Resúmenes amplios

ABORDAJE DE LA DERMATITIS ATÓPICA EN PACIENTES CON INFECCIÓN POR CORONAVIRUS 2 ASOCIADO CON SÍNDROME RESPIRATORIO AGUDO GRAVE (SARS-COV-2)


Munich, Alemania:
La dermatitis atópica es una enfermedad compleja, asociada con riesgo particularmente elevado de comorbilidades respiratorias. Los pacientes con dermatitis atópica grave frecuentemente son tratados con inmunomoduladores sistémicos. En este artículo se resumen las pautas del European Task Force on Atopic Dermatitis para el abordaje de pacientes con dermatitis atópica grave, tratados con agentes inmunomoduladores, e infección por SARS-CoV-2.

Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology (JEADV) 1-8

Autores:
Wollenberg A

Institución/es participante/s en la investigación:
Ludwig-Maximilians-University

Título original:
European Task Force on Atopic Dermatitis (ETFAD) Statement on Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 (SARS-Cov-2)-infection and Atopic Dermatitis

Título en castellano:
Documento del European Task Force on Atopic Dermatitis (ETFAD) para la Infección por Coronavirus 2 Asociado con Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2) en la Dermatitis Atópica

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.89 páginas impresas en papel A4

Introducción

La dermatitis atópica es una enfermedad compleja, asociada con riesgo particularmente elevado de comorbilidades respiratorias. Los pacientes con dermatitis atópica grave frecuentemente son tratados con inmunomoduladores sistémicos.

En 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia por el nuevo coronavirus asociado con síndrome respiratorio agudo grave (severe acute respiratory syndrome [SARS-CoV-2]), COVID-19. El número de pacientes infectados está aumentando de manera exponencial en todo el mundo y supone una amenaza mayor en salud pública, sobre todo para los enfermos de edad avanzada, los pacientes inmunocomprometidos y los enfermos que presentan trastornos subyacentes. La misma situación se aplica a los sujetos con dermatitis atópica que reciben agentes inmunomoduladores por vía sistémica. En el marco de la incertidumbre generalizada, la escasez de recursos sanitarios, y la disrupción de los patrones de la vida social normal, los pacientes y los profesionales se cuestionan acerca de la necesidad de continuidad del tratamiento sistémico con inmunnomoduladores, en los pacientes con dermatitis atópica y COVID-19.

Recomendaciones del European Task Force on Atopic Dermatitis (ETFAD) para los pacientes con dermatitis atópica tratados con terapia inmunomoduladora en tiempo de la pandemia por SARS-CoV-2

El organismo recomienda la continuidad del tratamiento con todos los fármacos inmunomoduladores, incluida la terapia inmunosupresora, ya que las exacerbaciones de la dermatitis atópica pueden asociarse con consecuencias desfavorables sobre el estado inmunológico de los pacientes. Sin embargo, se deben seguir estrictamente las recomendaciones para pacientes de riesgo, según lo establecen las autoridades sanitarias locales, en cada país. Se debe prestar atención especial a los procedimientos y los productos que se utilizan para el lavado y la desinfección de las manos. Se deben utilizar sustitutos del jabón, no irritantes, y es fundamental la aplicación de emolientes después de cada lavado de manos.

Consideraciones para las comorbilidades en pacientes con dermatitis atópica e interrupción de la terapia sistémica en pacientes con infección por SARS-CoV-2

Los enfermos con diagnóstico de COVID-19 deben ser valorados por un equipo multidisciplinario quien deberá determinar si la terapia inmunomoduladora debe o no ser interrumpida, sobre la base de las guías vigentes para las infecciones activas y la terapia sistémica.

Los fármacos inmunomoduladores que se utilizan para el tratamiento de la dermatitis atópica afectan considerablemente la gravedad de las comorbilidades, incluidos el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la esofagitis eosinofílica, la enfermedad renal y diversas alergias. La interrupción brusca del tratamiento sistémico inmunomodulador podría asociarse con riesgo aumentado de exacerbaciones del eccema atópico y de las comorbilidades.

En los enfermos en quienes se decide interrumpir transitoriamente la terapia sistémica, deben indicarse tratamientos locales en cantidades suficientes para evitar exacerbaciones de la enfermedad cutánea, hasta que la terapia sistémica pueda retomarse. La monitorización de los trastornos intercurrentes (por ejemplo del asma) es fundamental. Los pacientes con dermatitis atópica grave y complicaciones deberían, preferentemente, ser asistidos en centros terciarios.

Interacciones entre la dermatitis atópica, sus complicaciones, las terapias inmunosupresores e inmunomoduladoras y COVID-19

La dermatitis atópica grave y no tratada es un factor de riesgo conocido de enfermedad viral cutánea diseminada; por el contrario, muchas terapias sistémicas inmuomoduladoras, como la ciclosporina, pueden interactuar con las defensas del hospedero contra la enfermedad viral. Por el momento no se conoce el efecto de la infección por SARS-CoV-2 sobre la dermatitis atópica y en particular, en el eccema atópico tratado con inmunomoduladores.

Los fármacos dirigidos que interfieren específicamente con la inflamación mediada por mecanismos inflamatorios de tipo 2, como el dupilumab, no parecerían aumentar el riesgo de infecciones virales; por lo tanto, son preferibles a los agentes sistémicos convencionales con efectos inmunomoduladores, como la ciclosporina, en el contexto de la pandemia por COVID-19. Esta recomendación, sin embargo, no se sustenta en evidencia científica rigurosa.

Por último, el ETFAD recomienda que todos los profesionales que asisten a pacientes con dermatitis atópica permanezcan alertas y actualizados, en términos de la información aportada por las guías locales, nacionales e internacionales.



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