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Introducción
Los Coronavirus son patógenos zoonóticos que se encuentran en seres humanos y diversas especies de animales y producen una amplia gama de manifestaciones clínicas. En los seres humanos, 7 Coronavirus provocan infección, entre ellos el nuevo Coronavirus detectado en 2019 y agente causal de la pandemia actual de enfermedad por Coronavirus 2019 (COVID-19). Este agente denominado Coronavirus 2 asociado al síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), miembro del género beta Coronavirus, tiene una identidad genómica cercana con 2 Coronavirus de los murciélagos y una semejanza en la secuencia del genoma del 99% con el pangolín, lo cual indica que este sea probablemente el hospedero intermedio entre los murciélagos y los seres humanos. El presente artículo, describe las vías posibles de contagio de SARS-CoV-2 como el agua potable, los desechos sólidos, el agua de alcantarillado, el aire ambiente y otras posibles vías emergentes.
Las vías de transmisión
Las vías de contagio habituales del nuevo Coronavirus son directas (tos, estornudos y por inhalación de gotitas) y por contacto (contacto con las membranas mucosas orales, nasales y oculares). Si bien, el riesgo de transmisión por las heces es insignificante, hay pruebas que indican que es probable el contagio entérico y el virus se aisló en las heces en el 2% al 10% de los pacientes con COVID-19 y diarrea. Se requieren más estudios para descubrir la existencia de elementos virales y ácido nucleico para demostrar el contagio fecal-oral. Se demostró que los virus respiratorios son transmisibles entre las personas por medio del contacto directo o indirecto, o gotas gruesas o pequeñas y la vía salival directa o indirecta. Los aerosoles son partículas suspendidas en un gas y las investigaciones existentes indican que SARS-CoV-2 probablemente se transmita por el aire mediante los aerosoles que se generan durante las acciones terapéuticas. También, se documentó la transmisión por el contacto con pacientes asintomáticos. Tanto la transmisión por aerosoles y vía fecal-oral requieren más investigación para confirmar su importancia en la contagiosidad. La transmisión por fomites (diseminación viral por medio de un material como picaportes, timbres) contribuye con la propagación del virus. La infección posnatal con neumonía por SARS-CoV-2 en los recién nacidos podría ser secundaria a la infección fecal, la transmisión por aerosoles y el contacto estrecho con la madre. Según los autores hasta el momento no hay informes disponibles acerca de la transmisión de COVID-19 por exposición a la sangre.
Posibilidad de transmisión ambiental
Transmisión por agua potable. El virus SARS-CoV-2 no se demostró en el agua potable y las pruebas existentes indican un bajo riesgo para las fuentes de agua. Este virus es encapsulado con una membrana exterior frágil. Los virus encapsulados tienen en general menos estabilidad con más susceptibilidad a oxidantes como el cloro. Si bien no hay pruebas disponibles sobre la supervivencia del virus en agua o alcantarillado, probablemente se puede desactivar más rápido que otros virus intestinales humanos no encapsulados como adenovirus, norovirus, rotavirus y hepatitis A los cuales tienen capacidad de transmisión por el agua. Según las investigaciones existentes, el virus Coronavirus humano mostró eliminación del 99.9% de 2 días a 2 semanas a 23°C y 25°C, respectivamente. La eliminación se ve facilitada por el calor, el pH elevado o bajo, la luz solar y los desinfectantes utilizados comúnmente como el cloro. En general, el potencial de transmisión de SARS-CoV-2 por las fuentes de agua es bajo, pero se necesitan más investigaciones para estudiar la viabilidad del virus y la contaminación de las fuentes de agua que pueda transmitir SARS-CoV-2 a seres humanos.
Transmisión por sistemas de alcantarillado. No hay documentación disponible hasta el momento sobre la transmisión de SARS-CoV-2 por los sistemas de alcantarillado, con tratamiento de aguas residuales o sin él. En un estudio realizado en España sobre 6 plantas de tratamiento de aguas residuales en un área con la prevalencia más baja de COVID-19 se encontró que 2 muestras de agua secundarias estaban contaminadas. La comparación de los datos con los de los casos confirmados de COVID-19 a nivel municipal demostró que las personas eliminaron ARN de SARS-CoV-2 en las heces incluso antes de que se informasen los primeros casos por las autoridades locales o nacionales. Como estrategia de salud, los efluentes que pasan por los sistemas de alcantarillado deben someterse a un tratamiento en establecimientos de tratamiento de aguas residuales debidamente controlados. Finalmente, es posible considerar una fase de descontaminación si las plantas de purificación de agua disponibles no están sujetas a optimización para eliminación viral. Es fundamental proteger la salud de los trabajadores en las instalaciones de tratamiento sanitario con el uso del equipo de protección personal adecuado que comprenda ropa de protección exterior, guantes, botas, gafas protectoras o protectores faciales, mascarillas, higiene regular de las manos y evitar el contacto con los ojos, nariz y boca con las manos sucias.
Transmisión por residuos sanitarios patológicos. Los residuos sanitarios conllevan una gran variedad de agentes patógenos y el riesgo profesional de contacto con COVID-19 constituye un tema de preocupación principal, especialmente en los países en desarrollo, donde es frecuente que las personas no sigan rigurosamente un protocolo de tratamiento de residuos. No se cuenta con información sobre la exposición humana directa e insegura al tratamiento de los residuos patológicos en áreas de COVID-19. Es importante capacitar para evitar el contagio, en particular en lo que respecta al tratamiento y eliminación de residuos, con la asignación de responsabilidades y la provisión de recursos humanos y materiales adecuados para la eliminación segura de los residuos.
Transmisión por superficies inanimadas. Los virus no encapsulados como coxsackievirus, rotavirus o poliovirus pueden ser viables durante períodos prolongados en superficies, mientras que los virus encapsulados como H1N1 y Coronavirus humanos permanecen infecciosos en las superficies pocos días. Diversas situaciones y parámetros ambientales como el calor, la humedad, el pH y el tipo de superficie influyen en la viabilidad de los virus desecados. Las superficies podrían ser fuentes de propagación de SARS-CoV-2. Cuando se analizó la contaminación de las superficies en el hospital se informó contaminación por SARS-CoV-2 en el 35% de las salas de pacientes con COVID-19, el 50% de los vestuarios y las áreas no limpias. Las superficies más contaminadas fueron los dispensadores de desinfectante de manos, los equipos médicos, las pantallas táctiles y estantes de los equipos médicos, las barandas, los picaportes. Se documentó que la inactivación eficiente del virus sería posible con desinfectantes de superficie que contengan 62% a 71% de etanol, 0.5% de peróxido de hidrógeno o 0.1% de hipoclorito de sodio por aproximadamente 1 minuto; mientras que otros biocidas como 0.05% a 0.2% de cloruro de benzalconio o digluconato de clorhexidina al 0.02% fueron menos eficaces.
Transmisión por el aire ambiente. Se encontró una asociación negativa entre la temperatura del aire y los casos de COVID-19 y que la lluvia es un factor climático importante en la transmisión de SARS-CoV-2. También, se observó una correlación inversa entre la velocidad del viento, la humedad del aire y la temperatura y los casos de COVID-19. Se estudiaron los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) del aire ambiente como factor causal de la mortalidad por COVID-19 en Turquía. Los resultados demostraron que el NO2 puede provocar inflamación pulmonar y aumentar la susceptibilidad a la contaminación del aire y, de este modo, la enfermedad crónica de las vías respiratorias debido a la exposición a largo plazo a los contaminantes del aire puede aumentar la mortalidad de COVID-19. Con respecto al impacto del material, se encontró que la exposición a corto y largo plazo con material particulado 2.5 resultó en una mayor incidencia de mortalidad por COVID-19.
Nuevas formas de transmisión de SARS-CoV-2 que pueden facilitarse por la enzima convertidora de angiotensina 2(ACE2)
Se detectó una alta expresión de ACE2 en las células alveolares tipo II del pulmón, el esófago, las células epiteliales estratificadas, los enterocitos del íleon y el colon, los colangiocitos, las células del miocardio, las células del túbulo proximal del riñón y las células uroteliales de la vejiga. Estas observaciones indicaron que los órganos con células con alta expresión de ACE2 serían consideradas como con alto riesgo potencial de contaminación por SARS-CoV-2. Es posible que SARS-COV-2 utilice el receptor ACE2 para acceder al interior de la célula y replicarse fácilmente.
Conclusión
Los datos disponibles sobre las vías de diseminación ambiental de SARS-CoV-2 son escasos. A pesar de que no se confirmó el contagio de SARS-CoV-2 por medio del agua potable, los sistemas de alcantarillado y el aire ambiental, la revisión indica que puede haber potencial de propagación ambiental por estas vías y se requieren más estudios al respecto. Además, el receptor de ACE2 que fue reconocido como una puerta de entrada celular para el ingreso de SARS-CoV-2 puede ser útil para identificar nuevas vías de contagio.
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