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Introducción
Las pruebas actuales indican que las mujeres embarazadas no tienen un riesgo aumentado de contraer Coronavirus 2 asociado al síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), agente causal de la actual pandemia de enfermedad por Coronavirus 2019 (COVID-19) y que el riesgo de transmisión de SARS-CoV-2 de madre a hijo durante el parto y la lactancia es bajo. Sin embargo, el contagio puede producirse después del nacimiento por parte de las madres y otros cuidadores. La Organización Mundial de la Salud recomienda el contacto inmediato posparto entre madre e hijo y la lactancia materna, con medidas preventivas básicas, ya que los beneficios de estas prácticas superan sustancialmente los posibles riesgos de transmisión viral de madre a hijo. No obstante, no existe un consenso universal sobre un enfoque óptimo para proteger a las madres y a los recién nacidos durante y después del parto y el asesoramiento sobre la lactancia materna en la internación conjunta con los recién nacidos sanos se realizó generalmente sobre la base de la disponibilidad de recursos y el posible riesgo de transmisión. En el Reino Unido, el asesoramiento del Gobierno y de las organizaciones de profesionales de la salud consistió en mantener el contacto entre madre e hijo y en alentar y apoyar la lactancia materna, inclusive en los casos en los que la madre tuviera COVID-19, siempre que se encuentrara en buen estado general y se tomaran precauciones para reducir al mínimo el contagio del lactante durante la alimentación. El objetivo del estudio COVID-19 New Mum Study fue recabar información sobre las experiencias maternas, el estado de ánimo y la alimentación del lactante durante la cuarentena implementada en el Reino Unido. Este informe preliminar de la primera semana de la encuesta describe y compara las experiencias del parto y posparto de las mujeres que dieron a luz antes y durante la cuarentena.
Métodos
Participaron las mujeres residentes en el Reino Unido de 18 años o más con un lactante de menos de 12 meses que completaron una encuesta anónima en línea.
Resultados
Del 27/5/20 al 3/6/20, participaron 1365 mujeres (94% de raza blanca, 95% casadas/con pareja, 66% con títulos superiores, 86% residentes en el hogar); 1049 (77%) dieron a luz antes de la cuarentena y 316 (23%) durante esta. No hubo diferencias entre los grupos en el tipo de parto, el contacto piel a piel y el inicio de la lactancia. Las mujeres que parieron durante el confinamiento tuvieron internaciones más cortas (p < 0.001) y el 39% informó de cambios en su plan de parto. El 59% de los lactantes nacidos durante la cuarentena se alimentaron exclusivamente con lactancia materna o alimentación mixta con respecto al 39% de los nacidos antes del confinamiento (p < 0.05). El 13% de las mujeres informó de un cambio en la alimentación; a menudo relacionado con la falta de apoyo a la lactancia, especialmente con problemas prácticos. El apoyo más importante para la alimentación provino de la pareja (60%), del profesional de la salud (50%) y de los grupos de ayuda en línea (47%). El 45% de las mujeres que dieron a luz durante la cuarentena informaron que no contaron con un apoyo suficiente para la alimentación. Entre las mujeres que parieron antes del confinamiento, el 57% y el 69% comunicaron una disminución en el apoyo a la alimentación y en el cuidado de los niños, respectivamente. El 40% de las mujeres, que dieron a luz antes de la cuarentena y el 45% que lo hizo después de ella, informaron apoyo insuficiente con su propia salud, el 8% a 9% contactaron a un profesional de la salud mental; el 11% informó que su salud mental estaba afectada, con aparición de ansiedad, depresión, soledad y aislamiento; mientras que el 9% destacó la falta de contacto/apoyo de la familia y la angustia de que no hayan podido conocer al bebé.
Discusión y conclusión
La pandemia y el confinamiento debido a la pandemia por COVID-19 afectaron a todas las facetas de la vida cotidiana. Comentan los autores que su análisis preliminar de los datos del estudio New Mum Study, que comprendió participantes de la mayor parte del Reino Unido, indicó que para las mujeres y sus bebés, la nueva realidad impuesta por la pandemia influyó en sus experiencias tanto durante el parto como en el posparto. Los datos obtenidos indican que, a pesar de las dificultades impuestas por la pandemia, las instalaciones hospitalarias siguieron aplicando medidas como la promoción del contacto temprano entre madre e hijo y la iniciación de la lactancia materna, según las directrices que fomentan la continuación de estas prácticas durante la pandemia. En general, las tasas de lactancia materna en la población estudiada fueron relativamente altas, solo el 13% de las mujeres informaron de cambios en la alimentación del lactante como consecuencia del aislamiento. El apoyo de familiares, amigos y otras redes sociales (por ejemplo profesionales de la salud y grupos en línea) puede ayudar a promover las aptitudes necesarias para superar la adversidad y otros problemas de salud mental. El confinamiento influyó sobre las experiencias maternas, lo que ha dado lugar a la angustia de muchas mujeres. El 11% de las madres informaron sobre el impacto de las medidas de encierro en su salud mental y mencionaron la aparición de ansiedad, depresión, soledad y aislamiento y un porcentaje similar informó que habían consultado a un profesional de la salud mental. Los hallazgos obtenidos indican la necesidad de brindar un mejor apoyo a la alimentación del bebé, especialmente el apoyo presencial para cuestiones prácticas y el reconocimiento y apoyo a las madres que enfrentan problemas de salud mental o de otros aspectos de su salud. La eficacia del contacto en línea frente al contacto presencial es actualmente incierta, puede que no sea accesible para todas las mujeres y requiere una mayor evaluación.
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