Informes comentados


SM.gif Salud Mental SM.gif
 
Informe
Resumen SIIC
PP Glasziou
Institución: Bond University,
Belmont Australia

Aspectos Negativos de la Investigación Apresurada en Tiempos de Pandemia
Como consecuencia de la pandemia se observa una vorágine de investigación global, con consecuencias mixtas. En este artículo se mencionan los inconvenientes de la realización de estudios con deficiencias metodológicas. El desperdicio en la investigación que existe no es nuevo, pero se vio exacerbado por la prisa en la investigación inspirada por la pandemia.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/163745


Comentario
Autor del comentario
Julián Sánchez Viamonte 
Consultor, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina


Los tiempos han cambiado. Desde la descripción original de los casos de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en la ciudad China de Wuhan y la alarma subsiguiente a nivel global, con múltiples escenarios descriptos, han pasado poco más de seis meses. Este hecho inédito por sus características ha modificado el panorama de la investigación en general y la de las ciencias de la salud en particular. Las pandemias se caracterizan por aumentos bruscos de los casos de enfermedad, y COVID-19 no ha sido una excepción. Esta pandemia ha mostrado efectos muy positivos, como la rapidez en la secuenciación del genoma del agente etiológico SARS-CoV-2 o la disponibilidad de las primeras pruebas de amplificación genómica para diagnóstico a través de la reacción en
cadena de la polimerasa (en poco más de 30 días desde el inicio). De la mano de ello hemos visto un crecimiento exponencial en la investigación. Desde enero del 2020 al 8 de junio del 2020 se han publicado más de 23 000 artículos relacionados a COVID-19, en diferentes versiones, gran parte de ellos en formatos preliminares. Y ese número lejos de disminuir, se mantiene y continúa en aumento. Por citar un ejemplo a la fecha, únicamente en PubMed se proporciona un acceso a 19857 artículos relevantes1 con más de 1900 publicaciones en la última semana.
Pero, ¿Es todo lo publicado veraz, oportuno y útil? En una editorial escrita por Glasziou y colaboradores2 se mencionan algunos problemas relacionados a la avalancha de investigaciones y su calidad.
Los autores mencionan que la disponibilidad de ensayos clínicos controlados para evaluar las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas es heterogénea, con una preocupante falta de ensayos sobre intervenciones no farmacológicas. Para agregar a ello, en los últimos días, dos de las más importantes revistas en ciencias médicas (The Lancet3 y NEJM4) retiraron publicaciones referidas a la terapéutica con cloroquina e hidroxicloroquina, debido que a los autores no se les otorgó acceso a los datos sin procesar y no han podido validar las fuentes de los datos primarios. Para el caso de los artículos en versión de preimpresión es incluso más preocupante, dado que son artículos que no han sido revisado por pares (uno de los estándares para las publicaciones científicas de mayor calidad), varios de los cuales han sido retirados también por falta de evidencia e incluso, fraudulencia.5
El otro punto crítico que mencionan los autores es la duplicación de trabajos. Si bien algunas réplicas de estudios pueden ser importantes, la mayoría redunda en una mala asignación de recursos. Como ejemplo se cita la dispersión de trabajos acerca de la utilidad de la hidroxicloroquina o la cantidad de revisiones sistemáticas que evalúan las máscaras faciales. Una respuesta invaluable sería la creación de un portal centralizado y accesible de toda la investigación y síntesis en curso.
Ahora ¿Estamos aplicando los resultados de las investigaciones? Acompañados por el desarrollo de la pandemia, y con el contexto de incertidumbre generalizada, los jefes políticos de los diferentes gobiernos han incorporado a sus equipos investigadores y científicos para apoyar la toma de sus decisiones. Este punto no es novedoso en sí mismo, lo novedoso es el alcance y repercusión que ha alcanzado. Los investigadores han cobrado protagonismo, incluso marcando decisiones con los hallazgos de las investigaciones, que se han opuesto enfáticamente a lo planteado por grandes líderes mundiales al cambiar el enfoque inicial6,7 Esta situación es un cambio importante a lo que ha sucedido con anterioridad, sobre todo por su velocidad de instauración. El escenario de incorporar evidencias de los resultados de las investigaciones es muy dinámico, y representa un gran desafío. Con información que hoy puede ser de utilidad y en poco tiempo dejar de serlo. Los países de medianos8 y bajos recursos,9 no han quedado al margen de este enfoque de incorporación de evaluadores y científicos para apoyar a la toma de decisiones. Aunque con un alcance heterogéneo entre los países, las iniciativas de gobierno abierto,10 y ofrecer datos abiertos, junto con herramientas digitales para permitir la participación pública con transparencia de los datos, es un valor muy apreciado.
Para tomar decisiones, ¿Todos los resultados sirven? No se deberían utilizar resultados de investigaciones que no respeten estándares mínimos de calidad internacionalmente desarrollados y aceptados.11 En esto punto se puede realizar una analogía al concepto informático de “basura entra, basura sale”.12 El insumo para tomar decisiones debe ser de buena calidad y de trasparencia, son requisitos. Nos encontramos ante un escenario que plantea un esfuerzo muy importante de todos los actores involucrados. Tenemos el desafío de construir y afianzar lo alcanzado.
Referencias: 1.Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/research/coronavirus/. Fecha de consulta: 08-06-2020 2.Glasziou P. A deluge of poor quality research is sabotaging an effective evidence based response. Disponible en: BMJ 2020; 369: m1847 https://www.bmj.com/content/369/bmj.m1847. Fecha de consulta: 08-06-2020.
3.Mehra MR, Ruschitzka F, Pate AN. Retraction—Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis. Disponible en : https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31324-6/fulltext. Fecha de consulta: 08-06-2020.
4.Mehra MR, Desai SS, Kuy SR. Retraction: Cardiovascular Disease, Drug Therapy, and Mortality in Covid-19. N Engl J Med. DOI: 10.1056/NEJMoa2007621. Disponible en :https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2021225. Fecha de consulta: 08-06-2020.
5.Ioannidis JPA Coronavirus disease 2019: The harms of exaggerated information and non-evidence-based measures. Eur J Clin Invest. 2020; 50(4): e13222.doi: 10.1111/eci.13222. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7163529/#eci13222-bib-0010. Fecha de consulta: 08-06-2020.
6.Landler M, Castle S. Behind the Virus Report That Jarred the U.S. and the U.K. to Action. Disponible en: https://www.nytimes.com/2020/03/17/world/europe/coronavirus-imperial-college-johnson.html. Fecha de consulta: 08-06-2020.
7.Bergen P. Who's right on schools, Fauci or Trump? Disponible en: https://edition.cnn.com/2020/05/15/opinions/fauci-vs-trump-who-to-trust-bergen/index.html. Fecha de consulta: 08-06-2020.
8.Krubiner C, MadanJ, Kaufman k, Kaufman J.Balancing the COVID-19 Response with Wider Health Needs: Key Decision-Making Considerations for Low- and Middle-Income Countries. Disponible en: https://reliefweb.int/report/world/balancing-covid-19-response-wider-health-needs-key-decision-making-considerations-low. Fecha de consulta: 08-06-2020.
9.Hopman J, Allegranzi B, Mehtar S Managing COVID-19 in Low- and Middle-Income Countries.Disponible en: https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2763372. Fecha de consulta: 08-06-2020.
10.Collecting Open Government Approaches to COVID-19. Disponible en: https://www.opengovpartnership.org/collecting-open-government-approaches-to-covid-19/. Fecha de consulta: 08-06-2020.
11.Equator network. Disponible en: https://www.equator-network.org/. Fecha de consulta: 08-06-2020.
12.Garbage in, garbage out. Disponible en: https://en.wikipedia.org/wiki/Garbage_in,_garbage_out#:~:text=From%20Wikipedia%2C%20the%20free%20encyclopedia,%2C%20rubbish%20out%20(RIRO). Fecha de consulta: 08-06-2020.

Palabras Clave
pandemia, COVID-19
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
AR Rosenberg
Institución: Seattle Children’s Research Institute,
Seattle EE.UU.

Resiliencia durante la Pandemia de la Enfermedad por Coronavirus 2019
Se presentan las reflexiones de una oncóloga pediátrica sobre la resiliencia profesional en el marco de la pandemia por enfermedad por coronavirus.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/163364


Comentario
Autor del comentario
Isabel Gómez Echeverry(1) Melisa Etchebehere(2)  

(1) Centro Psique Terapia Cognitiva, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
(2) Centro Psique Terapia Cognitiva, Ciudad de Buenos Aires, Argentina



Nos referimos al resumen “Cultivando la resiliencia deliberada durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019”, realizado sobre la base del artículo publicado por la revista Jama Pediatrics, el 14 de abril de 2020 cuya autora es la Dra. Abby R. Rosenberg. La autora plantea “la enfermedad coronavirus 2019 (COVID-19) está afectando el cuidado de la salud de nuestra comunidad, de una manera sin precedentes”. Preguntándose: ¿qué significa esta pandemia para nuestra resiliencia profesional? En el trabajo se fundamenta la importancia de la resiliencia en el ámbito de la salud, siendo una problemática actual de interés mundial que atañe fundamentalmente a los profesionales y organizaciones quienes se encargan de los pacientes en la pandemia. La autora identifica los recursos de resiliencia individuales, comunitarios
y existenciales de cada profesional, para aprovecharlos en post de su beneficio individual y comunitario. Formula una descripción del concepto de resiliencia, intentando resaltar su implicancia en los momentos críticos y su significado en la era del COVID-19.
Es esclarecedor el modo en que explica y ejemplifica los diferentes recursos que conforman la resiliencia. Por otro lado, la importancia que tiene trabajarla, para que los profesionales, comprendan la función que tiene cultivar la resiliencia para su bienestar individualy comunitario.
Sería interesante al hablar de resiliencia, considerar el síndrome de fatiga por compasión o desgaste, propuesto por Joinson (1992). Este síndrome hace alusión al padecer que sufren los profesionales de la salud al enfrentarse a incidentes críticos, como guerras, pandemias, terremotos, etc. El término ha evolucionado a lo largo de estos años. En este contexto de pandemia, no podemos dejar de preguntarnos si ¿tienen los médicos las herramientas para prevenir este síndrome a lo largo de su formación?, ¿existe algún programa de intervención -o prevención- para asumir este síndrome en momentos de crisis? Según Lynch y Lobo (2012), la fatiga por compasión se define como: “el estado de agotamiento y disfunción biológica, psicológica y social, resultado de la exposición prologada al estrés por compasión y todo lo que ello evoca”.
El síndrome de fatiga por compasión puede llevarnos a tener síntomas físicos: molestias estomacales, dificultades para dormir, trastornos alimentarios; síntomas emocionales: miedo, tristeza, enojo, sensación de impotencia, frustración, sentimientos de culpa, sentimiento de desesperanza; síntomas cognitivos: rumiación, necesidad de control, falta de concentración, dificultad para tomar decisiones; y conductuales: desorganización, insomnio, reducción de la competencia para establecer relaciones empáticas con los pacientes, rechazo para trabajar con determinados tipo de consultantes, aislamiento o evitación del contacto con los otros, bajo interés en el sexo, dificultad para separar el trabajo de su vida personal.
Respecto los síntomas cognitivos, un ejemplo de la rumiación es lo que plantean los profesionales de la salud: “es difícil evitar pensar en aquellos pacientes que evolucionaron mal, sin que vuelvan reiteradamente a nuestros pensamientos”. Otros de los síntomas cognitivos es la necesidad de control, la actividad asistencial es siempre cambiante, esta situación de falta de control y actuación sobre la marcha de su trabajo, está estrechamente vinculada con la experiencia de estrés (Mesa de la Torre et. Al., 2005).
Estos síntomas pueden conducir al deterioro en la relación con los pacientes y colegas, deshumanización de la práctica profesional, pérdida de bienestar psicológico y, en consecuencia, interferir en la calidad de la atención en salud (Klersy et al., 2007). En relación a las emociones, las personas que trabajan con pacientes de la pandemia, desarrollan un alto grado de contacto y sufrimiento con ellos, llegan a identificarse con sus estados emocionalesde miedo, angustia, sentimientos de soledad e incertidumbre. Para ayudar mejor a los pacientes que se encuentran frente a un evento crítico, es necesario ser empáticos, sincronizar con ellos. Aparecen emociones como miedo, frustración, entre otras que suelen estar desreguladas. Dall’Occhio (2018) refiere que es importante hacer un trabajo de reconocimiento de las emociones en el cuerpo para lograr etiquetarlas, e intentar hacer ejercicios para regularlas mejor.
El personal médico realiza un esfuerzo por regular las emociones socialmente aceptadas dentro de este contexto. Muchas veces dejan en segundo plano sus propias emociones, o aquellas que generan el evento crítico, a fin de abocarse de lleno a la necesidad del otro. Greenberg et al, (2012) postula que no expresar auténticamente sus emociones, genera un gran esfuerzo y desgaste emocional.
Acinas (2012) plantea que: “los pacientes que trabajan con personas que sufren deben combatir no sólo el estrés o la insatisfacción normal por el trabajo, sino también los sentimientos y emociones personales, que les produce su trabajo con el sufrimiento”.
La contracara del desgaste que los profesionales sufren a nivel emocional, es la “satisfacción por compasión” y se refiere a la recompensa positiva por cuidar (Smart, et al., 2014).
Nos parece adecuada la propuesta de la autora de fortalecer la resiliencia con la práctica. Por tal motivo, sería importante incorporar programas de prevención para el “síndrome de desgaste por empatía”, otorgándole la relevancia que merece. Son muy pocos los estudios y programas realizados a la fecha.
El objetivo del programa ofrecido consiste en ayudarles a que encuentren un equilibrio entre su profesión y los recursos al llegar a casa.
Es importante humanizar y desmitificar el trabajo de los profesionales de la salud. Al estrés habitual, se le suma el estrés laboral, y el estrés por emergencia. Esto los hace más vulnerables. Basándonos en las necesidades que la autora propone, formulamos el siguiente programa para acrecentar la resiliencia: - Psicoeducación: informar y capacitar sobre el síndrome -sintomatología, señales de alarma- y el modo de prevenirlo. Aportar herramientas emocionales para fortalecer y cuidarse frente a las pérdidas y situaciones de dolor y sufrimiento; psicoeducar en los conceptos de empatía y compasión.
-Trabajar en habilidades sociales: comunicación asertiva, solución de conflictos, uso del humor, trabajo en equipo.
-Entrenamiento en mindfulness: manejo del estrés. Implementar la importancia de practicar mindfulness con el fin de entrenar a los médicos en la atención presente en cada uno de sus espacios. Diferenciar su espacio laboral, del personal. Regular las emociones. Identificar recursos para fortalecer la resiliencia. Trabajar la compasión y el agradecimiento. Desarrollar habilidades metacognitivas, utilizando el observador imparcial que les permita encontrar una respuesta coherente que les de tranquilidad y calma frente a la adversidad.
- Actividades recreativas y lúdicas: hacer ejercicio en casa adaptado a la situación (con clases online), leer, bailar, jugar con los chicos. Trabajar sobre objetivos a corto y largo plazo.
- Contención familiar o social: mediante la técnica de ventilación, que puedan conversar de modo general, con el fin de contenerse, regular sus emociones, y ser comprendido por el otro, logrando continuar con la rutina diaria.
- Intercambio entre colegas con el objetivo de aliviar la carga emocional, intercambio de opiniones frente a casos difíciles, buscar el apoyo interdisciplinario. Con técnicas de defusing y de biefring creadas por Mitchell a finales de los años 70, son estrategiasde apoyo psicológico utilizadas para paliar y prevenir las consecuencias psicológicas de los incidentes críticos. El objetivo es proveer apoyo y compañerismo a los más afectados por el incidente.
-Importancia de los valores en el manejo del estrés: es tranquilizador saber qué valor nos va a dirigir y fortalecer en situaciones estresantes. Siendo éste fuente de energía para activar en cualquier momento (Dall’Occhio, 2018). Reconocer los valores, nos lleva a proponernos nuevos objetivos. Frente a un incidente crítico, resulta necesario plantearnos nuevas metas a corto y largo plazo.
Para concluir, cultivar resiliencia puede conducir a la mejoría en la salud mental, a profesionales más productivos, repercutiendo en una mejor salud para los pacientes.
En las instituciones de salud, es importante generar programas de prevención y diagnóstico temprano, donde se prepare anticipadamente a los profesionales con técnicas y estrategias para fortalecer la resiliencia individual, comunitaria y existencial.
Entrenarlos anticipadamente, así frente a un incidente crítico, les permitiría contar con losrecursos necesarios para cuidarse. Para lograr encontrar un espacio físico como temporal que permita la expresión genuina de las emociones.
Esfundamental realizar programas donde se brinde apoyo de regulación emocional, a fin de lograr una cultura sanitaria donde su lema sea: “cuidarse para cuidar”.
Copyright © SIIC, 2020 Bibliografía
Acinas, M.P. (2012). Burn-Out y Desgaste por Empati´a en profesionales de Cuidados Paliativos. Revista Digital de Medicina Psicosoma´tica y Psicoterapia de la Sociedad Espan~ola de Medicina Psicosoma´tica y Psicoterapia, 2, 4: 1-22.
Dall’Occhio, M. (2018). Emociones y Soluciones. Terapia de Activación Emocional EAT. Buenos Aires, Argentina: Editorial Akadia.
Figley, C. (2002). Compassion fatigue: psychotherapists’ chronic lack of selfcare. Journal of clinical psychology, 58(11), 1433-41.doi:10.1002/jclp.10090 Greenberg, L.S., Paivio, S.C. (2012). Trabajar con las EmocionesenPsicoterapia. España: Editorial Paidos.
Joinson, C. (1992). Coping with compassion fatigue. Nursing, 22 (4):116-120.
Klersy, C., Callegari, A., Martinelli, V., Vizzardi, V., Navino, C., Malberti, F., Tarchini, R., Montagna, G., Guastoni, C., Bellazzi, R., Rampino, T., David, S., Barbieri, C., Dal Canton, A. y Politi, P. (2007). Burnout in health care providers of dialysis service in Northern Italy - A multicentre study. Nephrology Dialysis Transplantation, 22: 2283–2290.
Mesa de la Torre, E., Ga´lvez, A., Calvo, M.A., Va´zquez, M.D., Castilla, R y Luque, A. (2005). Valoracio´n del riesgo psicosocial en las enfermeras de nefrologi´a de los hospitales de Sevilla. Revista de la Sociedad Espan~ola de Enfermeri´a Nefrolo´gica, 8 (4): 266/271. Lynch, S. H., & Lobo, M. L. (2012). Compassion fatigue in family caregivers: a Wilsonian concept analysis. Journal of Advanced Nursing, 68(9), 2125–34.
Rosemberg, A. (2020). Cultivanting Deliberate Resilience During the Coronavirus Disease 2019 Pandemic. JAMA Pediatr. Publicado en línea el 14 de abril de 2020. doi: 10.1001 / jamapediatrics.2020.1436.
Smart, D., English, A., James, J., Wilson, M., Daratha, K. B., Childers, B., & Magera, C. (2014). Compassion fatigue and satisfaction: A cross-sectional survey among US healthcare workers. Nursing & Health Sciences, 16(1), 3-10. doi:10.1111/nhs.12068

Palabras Clave
Especialidades
I.gif   SM.gif         AP.gif   EdM.gif   En.gif   Ge.gif   MF.gif   MI.gif   P.gif   SP.gif   
Informe
Resumen SIIC
ML Rolin Neto
Institución: School of Medicine of Juazeiro do Norte–FMJ/Estácio,
Juazeiro de Norte Brasil

La Cuarentena Masiva Aumentaría Sustancialmente la Ansiedad
La mayoría de los profesionales de la salud que trabajan en unidades de aislamiento y hospitales no reciben capacitación para brindar contención psicológica.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/163345


Comentario
Autor del comentario
Indiana Miño 
Concordia, Argentina


Los autores del artículo al cual se refiere el resumen LA CUARENTENA MASIVA AUMENTARÍA SUSTANCIALMENTE LA ANSIEDAD, ante la observación de la situación generada por el brote de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por sus siglas en inglés), han analizado el impacto emocional de la pandemia en pacientes y trabajadores de la salud.
Es así como han podido determinar que quienes requerirían una atención personalizada son los adultos mayores y los trabajadores migrantes internacionales. Los adultos mayores son susceptibles, no sólo al virus sino también a la angustia, la soledad y las limitaciones de acceso a la atención presencial o virtual. Todo lo cual puede potenciarse si hablamos de personas con afecciones preexistentes.
Se observan, también, las diferencias entre la capacidad de respuesta
de los servicios de salud mental, la resistencia de los trabajadores de salud y sistemas médicos que se enfrentan a un desafío que parece casi desproporcionado para los estándares conocidos. En medio de todo esto, la mayoría de los profesionales de salud que trabajan en unidades de aislamiento y hospitales no reciben capacitación para brindar atención de salud mental. Por el contrario, a menudo deben lidiar con sus experiencias en medio de la presión, el cansancio y las vivencias compartidas que, muchas veces, sólo potencian la sensación de agobio y pueden llevar a tomar medidas desesperadas.
Durante el encierro, el aumento de información, el número de nuevos casos y el conteo permanente de muertes impacta constantemente en las personas, generando probablemente más miedo, depresión y ansiedad.
Lo más importante de este estudio, quizás sea entonces, las posibilidades que abre al considerar el aumento de la ansiedad durante el encierro. Es más, el artículo ya menciona nuevas estrategias de intervención que comprenden a equipos de salud y herramientas tecnológicas, así como un modelo que integre todo el proceso, es decir, desde la detección del síntoma hasta la rehabilitación posterior.
Conocer las poblaciones más afectadas implica la responsabilidad de –en el caso de adultos mayores- pensar en brindar el acompañamiento necesario a través de diversas opciones de intervención, sean virtuales o quizás, a través de su entorno.
En el caso de los trabajadores de salud, tal vez sea necesario reconocer la necesidad y la importancia de capacitarlos en recursos primarios de intervención psicológica, como la escucha empática, comunicación emocional y el registro continuo y personal de sentimientos para reconocer cada momento de la crisis y poder actuar en consecuencia atendiendo a las necesidades básicas, tanto propias como de los pacientes.
En conclusión, tener en cuenta lo expuesto en el artículo podría ser importante para comenzar a elaborar y definir nuevas medidas de salud, con respecto al encierro en sí –tanto en su forma y duración- o a la búsqueda de alternativas más saludables, primero dentro del contexto urgente e inevitable de la pandemia y luego en proyección hacia un futuro basado en los complejos aprendizajes del presente.
Copyright © SIIC, 2020

Palabras Clave
COVID-19, salud mental, problemas psicológicos, emergencias, cuarentena
Especialidades
I.gif   SM.gif         CI.gif   E.gif   En.gif   Ge.gif   MI.gif   N.gif   SP.gif   
Informe
Resumen SIIC
SK Brooks
Institución: King’s College London,
Londres Reino Unido

Impacto Psicológico de la Cuarentena
Esta revisión indica que la cuarentena se asocia con frecuencia con efectos psicológicos negativos.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/163312


Comentario
Autor del comentario
Olga Stella Díaz Usme 
Directora, Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia


El resumen “El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo: una revisión rápida de la evidencia” título original The psychological impact of quarantine and how to reduce it: rapid review of th evidence (The Lancet Vol 395, issue 10227, P912-920, Mar 14, 2020) sintetiza y analiza la evidencia de 24 artículos originales, relacionados con el tema, recuperados y seleccionados de bases de datos.
Llama la atención en primer lugar, como lo evidencian los autores, el uso indiferenciado de los términos cuarentena y aislamiento; siendo necesario, en pro mayor claridad en la información que se brinda a la comunidad, no solo hacer evidente la diferencia entre ellos sino también utilizarlos de manera precisa. Sin embargo, es pertinente que a futuro los estudios incluyan la
categoría “distanciamiento social” y “distanciamiento emocional” pues en la condición derivada de la pandemia por COVID-19 coexisten estas tres modalidades. Es de prever que estos podrían instaurarse en las comunidades como una expresión de asimetría e inequidad social, que acentúa los fenómenos de exclusión y xenobofía, legitiman y originan categorías estigmatizantes, no sólo para quienes han sido diagnosticados con la enfermedad sino también para sus familias, el personal de salud que brinda atención, la red de servicios que en razón a su trabajo tiene contacto con la población en general: conductores, cajeros en supermercados, repartidores de domicilios, etc.
Superada esta reflexión y retomando el propósito del artículo, se hace referencia a las acciones a desarrollar con el propósito de atenuar el impacto psicológico de la cuarentena. Si bien es evidenteque los estudios identifican que, sobre el grupo de trabajadores en salud, que experimentaron cuarentena, recaen las mayores consecuencias también se identifica que de una parte no es posible plantear relaciones directas, unicausales y de otra que las consecuencias pueden ser diversas y perdurar en el tiempo; conclusiones que ponen de manifiesto la necesidad de incorporar en los protocolos de atención acciones de protección entre ellas estrategias de debriefing psicológico que además de posibilitar la expresión de emociones y pensamientos favorezcan reconocer, aceptar y redireccionar estrategias de afrontamiento como el distanciamiento y la negación que si bien tienen un efecto protector su mantenimiento en el tiempo se asocia a alteraciones de la salud mental entre ellas depresión, ansiedad, agotamiento y tendencia al asilamiento.
En la síntesis de los factores identificados como estresores durante la cuarentena, se señala que una duración mayor a diez días se asocia con la aparición de estrés postraumático; no se describen los efectos que genera la prolongación de la misma y se hace necesario indagar sobre el impacto de la incertidumbre frente al levantamiento de la misma en la salud mental o del incremento de la restricción del contacto. Si bien es cierto se hace referencia a la frustración derivada de la restricción en la rutina cotidiana, es necesario analizar el efecto que genera el ver interrumpido el proyecto de vida o enfrentar la frustración en deportistas, artistas y personas que durante largos periodos se preparan para llevar a cabo una actividad que puede definir su futuro personal y profesional. Los aspectos mencionados y otros que señala el documento son de importancia central, sin embargo, quisiera llamar la atención sobre el rol de los medios y la calidad de la información que se brinda a la comunidad. Como bien lo señalan los autores, la información clara, pertinente y de calidad en los diferentes momentos no solo favorece el establecimiento de prácticas de protección y cuidado basadas en evidencia, sino también, minimiza la implementación de prácticas de riesgo, la percepción de incertidumbre y atenúa la presencia de prejuicios que sirven de soporte al estigma, en cualquiera de sus expresiones. Es importante considerar que los niveles de incertidumbre a medida que avanza la pandemia se incrementan y que con la tendencia al retorno a las actividades aparecen nuevos generadores de ansiedad sobre los que el acceso a información de calidad cumple un papel fundamental. A nivel de salud mental comunitaria es importante que el sector salud lidere el desarrollo de estrategias articuladas a nivel transectorial en las que se incorpore tanto la respuesta individual, como los determinantes sociales asociados a la misma, las trayectorias del curso de vida, la identificación de las dinámicas relacionales del individuo, sus redes de apoyo y su entorno así como el acceso a servicios e iniciativas de soporte institucional y gubernamental en diferentes niveles.
En síntesis, la revisión evidencia que a la par de las medidas de contención de propagación del COVID-19 deben implementarse en la comunidad estrategias que desde el reconocimiento y normalización de la respuesta en crisis como “normal ante una situación anormal” se aproximen a su identificación, análisis y comprensión.
Copyright © SIIC, 2020

Palabras Clave
cuarentena, aislamiento del paciente, desenlaces psicológicos, impacto psicológico, brote de enfermedad por coronavirus 2019
Especialidades
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