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Introducción
Diversas vacunas contra la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) han sido aprobadas sobre la base de los resultados de ensayos controlados aleatorizados. Saber si la eficacia de la vacuna contra la COVID-19 disminuye con el tiempo es crucial para informar la política de vacunas, como la necesidad y el momento de las dosis de refuerzo.
El objetivo de la presente investigación fue analizar la duración de la protección de las vacunas contra la COVID-19 frente a diversos resultados clínicos y evaluar los cambios en las tasas de infección irruptiva causada por la variante delta del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) con el aumento del tiempo desde la vacunación.
Métodos
Se realizó una revisión sistemática de las bases de datos de artículos publicados preimpresos y revisados por pares desde el 17 de junio de 2021 hasta el 2 de diciembre de 2021. Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y estudios observacionales de la eficacia de la vacuna contra la COVID-19. Los estudios con estimaciones de eficacia de la vacuna en intervalos de tiempo discretos de personas que habían recibido la vacunación completa y que cumplieron con los criterios de detección predefinidos se sometieron a una revisión de texto completo. Se usó una metarregresión de efectos aleatorios para estimar el promedio del cambio en la eficacia de la vacuna de uno a seis meses después de la vacunación completa. El riesgo de sesgo se valoró con una herramienta estandarizada.
Resultados
De 13 744 estudios examinados, 310 se sometieron a una revisión de texto completo y se incluyeron 18 estudios (todos los trabajos se realizaron antes de que la variante ómicron del SARS-CoV-2 comenzara a circular de manera amplia). El riesgo de sesgo fue bajo para tres estudios, moderado para ocho investigaciones y alto para siete trabajos. Se incluyeron 78 evaluaciones de eficacia de vacunas específicas de vacunas (Pfizer–BioNTech-Comirnaty, n = 38; Moderna-ARNm-1273, n = 23; Janssen-Ad26.COV2.S, n = 9, y AstraZeneca-Vaxzevria, n = 8). En promedio, la eficacia de la vacuna contra la infección por SARS-CoV-2 disminuyó de un mes a seis meses después de la vacunación completa en 21% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 13.9% a 29.8%) entre personas de todas las edades y 20.7 puntos porcentuales (IC 95%: 10.2% a 36.6%) entre las personas mayores de 50 años. Para la COVID-19 sintomática, la eficacia de la vacuna disminuyó en 24.9% (IC 95%: 13.4% a 41.6%) en personas de todas las edades y 32% (IC 95%: 11% a 69%) en personas mayores de 50 años, entre uno y seis meses después de la última dosis de vacuna. Sin embargo, para estos dos resultados los datos fueron heterogéneos, con estudios que demostraron una disminución mínima en la eficacia de la vacuna con el tiempo y otros que demostraron una disminución sustancial (es decir, ≥ 25%).
Para la COVID-19 grave, la eficacia de la vacuna disminuyó en 10% (IC 95%: 6.1% a 15.4%) en personas de todas las edades y 9.5% (IC 95%: 5.7% a 14.6%) en personas mayores de 50 años, entre un mes y seis meses después de la última dosis de vacuna. La mayoría de las estimaciones de eficacia de la vacuna (81%) contra la enfermedad grave se mantuvieron por encima del 70% a lo largo del tiempo. Esta menor disminución en la eficacia de la vacuna para la enfermedad grave es tranquilizadora, dado que la prevención de la enfermedad grave y la muerte sigue siendo el objetivo principal de la vacunación contra la COVID-19.
En cuanto al riesgo de infecciones irruptivas, las tasas fueron mayores en el periodo de predominio de la variante delta.
Conclusiones
La eficacia de la vacuna contra la COVID-19 grave se mantuvo alta, aunque disminuyó un poco seis meses después de la vacunación completa. Por el contrario, la eficacia de la vacuna contra la infección por SARS-CoV-2 y la COVID-19 sintomática disminuyó aproximadamente entre 20% y 30% a los seis meses. La disminución en la eficacia de la vacuna con el tiempo tiene tres posibles explicaciones: puede reflejar una menor eficacia de la vacuna contra una nueva variante del SARS-CoV-2; la disminución real de la inmunidad provocada por la pérdida de la protección inmunológica inducida por la vacuna; o un sesgo. Los hallazgos del presente estudio sugieren que la disminución en la eficacia de la vacuna con el tiempo probablemente no sea causada, en su mayor parte, por el aumento temporal en la prevalencia de la variante delta del SARS-CoV-2.
Evaluar la eficacia de las vacunas más allá de los seis meses será crucial para actualizar la política de vacunas contra la COVID-19. Los formuladores de políticas que consideren el uso y el momento de las dosis de refuerzo deben integrar pruebas específicas de la vacuna y del resultado de la disminución de la eficacia de la vacuna con otras consideraciones, como la cobertura y el suministro de la vacuna, la priorización en relación con la vacunación de la serie primaria, los problemas de programación y la situación epidemiológica local de la COVID-19.
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