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Presentación de casos clínicos
Durante un período de 2 semanas, del 23 de marzo al 7 de abril de 2020, cinco pacientes menores de 50 años presentaron síntomas de accidente cerebrovascular (ACV) isquémico de grandes vasos en Nueva York. La infección por el síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus 2 (SARS-CoV-2, por su sigla en inglés) se diagnosticó en los cinco pacientes (COVID-19+). Solo un paciente tenía antecedentes de ACV (el único que estaba en tratamiento), otro individuo presentaba diabetes no diagnosticada, otro sujeto tenía antecedentes de hiperlipidemia e hipertensión arterial, y dos de los pacientes no manifestaban comorbilidad.
Al ingreso de los cinco pacientes, el puntaje promedio de la National Institutes of Health Stroke Scale (NIHSS) fue de 17 (los puntajes varían de 0 a 42, un número más alto indica mayor gravedad del ACV), coincidente con un ACV grave de grandes vasos.
La paciente 1, una mujer sana de 33 años, se presentó con tos, cefalea y escalofríos de una semana de evolución. Posteriormente, tuvo disartria progresiva con entumecimiento y debilidad en el hemicuerpo izquierdo durante 28 horas. La paciente no buscó atención temprana por temor a COVID-19. Su puntaje en la NIHSS fue de 19, y la tomografía computarizada (TC) y la angiografía por TC mostraron un infarto parcial de la arteria cerebral media derecha, con un trombo parcialmente oclusivo en la arteria carótida derecha. Además, se observaron opacidades irregulares en vidrio esmerilado en ambos ápices pulmonares en la angiografía por TC. Se inició tratamiento antiagregante plaquetario, que luego se cambió por terapia anticoagulante. No se encontró el origen del trombo ni en la cabeza ni en el cuello. La repetición de la angiografía por TC en el día 10 de hospitalización mostró una resolución completa del trombo, y la paciente fue dada de alta a un centro de rehabilitación.
Un estudio retrospectivo de datos del brote COVID-19 en Wuhan, China, mostró que la incidencia de ACV entre los pacientes hospitalizados por COVID-19 fue aproximadamente del 5%. El paciente más joven de esa serie tenía 55 años de edad.
La coagulopatía y la disfunción endotelial vascular han sido propuestas como complicaciones de COVID-19. La asociación entre ACV de grandes vasos y COVID-19 en pacientes jóvenes requiere mayor investigación.
En estos casos, el distanciamiento social, el aislamiento y la renuencia a presentarse en el hospital pudieron contribuir a peores resultados.
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