, los resultados relacionados con la segunda de las condiciones previamente mencionadas resultan bastante débiles, aunque el estudio que incluyo significativamente más pacientes fue en esta, pero en un solo país. La edad promedio de los individuos que participaron de estos relevamientos osciló entre los 37 y los 60 años, es decir adultos jóvenes y adultos, y el género femenino estuvo representado entre el 46% y el 100% de los casos. El tamaño muestral osciló entre poco más de 100 sujetos hasta casi 276 000 individuos. Una de las limitaciones más significativa de esta revisión sistemática y metanálisis es la gran variabilidad de dispositivos utilizados para medir la PA, desde esfigmomanómetros mercuriales, pasando por los aneroides, hasta llegar a los digitales braquiales o de muñeca y la tonometría. Por lo tanto, no se pueden excluir sesgos del observador ni garantizar la precisión del instrumento de medida o garantizar la confiabilidad de los datos proporcionados. La estandarización de los procesos es esencial en cualquier práctica médica, sobre todo para la medición de la PA (para que los datos sean comparables).
La frecuencia de prehipertensión fue en promedio 28% aproximadamente, con una gran variabilidad entre los estudios; mientras que la de presión normal alta fue 19.23%. Teniendo en cuenta que el diagnóstico se estableció en una sola consulta con 2 a 3 mediciones sucesivas, es altamente probable que estas frecuencias hayan sido sobreestimadas, ya que se sabe del fenómeno de regresión a la media en sucesivas mediciones, por lo que se necesitarían aproximadamente 74 mediciones de PA en consultorio para asegurar una variación biológica del parámetro menor a 5 - 7 mmHg. Estos datos justifican la medición de la PA fuera de consultorio, debido a que, además, entre 10% y 15% de los pacientes con PA limítrofe o normal alta son en realidad pacientes con HTA oculta, sobre todo en sujetos con sobrepeso u obesidad, con diabetes, fumadores y si son de género masculino.9
Consideraciones finales
Los pacientes con valores de PA entre 130 - 139 mmHg de sistólica y 85 - 89 mmHg de diastólica, más allá de la denominación que se utilice para nombrarlos, cualquiera sea su edad o género, se convierten en el 40% a 50% de los casos en pacientes con HTA en un seguimiento a 10 años. De ahí la relevancia de hacer un seguimiento adecuado y justificar la recomendación de un estilo de vida saludable. Por otra parte, se indica con alto nivel de evidencia la medición de la PA fuera del consultorio médico, ya sea monitoreo ambulatorio de presión arterial (MAPA) o monitoreo domiciliario de la presión arterial (MDPA), ya que en realidad entre el 10% y el 15% de los individuos en estos rangos de PA son pacientes con HTA oculta, y presentan más factores de riesgo cardiovascular asociados y comorbilidades, y mayor riesgo cardiovascular.
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Bibliografía
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6 Vera-Ponce VJ, Loayza-Castro JA, Zuzunaga-Montoya FE, Vásquez-Romero LEM, Sanchez-Tamay NM, Bustamante-Rodríguez JC y col. Prevalence of prehypertension and high normal blood pressure in Latin America: A systematic review with meta-analysis. Hipertens Riesgo VascS1889-1837(25)00026-1, 2025. doi: 10.1016/j.hipert.2025.02.001.
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9 Parati G, Bilo G, Kollias A, Pengo M, Ochoa JE, Castiglioni P y col.Blood pressure variability: methodological aspects, clinical relevance and practical indications for management - a European Society of Hypertension position paper. J Hypertens41(4):527-544, 2023. doi: 10.1097/HJH.0000000000003363