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Introducción
Los pacientes que se someten a hemodiálisis han sido identificados como de alto riesgo de contraer la infección por el coronavirus 2 causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por su sigla en inglés), debido al contacto frecuente con la atención médica y a la inmunidad innata y adaptativa deficiente. Es por esto que en numerosos países se ofreció la vacunación contra la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés) en forma prioritaria a los pacientes que concurren a centros de diálisis, a partir de enero de 2021.
El objetivo de este estudio fue evaluar los resultados relacionados con la hospitalización y la mortalidad después de la infección por SARS-CoV-2 e informar sobre el efecto de la vacunación contra la COVID-19, en pacientes que se someten a hemodiálisis en el centro de diálisis.
Métodos
El presente estudio de cohorte prospectivo se realizó en Liverpool, Inglaterra. Se analizaron los datos demográficos, el estado de infección por SARS-CoV-2, la hospitalización, la mortalidad y el estado de vacunación. Desde el 11 de marzo de 2020 hasta el 31 de marzo de 2021, se incluyeron un total de 662 pacientes sometidos a hemodiálisis en el centro y, posteriormente, se los siguió hasta el 31 de agosto de 2021. Se definieron a los individuos con diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 a partir de un resultado positivo en el ensayo de reacción en cadena de la polimerasa por transcripción inversa para SARS-CoV-2 en un hisopado nasofaríngeo. Se excluyeron los pacientes de hemodiálisis domiciliaria, diálisis peritoneal y a los que requirieron diálisis hospitalaria por lesión renal aguda que se recuperaron dentro de los 90 días. A todos los participantes se les ofreció la primera dosis de la vacuna ChAdOx1 a partir de enero de 2021, mientras que la segunda dosis se ofreció aproximadamente doce semanas después. El despliegue del programa de vacunación fue durante un período de varias semanas, dirigido a las distintas unidades de diálisis, mientras los pacientes recibían hemodiálisis. La mortalidad relacionada con el SARS-CoV-2 se clasificó como muerte dentro de los 28 días posteriores al hisopado positivo. Los datos sobre los casos y muertes diarios de SARS-CoV-2 se recopilaron y totalizaron para obtener los números mensuales de casos y muertes de la región. Las dos cohortes (SARS-CoV-2 positivo y negativo) se compararon mediante la prueba de chi al cuadrado para datos categóricos, el análisis de varianza unidireccional para datos numéricos distribuidos normalmente y la prueba de Mann-Whitney para datos numéricos sesgados. Se utilizó un modelo de regresión logística para identificar las variables que estaban asociadas con el riesgo de infección por SARS-CoV-2.
Resultados
La infección por SARS-CoV-2 ocurrió en el 28.4% de los pacientes durante el período de análisis, en contraste con las tasas de infección comunitaria del 13.9%. La edad y el sexo no influyeron en las tasas de infección. En comparación con los sujetos caucásicos, los asiáticos tenían un 43% más de riesgo de contraer la infección por SARS-CoV-2, pero esto no fue significativo. Los grupos étnicos negros y mixtos/otros tenían menos riesgo de contraer la infección por SARS-CoV-2, pero esto tampoco fue significativo. No hubo diferencias significativas en las tasas de infección por SARS-CoV-2 entre las unidades de diálisis centrales y satélites. Casi la mitad de los pacientes (48.4%) tenían infección asintomática o enfermedad leve ambulatoria que no requirió ingreso.
El 51.1% de los sujetos que contrajeron la infección por SARS-CoV-2 requirió hospitalización, en contraste con la hospitalización del 9% en la comunidad. La mortalidad a los 28 días fue del 19.2%, frente al 1.9% de la comunidad. La infección por SARS-CoV-2 fue un factor de riesgo independiente de mortalidad que provocó un exceso significativo de muertes (34%) durante el período estudiado. La mortalidad durante el período de estudio fue 1.8 veces mayor en pacientes infectados (cociente de riesgo: 1.81; intervalo de confianza del 95%: 1.32 a 2.49, p < 0.001) a pesar del ajuste por edad, sexo y etnia. El 21.3% de los pacientes que se dializaban de forma rutinaria en unidades centrales y adquirían el SARS-CoV-2, fallecieron en un plazo de 28 días, en comparación con el 9.4% de los que se dializaban en unidades satélites y se infectaron (p = 0.007).
Un total de 517 pacientes que se sometían a hemodiálisis en el centro recibieron la vacuna SARS-CoV-2, 360 sujetos recibieron la vacuna ChAdOx1 y 157 fueron inoculados con la vacuna BNT162b2. En total, 145 pacientes incluidos en el presente estudio no recibieron una vacuna, pero es importante señalar que 110 de estos enfermos murieron en junio de 2021. Treinta y cinco personas permanecieron sin vacunar. El promedio de tiempo entre la primera y la segunda dosis de vacuna fue de 79 días. De los vacunados, 29 se infectaron con SARS-CoV-2 después de la primera dosis de vacuna.
Conclusiones
Los pacientes que se someten a hemodiálisis en un centro especializado tienen mayor riesgo de adquirir el SARS-CoV-2, con mayores tasas de hospitalización y mortalidad. El aumento de la mortalidad se extiende más allá de los 28 días posteriores a la infección y persiste en los sujetos que se han recuperado. Los picos y valles en las tasas de infección reflejaron las tendencias de la comunidad. Los datos preliminares indican que la vacunación contra el SARS-CoV-2 brinda protección a los pacientes que se someten a hemodiálisis en un centro especializado. Es probable que las vacunas junto con intervenciones no farmacológicas sean los factores clave que ayudarán a proteger a esta población susceptible.
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