ReSIIC editado en: Geriatría Obstetricia y Ginecología Ortopedia y Traumatología Osteoporosis y Osteopatías Médicas |
Introducción
La osteoporosis es una enfermedad metabólica que se caracteriza por la pérdida de la cantidad y la calidad del hueso, y se asocia con dolor de espalda y mayor riesgo de fracturas óseas, por lo que el impacto de este cuadro sobre la calidad de vida, la morbimortalidad y la salud pública en general es grande. Existen varios factores de riesgo para la aparición de osteoporosis, algunos de los cuales no son modificables, como la edad (la enfermedad se observa especialmente en mujeres posmenopáusicas); la proporción de mujeres por cada hombre que presentan osteoporosis es de 6 a 1 y de 2 a 1, antes y después de los 75 años, respectivamente. En España se estima que tres millones de personas tienen osteoporosis, de las cuales 2.5 millones son mujeres, pero sólo hay diagnóstico de este cuadro en un 18% de los casos. En Francia se calcula que entre 2010 y 2020 habrá un 15% de aumento de la prevalencia de osteoporosis entre las mujeres, debido en parte al envejecimiento poblacional, y en Suecia hay cada año 70 000 fracturas nuevas relacionadas con la enfermedad, de las cuales 27% se producen en la cadera y 23% en las vértebras. En los Estados Unidos había diez millones de personas con osteoporosis en 2005, y se calculan 14 millones en 2020; los costos asociados con fracturas por esta causa aumentarán de 17 000 millones de euros a más de 22 000 millones, respectivamente.
Existen diferentes fármacos para el tratamiento de la osteoporosis, como la teriparatida, un análogo de la parathormona de los seres humanos (compuesto fundamentalmente por la parte activa de ésta). Este fármaco es un inductor óseo con efectos positivos sobre la microarquitectura del hueso, puesto que promueve el aumento de su densidad y fuerza, además de mejorar la integración al hueso de los implantes de titanio y actuar sobre los defectos óseos periodontales de la osteonecrosis relacionada con bisfosfonatos. La teriparatida está indicada para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en hombres con mayor riesgo de fracturas. Existen pruebas de que en las primeras su uso se asocia con reducción significativa de la incidencia de fracturas vertebrales y no vertebrales, pero no sobre el riesgo de fracturas de cadera.
Este fármaco se utiliza además para el tratamiento de la osteoporosis asociada con la terapia sistémica mantenida de glucocorticoides, y reduce el dolor vertebral en pacientes con osteoporosis, con mejoría de la calidad de vida. Parece ser eficaz para formar hueso tras los tratamientos quirúrgicos en fracturas periprostésicas y en fracturas con retraso de consolidación. La dosis diaria recomendada es de 20 µg diarios, y se administra por vía subcutánea, durante al menos 24 meses (anteriormente se utilizaba durante 18 meses).
El objetivo del presente estudio es evaluar la capacidad de analgesia, de mejoría sobre la calidad de vida y de reducir el riesgo de fracturas asociados con la teriparatida en pacientes con osteoporosis y dolor vertebral.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio observacional, longitudinal y prospectivo en el que se incluyeron 77 individuos tratados en un hospital español, localizado en un área con 24% de la población mayor de 65 años. Se incluyeron todos los pacientes con dolor vertebral de por lo menos 3 puntos (de 3 a 6 se consideró dolor moderado y de 7 a 10, dolor fuerte) en una escala visual analógica (EVA), con factores de riesgo (antecedentes familiares de fractura de cadera, edad, sexo, índice de masa corporal < 19 kg/m2, menopausia precoz primaria o secundaria y tratamiento con bisfosfonatos durante más de 5 años), y al menos una de las siguientes características: densitometría ósea con puntaje T < -2.5 desviaciones estándar en la columna o la cadera, signos radiológicos de disminución de la densidad ósea o presencia de fracturas por fragilidad (aplastamiento vertebral, fractura distal del radio o proximal de fémur).
Los pacientes recibieron teriparatida durante 18 o 24 meses, en dosis de 20 µg diarios por vía subcutánea, y se excluyeron los individuos que recibieron el tratamiento sin indicación correcta, los que no lo finalizaron y los que fallecieron durante el período de seguimiento, por lo que finalmente se incluyeron en el presente análisis 49 personas. El rango de edad fue de 57 a 94 años, y 96% de los participantes eran mujeres. Se utilizó el cuestionario europeo EQ-5D para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud. También se analizó el riesgo de fractura luego del tratamiento. Para el análisis estadístico se emplearon técnicas de regresión lineal y regresión logística, la técnica de mínimos cuadrados ordinarios, la prueba de la t de Student y la de chi al cuadrado.
Resultados
Se observó mejoría clínica del dolor en 80% de los pacientes tratados; la media de puntos en la EVA se redujo de 5.42 ± 1.696 al inicio del estudio a 3.47 ± 1.549 cuando este finalizó. La media del puntaje en el cuestionario EQ-5D (cuyos resultados varían de 1, mejor estado de salud, a 0, la muerte) aumentó de 0.358 ± 0.271 a 0.583 ± 0.348 entre el comienzo y el final de la investigación, respectivamente, y en 65% de los pacientes se constató mejoría en la calidad de vida. El número de individuos que presentaron alguna fractura antes de la primera administración del fármaco fue de 30 (24 eran vertebrales), de los cuales 21 ya recibían calcio y bisfosfonatos al momento de la fractura; 4 tomaban estroncio, y 1 era tratado con denosumab. Durante el período del tratamiento sólo 7 pacientes tuvieron alguna fractura, y de los 19 sujetos que no habían tenido fracturas antes del tratamiento 5 presentaron alguna fractura durante el curso de la investigcación.
El análisis de regresión lineal reveló que a mayor dolor previo al tratamiento mayor era el alivio del dolor, y el peor estado de calidad de vida inicial se relacionó también con mayor mejoría en el impacto social de la enfermedad. El riesgo de fracturas posterior al tratamiento no parece estar asociado con la duración del tratamiento (odds ratio: 0.804, intervalo de confianza [IC] del 95%: 0.64 a 1.01).
Conclusiones
El presente estudio demuestra que el uso de teriparatida en pacientes con osteoporosis se asocia con reducción considerable del dolor y mejoría en la calidad de vida, además de reducción en el número de fracturas, independientemente de la duración del tratamiento. Se observó mejoría en la calidad de vida y en el dolor en 65% y 80% de los pacientes tratados, respectivamente. No se halló que hubiera influencia de la edad o la presencia de fracturas previas sobre los resultados.
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