Resúmenes amplios

LA ROSUVASTATINA REDUCE EL VOLUMEN Y EL CONTENIDO LIPÍDICO DE LAS PLACAS CORONARIAS EVALUADAS POR MÉTODOS NO INVASIVOS


Nara, Japón:
En individuos con síndrome coronario agudo y altos niveles de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad, la terapia con rosuvastatina se vinculó con una reducción del núcleo y del volumen de las placas con alto contenido en lípidos, así como con la estabilización de estas lesiones.

Circulation Journal 75(11):2621-2627

Autores:
Soeda T, Uemura S, Saito Y

Institución/es participante/s en la investigación:
Nara Medical University

Título original:
Intensive Lipid-Lowering Therapy With Rosuvastatin Stabilizes Lipid-Rich Coronary Plaques

Título en castellano:
La Terapia Hipolipemiante Intensiva con Rosuvastatina Estabiliza las Placas Coronarias con Alto Contenido en Lípidos.Evaluación con Tomografia Computarizada de Doble Fuente

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.67 páginas impresas en papel A4
Introducción
El tratamiento intensificado con inhibidores de la 3-hidroxi-3-metilglutaril coenzima A reductasa (estatinas) se ha vinculado con una mejoría del perfil lipídico y de la morbimortalidad de los pacientes con hipercolesterolemia que participaron de grandes estudios aleatorizados. Si bien no se han confirmado con precisión los mecanismos involucrados en los efectos preventivos de las estatinas sobre los eventos coronarios, mediante herramientas de diagnóstico por imágenes se ha señalado una reducción en el volumen de las placas ateromatosas de las arterias coronarias, cambios en su contenido o ambos.
La aparición de la tomografía computarizada multidetector ha permitido la evaluación no invasiva de las estenosis luminares de las arterias coronarias. Asimismo, la tomografía computarizada de fuente dual (TCFD) se asocia con mayor resolución temporal y se vincula con la diferenciación de las características tisulares de las placas coronarias. Este recurso podría ser eficaz para la evaluación de los cambios seriales en placas vulnerables después del tratamiento y, por consiguiente, podría representar un recurso relevante para la prevención de los síndromes coronarios agudos. En este análisis, se describen los resultados de la utilización de la TCFD para verificar los cambios en las placas de ateroma de las arterias coronarias con alto contenido de lípidos en el marco de la terapia con estatinas. Estas lesiones son consideradas como placas inestables que pueden relacionarse con la progresión o la aparición de eventos cardiovasculares.
Pacientes y métodos
Participó del estudio un grupo de pacientes consecutivos con síndromes coronarios agudos con recanalización exitosa de la lesión asociada con el evento mediante una angioplastia dentro de las primeras 24 horas del comienzo de los síntomas. Se consideró como criterio de inclusión un nivel de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDLc) menor a 100 mg/dl. Se excluyó a aquellos individuos con enfermedad de múltiples vasos, shock cardiogénico, insuficiencia cardíaca congestiva, creatininemia superior a 1.5 mg/dl, afecciones hepáticas, uso previo de estatinas y contraindicación para la administración de medios de contraste yodado.
El grupo de estudio fue conformado por 11 enfermos (9 varones y 2 mujeres), con una media de edad de 65.6 ± 6.0 años. Tras la realización de la angioplastia, se llevó a cabo una TCFD en forma previa al inicio de un tratamiento con rosuvastatina, para repetirse después de 24 semanas. Se eligió una resolución espacial de 0.4 x 0.4 x 0.4 mm, con entrada coordinada por electrocardiografía prospectiva para reducir la exposición a las radiaciones (5.9 ± 2.0 mSv). El contraste se indujo con iopamidol. Se definió como placas con alto contenido en lípidos a aquellas en las que se identificó al menos un 30% de lípidos, que se localizaban en una arteria distinta a la asociada con el síndrome coronario agudo inicial. Las lesiones debían situarse en un segmento proximal del vaso sanguíneo, en el contexto de una estenosis luminar inferior al 50%. La dosis inicial diaria de rosuvastatina diaria fue de 2.5 o 5 mg, con incremento hasta 10 mg en los enfermos en quienes los niveles de LDLc se mantuvieron por encima de 100 mg/dl después de 2 a 4 semanas de tratamiento. Se definió como objetivo un umbral de LDLc inferior a 80 mg/dl.
Se evaluaron parámetros cuantitativos de la estenosis coronaria (media de la atenuación de la luz, diámetro luminar mínimo, volumen de la luz e índice de remodelado) y de las placas (longitud, volumen, proporción de lípidos y atenuación mínima por tomografía estimada en unidades Hounsfield [UH]).
Todos los datos se procesaron con métodos estadísticos específicos, incluida la prueba U de Mann-Whitney para el seguimiento. Se consideró como significativo un valor de p < 0.05.
Resultados
La media de la dosis de rosuvastatina al momento de efectuar la TCFD de seguimiento se estimó en 5.5 ± 5.1 mg diarios. Se observó un descenso significativo de los niveles de colesterol total (219.3 ± 40.8 mg/dl iniciales contra 155.6 ± 31.6 mg/dl finales; p < 0.001) y LDLc (151.6 ± 28.9 mg/dl iniciales contra 82.7 ± 23.3 mg/dl finales; p < 0.001). No se corroboraron cambios en las concentraciones de triglicéridos y de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (HDLc).
En las imágenes iniciales realizadas mediante TCFD, se reconocieron 13 placas con alto contenido en lípidos, correspondientes a 7 lesiones en la arteria descendente anterior, 3 en la circunfleja y 3 en la arteria coronaria derecha. Según afirman los investigadores, la media de la atenuación de la luz coronaria fue similar entre las TCFD iniciales y durante el seguimiento (408.7 ± 57.5 UH contra 394.3 ± 38.2 UH; p = 0.39). Del mismo modo, no se reconocieron variaciones de significación estadística en relación con el diámetro luminar mínimo (3.01 ± 0.79 mm contra 2.91 ± 0.61 mm) y el volumen de la luz (128.5 ± 77.5 mm3 contra 127.6 ± 67.9 mm3). Sin embargo, se verificó que el diámetro externo de las lesiones se redujo en forma significativa entre ambos estudios (5.54 ± 0.87 mm en la TCFD inicial y 5.13 ± 1.08 mm en la TCFD de seguimiento; p = 0.02). Del mismo modo, se corroboró una disminución significativa del índice de remodelado (p = 0.02).
Además, si bien no se informaron modificaciones en la longitud de las placas, se comprobó una tendencia a la reducción del volumen de estas lesiones (p = 0.07) y una reducción significativa de la proporción de lípidos (48.0 ± 9.9% inicial contra 43.7 ± 10.6% en el control; p = 0.04). Asimismo, se señala que la atenuación tomográfica mínima de las placas se incrementó en todos los participantes en el contexto de la terapia con rosuvastatina (p = 0.02).
Sobre la base de estos resultados, se llevó a cabo un análisis de la correlación entre el perfil de lípidos y la regresión de las lesiones. Se comprobó que los niveles de LDLc durante el seguimiento no se correlacionaron con el porcentaje de cambios en el volumen de la placa. Sin embargo, cuando se dividió a la cohorte en 2 grupos en función del cociente LDLc/HDLc, aquellos con una tasa más reducida (inferior o igual a 1.5) presentaron una reducción significativamente mayor del volumen de la placa en comparación con los individuos con un índice LDLc/HDLc > 1.5 (p = 0.03).
Discusión
Los autores aseguran que este análisis constituye el primer estudio en el cual se evaluaron los efectos de la terapia hipolipemiante intensificada con rosuvastatina en relación con la morfología de las placas coronarias. Por medio de las imágenes por TCFD, se demostró que el tratamiento con rosuvastatina reduce de forma significativa el volumen del núcleo lipídico en las placas con alto contenido en lípidos, con incremento de los valores mínimos de atenuación tomográfica de estas lesiones. Por lo tanto, se postula que la terapia hipolipemiante intensificada se asoció con la estabilización de estas placas, las cuales se vinculan con riesgo de potencial ruptura o progresión a la estenosis luminar.
Estos cambios descritos en las placas con alto contenido en lípidos de los pacientes con síndromes coronarios agudos coinciden con los resultados de estudios previos en los cuales se aplicaron métodos invasivos de diagnóstico, como los protocolos ASTEROID (reducción del 53.2% en el nivel de LDLc con regresión del 6.7% del volumen de las placas) y COSMOS (disminución del 38.6% en la concentración de LDLc con reducción del 5.1% en el volumen de las lesiones). En el presente análisis, el descenso del 45.7% en los niveles de LDLc se acompañó de una disminución de 11.3% en el volumen de las placas. No se describió una correlación significativa entre ambos parámetros. Sin embargo, se comprobó una asociación entre la reducción del volumen de estas lesiones y el cociente LDLc/HDLc durante el tratamiento con rosuvastatina, en concordancia con estudios previos en los que se realizaron mediciones de las placas por ultrasonografía intravascular. Por lo tanto, se propone que el control eficaz e intensificado de los lípidos resulta relevante para lograr una regresión de estas lesiones. Igualmente, en el presente análisis, se observó una mayor reducción del volumen de las placas en comparación con los protocolos previos. Estas diferencias son atribuidas por los autores a las diferencias entre los participantes de los distintos ensayos. Así, más del 80% de los pacientes de los estudios ASTEROID y COSMOS se caracterizaban por presentar enfermedad coronaria estable. En los individuos con síndromes coronarios agudos, se ha informado la presencia de una mayor reserva de lípidos y mayores niveles de inflamación en las placas ateromatosas, en comparación con las lesiones descritas en individuos con enfermedad coronaria estable.
También, se destaca que el índice de remodelado constituye un marcador de inestabilidad en las placas coronarias. La reducción significativa de esta variable en el presente análisis se consideró sugestiva de la estabilización de las placas con alto contenido en lípidos en el contexto del tratamiento con estatinas. En asociación con lo señalado en estudios previos, el incremento del valor mínimo de atenuación tomográfica después de la terapia con rosuvastatina representa otro potencial indicador de la estabilización de las placas con alto contenido en lípidos.
Conclusiones
En individuos con síndromes coronarios agudos y altos niveles de LDLc, la terapia hipolipemiante con rosuvastatina se vinculó con una reducción del núcleo lipídico y el volumen de las placas con alto contenido en lípidos, así como con la estabilización de estas lesiones. La TCDF se consideró un método útil y no invasivo par la evaluación de los cambios morfológicos en la enfermedad coronaria.


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