ACTUALIZARSE EN PUEBLOS DE ALTURA
En el Valle del Colca, situado en el extremo nororiental de la región de Arequipa, provincia de Caylloma, Perú, se encuentra el Cañón del río Colca, el segundo desfiladero más profundo del mundo. Junto a las laderas que a laderecha bordean el cañón se destaca el pueblo de Lari , cuyos pobladores, descendientes de las etnias collagua y cabana, siguen trabajando activamente la tierra con los mismos sistemas de cultivo que sus predecesores.
En el Centro de Salud del pueblo el Dr. Marco Cáceres, de 26 años de edad, describe su experiencia como médico del Servicio Rural Urbano Marginal de Salud (SERUMS) programa oficial que brinda atención integral de salud a las comunidades que pueblan las zonas rurales y urbano-marginales de menor desarrollo del país. Esta presencia profesional que los jóvenes egresados realizan al concluir su carrera si bien no es obligatoria, es imprescindible para quienes posteriormente desean ejercer la medicina en el Perú. Al respecto el Dr. Cáceres opina que "para los médicos recibidos en las universidades nacionales a los que prácticamente el estado nos ha pagado nuestra educación, el SERUMS es un servicio a nuestro país, una remuneración que nosotros le damos", explica el joven doctor.
Pero además, trabajar en estas pequeñas poblaciones de "acuciante pobreza" requiere de una fuerza innata y una genuina voluntad de cambio y servicio a la comunidad, por eso "los mejores de cada promoción, los que estuvieran en los primeros puestos, los más inteligentes, en definitiva "los más capaces", deberían realizar esta tarea, especialmente en áreas con este nivel de pobreza y casuística".
El pauperismo y el frío extremo que gobiernan el pequeño pueblo de Lari, de tan sólo 1500 habitantes propician la aparición de enfermedades respiratorias. "Muchas de estas personas trabajan en la chacra con el ganado y hasta altas horas de la noche, con ropas superpuestas que no impiden que su piel se enfríe y con sandalias en los pies". A eso hay que añadirle el mal de la desnutrición como principal factor que predispone a la población a enfermarse. La dieta de estos pueblos se compone básicamente de arroz y papa. Las proteínas debieran obtenerlas de cereales como la quínoa o de la carne magra de alpaca o llama, pero tampoco logran consumirla en proporciones adecuadas ya que utilizan el cuero y la lana de estos animales para el comercio en Chivay, a unos 27 kms al este, o en Arequipa, a 160 kms al suroeste.
La ventaja aparente de vivir en pueblos de altura y al abrigo de las grandes metrópolis es que no proliferan los "males urbanos" como la hipertensión o la diabetes, afirma el doctor Cáceres. La contrapartida es la vulnerabilidad que trae aparejada ese aislamiento cuando los miembros de la comunidad salen de su medio y se exponen al exterior.
Este aislamiento comporta dificultades de otro orden para los profesionales de la salud como el doctor Cáceres, que a diferencia de los médicos que optan por trabajar mano a mano con otros médicos en centros de Arequipa, "no disponen de tiempo para leer o actualizarse", es más, añade en clave cómica: "yo, personalmente, hasta ahora lo único que leo es mi vademécum, la historia clínica de mis pacientes y mi diccionario de quechua".
Marco Cáceres
Médico del Centro de Salud de Lari
Lari, Perú