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Introducción
La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés), provocada por el coronavirus 2 causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por su sigla en inglés), ha tenido un impacto significativo en la salud y la economía mundiales. Las medidas tomadas para tratar de tratar esta enfermedad habrían aumentado de manera significativa la cantidad de residuos médicos, cuyo principal componente es el plástico. Además, el uso de materiales plásticos se habría incrementado durante la pandemia de COVID-19. En conjunto, esto tendría un enorme impacto negativo sobre el medio ambiente. Los residuos médicos no solo son generados por los servicios de salud, sino que también pueden provenir de domicilios particulares en los cuales se realiza la cuarentena o el aislamiento. Estos materiales pueden contener agentes infecciosos y, por lo tanto, propagar la enfermedad. Algunos estudios indican que el SARS-CoV-2 puede sobrevivir en la superficie del plástico durante varias horas. El tratamiento y la eliminación de los residuos médicos y plásticos durante la pandemia de COVID-19 es un tema que no ha sido abordado de manera profunda. Los residuos médicos deben manejarse de forma segura y eficaz para evitar la propagación de enfermedades, pero esto no debería descuidar el medio ambiente. Se deben seguir ciertos pasos para el manejo adecuado de los residuos médicos relacionados con la COVID-19 (RMC), desde el origen hasta los sitios de eliminación. En general, los RMC son tratados mediante métodos de incineración, físicos y químicos. La incineración sería el método más eficaz para tratar los RMC, pero tendría efectos nocivos para la salud y el medio ambiente. Por lo tanto, se requieren nuevas tecnologías para degradarlos. La pirólisis es un proceso termoquímico mediante el cual los compuestos orgánicos presentes en los RMC se desintegrarían y formarían compuestos más simples. Estos subproductos formados tendrían un alto valor comercial y también pueden actuar como un sustituto energético alternativo de los combustibles fósiles existentes.
En la primera parte de este estudio se analizó la problemática del manejo y tratamiento de los RMC, haciendo foco en la pirolisis, ya que sería un método de tratamiento eficaz para convertir los RMC en productos energéticos valiosos.
Generación de residuos médicos durante la pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha generado una enorme demanda de atención médica que, en algunos países, ha hecho colapsar el sistema sanitario. En comparación con el período previo a la pandemia, la cantidad de residuos médicos habría sido mayor durante la pandemia de COVID-19. Los residuos médicos deben ser manejados y tratados de forma individual y no deben ser mezclados con los residuos comunes. Sin embargo, se sabe que los hospitales y centro de salud no son las únicas fuentes de material contaminado con SARS-CoV-2. Las personas con COVID-19 con síntomas leves o aquellas asintomáticas también pueden generan desechos cargados de virus. Por lo tanto, el personal encargado de la recolección de residuos, ya sean hospitalarios o no, deben contar con equipo de protección personal (EPP). Además, contar con instalaciones de tratamiento adecuadas y la eliminación segura de RMC serían claves para evitar la propagación de la enfermedad. Los desechos biomédicos (DBM) son aquellos generados por las instituciones médicas y sus centros de investigación relacionados, e incluyen sustancias medicinales, químicas, patológicas, infecciosas, metálicas y radiactivas. El mal manejo de los DBM puede ser una fuente de infección para los trabajadores de la salud y los pacientes. Además, la eliminación inadecuada de estos materiales puede contaminar las aguas subterráneas. Por lo tanto, es fundamental el manejo y la eliminación eficaz y segura de los DBM, para controlar y prevenir enfermedades infecciosas. En los países en desarrollo se ha observado que los RMC fueron mezclados con los residuos sólidos municipales. La reventa y reutilización de productos médicos desechables puede ser un problema serio en los países donde no está regulado el manejo de los residuos médicos. La inversión requerida para contar con servicios e instalaciones adecuadas también es un impedimento para numerosos países.
El uso de envases de plástico también habría aumentado durante la pandemia de COVID-19. Además, en numerosos países se habrían frenado las operaciones de reciclaje de basura debido al confinamiento. A nivel ambiental, es preocupante la enorme cantidad de material plástico usado, descartado y no reciclado durante la pandemia. Diversos países volvieron a implementa el uso de bolsas de plástico de un solo uso por cuestiones sanitarias. Los investigadores consideran que la pandemia de COVID-19 representará un peligro significativo para el medio ambiente, ya que se utilizan enormes cantidades de plásticos, lo que creará importantes problemas de salud para los seres humanos y los animales.
Los plásticos pueden ser degradados del medio ambiente mediante fotodegradación, degradación termooxidativa, degradación hidrolítica y biodegradación mediante el uso de microorganismos. Las formas del proceso de reciclaje de plásticos o desechos plásticos son: reciclaje primario, reciclaje mecánico, reciclaje químico y recuperación de energía. Este último se refiere a la recuperación completa de energía de los polímeros de residuos plásticos mediante incineración. Aunque la técnica ayuda a generar una energía considerable a partir de los desechos plásticos, también se producen sustancias tóxicas en el aire lo que conduce a la contaminación ambiental. En la actualidad, los residuos médicos como máscaras, guantes, delantales, entre otros, no son reciclables porque pueden contener rastros de residuos infecciosos. El tratamiento térmico de los RMC sería más seguro en comparación con otras técnicas. En diversos países, el reciclaje de residuos durante el brote de COVID-19 es un gran desafío porque la mayoría de las instalaciones de reciclaje están cerradas en forma total o parcial. Durante la actual pandemia, en la que se registró un incremento notorio del uso de plásticos, sería clave para la salud y el medio ambiente la continuidad del reciclaje de los residuos.
El vertido se considera una forma eficaz de eliminación de residuos plásticos, especialmente en los países en desarrollo, mientas que la incineración se aplica para la recuperación de energía de los residuos plásticos. Algunos estudios indican que el vertido de los desechos plásticos genera menor emisión de dióxido de carbono, en comparación con el proceso de incineración. Sin embargo, el vertido de desechos plásticos inadecuado puede ser perjudicial para la salud y el medio ambiente. La Organización Mundial de la Salud brinda recomendaciones para el vertido de RMC en condiciones de emergencia en países subdesarrollados.
Desafíos en el manejo de residuos relacionado con la COVID-19
El manejo de los efectos directos e indirectos de la pandemia de COVID-19 es un desafío para los países, especialmente por los menos desarrollados. Las medidas tomadas para frenar la propagación de la COVID-19 habrían alterado de forma significativa los patrones de generación y gestión de residuos. Los RMC deben ser manejados de manera específica e independiente del resto de los residuos. Además, se necesitan soluciones innovadoras para abordar de manera eficaz y segura las pandemias presentes y futuras. Para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 se ha recomendado utilizar accesorios de protección personal que, en general, están compuestos por plástico. Además, los profesionales de la salud comenzaron a utilizar cada vez más elementos de seguridad descartables que también contienen grandes cantidades de plástico. Todos estos accesorios son eventualmente desechados y deben ser manejados de manera segura y con el menor impacto ambiental posible. La recolección, el transporte, el tratamiento y la eliminación de RMC son tareas de alto riesgo y deben tomarse todas las precauciones. En diversos países, el manejo de residuos ya era un problema antes de la pandemia y, por lo tanto, pueden enfrentar mayores complicaciones a corto y largo plazo.
Estrategia en separación y pretratamiento de RMC
El manejo de los RMC debe empezar en los hospitales donde se originan. Estos residuos deben clasificarse y recolectarse en bolsas o contenedores separados designados para ese propósito. Las bolsas que contienen RMC deben ser desinfectadas y selladas antes de ser transportadas a los centros de tratamiento específicos. Las bolsas de RMC separadas se guardan de manera temporal en el área de almacenamiento donde se recolectan los desechos de manera prioritaria o dentro de los plazos. El área de almacenamiento temporal y los vehículos de transporte de RMC deben ser desinfectados de manera regular para evitar la posibilidad de infección a los trabajadores de manipulación antes de que sea llevado a las instalaciones de tratamiento y eliminación de residuos de COVID-19. La tecnología de desinfección adecuada debe seleccionarse sobre la base de la cantidad, los tipos, el costo y el mantenimiento para el tratamiento de los RMC. Para tratamientos de RMC a gran escala, se pueden adoptar métodos de incineración o pirolisis, ya que ambos operan a temperaturas más altas, lo que puede destruir de manera eficaz los agentes infecciosos. El resto de compuestos o gases residuales que quedan después del proceso de combustión se pueden utilizar para productos de conversión de energía. En diversos centros de salud, los RMC se tratan principalmente con desinfectante químico y, posteriormente, se pasan por un microondas combinado con tecnología de desinfección con vapor.
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