Introducción
La tendinopatía de Aquiles (TA) se caracteriza por dolor localizado en el tendón de Aquiles debido a una carga mecánica. La TA ocurre con frecuencia y, a menudo, es de larga duración y tiene un impacto sustancial en la calidad de vida. Los factores socioeconómicos incluyen ingresos, lugar de residencia, edad, sexo, educación y origen étnico. Las personas con un nivel socioeconómico (NSE) más bajo pueden enfrentar barreras para acceder a la atención médica, lo que lleva a un apoyo limitado durante la rehabilitación. La alfabetización sanitaria limitada también se asocia con un nivel socioeconómico bajo y da como resultado una mala comprensión de la información médica y una menor adherencia a las instrucciones médicas. La evolución clínica de diversas enfermedades está asociada con factores socioeconómicos. El NSE bajo se asocia con una mayor incidencia, síntomas más graves antes del inicio del tratamiento y peor evolución, en varias afecciones musculoesqueléticas. La comprensión de la influencia del NSE en la respuesta al tratamiento en la TA es crucial, ya que podría conducir a intervenciones más eficaces y personalizadas y reducir la brecha de disparidad de salud en la atención musculoesquelética. Se desconoce si el NSE influye en la gravedad de los síntomas y la eficacia del tratamiento en pacientes con TA; por lo tanto, el principal objetivo del presente estudio fue evaluar si existe una disparidad en la gravedad de los síntomas al inicio del estudio entre pacientes con TA con NSE bajo y aquellos con NSE alto. El objetivo secundario es investigar si existe una diferencia en la eficacia del tratamiento estandarizado después de 24 semanas entre pacientes con TA con NSE bajo y alto.
Pacientes y métodos
El estudio de cohorte prospectivo se realizó en el Departamento de Ortopedia y Medicina Deportiva del Centro Médico Universitario Erasmus (Rotterdam, Países Bajos). Antes del inicio del estudio se realizó una encuesta electrónica, como parte del desarrollo de la guía multidisciplinaria holandesa sobre TA. Se preguntó a pacientes con TA sobre sus objetivos de tratamiento. Los pacientes describieron principalmente que los objetivos del tratamiento eran volver a participar (sin dolor) en deportes y participar (sin dolor) en las actividades de la vida diaria. En función de estos objetivos de tratamiento establecidos por los pacientes se eligieron las variables de valoración. El criterio principal de valoración fue el puntaje del Victorian Institute of Sports Assessment-Achilles (VISA-A), un instrumento que permite evaluar el dolor durante la vida diaria y las actividades deportivas, y el retorno a la participación en deportes. También se incluyó una evaluación de satisfacción del paciente, que refleja las necesidades y experiencias de tratamiento individuales, como criterio secundario de valoración. Se investigó específicamente el efecto del NSE en las variables seleccionadas de valoración. Se analizaron pacientes adultos que visitaron el departamento ambulatorio de Ortopedia y Medicina Deportiva del Centro Médico Universitario Erasmus MC con síntomas en la región del tendón de Aquiles. En centro, situado en una zona de NSE por debajo del promedio, asiste a un amplio espectro de pacientes de todo el país, que abarca tanto poblaciones desatendidas como bien atendidas. El período de inclusión fue entre septiembre de 2018 y marzo de 2023. Se incluyeron pacientes con diagnóstico clínico de TA tratados en forma conservadora y que completaron el cuestionario digital inicial. Se tuvieron en cuenta los ingresos, el empleo y el nivel educativo; la población se dividió en quintiles de NSE (Q1: NSE más alto; Q5: NSE más bajo). Se utilizó un modelo lineal general y se compararon las puntuaciones medias del VISA-A al inicio del estudio y a las 6, 12 y 24 semanas de seguimiento entre el Q1 (n = 45) y Q5 (n = 39), con ajuste por edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), puntuación de actividad del tobillo, duración de los síntomas y puntuación VISA-A inicial.
Resultados
Se analizaron y trataron 200 pacientes con TA, con mediana de edad de 51 años y mediana de IMC de 25.4 kg/m2. El 40% eran mujeres. El 74%, 70% y 58% de los participantes completaron la VISA-A a las 6, 12 y 24 semanas, respectivamente. Las puntuaciones de VISA-A al inicio del estudio fueron similares para Q1 y Q5 (p = 0.591). A las 24 semanas se comprobó una diferencia media (IC del 95%) de 11.2 p = 0.032) puntos a favor de Q1 en la puntuación VISA-A.
Conclusión
Los pacientes con TA y NSE bajo pueden tener una evolución clínica más desfavorable cuando son tratados según las directrices actuales. La diferencia en la puntuación VISA-A a las 24 semanas es mayor que la diferencia mínima clínicamente importante y podría ser clínicamente relevante, aunque con incertidumbre debido a la gran dispersión de los datos. Los médicos deben considerar el impacto de la desigualdad social al desarrollar e implementar planes de tratamiento.
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