EVALUAN FACTORES DE RIESGO PARA LA AFECCION PANCREATICA EN LA INFECCION POR VIH EN LA ETAPA POSTERIOR A LA TARGA(especial para SIIC © Derechos reservados) |
Las alteraciones pancreáticas tienen lugar más habitualmente que lo estimado en los pacientes con infección por VIH, pero su frecuencia y su importancia clínica todavía se comprenden poco. Se discuten brevemente los numerosos factores de riesgo vinculados con la enfermedad por VIH, las afecciones relacionadas, la quimioterapia antirretroviral y antibacteriana, así como las posibles estrategias de tratamiento. |
Autor: Roberto Manfredi Columnista Experto de SIIC Institución: Department of Clinical and Experimental Medicine, Division of Infectious Diseases, ¨Alma Mater Studiorum¨, University of Bologna, S. Orsola-Malpighi Hospital Artículos publicados por Roberto Manfredi |
Recepción del artículo 23 de Junio, 2006 |
Aprobación 29 de Junio, 2006 |
Primera edición 10 de Octubre, 2006 |
Segunda edición, ampliada y corregida 7 de Junio, 2021 |
Resumen
La disponibilidad de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) desde hace una década (1996 a 2006) permite suponer que también las características epidemiológicas y clínicas de la afección pancreática por VIH se hayan modificado con el tiempo. En un estudio observacional, prospectivo, de casos y controles, realizado en un único centro en Italia, se evaluaron la frecuencia, factores de riesgo y aspectos clínicos y terapéuticos del compromiso pancreático. Se examinaron 181 pacientes con infección por VIH para detectar alteraciones pancreáticas, durante el período de seguimiento completo de cada participante considerado (mínimo de 12 meses). En general, la investigación se centró en 166 sujetos con elevación o prolongación de los valores de laboratorio, con el objetivo de identificar el perfil de afección pancreática antes y durante la época de la TARGA. En el ensayo principal, los 435 pacientes (40.2%) que presentaron al menos un episodio confirmado de alteración de la bioquímica del páncreas mostraron serología positiva durante más tiempo, exposición a inhibidores de la proteasa, mayor frecuencia de inmunodeficiencia, diagnóstico de sida, enfermedad hepática o de la vía biliar crónicas e hipertrigliceridemia, pero no hubo relación con la administración de medicación antirretroviral ni con la duración o el tipo de análogos de los nucleósidos administrados, cuando se compararon con los 646 controles quienes nunca presentaron anormalidad en las determinaciones plasmáticas. Entre los 435 participantes mencionados, la alteración bioquímica se asoció con signos clínicos de afección pancreática en 166 casos (38.2%), los cuales se vincularon con la administración de didanosina, stavudina, lamivudina, pentamidina, cotrimoxazol, tratamiento antituberculoso/antimicobacteriano, quimioterapia citotóxica, alcoholismo o consumo de sustancias ilegales, infecciones oportunistas, enfermedad hepática o de la vía biliar crónicas, TARGA basada en inhibidores de la proteasa y la hipertrigliceridemia (generalmente asociada con la administración de TARGA). Sin embargo, no se observó ninguna diferencia entre los 46 pacientes con evidencia clínica o en las imágenes de compromiso del páncreas y los 120 casos asintomáticos restantes, evaluados de acuerdo con el mismo perfil de factores de riesgo potenciales. Aunque la recidiva de las alteraciones enzimáticas se produjo en el 69.6% del total de los individuos, fue necesario modificar el tratamiento antirretroviral o antibacteriano solamente en el 30.1% de los casos. Se diagnosticó pancreatitis aguda no complicada en 9 de los 46 sujetos sintomáticos (19.6%). Con la administración de gabexato, octreotide o ambos a 79 de los citados 166 individuos (47.6%), durante 2 a 4 semanas, se logró la mejoría significativa o la curación en el 82.3% de los casos según parámetros de laboratorio, clínicos y por imágenes; la tasa de éxito fue mayor con el tratamiento combinado (mesilato de gabexato y octreotide) que con dichos fármacos individualmente. Además, se observó una tendencia hacia la reducción significativa de las recidivas de la enfermedad y mayor tolerabilidad de los regímenes antirretrovirales. En conclusión, se necesitan indefectiblemente estudios epidemiológicos y patogénicos que evalúen la evolución de las alteraciones pancreáticas, especialmente desde la disponibilidad de la TARGA, y sus consecuencias sobre la continuación del tratamiento antirretroviral y antibacteriano. Lamentablemente, esta área de investigación ha sido desatendida en cierta medida, por lo que se carece hasta la fecha de estudios observacionales y de ensayos terapéuticos controlados multicéntricos. Las decisiones terapéuticas sobre los antirretrovirales y la indicación de mesilato de gabexato u octreotide para las distintas situaciones clínicas y bioquímicas que acompañan la enfermedad por VIH y sus complicaciones, requieren más proyectos de investigación bien orientados.
Palabras clave
Infección por VIH, amilasa sérica, isoamilasa, niveles de lipasas, factores de riesgo, estudio prospectivo de casos y controles, tratamiento antirretroviral, manejo clínico
Abstract
After a decade of availability of highly-active antiretroviral therapy (HAART) (1996 to 2006), also the epidemiological and clinical features of HIV-associated pancreatic abnormalities are expected to have been changed over time. The frequency, risk factors, and clinical and therapeutic features of pancreatic alterations have been assessed in an observational, prospective single-centre case-control study, conducted in Italy. One thousand and 81 evaluable HIV-infected patients have been assessed for pancreatic abnormalities in a prospective case-control study including the whole follow-up period of each considered patient (minimum 12 months). On the whole, 166 subjects with elevated and/or prolonged laboratory anomalies were further focused, in order to point out the profile of pancreatic disease before and during the HAART era. In the main study, the 435 patients (40.2%) who experienced at least one episode of confirmed pancreatic laboratory abnormality had a longer duration of seropositivity, exposure to protease inhibitors, a more frequent immunodeficiency, AIDS diagnosis, chronic liver and/or biliary disease, and hypertriglyceridemia, while no relation was found with antiretroviral administration, and the duration of type of administered nucleoside analogues, when compared with the 646 controls, who never developed serum pancreatic abnormalities. Among the above-mentioned 435 patients, high and prolonged laboratory alterations eventually associated with signs of organ involvement occurred in 166 cases (38.2%), and were related to the administration of didanosine, stavudine, lamivudine, pentamidine, cotrimoxazole, or anti-tubercular/anti-mycobacterial therapy, cytotoxic chemotherapy, illicit substance or alcohol abuse, opportunistic infections, chronic liver and/or biliary disease, a protease inhibitor-based HAART, and hypertriglyceridemia (usually associated with HAART administration). However, no difference was noticed between the 46 patients with clinical and/or imaging evidence of pancreatic involvement and the remaining 120 asymptomatic cases, when assessed according to the same spectrum of potential risk factors. Although recurrences of enzyme alterations involved 69.6% of overall patients, in only 30.1% of cases a change of the underlying antiretroviral or antimicrobial therapy became necessary. An acute but uncomplicated pancreatitis occurred in nine patients of the 46 overall symptomatic subjects (19.6%). A two to four-week gabexate and/or octreotide administration (performed in 79 cases out of 166: 47.6%), achieved a significant laboratory, clinical, and imaging cure or improvement in 82.3% of cases, with a better success rate of combined (gabexate mesilate plus octreotide) versus single (gabexate mesilate or ocreotide) therapy. A significantly reduced tendency to disease recurrences and a better tolerability of antiretroviral regimens were also noticed. In conclusion, epidemiological and pathogenetic studies are strongly needed to assess the evolution of pancreatic abnormalities especially in the HAART era, and their consequences on continued antiretroviral and antimicrobial therapy. Unfortunately this research field appears somewhat neglected, so that multicentre observational studies and controlled therapeutic trials are lacking until now. The antiretroviral management and the indication to gabexate mesilate and/or octreotide administration in the different clinical and laboratory situations accompanying HIV disease and its complications, deserve further and aimed research projects.
Key words
HIV infection, serum amylase, isoamylase, lipase levels, risk factors, prospective case-control study, antiretroviral therapy, management
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