Introducción
La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), se ha asociado y se asocia con importante morbilidad e índices sustanciales de mortalidad. Los índices de infección, las internaciones y los decesos continúan en todo el mundo, a pesar de las mejoras en los esquemas terapéuticos y de la introducción de vacunas eficaces.
La mejor comprensión de los factores asociados con atenuación de la gravedad de COVID-19 sigue siendo una prioridad en salud pública. Estudios de observación sugirieron que las estatinas podrían asociarse con reducción de la gravedad de COVID-19; sin embargo, la interpretación de los resultados se limita por el número reducido de pacientes y porque la mayoría de los trabajos se realizaron en una única institución o en regiones definidas; además, no todos los hallazgos fueron concordantes. Cabe mencionar, también, que las estatinas son utilizadas por pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV) subyacente e hipertensión arterial, como también por sujetos sanos, para prevenir ECV. La modificación de los efectos protectores de las estatinas en COVID-19, en relación con las patologías de base, no se conoce; es importante determinar si las estatinas son igualmente protectoras en sujetos sanos, un aspecto de importancia clínica decisiva.
Los efectos protectores de las estatinas, en el contexto de COVID-19, obedecerían a la acción cardioprotectora, con reducción del daño del miocardio que presentan algunos pacientes en asociación con la infección por SARS-CoV-2, por efectos antivirales directos, por los efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores y antioxidantes, y como consecuencia de las mejoras de la función del endotelio.
El registro de ECV y COVID-19 de la American Heart Association (AHA) recoge de manera sistemática información de los pacientes internados en los Estados Unidos. El objetivo del presente estudio fue analizar la asociación entre el uso previo de estatinas y la gravedad de la infección por SARS-CoV-2 en una amplia cohorte de pacientes internados por COVID-19 en los Estados Unidos.
Pacientes y métodos
En el AHA COVID-19 CVD Registry se incluyeron todos los pacientes consecutivos internados con COVID-19, confirmada por reacción en cadena de la polimerasa por transcriptasa reversa o por la presencia de anticuerpos de tipo IgM, entre enero y septiembre de 2020, en 1 de 104 hospitales que integran la red, de manera independiente de la presencia o ausencia de ECV.Setuvieron en cuenta la edad, el sexo, las fechas de internación y alta, y los antecedentes clínicos. En el registro se incorporaron 15 673 internaciones para 15 397 pacientes individuales. Para el presente estudio se excluyeron los pacientes de menos de 40 años (n: 2062), los pacientes con diagnóstico de COVID-19 después de la fecha de alta (n: 319), y los pacientes que fueron derivados de otras instituciones (n: 2671 records), entre otros motivos de exclusión; la muestra para los análisis abarcó 10 541 registros de internaciones para 10 335 pacientes individuales.
Resultados
Antes de la internación, el 42% de los pacientes (n = 4449) estaban tratados con estatinas (el 7% recibía sólo estatinas y el 35% estaba tratado con estatinas más antihipertensivos).
El índice de mortalidad o de derivación a instituciones geriátricas fue de 21% (n = 2212). La utilización ambulatoria de estatinas antes de la internación, como monoterapia o en combinación con agentes antihipertensivos, se asoció con riesgo reducido de mortalidad (odds ratio ajustado [ORa] de 0.59, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.50 a 0.69) en los modelos de regresión logística, luego de considerar las características demográficas, el seguro de salud, el hospital, y las medicaciones utilizadas.
En los modelos con puntajes de propensión, la utilización de estatinas o de agentes antihipertensivos se asoció con riesgo reducido de mortalidad, entre los pacientes con antecedente de ECV o de hipertensión arterial (ORa de 0.68, IC 95%: 0.58 a 0.81). La reducción del riesgo de mortalidad del 16% entre los enfermos tratados con estatinas, sin ECV o hipertensión arterial, no fue estadísticamente significativa.
En el presente análisis con más de 10 000 pacientes internados por COVID-19 en más de 100 hospitales de los Estados Unidos, la utilización de estatinas antes de la internación se asoció con reducción de más del 40% en la probabilidad de deceso y con reducción superior al 25% en el riesgo de evolución grave, luego del ajuste según el uso de otros fármacos, las comorbilidades, y las características demográficas de los pacientes. La magnitud de la reducción del riesgo fue más pronunciada que la observada con el uso exclusivo de fármacos antihipertensivos, sobre todo en los pacientes con ECV o hipertensión arterial. Los beneficios en los pacientes sin ECV o hipertensión arterial serían, en cambio, menos pronunciados. Se requieren estudios clínicos controlados y aleatorizados para comprender los mecanismos por medio de los cuales las estatinas mejoran la evolución clínica de pacientes internados por COVID-19 y para determinar el papel de estos fármacos en el tratamiento de la infección.
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