Introducción
Los cánceres de piel son el grupo de tumores que se diagnostican con mayor frecuencia en todo el mundo. Los melanomas malignos representan aproximadamente 1 de cada 5 de los tumores cutáneos, con incidencia creciente durante los últimos 50 años en poblaciones de piel clara de ascendencia europea, probablemente en relación con la mayor exposición de las poblaciones vulnerables a la radiación ultravioleta. Se estima que más de las tres cuartas partes de todos los melanomas de reciente diagnóstico pueden atribuirse a la radiación ultravioleta.
Si bien el riesgo de melanoma generalmente aumenta con la edad, este tipo de tumor es uno de los cánceres más comunes en adultos jóvenes. Las tasas de incidencia se han estabilizado o disminuido recientemente en unos pocos países, como Australia y Estados Unidos, tal vez en relación con cambios en el estilo de vida y el comportamiento social, la heterogeneidad étnica y la mezcla de linajes genéticos, previamente divergentes o aislados. Los hallazgos actuales permiten proyectar que las tasas y el número de diagnósticos de melanoma aumentarán en las próximas décadas, de modo que se deben implementar rápidamente estrategias de prevención. Las tasas de mortalidad han seguido en aumento en las poblaciones de alta incidencia; la letalidad depende fuertemente del espesor del melanoma en el momento del diagnóstico. El objetivo del presente estudio fue evaluar la carga global del melanoma cutáneo en 2020 según las estimaciones GLOBOCAN de incidencia y mortalidad por cáncer de la International Agency for Research on Cancer (IARC). Se describen las variaciones en la magnitud y en la distribución geográfica de la enfermedad para 2020 y se estima la carga futura en 2040.
Métodos
Se analizaron los datos aportados por el registro IARC GLOBOCAN en 2020 para 185 países o territorios, en relación con el sexo y 18 grupos de edad (desde 0 a 4 hasta ≥ 85 años). Los datos de población correspondientes para 2020 se obtuvieron del sitio web de las Naciones Unidas. Las estimaciones de GLOBOCAN se recopilaron a nivel nacional a partir de las mejores fuentes disponibles de datos sobre la incidencia y la mortalidad del cáncer en un país determinado; se dio prioridad a las proyecciones a corto plazo y a las relaciones modeladas entre la mortalidad y la incidencia. La validez dependió del grado de representatividad y de la calidad de la información de la base de datos. Para el estudio se siguieron las directrices Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE). A partir del número estimado de nuevos casos y de muertes se calcularon las tasas brutas de incidencia y mortalidad para cada país, y dos medidas resumidas de estandarización directa: la tasa estandarizada por edad (para la incidencia o la mortalidad) por cada 100 000 personas-año, basada en la población estándar mundial de 1966, y el riesgo acumulado de aparición o deceso por cáncer antes de los 75 años, expresado como porcentaje, asumiendo la ausencia de causas de muerte competitivas. Estas medidas permiten realizar comparaciones entre poblaciones, con ajuste según diferencias en la distribución por edad. Se estimó el número de casos y muertes por melanoma en todo el mundo para 2040, en función de proyecciones demográficas y escenarios de tasas anuales uniformemente crecientes, estables o decrecientes, a partir de 2020. Los resultados se presentan por país y se agregan en 20 regiones del mundo según lo definen las Naciones Unidas y según el Human Development Index (IDH) de cuatro niveles (bajo, medio, alto y muy alto) presentado por las Naciones Unidas en 2020. Se consideraron como sinónimos los países o las economías en transición, los países emergentes y los países con IDH más bajo, y de manera separada los países o las economías con IDH alto o muy alto.
Resultados
Se estima que en 2020 se estableció el diagnóstico de melanoma en alrededor de 325 000 personas (174 000 hombres, 151 000 mujeres) en todo el mundo; aproximadamente 57 000 personas (32 000 hombres, 25 000 mujeres) murieron a causa de la enfermedad. Entre los casos diagnosticados en 2020, 259 000 (79.7%) diagnósticos se establecieron en personas mayores de 50 años, y de todas las muertes registradas en 2020, 50 000 decesos (87.7%) ocurrieron en mayores de 50 años.
Las tasas de incidencia más altas, tanto para hombres (42 por cada 100 000 personas-año), como para mujeres (31 por cada 100 000 personas-año) se observaron en Australia y Nueva Zelanda, seguidas de Europa occidental (19 por cada 100 000 personas-año para hombres y mujeres), América del Norte (18 por cada 100 000 personas-año para los hombres, 14 por cada 100 000 personas-año para las mujeres) y Europa del Norte (17 por cada 100 000 personas-año para los hombres, 18 por cada 100 000 personas-año para las mujeres). Las tasas de incidencia más bajas se produjeron en la mayoría de las regiones de África y Asia, con tasas inferiores a 1 por cada 100 000 personas-año, excepto en África central y meridional, y en Asia occidental. Las tasas de mortalidad más altas (4 por cada 100 000 personas-año para los hombres, 2 por cada 100 000 personas-año para las mujeres) se observaron en Australia y Nueva Zelanda, mientras que las tasas en la mayoría de las demás regiones del mundo fueron mucho más bajas, entre 0.2 y 1 por cada 100 000 personas-año.
Cerca de la mitad de los casos mundiales de melanoma (n: 150 672) se produjeron en Europa (46.4%), seguida de América del Norte (32.4%). La mayoría de las muertes por melanoma se observaron en Europa central y oriental (16.3%), seguidas de América del Norte (14.7%) y Europa occidental (13%). Aunque el 5.9% de todos los casos de melanoma ocurrieron en Oceanía, la proporción de muertes por melanoma en el continente fue aproximadamente la mitad (3.4% de las muertes mundiales). Por el contrario, en Asia se registró el 7.3% de todos los casos, pero el 21% de todos los decesos, mientras que África contribuyó en el 2.1% de los casos, pero tuvo el 4.7% de las muertes por melanoma a nivel mundial.
En todo el mundo, el melanoma fue más común en hombres que en mujeres. El predominio masculino en la incidencia fue concordante en todas las regiones del mundo, excepto en África oriental y occidental, el norte de Europa y Melanesia, regiones en las cuales las tasas de melanoma en las mujeres superaron a las observadas en los hombres. El riesgo acumulado de melanoma fue mayor en Australia y Nueva Zelanda, donde aproximadamente 1 de cada 20 hombres y 1 de cada 30 mujeres tuvieron melanoma antes de los 75 años. El riesgo acumulado correspondiente de mortalidad por melanoma antes de los 75 años en Australia y Nueva Zelanda fue de 1 por cada 280 hombres y de 1 por cada 555 mujeres.
A nivel nacional, la incidencia estimada varió en más de 36 veces (de 36 por cada 100 000 personas-año en Australia, a menos de 1 por cada 100 000 personas-año en muchos países africanos y asiáticos); la mortalidad varió en más de 5 veces (de 5 por cada 100 000 personas-año en Nueva Zelanda, a menos de 1 por cada 100 000 personas-año en muchos países africanos y asiáticos). Se observaron variaciones importantes en la incidencia entre los países de las regiones mundiales de alto riesgo, mientras que la mortalidad por melanoma fue relativamente más homogénea en todas las regiones del mundo.
En 2020, las tasas de incidencia de melanoma fueron alrededor de 10 veces más altas en los países con un IDH muy alto, respecto de aquellos con un IDH bajo; sin embargo, para las tasas de mortalidad, esta brecha fue sólo de entre 3 y 5 veces mayor. Se observó un fuerte gradiente para el nivel de desarrollo humano, en términos de la incidencia de melanoma. En términos de casos absolutos y muertes, el 85.6% de todos los casos de melanoma y el 67.2% de todas las muertes por melanoma en todo el mundo ocurrieron en países con un IDH muy alto.
Se estimó que el número de casos de melanoma de reciente diagnóstico aumentará en más de un 50% para 2040, hasta 510 000. Asimismo, se estimó que las muertes por melanoma aumentarán aproximadamente en un 68%, de 57 000 en 2020 a 96 000 en 2040. Estas proyecciones se calcularon a partir de los cambios esperables en el tamaño de la población mundial y la distribución por edad, pero no de los posibles cambios en la incidencia específica por edad a nivel mundial o en los países. Las disminuciones en las tasas de incidencia y mortalidad tendrían que ser superiores al 2% a nivel mundial para garantizar que haya menos casos de melanoma en 2040 que en 2020.
Conclusión
A pesar de que muchos casos se pueden prevenir, el melanoma cutáneo sigue siendo el cáncer de piel más grave en todo el mundo. El conocimiento preciso de las características epidemiológicas de este tipo de tumor es fundamental para definir estrategias de prevención en salud pública. En el presente estudio se analizaron los patrones globales de melanoma cutáneo en 2020 y se proyectaron estimaciones de casos y muertes para 2040.
La presente evaluación epidemiológica de los datos mundiales sobre el cáncer estimó que en 2020 se produjeron 325 000 nuevos casos de melanoma y 57 000 muertes por melanoma, con grandes variaciones geográficas en la incidencia entre países y regiones del mundo. Si las tasas de 2020 se mantienen estables, se estima que la carga mundial del melanoma aumentará a 510 000 nuevos casos y 96 000 muertes para 2040. Los hallazgos epidemiológicos sugieren que el melanoma sigue siendo un desafío importante para el control del cáncer y la salud pública a nivel mundial, especialmente en poblaciones de piel clara de ascendencia europea.
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