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Introducción
El aislamiento de casos sintomáticos y el rastreo de contactos se habrían utilizado como una medida temprana de contención de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) en muchos países, con medidas adicionales de distanciamiento físico también introducidas a medida que crecieron los brotes. Para mantener el control de la infección y al mismo tiempo reducir la interrupción en las poblaciones, sería necesario comprender qué combinación de medidas, incluidos los nuevos enfoques de rastreo digital y el distanciamiento físico menos intensivo, podrían ser necesarios para reducir la transmisión del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Según estudio, el número de reproducción (R) de este virus sería de aproximadamente 2 a 3 en las primeras etapas de un brote y muchas infecciones pueden ser asintomáticas, lo que significa que el aislamiento de casos sintomáticos y el rastreo de contactos por sí solos es poco probable que contengan un brote.
El objetivo de la presente investigación fue estimar la reducción en la transmisión del SARS-CoV-2 bajo diferentes medidas de control en diferentes entornos y cuántos contactos se pondrían en cuarentena por día en diferentes estrategias para un nivel dado de incidencia de casos sintomáticos.
Métodos
Los autores del presente estudio de modelado matemático, utilizaron un modelo de transmisión a nivel individual estratificado por entorno (hogar, trabajo, escuela u otro) basado en datos de la BBC Pandemic de 40 162 participantes del Reino Unido. Un contacto se definió como una interacción que involucraba una conversación cara a cara o contacto físico, que refleja ampliamente los tipos de contacto cercano que se han relacionado con los grupos de transmisión del SARS-CoV-2 hasta la fecha. Utilizando estos datos, se simularon 25 000 eventos de transmisión a nivel individual generando repetidamente distribuciones de contactos para un caso primario y generando infecciones al azar entre estos contactos. Se simuló el efecto de una gama de diferentes escenarios de prueba, aislamiento, rastreo y distanciamiento físico. Bajo supuestos optimistas pero posibles, se estimó una reducción en la R efectiva y el número de contactos que serían puestos en cuarentena cada día bajo diferentes estrategias.
Resultados
Se calculó que las estrategias combinadas de aislamiento y rastreo de contactos cercanos reducirían la transmisión del SARS-Cov-2 más que las pruebas en masa o el autoaislamiento solas. Sí se incluía el autoaislamiento de los casos sintomáticos solos, el promedio de la reducción de la transmisión sería del 29% sí el autoaislamiento estaba dentro del hogar y del 35% sí el autoaislamiento estaba fuera del hogar. La adición de la cuarentena doméstica resultó en una media de reducción general del 37%. En las simulaciones, el autoaislamiento y la cuarentena doméstica con la adición del rastreo manual de contactos de todos los contactos redujeron la transmisión en un 64%; la adición del rastreo manual de conocidos sólo condujo a una reducción del 57% en la transmisión. La adición del seguimiento basado en aplicaciones solamente, con una de cobertura de referencia del 53%, redujo la transmisión en un 47%.Las medidas de localización de contactos también redujeron sustancialmente la probabilidad de que un caso sintomático primario generara más de un caso secundario. Sí se mantuviera cierto nivel de distanciamiento físico, podría complementar las reducciones en la transmisión del rastreo de contactos. Las pruebas aleatorias masivas del 5% de la población cada semana reducirían la transmisión en solo un 2%, porque se detectarían sustancialmente menos infecciones que en otros escenarios y muchas de las que ya hubieran transmitido al virus. Sí se pusieran límites a las reuniones fuera del hogar, la escuela o el trabajo, entonces el rastreo manual de contactos de conocidos solo podría tener un efecto en la reducción de la transmisión similar a la del rastreo detallado de contactos. La eficacia de las estrategias manuales de rastreo de contactos dependía en gran medida de cuántos contactos se rastrearon con eficacia. Se estimó que sí una alta proporción de casos fuera sintomática, el autoaislamiento y las medidas de localización de contactos conducirían a una mayor reducción relativa en la transmisión. Las medidas de control serían ligeramente menos eficaces sí la transmisibilidad relativa de las infecciones asintomáticas fuera mayor. En un escenario en el que se producían 1000 nuevos casos sintomáticos que cumplían con la definición para activar el rastreo de contactos por día, se estimó que, en la mayoría de las estrategias de rastreo de contactos, entre 15 000 y 41 000 contactos serían puestos en cuarentena cada día. Sí los individuos se autoaislarán rápidamente, promedio de 1.2 días en lugar de 2.6 días, el autoaislamiento y la cuarentena doméstica conducirían a una mayor reducción en la transmisión.
Conclusión
De acuerdo con los estudios de modelado anteriores y las respuestas al COVID-19 específicas de cada país hasta la fecha, el presente análisis estimó que sería necesario que una alta proporción de casos se autoaisle y que una alta proporción de sus contactos sea rastreado de manera eficaz para garantizar un R efectivo inferior a uno en ausencia de otras medidas. Sí se combina con medidas de distanciamiento físico moderado, el autoaislamiento y el rastreo de contacto tendrían más probabilidades de lograr el control de la transmisión del SARS-CoV-2.
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