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Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) es causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2). COVID-19 surgió en Wuhan, China, en diciembre de 2019; en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el estado de pandemia.
Las manifestaciones respiratorias y sistémicas, como la fiebre, la fatiga, y las mialgias, son los síntomas más comunes de COVID-19. Sin embargo, los estudios refieren que los trastornos gastrointestinales y hepáticos también son frecuentes en estos pacientes. Los enfermos con COVID-19 suelen presentar náuseas, vómitos y dolor abdominal; también se dispone de evidencia directa e indirecta que avala daño hepático: aumento de los niveles séricos de las transaminasas y estudios post mortem que revelan esteatosis microvesicular moderada con inflamación leve lobular y portal.
SARS-CoV-2 se disemina fundamentalmente por medio de gotitas de la respiración. El receptor del virus – la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2) – se expresa fuertemente en las células alveolares tipo II de los pulmones. Sin embargo, también hay expresión de ECA2 en las células hepáticas y biliares. Las manifestaciones clínicas gastrointestinales y hepáticas sugieren posible transmisión fecal-oral del virus.
Estudios recientes sugirieron una prevalencia significativa de niveles anormales de aminotransferasas en pacientes con COVID-19; sin embargo, no se dispone de datos precisos acerca de la prevalencia global de daño hepático, en pacientes con COVID-19. El objetivo de la presente revisión sistemática con metanálisis fue analizar la asociación entre COVID-19 y el daño hepático.
Métodos
Los trabajos para la presente revisión sistemática, publicados en cualquier idioma hasta abril de 2020, se identificaron mediante búsquedas en PubMed, Medline, y Embase. Se consideraron los valores de aspartato aminotransferasa (AST), alanina aminotransferasa (ALT), bilirrubina total, fosfatasa alcalina (FA) y gamma-glutamil-transferasa (GGT) en pacientes con COVID-19.
Para el estudio se aplicaron las pautas Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analysis (PRISMA). Se analizaron estudios de observación que aportaron datos acerca de la función hepática, realizados con pacientes con infección por SARS-CoV-2 confirmada por laboratorio.
Se tuvieron en cuenta la fecha de publicación, la región en la cual se llevó a cabo el estudio, el número de participantes, las características demográficas de los enfermos, los métodos utilizados para la confirmación de COVID-19, los datos bioquímicos y la presencia concomitante de enfermedad hepática crónica. La gravedad de COVID-19 se estableció según las guías de la American Thoracic Society para la neumonía adquirida en la comunidad. Se aplicaron modelos de efectos aleatorios; la heterogeneidad de los estudios se determinó con el estadístico I2 (0 a 25%, heterogeneidad insignificante; 26 a 50%, heterogeneidad baja, 51 a 75%, heterogeneidad moderada y más de 75%, heterogeneidad alta).
Resultados
Se identificaron 563 artículos, 64 de los cuales con 11 245 pacientes con diagnóstico de COVID-19 fueron aptos para la revisión sistemática con metanálisis.
Los valores promedio de AST, ALT, bilirrubina total, FA y GGT fueron de 32.9, 31.8, 10.1, 68.1, y 35.9, respectivamente. Los pacientes con COVID-19 internados en unidades de cuidados intensivos (UCI) tendieron a tener niveles más altos de AST y ALT en comparación con los enfermos no internados en UCI. En comparación con los pacientes con COVID-19 no grave, los pacientes con COVID-19 grave tuvieron niveles enzimáticos más elevados. Los pacientes con síntomas gastrointestinales (nauseas, vómitos, diarrea) tuvieron niveles más altos de AST y ALT, en comparación con los pacientes que no tuvieron síntomas gastrointestinales.
En los enfermos en UCI fue característica la elevación de AST y ALT. La prevalencia global de AST elevada fue de 23.2% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 19.8 a 27.1), en tanto que la prevalencia de niveles altos de ALT fue de 21.2% (IC 95%: 17.2 a 25.9).
La prevalencia de niveles altos de bilirrubina total, GGT y FA fue de 9.7% (IC 95%: 6.8 a 13.8), 15.0% (IC 95%: 10.3 a 21.3), y 4.0% (IC 95%: 2.5 a 6.3), respectivamente.
La prevalencia de niveles altos de AST fue significativamente mayor entre los pacientes con COVID-19 grave (45.5%), en comparación con los enfermos con COVID-19 no grave (15%).
La mayoría de los estudios se realizó en la China (22.8% para la AST; 22.3% para la ALT); sin embargo, la prevalencia de niveles altos de AST y ALT fue comparable en los estudios que no se realizaron en la China (42.0% para la AST; 21.7% para la ALT).
Se comprobó enfermedad hepática crónica en el 37.6% de los pacientes con COVID-19. Se encontraron prevalencia aumentada y niveles promedio más altos de enzimas hepáticas en las embarazadas, respecto de las no embarazadas.
Conclusión
Los resultados del presente estudio sugieren que alrededor de la cuarta parte de los enfermos con COVID-19 tienen aumento de las enzimas hepáticas (prevalencia de 23.2% para la AST y de 21.2% para la ALT). Las anormalidades fueron más comunes en pacientes con COVID-19, internados en UCI.
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