Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados

dispuestos por fecha de ingreso a SIIC

Informe
Autor del informe original
D Hind
Institución: University of Sheffield,
Sheffield Reino Unido

No Hay Pruebas Claras que Respalden el Uso de Ninguna Intervención Individual para la Fiebre Materna Relacionada con la Epidural
La fiebre materna relacionada con la epidural tiene consecuencias importantes tanto para la madre como para el recién nacido. Esta se observa específicamente en mujeres en trabajo de parto, pero no en mujeres no embarazadas ni en embarazadas que reciben una epidural para un parto por cesárea programada.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/171526

Comentario
Autor del informe
José A. Gómez Maidana 
Cordinador de la Unidad de Medicina Fetal, Hospital Regional Río Gallegos, Río Gallegos, Argentina


En las últimas décadas, la analgesia epidural realizada en pacientes gestantes en trabajo de parto se ha convertido en una opción muy popular, y las tasas varían del 10% al 83% dependiendo si se realizan en ambientes públicos o privados. En las mujeres en trabajo de parto que reciben analgesia epidural se estima que entre el 15% y el 25% presentarán fiebre clínica estéril. La fiebre materna relacionada con la epidural se observa específicamente en mujeres en trabajo de parto, pero no en mujeres no embarazadas o en embarazadas que reciben una epidural para un parto por cesárea programada. La causa de esta afección no está clara. Los mecanismos propuestos son la inhibición de la pérdida de calor cutánea y la inflamación “estéril”
por exposición a infusión continua de anestésico local mediada por elevación de citocinas proinflamatorias.
El objetivo de la presente revisión sistemática y metanálisis fue analizar intervenciones para la prevención o tratamiento de fiebre materna relacionada con la epidural, así como su incidencia global.  Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que evaluaron métodos para prevenir o tratar la fiebre materna relacionada con la epidural en mujeres en trabajo de parto activo. Para las estrategias preventivas, los criterios de inclusión eran estudios que examinaron mujeres en trabajo de parto activo espontáneo o inducido, que evaluaron métodos que incluían, entre otros, métodos alternativos de analgesia, métodos de dosis epidural reducida y paracetamol o esteroides profilácticos.
El metanálisis sugiere que reducir la dosis de anestésico local administrado para analgesia epidural y los métodos alternativos de analgesia pueden ser eficaces para reducir la incidencia de fiebre intraparto. No hay pruebas claras que respalden el uso de ninguna intervención preventiva o terapéutica individual para la fiebre materna relacionada con la epidural. La investigación adicional debe centrarse en comprender el mecanismo de aparición de la fiebre para permitir que los ensayos de posibles intervenciones reduzcan la incidencia de fiebre intraparto y la carga de enfermedad subsiguiente que afecta al recién nacido. Se debería esperar un estudio multicentrico, aleatorizado con definiciones claras de los criterios de inclusión para poder llegar a una conclusión con mayor aval científico.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
fiebre materna relacionada con la epidural, fiebre epidural, fiebre intraparto, analgesia durante el trabajo de parto, epidural durante el trabajo de parto
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
U Amin
Institución: Our Lady's Hospital,
Manorhamilton Irlanda

Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada
Esta revisión actualiza diversos aspectos del abordaje clínico para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, incluidos la evaluación del riesgo de la paciente, el diagnóstico y las opciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173439

Comentario
Autor del informe
Mabel Martino(1) Laura Rinesi(2)  

(1) Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO), Ciudad de Buenos Aires, Argentina
(2) Asociación de Obstetricia y Ginecología de Rosario (ASOGIR), Rosario, Argentina


El artículo Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada, escrito por profesionales de un hospital de Irlanda, hace una revisión detallada de los distintos aspectos relacionados con esta enfermedad. Una de cada 3 mujeres y uno de cada 5 hombres sufrirá una fractura por fragilidad con la edad avanzada. Las fracturas por fragilidad incluyen fracturas de cadera, columna vertebral y muñeca. Las consecuencias de estas fracturas, destacan los autores, son evidentes en términos de mortalidad, morbilidad (deterioro físico y mental), costo económico en salud y social (incapacidad de desarrollar las actividades de la vida diaria, dependencia de cuidadores o familiares). En el trabajo se detallan los factores de riesgo para las fracturas por fragilidad, dividiéndolos en factores modificables (tabaquismo, consumo excesivo de alcohol,sedentarismo, dieta
baja en calcio) y no modificables (edad, estructura corporal, antecedente familiar, posmenopausia, fracturas previas, etnia).
La osteoporosis pude ser de tipo primaria (asociada con el envejecimiento y con la menopausia) o secundaria (vinculada con enfermedades subyacentes como la artritis reumatoidea, o con ciertos medicamentos, como los glucocorticoides usados por tiempo prolongado) El método más común para evaluar la densidad mineral ósea (DMO) es la densitometría de rayos X de energía dual (DXA), que permite categorizar el hueso como con DMO normal, osteopenia u osteoporosis. La osteoporosis no da síntomas si no ocurre la fractura (dolor e incapacidad, pérdida de altura, cifosis y dificultad respiratoria en caso de fractura vertebral). Los principales factores predictivos de fractura son la DMO, la edad y el antecedente personal de fracturas (el antecedente de una fractura de muñeca eleva el riesgo de una nueva fractura a 10 años al 55 %, y a 20 años al 80%; el antecedente de una fractura vertebral aumenta el riesgo de padecer otra hasta en 5 veces). La herramienta digital de predicción de fractura Fracture Risk Assessment Tool (FRAX) estima el riesgo de presentar una fractura de cadera o una fractura grave (vértebra, muñeca o húmero proximal) a 10 años, teniendo en cuenta estos tres factores predictivos (edad, DMO de cadera y antecedente personal de fractura), a los que se les suma otros factores (tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, uso sistémico de glucocorticoides, peso y altura, artritis reumatoidea, otras causas de osteoporosis secundaria y antecedente parental de fractura de cadera).
En pacientes con diagnóstico de osteoporosis o con factores de riesgo, surge la necesidad de implementar medidas para la prevención de fracturas por fragilidad. En el trabajo se detallan los tratamientos no farmacológicos (dieta rica en calcio, actividad física–entrenamiento de la fuerza y del equilibrio–, reducción del consumo de alcohol o tabaco). También se destacan las medidas para prevenir las caídas, como el acondicionamiento del entorno del hogar y el uso de calzado adecuado. La suplementación con vitamina D (que favorece la absorción de calcio y la mineralización del hueso y disminuye el riesgo de caídas por su efecto a nivel muscular) se considera una intervención no farmacológica. Los tratamientos farmacológicos mencionados en el artículo incluyen agentes antirresortivos (bisfosfonatos, denosumab, moduladores selectivos de los receptores de estrógeno y terapia de reemplazo hormonal) y agentes anabólicos (análogos de la parathormona –teriparatida y abdaloparatida– y romosozumab). La indicación de tratamiento farmacológico se basa en los valores de la DMO y los factores de riesgo. Se recomienda el tratamiento en las mujeres posmenopáusicas con alguno de los siguientes criterios: osteoporosis diagnosticada por DXA; osteopenia y riesgo de fractura de cadera mayor del 3% o de cualquier fractura grave del 20% según FRAX; antecedente personal de fractura de vértebra o cadera, con cualquier valor de DMO; antecedente personal de fractura de húmero proximal, pelvis o muñeca con osteopenia; osteopenia con factores de riesgo de fractura (artritis reumatoidea activa, uso prolongado de corticoides). En síntesis, este es un trabajo que desarrolla ordenadamente el diagnóstico de osteoporosis, los factores de riesgo de fracturas por fragilidad y su prevención mediante tratamientos no farmacológicos y farmacológicos. Sin embrago, olvida, al igual que lo hacemos en la práctica diaria, la prevención primaria de la osteoporosis. Si nos acordamos de esta enfermedad recién en la menopausia, estamos llegando tarde. Con el fin de alcanzar un pico de masa ósea más elevado, deberíamos enfatizar la prevención de la osteoporosis desde la infancia y la adolescencia. En el consultorio de pediatría, mediante la recomendación de hábitos dietarios y de actividad física; en ginecología, la atención de las adolescentes y jóvenes tendría que hacer foco en el interrogatorio de hábitos nocivos, las recomendaciones nutricionales y el fomento de la actividad física. En la mujer adulta premenopáusica deberíamos estar más atentos a los antecedentes familiares y personales, los hábitos de actividad física y nutricional y el suplemento de vitamina D si correspondiera, para prevenir la osteoporosis. Todas las medidas que tiendan a disminuir la incidencia de osteoporosis estarán disminuyendo el riesgo de fracturas y de sus consecuencias físicas, familiares y sociales.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
osteoporosis, posmenopausia, bisfosfonatos, denosumab, teriparatida
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
U Amin
Institución: Our Lady's Hospital,
Manorhamilton Irlanda

Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada
Esta revisión actualiza diversos aspectos del abordaje clínico para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, incluidos la evaluación del riesgo de la paciente, el diagnóstico y las opciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173439

Comentario
Autor del informe
Alejandra Elizalde Cremonte 
Prof. Titular Cl. Obstétrica, Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes, Argentina


Como dice el artículo: Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada, la osteoporosis sigue siendo una de las causas más importantes de morbilidad severa en la postmenopausia, y asociada a las fracturas osteoporóticas, de morbimortalidad tanto en mujeres como en hombres.1 Cuando hablamos de osteoporosis, no solamente estamos determinando la densidad ósea de una zona, sino que nos encontramos ante una entidad o patología sistémica del esqueleto que se caracteriza por una deficiente masa ósea, deterioro de la microestructura del hueso y elevado riesgo de fragilidad y fractura de este.2
En el trabajo comentado, se evalúan los factores de riesgo tanto personales como familiares, e incluso hasta medioambientales considerando las osteoporosis secundarias de orden diferente al genético, pero lo que sorprende es que no evalúa
la calidad ósea de las pacientes con riesgo de osteoporosis. Está claro que la calidad ósea está dentro de lo que se considera la resistencia ósea, e incluye una serie de factores tales como el grado de remodelado, la mineralización, la microarquitectura y la geometría óseas.3
Pero lo interesante de esto, es que la calidad ósea es fundamental en cualquier mujer, aún en edad fértil, como para determinar la probabilidad de desarrollar una osteoporosis, porque la simple densidad mineral ósea (DMO), puede ser parecida en mujeres de distintas edades, pero el riesgo de fractura va a ser mayor conforme aumenta la edad de la mujer, pero si a ello sumamos una mala calidad ósea, indefectiblemente vamos a encontrarnos ante una fractura. Cuando habla de la evaluación del riesgo de fractura, se plantea casi como el standard de oro al FRAX, y nadie podría estar en desacuerdo, pero últimamente está siendo cada vez más utilizada la TBS (Trabecular Bone Score), la cual evalúa la microarquitectura trabecular. Estos estudios se complementan con los de densidad mineral ósea, y pueden visualizar mejor los riesgos de fractura ósea por osteoporosis siendo un índice que se deriva de las imágenes estándar de densitometría ósea (DXA) de la columna lumbar y proporciona información sobre el hueso subyacente independiente de la densidad mineral ósea (DMO), reflejando el estado de la microarquitectura trabecular. El TBS se ha demostrado que es un factor de riesgo independiente de fractura osteoporótica y mejora la predicción del riesgo de fractura cuando se combina con los factores clínicos de riesgo FRAX y la DMO del cuello femoral, el TBS aumentaría la capacidad de DXA para identificar a mujeres en riesgo de padecer fracturas sin tener osteoporosis densitométrica. Creo que es un dato que debiéramos tener presente, sobre todo considerando que no hablamos de un equipo diferente, sino de sumar técnicas y mediciones que hacen al método más preciso y específico.4
Con respecto a las intervenciones para reducir el riesgo de fractura, considero que hace un extenso y muy adecuado análisis tanto de los tratamientos no farmacológicos como los farmacológicos, dando un muy importante valor a la prevención, no sólo de las fracturas instalada ya la osteoporosis, sino también en la prevención antes de que la misma pueda ser una sombra, haciendo hincapié en la calidad de vida como un elemento fundamental para prevenir no solo la osteoporosis sino también la fractura futura. En cuanto a las recomendaciones para iniciar el tratamiento, no está en discusión, dado que está dentro de los consensos de osteología en diferentes países del mundo, y es muy clara la recomendación de no desatender a mujeres jóvenes con tratamientos para enfermedades donde se utilicen tratamientos por largo tiempo con corticosteroides. Concluyendo, el análisis llevado a cabo para éste artículo, es importante destacar que la prevención sigue siendo la principal cuestión a tener en cuenta con estas pacientes. El artículo resume muy bien lo escrito y publicado por la American Association of Clinical Endocrinologists y la American College of Endocrinology en su Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de la Osteoporosis Postmenopáusica5, y también con respecto a la terapia hormonal menopáusica y su relación con la prevención de la osteoporosis, a nosotros los ginecólogos, nos coloca en una muy buena posición, coincidiendo con el posicionamiento de la NAMS (North American Menopause Society), en que si bien no son lo único que va a prevenir la osteoporosis, sumados a los elementos farmacológicos y no farmacológicos, está demostrado que la terapia hormonal ha demostrado que disminuye de manera significativa el riesgo de fractura en cadera (34%), en columna vertebral (34%) y en no vertebral (23%), luego de 5 años de uso continuo de tratamiento, por lo que debe ser tenida en cuenta.6
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas
Amin U, McPartland A, O'Sullivan M, Silke C. An overview of the management of osteoporosis in the aging female population. Womens Health (Lond). 2023 Jan-Dec;19:17455057231176655. doi: 10.1177/17455057231176655. PMID: 37218715; PMCID: PMC10214060.
Peña-Ríos DH, Cisneros-Dreinhofer FA, de la PeñaRodríguez MP, García-Hernández PA, Hernández Bueno JA, Jasqui-Romano S, Mercado-Cárdenas VM, Mirassou-Ortega M, Morales-Torres J, VallejoAlmada J, Vázquez-Alanis A. Consenso de diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis en la mujer posmenopáusica mexicana. MedIntMéx2015;31:596-610.
https://www.elsevier.es/es-revista-seminarios-fundacion-espanola-reumatologia-274-articulo-que-significa-calidad-osea-13095648 Galich A.M., et al.: Score de hueso trabecular y fracturas. Actual. Osteol. 2017;13(2):96-103. 2020 Update, Endocrine Practice, Volume 26, Supplement 1, 2020, Pages 1-46. Pauline M. Camacho, Steven M. Petak, Neil Binkley, Dima L. Diab, Leslie S. Eldeiry, AzeezFarooki, Steven T. Harris, Daniel L. Hurley, Jennifer Kelly, E. Michael Lewiecki, Rachel Pessah-Pollack, Michael McClung, Sunil J. Wimalawansa, Nelson B. Watts. The NAMS Hormone Therapy Position Statment Advisory Panel. The 2022 hormone therapy position statement of The North American Menopause Society. Menopause 2022;29(7):767-794

Palabras Clave
osteoporosis, posmenopausia, bisfosfonatos, denosumab, teriparatida
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
D Zhang
Institución: Third Xiangya Hospital of Central South University,
Changsha China

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal Sigue Siendo una Carga Importante para la Salud Pública
En 2019 hubo casi cinco millones de casos de enfermedad inflamatoria intestinal en todo el mundo. La prevalencia de esta enfermedad en los países recientemente industrializados se está acercando rápidamente a la de los países occidentales.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173027

Comentario
Autor del informe
Liliana Sarahí Salas Franco 
Docente-Investigador, Universidad Autónoma de Guerrero, Guerrero, México


La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), puede ser una carga económica y social,1 para la salud pública debido al creciente número de casos y defunciones. Aunque la tasa de prevalencia estandarizada por edad ha aumentado con rapidez en los países que se industrializaron hace poco, especialmente en Asia oriental, la incidencia se ha estabilizado o incluso ha disminuido en los países occidentales, como los de América del Norte de altos ingresos. La prevalencia de la EII en los países recientemente industrializados se ha reportado la misma tendencia al alza con países occidentales.2,3 La colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI) y la enfermedad de Crohn (EC) son dos de las principales formas de la EII.4,5 En México no existe información sistematizada para monitorizar la carga de
la EII. Un estudio realizado en 2015, con la base de datos del Sistema Nacional de Salud codificados por CIE-10: K50 y K51, estimaron la carga de enfermedad de la EII en México. Los resultados fueron 9.953 casos de EC y 33.060 casos atendidos fue CUCI (ICD-10: K50 y K51). La prevalencia para EC en hombres fue de 8.4, 8.1 para mujeres; CUCI, 27.7 para mujeres y 26.9 para hombres. Los pacientes =  50  años representaron el 35,1% del total. Los casos hospitalizados con enfermedad de Crohn 1.097 (0,91). Los pacientes =  50  años representaron el 43,7% del total; colitis ulcerosa crónica idiopática 5.345 (4,42). Los enfermos =  50 años representaron el 47,6% del total. Las defunciones fueron (tasa de muertes específicas): en enfermedad de Crohn: mujeres 32 (0.52), hombres 36 (0.50); colitis ulcerosa crónica idiopática en mujeres 267 (4.31), en hombres 186 (3.15).6 De acuerdo con resultados obtenidos de investigaciones realizadas con diferentes tipos de poblaciones y áreas geográficas, es claro que la EII presenta una tendencia al alza a nivel mundial. En América Latina como una de las regiones con una tendencia al alta de casos, es importante seguir estudiando este tipo de enfermedades poco comunes y con característica de recaídas en los pacientes, que sigue sin conocerse una causa primordial. Es importante realizar una revisión sistemática de estudios epidemiológicos, como el estudio de Zhang, donde analizó una base de datos previa de 204 países en un lapso de 1990-2019. Con la finalidad de ampliar el conocimiento sobre cómo afecta la respuesta inmunológica intestinal en personas mayores de cincuenta años. Así como la asociación de EII y el índice sociodemográfico, en los últimos años la incidencia ha disminuido en países occidentales de alto ingreso.
Se han analizado, tasas de prevalencia por grupo de edad y sexo, aún con la elaboración de registros nacionales, falta incluir elementos de análisis, para desarrollar una metodología que ayude a evaluar y monitorear la enfermedad en un futuro. Esto evitaría a los pacientes necesitar una cirugía o presentar complicaciones. Con respecto a la edad pediátrica, una revisión sistemática, reportó incidencia elevada en Europa y Norteamérica.7 En conclusión, conocer la epidemiología local permitirá conocer la posibilidad de comparar resultados y generar discusiones internacionales, con el claro objetivo de mejorar continuamente las medidas de diagnóstico temprano y tratamientos oportunos a los pacientes.
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas 1. Fernández-Ávila, D. G., & Dávila-Ruales, V. (2023). Frecuencia de uso y costo del tratamiento biológico para enfermedad inflamatoria intestinal y artropatía asociada a enfermedad inflamatoria intestinal en Colombia durante el año 2019. Revista de Gastroenterología de México.
2. C.N. Bernstein, F. Shanahan. (2008) Disorders of a modernlifestyle: reconcilingtheepidemiology of inflammatoryboweldiseases.Gut., 57, pp. 1185-1191http://dx.doi.org/10.1136/gut.2007.122143 3. K.T. Thia, E.V. Loftus Jr., W.J. Sandborn, S.K. Yang.(2008)Anupdate on theepidemiology of inflammatoryboweldisease in Asia.Am J Gastroenterol, 103, pp. 3167-3182http://dx.doi.org/10.1111/j.1572-0241.2008.02158.x 4. Ungaro, R., Mehandru, S., Allen, P. B., Peyrin-Biroulet, L., &Colombel, J. F. (2017). Colitis ulcerosa. Lancet389(10080), 1756-1770.
5. Joana Torres, S. M. J. C., Mehandru, S., Colombel, J. F., &Peyrin-Biroulet, L. (2017). 6. Yamamoto-Furusho, J. K., Bosques-Padilla, F. J., Charúa-Guindic, L., Cortés-Espinosa, T., Miranda-Cordero, R. M., Saez, A., & Ledesma-Osorio, Y. (2020). Epidemiología, carga de la enfermedad y tendencias de tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal en México. Revista de Gastroenterología de México, 85(3), 246-256.
7. J. Sýkora, R. Pomahacová, M. Kreslová, D. Cvalínová, P. Štych, J. Schwarz. (2018). Current global trends in the incidence of pediatric-onset inflammatory bowel disease. World J Gastroenterol., pp. 2741-2763. http://dx.doi.org/10.3748/wjg.v24.i25.2741

Palabras Clave
carga, enfermedad inflamatoria intestinal, prevalencia, salud pública, análisis sistemático
Especialidades
Ep.gif   G.gif        MI.gif   SP.gif   
Informe
Noticias Biomédicas
BMJ Nutrition, Prevention & Health Londres Reino Unido 14 Marzo, 2023

China: la reducción en la ingesta diaria de 1 g de sal prevendría casi 9 millones de eventos cardiovasculares del país


Publicación en siicsalud
/../noticias/nota/1773

Comentario
Autor del informe
Blanca Rosa Gil Arias 
Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela


La alta ingesta de sodio en la dieta se asocia con mayores cifras de presión arterial y un mayor riesgo de enfermedad cerebrovascular, por lo cual se recomienda, reducir la ingesta de este elemento. Se desconocía cual eran los efectos según países, razas y culturas. A raíz de diversas investigaciones realizadas el panorama ha aclarado.
China triplica en algunas zonas el consumo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si lo recomendado como máximo es una cucharadita de 5 gramos, los chinos consumen 11.2 gramos de media al día, el equivalente a una cucharada grande, según la Universidad Queen Mary de Londres. Este efecto es denominado la muerte blanca y se debe a una alimentación muy dependiente de la sal, China llega
a triplicar en algunas zonas el consumo recomendado por la OMS.
La hipertensión arterial constituye el principal factor de riesgo para la carga mundial de morbimortalidad, y se calcula que causa unos 9,4 millones de muertes cada año; esto es, más de la mitad de los 17 millones de muertes anuales atribuidas a las enfermedades cardiovasculares. El consumo elevado de sodio (más de 2 g por día, equivalentes a 5 g diarios de sal) aumenta la tensión arterial tanto en las personas normotensas como en las hipertensas, ocasionando hipertensión arterial e incremento en el riesgo de padecer cardiopatías y enfermedades cerebrovasculares.
El sodio se consume principalmente en forma de sal, que en la alimentación puede provenir de los alimentos procesados debido a altas cantidades de sal (por ejemplo, platos precocinados, productos cárnicos transformados como el tocino, el jamón y los embutidos, quesos, aperitivos salados, fideos instantáneos) o porque se consuman en grandes cantidades (por ejemplo, pan y cereales procesados). La sal se añade asimismo a los alimentos al cocinarlos (caldos y cubitos de caldo concentrado) o en la mesa.
En el 2013, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020. Una de las metas acordadas por los estados miembros fue una reducción relativa del 30% en el consumo medio de sal (o sodio) en la población a cumplir para el año 2025. Es esencial lograr esta meta para alcanzar el objetivo final de reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles.
La guía SHAKE está concebida para ayudar a los estados miembros a elaborar, implementar y monitorear diversas estrategias encaminadas a reducir el consumo de sal en la población.
Controlar y disminuir la ingesta de sal en la dieta mejorará la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares contribuyendo así a mejorar la calidad de vida y mejorar las políticas implementadas en salud publica ayudando a disminuir los costos en salud por los poderes públicos y por las personas en las naciones con mayor énfasis en China que es el país con el más alto consumo a nivel mundial. Copyright © SIIC, 2023

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