Resúmenes amplios

LA OBESIDAD Y EL RIESGO DE MUERTE POR ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019


Pasadena, EE.UU.:
La obesidad tendría un papel importante en el riesgo de muerte por enfermedad por coronavirus 2019, particularmente en pacientes masculinos y en las poblaciones más jóvenes.

Annals of Internal Medicine

Autores:
Tartof SY

Institución/es participante/s en la investigación:
Kaiser Permanente Southern California

Título original:
Obesity and Mortality Among Patients Diagnosed With COVID-19: Results From an Integrated Health Care Organization

Título en castellano:
Obesidad y Mortalidad Entre Pacientes Diagnosticados con COVID-19: Resultados de una Organización de Atención Médica Integrada

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.89 páginas impresas en papel A4

Introducción

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) sería causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Desde que se detectó por primera vez este virus en diciembre de 2019, los casos de COVID-19 se han propagado por todo el mundo. Las tasas de mortalidad estimadas varían considerablemente con el tiempo y la geografía, probablemente debido a la evolución de las estrategias de prueba y otros factores. La obesidad, la raza/etnia y otras características correlacionadas han identificados como factores de riesgo de alto perfil para resultados adversos asociados con el COVID-19, pero los estudios no han podido caracterizar de forma adecuada sus efectos. Se estima que aproximadamente el 42.4% de la población adulta de los Estados Unidos (EE.UU.) es obesa y el 9.2% tiene obesidad grave. Según los Centers for Disease Control and Prevention, la obesidad grave a cualquier edad sería una afección de alto riesgo de COVID-19. Dada la alta prevalencia de la obesidad, el efecto potencial del COVID-19 en la población estadounidense sería tremendo.

El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto ajustado del índice de masa corporal (IMC), las comorbilidades asociadas y los medicamentos, el tiempo, los factores sociodemográficos a nivel de barrio y otros factores sobre el riesgo de muerte por COVID-19.

Métodos

Los autores del presente estudio de cohorte retrospectivo extrajeron los datos de una organización de atención médica integrada del sur de California. Se incluyeron a todos los miembros de esta organización de atención médica que fueron diagnosticados con COVID-19 mediante códigos de diagnóstico o resultados positivos de las pruebas de laboratorio del 13 de febrero al 2 de mayo de 2020. Las embarazadas fueron excluidas. Mediante regresión de Poisson multivariable se estimó el efecto ajustado del IMC y otros factores sobre el riesgo de muerte a los 21 días, los modelos también se estratificaron por edad y género.

Todos los análisis estadísticos se realizaron con la versión 9.4 del software SAS.

Resultados

Un total de 6916 sujetos fueron con diagnósticos con COVID-19 durante el período de estudio. De estos, 5652 (82%) fueron identificados por un resultado positivo en las pruebas de reacción en cadena de polimerasa. La mayoría de los pacientes con COVID-19 eran mujeres (55.0%) e hispanos (54.2%). El promedio de edad media fue de 49.1 años y la promedio de IMC fue de 30.6 kg/m2. Las comorbilidades más prevalentes fueron hipertensión (24%), hiperlipidemia (23%), diabetes (20%) y asma (18%). Un total de 206 (3%) pacientes murieron dentro de los 21 días de su diagnóstico de COVID-19, con 67% y 43% de los pacientes hospitalizados o intubados, respectivamente, entre la fecha índice y la fecha de muerte. De los que sobrevivieron, el 15% fueron hospitalizados y el 3% intubados. Se observó una asociación en forma de J entre el IMC y el riesgo de muerte, incluso después del ajuste por comorbilidades relacionadas con la obesidad. En comparación con los pacientes con un IMC de 18.5 a 24 kg/m2, aquellos con un IMC de 40 a 44 kg/m2 y mayor de 45 kg/m2 tenían riesgos relativos de 2.68 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.43 a 5.04) y 4.18 (IC 95%: 2.12 a 8.26), respectivamente. Los pacientes varones tenían un mayor riesgo de muerte que las mujeres. Cuando se modeló el IMC como una variable continua, se detectó una relación de riesgo no lineal (p: 0.005). La progresión en el tiempo se asoció fuertemente con una disminución del riesgo de muerte durante el período de estudio. La interacción entre el IMC y el sexo fue estadísticamente significativa (p: 0.005) cuando se modeló el IMC como una variable lineal. En los análisis ajustados estratificados por edad, entre los que tenían 60 años o menos, se detectó un riesgo notablemente mayor de muerte asociado con un IMC alto en comparación con el modelo general. Para las personas mayores de 61 años, el IMC se asoció con la muerte en un grado mucho menor, y solo para las medidas más altas. Las mujeres no tenían un mayor riesgo de muerte asociado con el IMC. No se detectó un mayor riesgo de muerte por COVID-19 asociado con la raza/etnia negra o latina u otras características sociodemográficas.

Es posible que se hayan pasado por alto las muertes por COVID-19 que ocurrieron fuera del entorno de atención médica y que no se registraron en los archivos de membresía.

Conclusión

 

La obesidad parecería tener un papel importante en el riesgo de muerte por COVID-19. Los pacientes masculinos y más jóvenes con un IMC alto parecían tener un riesgo particularmente alto. En el presente estudio, las disparidades raciales/étnicas y socioeconómicas no tuvieron efecto sobre la muerte por COVID-19. Los resultados del presente estudio destacan el papel principal de la obesidad severa sobre los factores de riesgo correlacionados, proporcionando un objetivo para la intervención temprana. Además, revelan la angustiosa colisión de 2 pandemias: COVID-19 y obesidad. 



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