Informes comentados


MI.gif Medicina Interna MI.gif
 
Informe
Resumen SIIC
IJ Koralnik
Institución: Northwestern University Feinberg School of Medicine,
Chicago EE.UU.

Síntomas Neurológicos y Disfunción Cognitiva Persistentes en COVID-19 Prolongada
Un número considerable de pacientes con antecedente de enfermedad por coronavirus 2019 que no requirió internación refiere síntomas persistentes, especialmente niebla cerebral y fatiga que comprometen sustancialmente la función cognitiva y la calidad de vida.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/166628


Comentario
Autor del comentario
María Luz Gunturiz Albarracín 
Instituto Nacional de Salud, Bogotá, Colombia


Se ha descrito que en la fase aguda de COVID-19 se presentan síntomas como cefalea, fiebre, disnea, tos, anosmia/ageusia y mialgias, entre otros, aunque una proporción considerable de pacientes puede presentar síntomas leves o ser asintomáticos. En la forma grave se presentan complicaciones con síndrome de estrés respiratorio agudo grave, hipoxia, insuficiencia respiratoria y fallo multiorgánico. Se han reportado diversas complicaciones neurológicas en la fase aguda que incluyen encefalopatía, delirio, síndromes inflamatorios del sistema nervioso central, encefalitis, síndrome de Guillain-Barré e ictus, entre otros.1-3
El síndrome post COVID-19 también conocido como COVID persistente o prolongado, síndrome subagudo por COVID, COVID en curso, síndrome post-COVID, ha sido definido por la persistencia de signos y síntomas clínicos que aparecen durante o después de padecer
COVID-19, que permanecen más de 12 semanas y que no se explican por un diagnóstico alternativo. Este ha sido descrito en pacientes con COVID-19 leve o grave e independientemente de la gravedad de los síntomas en la fase aguda. Las manifestaciones clínicas son diversas, fluctuantes y variables, aunque predominan la fatiga y las alteraciones neurocognitivas. Aun hoy, no existe un consenso establecido sobre el síndrome post COVID-19 y sus criterios diagnósticos están en evaluación. Lo que si es conocido es que los síntomas neurológicos crónicos y la fatiga asociados al síndrome post COVID-19 son diferentes de las complicaciones neurológicas de la fase aguda.2,3
De igual forma, se ha observado que la discapacidad asociada a los síntomas del síndrome post COVID-19 tiene gran impacto sobre los servicios de salud que incluyen entre otras las unidades asistenciales y de rehabilitación.2, 4
En cuanto a las principales manifestaciones psiquiátricas asociadas a la enfermedad por SARS-CoV-2 ha sido publicado que el estrés postraumático es muy prevalente en la fase aguda, seguido de los déficits de memoria, irritabilidad, ansiedad, insomnio y depresión. En la fase de recuperación, se mantienen principalmente, los trastornos por estrés postraumático depresión y ansiedad.5
Algunos autores han realizado clasificaciones de las manifestaciones clínicas del síndrome post COVID-19. Por ejemplo, Amenta et al6, dividieron las manifestaciones del COVID-19 pos agudo en tres categorías: a) síntomas residuales que persisten tras la recuperación de la infección aguda por el SARS-CoV-2; b) síntomas debidos a disfunción de uno o múltiples órganos que persiste tras la recuperación inicial, y c) síntomas o síndromes nuevos que surgen tras una infección leve o asintomática. Se destaca que las categorías 1 y 2 no serían mutuamente exclusivas2,6. Por su parte, los CDC7 utilizan el término “post-COVID conditions” para describir cualquier trastorno o alteración de la salud que persista más de cuatro semanas tras la infección por el SARS-CoV-220, y distingue tres subtipos: a) COVID persistente, que se define como una serie de síntomas que aparecen combinados en diferente proporción, que duran semanas o meses, y pueden afectar también a personas que padecieron COVID leve o que incluso fueron asintomáticos. Los síntomas principales son: fatiga, dificultad para pensar o concentrarse (la llamada ‘niebla mental’ o brain fog), cefalea, pérdida del gusto o del olfato, mareo en bipedestación, palpitaciones, disnea, tos, dolor muscular o de las articulaciones, ansiedad y/o depresión, fiebre y síntomas que empeoran tras realizar actividades físicas o mentales; b) síntomas consecuencia del daño de múltiples órganos, como el corazón, el pulmón, el riñón, la piel y el sistema nervioso. En esta categoría se incluyen también el llamado síndrome inflamatorio multisistémico y otras entidades autoinmunes, y c) consecuencias del tratamiento del COVID-19 o de la hospitalización prolongada, que incluye el síndrome post unidad de cuidados intensivos (post-UCI) o del paciente crítico, y en el que un porcentaje elevado de pacientes presenta fatiga y debilidad muscular grave, polineuropatía del paciente crítico, alteraciones cognitivas (que afectan a la atención sostenida y dividida, la memoria a corto plazo, las funciones ejecutivas y la lentitud en el procesamiento de la información), y síntomas de estrés postraumático, dolor, ansiedad y depresión.2,3,7
A pesar de que no existe una definición consenso para síndrome post COVID-19 a nivel mundial, si se han reportado varios de los síntomas presentados. Específicamente, a nivel respiratorio son descritas la tos y disnea; a nivel cardiovascular, dolor torácico, opresión y palpitaciones. Dentro de los síntomas neurológicos se describen cefalea, mareo, tinnitus, pérdida del gusto y/o del olfato, trastornos del sueño, parestesias, dolores musculares, síntomas cognitivos y como síntomas psiquiátricos se reportan la ansiedad y depresión, principalmente. A nivel gastrointestinal se presenta dolor abdominal, náuseas, diarrea y anorexia. Y muy importante a nivel sistémico se presenta fiebre, dolor, fatiga, artralgias, dolor de oído y de garganta.1-4, 8
Adicionalmente, dentro de los factores de riesgo de síndrome post COVID-19 identificados se incluyen la gravedad de la enfermedad asociada con la necesidad de ingreso hospitalario o en la UCI o la necesidad de soporte ventilatorio en la fase aguda9, 10, la edad mayor de 50 años, el sexo y comorbilidades como asma o enfermedad respiratoria previa, obesidad y aumento del índice de masa corporal, entre otros.11,12 Por su parte, la diabetes, hipertensión, cáncer e inmunosupresión son factores de riesgo de gravedad y mortalidad en la fase aguda del COVID-19; pero aún no existe evidencia de su asociación con el síndrome post-COVID-19.1-3
Finalmente, es claro que actualmente hay mucho desconocimiento sobre la patogénesis de la enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2 y mucho más del síndrome post COVID-19. También es claro que las etapas de recuperación no pueden fundamentarse sólo en pruebas de diagnóstico negativas o en altas hospitalarias, ya que hay una gran variabilidad en las formas de presentación y duración de los síntomas, así como respuestas inmunitarias diferentes en cada individuo que padece la enfermedad, sin mencionar comorbilidades o enfermedades preexistentes que empeoran el panorama, afectando gravemente la calidad de vida, la conciencia y el estado de ánimo de los pacientes y de su entorno familiar. Copyright © SIIC, 2021 Referencias bibliográficas

1. Graham EL, Clark JR, Orban ZS, Lim PH, Szymanski AL, Taylor C, DiBiase RM, Jia DT, Balabanov R, Ho SU, Batra A, Liotta EM, Koralnik IJ. Persistent neurologic symptoms and cognitive dysfunction in non-hospitalized Covid-19 "long haulers". Ann Clin Transl Neurol. 2021;8(5):1073-1085. doi: 10.1002/acn3.51350.

2. Carod-Artal FJ. Síndrome post-COVID-19: epidemiología, criterios diagnósticos y mecanismos patogénicos implicados. Rev Neurol 2021;72:384-396. DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7211.2021230
3. Carod-Artal FJ. Complicaciones neurológicas por coronavirus y COVID-19. Rev Neurol 2020; 70: 311-22.
4. Ladds E, Rushforth A, Wieringa S, Taylor S, Rayner C, Husain L, et al. Persistent symptoms after COVID-19: qualitative study of 114 ‘long COVID’ patients and draft quality principles for services. BMC Health Serv Res 2020; 20: 1144.
5. Rogers JP, Chesney E, Oliver D, Pollak TA, McGuire P, Fusar-Poli P, et al. Psychiatric and neuropsychiatric presentations associated with severe coronavirus infections: a systematic review and meta-analysis with comparison to the COVID-19 pandemic. Lancet Psychiatry 2020; 7: 611-27.
6. Amenta EM, Spallone A, Rodriguez-Barradas MC, El Sahly HM, Atmar RL, Kulkarni PA. Postacute COVID-19: an overview and approach to classification. Open Forum Infect Dis 2020; 7: ofaa509 7. Centers for Disease Control and Prevention. Post-COVID Conditions. Disponible en: https: //www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov /long-term-effects.html. 8. Amsalem D, Dixon LB, Neria Y. The coronavirus disease 2019 (COVID-19) outbreak and mental health: current risks and recommended actions. JAMA Psychiatry 2021; 78: 9-10.
9. Garrigues E, Janvier P, Kherabi Y, Le Bot A, Hamon A, Gouze H, et al. Post-discharge persistent symptoms and health-related quality of life after hospitalization for COVID-19. J Infect 2020; 81: e4-6.
10. Halpin SJ, McIvor C, Whyatt G, Adams A, Harvey O, McLean L, et al. Postdischarge symptoms and rehabilitation needs in survivors of COVID-19 infection: a cross-sectional evaluation. J Med Virol 2021; 93: 1013-22.
11. Sudre CH, Murray B, Varsavsky T, Graham MS, Penfold RS, Bowyer RC, et al. Attributes and predictors of Long-COVID: analysis of COVID cases and their symptoms collected by the Covid Symptoms Study App. Nat Med 2021; 27: 626-31.
12. Oronsky B, Larson C, Hammond TC, Oronsky A, Kesari S, Lybeck M, et al. A review of persistent post-COVID syndrome (PPCS). Clin Rev Allergy Immunol 2021 Feb 20: 1-9.

Palabras Clave
Especialidades
I.gif   MI.gif         AP.gif   Bq.gif   DL.gif   EdM.gif   Ep.gif   MF.gif   Ne.gif   R.gif   SM.gif   SP.gif   
Informe
Resumen SIIC
L Townsend
Institución: St James’s Hospital,
Dublin Irlanda

Fatiga Persistente luego de la Infección por SARS-CoV-2
Los resultados del presente estudio sugieren una prevalencia alta de fatiga posviral, en pacientes con infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, luego de la fase aguda de la enfermedad. En el estudio, más de la mitad de los pacientes refirió fatiga persistente (52.3%), a una mediana de 10 semanas después de los síntomas iniciales de COVID-19. La fatiga sería independiente de la gravedad inicial de la enfermedad.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/165067


Comentario
Autor del comentario
Ricardo León de la Fuente 
Investigador Adjunto, Hospital Papa Francisco, Salta, Argentina


En este artículo de Ariel Cohen y colaboradores del Hospital Saint-Antonie y Tenon de Paris, Francia; se evaluó a la fracción de eyección del ventrículo izquierdo como un marcador de riesgo adicional de mortalidad o necesidad de intubación, en pacientes admitidos con COVID-19.
La infección por el SARS-CoV-2 produce una afección principalmente respiratoria, pero a la vez genera importantes efectos sistémicos, incluyendo el compromiso de los sistemas cardiovascular e inmune. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares preexistentes, son los que presentan con más frecuencia infección sintomática y un peor pronóstico con un desproporcionado aumento de la mortalidad.1 La posibilidad de encontrar un marcador de riesgo de fácil adquisición en los pacientes con COVID-19, es de un aporte vital a la hora de definir estrategias terapéuticas
y optimizar los muchas veces, escasos recursos en salud. Los pacientes con COVID-19 pueden desarrollar complicaciones cardiovasculares como insuficiencia cardiaca, miocarditis, pericarditis, vasculitis y arritmias cardiacas.2,3 Entre el 8-28% de los pacientes liberan troponina durante el curso de la enfermedad. La presencia de troponina elevada les confiere un incremento de 5 veces el riesgo de requerir asistencia respiratoria mecánica, arritmia ventricular grave y mortalidad.3 Una proporción similar de pacientes presentará también, aumento de los valores circulantes del péptido natriurético (BNP).
En el presente estudio, se analizaron 39 pacientes consecutivos, admitidos con diagnóstico de neumonía aguda por COVID-19. A todos ellos se le realizó un ecocardiograma al ingreso. La edad promedio fue de 62 años y la mayoría eran hombres (69.2%). Tuvieron 12 eventos (30.8%; muerte y necesidad de intubación) durante los 15 días de seguimiento. La fracción de eyección < a 55% se asoció de manera significativa e independiente de otras variables clínicas o bioquímicas, con mortalidad o necesidad de intubación, cociente de riesgo 10.18 (IC 95%: 2.17 a 47.87; p= 0.003).4 Algunas de las limitaciones que debemos mencionar del presente estudio son: el tamaño muestral, el ser un centro único, la baja edad promedio de la población, la severidad del compromiso respiratorio, la falta de datos sobre etnia/raza de la población estudiada y la falta de información sobre tratamiento recibido. La pandemia de la enfermedad por COVID-19 continúa estresando la capacidad de los sistemas de atención médica en todo el mundo con una afluencia de pacientes hospitalizados con síndrome de insuficiencia respiratoria aguda severa. Junto con el crecimiento exponencial de las personas infectadas, se ha producido en todo el mundo un desajuste entre la oferta y la demanda del sistema de atención de la salud, siendo esto aún más manifiesto en la capacidad de atención de pacientes con enfermedad crítica. El reconocimiento de los factores de riesgo y la identificación de los pacientes de alto riesgo permitirá la asignación de recursos y la clasificación adecuada.
A medida que sigue surgiendo información científica para el reconocimiento de las poblaciones de alto riesgo, y se intenta comprender el mecanismo de las lesiones, debemos realizar todos los esfuerzos para brindar una atención segura y oportuna a los grupos de alto riesgo. La prevención debe ser el paso inicial para minimizar la exposición y brindar atención oportuna a los pacientes con deterioro de la fracción de eyección, sobre todo cuando además existe el antecedente de insuficiencia cardiaca. Lo concreto a la fecha es que el simple hecho de tener el fenotipo de insuficiencia cardiaca, independientemente de la fracción de eyección, se asocia con malos resultados. Es sabido que, por efecto de la pandemia, hay una demora en recibir tratamiento y menos visitas a los especialistas, lo que afecta aún más los resultados.5,6 En este sentido, un mayor uso de la telemedicina podría ser de utilidad y ha transformado el paradigma de la prestación de atención en el entorno de atención de la salud en tiempo de pandemia. Sin embargo, una amplia adopción requeriría superar las barreras para el acceso equitativo a la tecnología básica, la educación y las herramientas de monitoreo remoto entre las comunidades en riesgo.
A pesar de la creciente información sobre la relación directa de la enfermedad cardiovascular preexistente y la severidad por COVID-19, la evidencia sobre el valor de la fracción de eyección es poca y discrepante.7 Además, queda por definir aún el tiempo oportuno para realizar el estudio, la utilidad general del método, el valor de las nuevas y promisorias herramientas ecocardiográficas, como el strain longitudinal global8, el seguimiento y correlación con otras variables clínicas a largo plazo. Los esfuerzos futuros deberían apuntar a dilucidar aún más el mecanismo y la durabilidad de la lesión por COVID-19 entre los pacientes con y sin antecedentes de insuficiencia cardíaca, a instituir una prevención generalizada y asignar una clasificación de riesgo apropiada y oportuna de las infecciones sospechadas y la asignación adecuada de recursos. Esto incluye el acceso oportuno a las vacunas, el uso generalizado de la vacuna contra la influenza y la continuación o restablecimiento de la terapia médica adecuada basada en las guías de tratamiento, así como el seguimiento oportuno y el acceso a la telemedicina para reducir el riesgo de un peor pronóstico y facilitar la recuperación.
Implicancias clínicas:
La determinación de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, con el uso de una herramienta diagnóstica sencilla y de bajo costo como la ecocardiografía, serviría para estratificar el riesgo de muerte o necesidad de intubación en paciente con insuficiencia respiratoria aguda grave por COVID-19. Los pacientes con el fenotipo de insuficiencia cardiaca, tienen peor pronóstico por lo que debemos extremar todas las medidas de prevención y tratamiento en este grupo de pacientes.

Copyright © SIIC, 2021

Bibliografía: Zhu N, Zhang D, Wang W, Li X, Yang B, Song J, Zhao X, Huang B, Shi W, Lu R, Niu P, Zhan F, Ma X, Wang D, Xu W, Wu G, Gao GF, Tan W, China Novel Coronavirus I and Research T. A Novel Coronavirus from Patients with Pneumonia in China, 2019. N Engl J Med. 2020;382:727-733. Inciardi RM, Lupi L, Zaccone G, Italia L, Raffo M, Tomasoni D, Cani DS, Cerini M, Farina D, Gavazzi E, Maroldi R, Adamo M, Ammirati E, Sinagra G, Lombardi CM and Metra M. Cardiac Involvement in a Patient With Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). JAMA Cardiol. 2020 Mar 27. Doi: 10.1001/jamacardio.2020.1096 Guo T, Fan Y, Chen M, Wu X, Zhang L, He T, Wang H, Wan J, Wang X and Lu Z. Cardiovascular Implications of Fatal Outcomes of Patients With Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). JAMA Cardiol. 2020 Mar 27. Doi: 10.1001/jamacardio.2020.1017Ruan Q, Yang K, Wang W, Jiang L, Song J. Clinical predictors of mortality due to COVID-19 based on an analysis of data of 150 patients from Wuhan, China. Intensive Care Med 2020 March 3 (Epub ahead of print).
Soulat-Dufour L, Lang S, Ederhy S, Adavane-Scheuble S, Chauvet-Droit M, Nhan P, Jean M, Said R, Issaurat P, Boccara F and Cohen A. Left ventricular ejection fraction: An additional risk marker in COVID-19. Arch Cardiovasc Dis. 2020 Nov; 113(11): 760-762.
Bhatt A.S., Moscone A., McElrath E.E., et al. "Fewer hospitalizations for acute cardiovascular conditions during the COVID-19 pandemic". J Am Coll Cardiol 2020;76:280-288.
Hall M.E., Vaduganathan M., Khan M.S., et al. "Reductions in heart failure hospitalizations during the COVID-19 pandemic". J Card Fail 2020;26:462-463.
Alvarez-Garcia J., Lee S., Gupta A., et al. "Prognostic impact of prior heart failure in patients hospitalized with COVID-19". J Am Coll Cardiol 2020;76:2334-2348.
Li Y., Li H., Zhu S. Prognostic Value of Right Ventricular Longitudinal Strain in Patients With COVID-19. JACC Cardiovasc Imaging. 2020.

Palabras Clave
fatiga persistente, infección por SARS-CoV-2, gravedad inicial de la infección
Especialidades
I.gif   MI.gif         AP.gif   Bq.gif   C.gif   DL.gif   EdM.gif   Ep.gif   In.gif   MT.gif   MF.gif   R.gif   SM.gif   SP.gif   
Informe
Resumen SIIC
G Paré
Institución: McMaster University,
Hamilton Canadá

Niveles Plasmáticos de ECA2 y Riesgo de Mortalidad o Enfermedad Cardiometabólica
El presente análisis epidemiológico a gran escala, con participantes de 14 países con distinto origen étnico, seguidos durante 9.4 años en promedio, confirma que los niveles aumentados de enzima convertidora de angiotensina 2 en plasma se asocian fuertemente con riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/164960


Comentario
Autor del comentario
María Agustina Miragaya 
Instituto Médico Río Cuarto, Río Cuarto, Argentina


El mecanismo de acción de la ECA y sus efectos neuro humorales sobre la regulación cardiovascular ya son conocidos, como así también, el bloqueo de esta enzima con fines terapéuticos en hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el estudio PURE, publicado por The Lancet, nos aporta una nueva utilidad de esta enzima, a través del dosaje sérico de la misma. Los autores comprobaron que los niveles de ECA son un predictor de muerte cardiovascular, infarto, ACV, diabetes y muerte por todas las causas, independiente de los factores de riesgo clásico tales como el tabaquismo, obesidad, dislipemia, hipertensión arterial, etc. La solidez del artículo está basada en que fue un estudio prospectivo, de 9.4 años de seguimiento, que involucró a 27 países, con
un amplio rango etario y de condiciones subclínicas, lo que hacen que los resultados obtenidos sean aplicables a toda la población. Tuvieron en cuenta, además, que las mínimas diferencias de dosaje de ECA obtenidas en la población asiática, tenían relación con su índice de masa corporal y no estaba influido por otras variables. Realizaron además un subanálisis, en el que demostraron que el consumo de fármacos inhibidores de la ECA, bloqueadores del receptor de la ECA, como así también betabloquenates y antagonistas cálcicos, muy frecuentemente utilizados en los pacientes cardiópatas, no influye en el resultado del dosajesérico de esta enzima; todos estos puntos, se convierten las fortalezas de este estudio.
A pesar de ser un estudio de más de 9 años de seguimiento, en el contexto de la pandemia que estamos atravesando, estudiaron la relación de la ECA con el SARS-CoV-2, ratificando que esta enzima facilita la entrada viral a las células; pero frente a las dudas sobre si se requiere o no suspender los antihipertensivos como los i ECA y los ARA2, concluyeron que no es necesario alterar los esquemas terapéuticos habituales de estos pacientes; a pesar de que son necesarios más ensayos clínicos para corroborarlo.
Si bien ya es conocida la importancia de esta enzima tanto a nivel fisiológico como terapéutico en personas con enfermedad cardiovascular, ahora se le agrega una nueva utilidad, que es el valor pronostico, como predictor independiente, de diabetes, infarto, ACV y mortalidad, lo que derivará posiblemente, en la incorporación del dosaje sérico de la ECA en los laboratorios de análisis rutinarios de nuestros pacientes, es pos de prevenir enfermedades cardiovasculares (que son la principal causa de mortalidad en el mundo) y mejorar las acciones terapéuticas dirigidas a evitar que estas enfermedades continúen progresando. A pesar de tener un futuro prometedor, no debemos olvidar la relación costo-beneficio de utilizar este método, según el medio en el que desarrollamos nuestra profesión.
Copyright © SIIC, 2021

Palabras Clave
niveles plasmáticos de ECA2, riesgo de mortalidad, enfermedad cardiometabólica
Especialidades
C.gif   MI.gif         AP.gif   Bq.gif   DB.gif   DL.gif   EdM.gif   EM.gif   Ep.gif   Ge.gif   I.gif   MF.gif   
Informe
Resumen SIIC
G Paré
Institución: McMaster University,
Hamilton Canadá

Niveles Plasmáticos de ECA2 y Riesgo de Mortalidad o Enfermedad Cardiometabólica
El presente análisis epidemiológico a gran escala, con participantes de 14 países con distinto origen étnico, seguidos durante 9.4 años en promedio, confirma que los niveles aumentados de enzima convertidora de angiotensina 2 en plasma se asocian fuertemente con riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/164960


Comentario
Autor del comentario
Esteban Hamilton Berti 
Hospital Universitario de Caracas, Caracas, Venezuela


Mi opinión respecto a este estudio epidemiológico es la siguiente, no estoy de acuerdo en asociar niveles plasmáticos de Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA2) con el riesgo incrementado de mortalidad, enfermedad cardiovascular y diabetes. Así como que sea un marcador con mayor capacidad de predicción de Infarto Agudo al Miocardio, Accidente Cerebro Vascular e Insuficiencia Cardiaca. En este análisis epidemiológico fue realizado a partir del Estudio PURE, donde se analizaron 10.753 participantes. De estos participantes, se recolectaron muestras a 5.080 pacientes, que tuvieron al menos un incidente de interés (infarto de miocardio, diabetes, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y muerte) a los cuales, se les determinó niveles de Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA2) en sangre. En los análisis de los niveles
plasmáticos de ECA2, se tomo en cuenta el sexo, representando los varones más del 50% de la muestra. Seguido de la zona geográfica, más del 50% de ellos eran latinoamericanos. Es de hacer notar que, se comparo la ECA2 con el IMC elevado, el estado de diabetes, edad avanzada, la presión arterial sistólica, el tabaquismo, el colesterol LDL, mas de 5.000 de los 10.753 participantes tenían antecedentes de hipertensión, más de 4.000 tomaban medicación antihipertensiva, todos estos son factores de riesgo cardiovascular. El estudio dio como resultado que, los altos niveles de ECA2 se los asociaron fuertemente con un riesgo aumentado de muerte, enfermedad cardiovascular y diabetes. En diferentes estudios clínicos se ha observado que, la función de la ECA2 es convertir la Angiotensina II en Angiotensina 1-7. Y esta Angiotensina 1-7 produce un efecto vasodilatador y antiproliferativo. Lo cual sería contario para desarrollar hipertensión, insuficiencia cardiaca, daño cardiovascular y muerte por infarto. También la ECA2 tiene la función de degradar la Angiotensina I a Angiotensina 1-9 que es un péptido inactivo. Ahora otros estudios y análisis epidemiológicos aseveran que la ECA2 se podría actuar de la siguiente manera, al haber un aumento de los niveles de ECA2 en plasma el efecto vasodilatador de la Angiotensina 1-7 sería más bien beneficioso para las enfermedades cardiovasculares, el riñón y diabetes. Debido a que ECA2 se encuentra en hígado, riñón, corazón, testículos, pulmones, sistema nervioso central y la placenta. En su trabajo Cracover et al. describieron que en ratones de 6 meses de edad, con deleccion del gen de la ECA2 hay una reducción de la contractilidad cardiaca y de la presión tanto ventricular como aortica. En ratas Sprague-Dawley el infarto agudo de miocardio, inducido mediante ligadura de la arteria coronaria izquierda, aumenta la expresión génica cardíaca de la ECA y la ECA2. A su vez, en un estudio en humanos la actividad de la ECA2 estaba aumentada en los ventrículos de pacientes con insuficiencia cardíaca, tanto secundaria a miocardiopatía dilatada idiopática como a hipertensión pulmonar idiopática primaria, en comparación con controles sanos. El tratamiento con ARA-II en el modelo murino de infarto agudo de miocardio, inducido tras ligadura de la arteria coronaria aumentó 3 veces la expresión génica de la ECA2 en el miocardio viable, en comparación con el grupo con infarto agudo de miocardio tratado con vehículo. En otro estudio se usó un vector lentivírico con sobreexpresión del gen murino de la ECA2 en el corazón de las ratas Sprague-Dawley, y se observó que había protección frente a la fibrosis y la hipertrofia secundaria a la infusión de angiotensina II. En la nefropatía diabética, se cree que tras la inhibición de la ECA2 habrá un incremento de la acumulación de angiotensina II, y se supone que la angiotensina 1-7 debería de estar disminuida. Hay estudios que indican que la angiotensina 1-7, péptido activo, puede atenuar la hipertrofia secundaria a acumulación de angiotensina II. Esto invitaría a pensar que en la nefropatía diabética, los valores elevados de la ECA contribuyen de forma importante al daño glomerular. En resumen, la combinación de valores elevados de la ECA con valores disminuidos de la ECA2, es decir, el aumento del cociente ECA/ECA2, sólo puede conducir a un incremento de la formación de angiotensina II, y esta disminución de la ECA2 conducirá a una disminución de la formación de angiotensina 1-7, péptido con acciones vasodilatadoras y antiproliferativas. En el riñón y en el pulmón se cree que los datos hasta ahora publicados, indican que los efectos beneficiosos de la ECA2 deberían ser en gran parte el resultado de una disminución de los valores locales de angiotensina II. Es posible, sin embargo, que en el corazón la ECA2 ejerza efectos beneficiosos debido a un aumento de los valores de angiotensina 1-7, un péptido que posee efectos antifibróticos en este órgano. En este análisis epidemiológico asocia directamente a la ECA2 con daño orgánico o muerte, sin contar con estos estudios anteriores sobre los efectos beneficiosos de la ECA2 vía Angiotensina 1-7. Además es este estudio epidemiológico, a los pacientes de la cohorte que se les tomo la muestra de ECA2 tenían IMC mayor de 25, HTA, Colesterol LDL y Diabetes. Todos estos son factores de riesgo cardiovascular y pueden ser por si solos o juntos las causas de las muertes, infartos, accidentes cerebro vasculares e insuficiencia cardiaca que fueron observadas. Al parecer este hallazgo de altos niveles de ECA2 podrían atribuirse como respuesta del organismo para intentar disminuir el daño miocardico, daño renal, daño hepático o daño a nivel cardiovascular. Y no como un riesgo por si misma o como marcador de mortalidad o enfermedad cardiometabolica. Recomendaría que se realizaran en un futuro estudios comparativos de niveles ECA2 junto con niveles de Angiotensina 1-7 y su asociación con daño cardiovascular, daño renal, diabetes y muerte. Copyright © SIIC, 2021

Palabras Clave
niveles plasmáticos de ECA2, riesgo de mortalidad, enfermedad cardiometabólica
Especialidades
C.gif   MI.gif         AP.gif   Bq.gif   DB.gif   DL.gif   EdM.gif   EM.gif   Ep.gif   Ge.gif   I.gif   MF.gif   
ua81618
Inicio/Home

Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008