La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) se ha asociado con diversas manifestaciones mucocutáneas. El objetivo del presente estudio de España fue describir las manifestaciones mucocutáneas asociadas con COVID-19 en 666 pacientes con neumonía leve a moderada, asistidos en un hospital de campaña, implementado durante el pico de la pandemia en el país. El estudio transversal se realizó entre 10 y 25 de abril de 2020.
Fue requisito que los pacientes presentaran resultados positivos en la prueba de reacción en cadena de la polimerasa por transcripción inversa (RT-PCR por su sigla en inglés) en tiempo real para coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) o neumonía bilateral. La edad promedio de los enfermos fue de 55.7 años y el 58% eran mujeres. El 47.1% de los enfermos eran de América Latina.
Globalmente, el 45.7% (n: 304) de los enfermos presentaron una o más manifestaciones cutáneas; se observaron anormalidades en la cavidad oral en 78 enfermos (25.7%), como inflamación de las papilas (11.5%), glositis con hendiduras en el borde lateral (6.6%), estomatitis aftosa (6.9%), glositis con desaparición en parche de las papilas (3.9%) y mucositis (3.9%). El 5.3% de los pacientes tuvieron ardor, habitualmente en combinación con disgeusia.
Se comprobó afectación palmoplantar en 121 enfermos (39.8%), con descamación difusa en 77 pacientes (25.3%), especialmente en áreas que soportan peso, y máculas acrales rojizas a marrones en el 15.1% de los pacientes (n: 46). Ocasionalmente se refirió prurito leve. Los cultivos de la descamación plantar, realizados en 9 enfermos, descartaron micosis superficiales. En 4 pacientes se realizó estudio histopatológico de las máculas acrales; se observaron infiltrados linfocíticos leves a moderados, adyacentes a los vasos sanguíneos y las glándulas sudoríparas ecrinas. El 7% de los enfermos refirieron sensación de ardor o calor (eritrodisestesia) al inicio de la enfermedad.
En una minoría de enfermos se observó urticaria (6.9%), exantema (2.9%) y erupciones vesiculares (1.6%). La urticaria y los exantemas se observaron en cualquier estadio de COVID-19; en cambio, las erupciones vesiculares aparecieron, de manera característica, en los primeros días de la enfermedad. En comparación con otras manifestaciones mucocutáneas, la urticaria y las erupciones vesiculares fueron más frecuentes en pacientes más jóvenes, (p = 0.024).
En dos estudios previos, la frecuencia de manifestaciones mucocutáneas en pacientes con COVID-19 fue de 20% y 7.8%, respectivamente; la mayor prevalencia referida en el presente estudio podría atribuirse a la presencia de hallazgos que no fueron referidos con anterioridad. De hecho, aunque la cavidad oral se compromete con frecuencia en las infecciones virales, la glositis y la papilitis no han sido referidas en pacientes con COVID-19.
El compromiso palmoplantar es común; algunos enfermos refirieron sensación de ardor, enrojecimiento o edema de manos y pies poco después de la aparición de los síntomas de COVID-19. La eritrodisestesia es un hallazgo frecuente en el contexto de la quimioterapia, y posiblemente se relaciona con toxicidad farmacológica directa e inflamación de las glándulas ecrinas. En China se refirieron varios brotes, el primero en 1987, de eritromelalgia asociada con poxvirus. Todos los enfermos presentaron síntomas respiratorios, y eritema y edema de manos y pies. La sensación de ardor también se refirió en pacientes con COVID-19 con lesiones de aspecto similar a los sabañones; un médico refirió sensación de hormigueo (pins and needles) en palmas y plantas, con aparición posterior de máculas acrales.
La descamación difusa asintomática palmoplantar fue otro hallazgo común, no referido con anterioridad; se descartó infección micótica por estudio microbiológico en 9 de 121 pacientes.
Se observaron exantemas cutáneos en el 11.6% de los enfermos; en estudios previos se comunicaron diversos tipos de erupciones cutáneas en niños y adultos, pero por ahora no se conoce con precisión la prevalencia exacta, el momento de aparición o la relación con la edad. Las lesiones de aspecto similar a los sabañones se describieron, con frecuencia, en la población pediátrica, en algunos casos en ausencia de PCR o serología positiva para SARS-CoV-2; en el presente estudio, en cambio, no se observaron estas lesiones.
La inclusión sólo de pacientes con neumonía leve a moderada por COVID-19 y la no disponibilidad de datos acerca de posibles manifestaciones cutáneas en pacientes asintomáticos o con formas más graves de COVID-19 fueron limitaciones del presente estudio. Además, la prevalencia referida podría ser diferente en niños, y el estudio se realizó en un período de 2 semanas, de modo que pudieron perderse lesiones de piel y mucosas precoces o tardías.
En conclusión, alrededor de la mitad de los pacientes con COVID-19 leve a moderada internados en un hospital de campaña de España durante un período de 2 semanas presentó manifestaciones mucocutáneas. El compromiso de la cavidad oral fue frecuente; el examen debe realizarse con mucho cuidado para evitar el contagio. El eritema y el edema de manos y pies, la descamación palmoplantar fina y las máculas rojizas o marrones podrían contribuir al diagnóstico de COVID-19.
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