Introducción

El ojo seco y la conjuntivitis alérgica (CA) son las dos enfermedades más comunes de la superficie ocular, asociadas con deterioro considerable de la calidad de vida relacionada con la salud y con pérdida de la productividad. El ojo seco y la CA, especialmente la CA estacional (CAE) y la CA perenne (CAP) se caracterizan por un amplio espectro de síntomas que se superponen, como el prurito, el eritema y la sequedad ocular. Además, ambos trastornos son multifactoriales en términos del inicio y el agravamiento, y comparten numerosos factores de riesgo, entre ellos el sexo femenino, el antecedente de uso de lentes de contacto y la presencia de enfermedad alérgica.

En la fisiopatogenia del ojo seco y la CA participan alteraciones inmunológicas que motivan inflamación de la superficie ocular; cada una se asocia con agravamiento de la otra. Estudios previos sugirieron que el volumen reducido de lágrimas en pacientes con ojo seco compromete la eliminación de antígenos y agrava la CA. A la inversa, la CA afecta la estabilidad de la película lagrimal y contribuye al agravamiento del ojo seco. Estas interacciones negativas entre el ojo seco y la CA motivan la necesidad del diagnóstico correcto para evitar el daño ocular crónico. Sin embargo, hasta la fecha en ningún estudio se describieron las características diferenciales y la prevalencia de ambas enfermedades de manera simultánea. Por lo tanto, el objetivo de la presente revisión sistemática con metanálisis fue identificar la prevalencia de ojo seco y CA.

Materiales y métodos

Para el estudio se siguieron las pautas Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses. Los artículos publicados hasta el 22 de marzo de 2022 se identificaron mediante búsquedas en Pubmed y Embase. Los datos de recolectaron de manera estandarizada; se tuvo en cuenta la fecha de publicación, el tipo de estudio (prospectivo o retrospectivo), el país en el cual se llevó a cabo, el tamaño de la muestra, las características de los pacientes (edad y sexo) y los índices de incidencia de ojo seco y de CA en pacientes con CA y ojo seco, respectivamente. Se aplicaron modelos de efectos aleatorios.

Resultados

Inicialmente se identificaron 700 artículos, de los cuales sólo nueve fueron aptos para la revisión sistemática. Se excluyeron estudios realizados con pacientes con queratoconjuntivitis atópica, queratoconjuntivitis vernal, conjuntivitis papilar gigante y blefaritis atópica. Los artículos se publicaron entre 2012 y 2021; cuatro se publicaron en Japón y el resto en Tailandia, China, Turquía, Nigeria y Ghana. Siete estudios tuvieron diseño prospectivo y dos fueron retrospectivos. En total se analizaron 7254 pacientes; en tres estudios se incluyeron fundamentalmente niños. La edad promedio de los pacientes adultos estuvo entre 30.6 y 69.1 años, mientras que los niños tuvieron entre 4.75 y 11.79 años en promedio. Se analizaron 1892 hombres y 5362 mujeres.

Seis estudios refirieron la incidencia de ojo seco en pacientes con CA, la cual estuvo entre 0.9% y 97.5%. El 16.6% (320 de 1932) pacientes con CA presentó ojo seco. En dos estudios se refirieron los resultados del examen ocular en pacientes con ojo seco y CA respecto del grupo control. En uno de ellos se encontró un tiempo de ruptura de la película lagrimal (tear film break-up time [TFBUT]) inferior en niños con CA, respecto del grupo control; además, se encontró una correlación negativa entre la reacción papilar y la prueba de Schirmer, el TFBUT, y el reflejo de altura del menisco lagrimal (tear meniscus height reflex [TMH-R]). En el metanálisis de efectos aleatorios con seis estudios con 1932 pacientes con CA, el índice de incidencia de ojo seco fue de 47.2%.

En cinco trabajos con pacientes con ojo seco se analizó la presencia de CA; la incidencia estuvo entre 6.2% y 38%. En el metanálisis de efectos aleatorios, cinco estudios con 4855 pacientes revelaron un índice de incidencia de CA en sujetos con ojo seco de 17.8%.

Conclusión

Los resultados de la presente revisión sistemática con metanálisis sugieren que casi la mitad de los pacientes con CA pueden presentar ojo seco comórbido y que alrededor del 20% de las personas con ojo seco pueden tener CA comórbida. Los hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de realizar estudios meticulosos para establecer el diagnóstico preciso de cada una de estas enfermedades oculares, de modo de indicar el tratamiento más apropiado en cada caso, con el objetivo de evitar exacerbaciones y complicaciones.