Informes comentados


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Informe
Resumen SIIC
Q Qian
Institución: Tianjin Medical University Eye Hospital,
Tianjin China

Carga de Miopía Causada por la COVID-19 entre Niños de 6 a 8 Años
La duración y la intensidad de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 han tenido un efecto significativo en la vida de las personas, incluida la salud general, mental y de los ojos. La edad de 6 a 8 años es un período crítico para el desarrollo de la miopía y se necesitan intervenciones preventivas para el control de la miopía en los niños en este rango de edad.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172809


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Autor del comentario
Sebastián Simonetti(1) Miguel González(2) Horacio Alexander Guarin(3)  

(1) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina
(2) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina
(3) Clínica de la Obra Social Yacimientos Carboníferos (OSYC), Río Turbio, Argentina


El resumen objetivo Carga de Miopía Causada por la COVID-19 entre Niños de 6 a 8 Años aborda cómo la exposición a pantallas y medios electrónicos causada durante la etapa de confinamiento por COVID-19, afectó considerablemente la visión en niños en edad escolar en todo el mundo. No solamente aumentando la progresión de miopía, sino también, desencadenando forias y estrabismos latentes.
En Argentina, la forma más precisa de medir el estado refractivo en edad escolar es con una adecuada y minuciosa cicloplejia, siendo el ciclopentolato el fármaco más usado para tal fin.
En nuestra experiencia, además de la carga genética, los factores ambientales juegan un rol fundamental en el desarrollo de miopía. La edad en la cual existe mayor plasticidad sensorial es entre los 7
y 8 años. La exposición a pantallas además de afectar la visión de niños en edad preescolar, también aumentó la miopía en niños más grandes (10 y 13 años). Tanto en las edades de 5 a 8 años y 10 a 13 años, la miopía no mostró mayor progresión a lo habitual luego de finalizada la etapa de confinamiento pospandemia.
Este aumento ocurre sin dudas por la exposición, y cantidad de horas diarias permitidas, ante los dispositivos electrónicos, uno de los factores ambientales más importantes que contribuyen a la rápida progresión de miopía en esta etapa crítica de plasticidad sensorial.
La vida al aire libre, reducir las horas diarias ante pantallas electrónicas, el uso de luz natural durante el estudio y luz artificial por la noche, contribuyen a disminuir la progresión de miopía a esta edad. Los valores queratometricos y largo axil, son parámetros auxiliares indispensables actualmente para un adecuado seguimiento de la progresión junto a una buena cicloplejia.
Como conclusión, muchas veces el cambio de hábitos es el factor más importante para detener la progresión de la miopía. En casos en lo que esto no suceda, el uso de atropina 0.01%, los lentes de desenfoque periférico o ambos, es el tratamiento más utilizado actualmente para detener la progresión.
Sin dudas, el uso de pantallas es algo que llegó para quedarse, sin embargo, es responsabilidad del oftalmólogo instruir a padres y niños sobre la implicancia que esto conlleva en el estado refractivo y ofrecer todos los tratamientos modernos que estén al alcance para mejorar la calidad visual de los pacientes.
Copyright © SIC, 2024

Palabras Clave
miopía, prevalencia, niños de 6 a 8 años, COVID-19, pandemia
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
K Zadnik
Institución: The Ohio State University College of Optometry,
Columbus EE.UU.

La Atropina en Concentraciones Bajas para el Tratamiento de la Progresión de la Miopía Infantil
La atropina en concentraciones bajas, al 0.01%, reduce de forma eficaz y segura la progresión de la miopía en niños de 3 a 17 años y, por lo tanto, puede considerase una opción de tratamiento.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/174520


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Autor del comentario
María Marta Galán 
Hospital De Niños "Sor María Ludovica", La Plata, Argentina


Estadísticas conocidas desde el año 2020 calculan que el 50% de la población mundial será miope en el año 2050. Reconocen que la miopía es una enfermedad crónica cuyo comienzo temprano aumenta el riesgo de provocar discapacidad visual severa en la vida adulta. El abordaje terapéutico de esta patología incluye los tratamientos capaces de postergar su aparición o disminuir la progresión con medios ópticos y farmacológicos, sin embargo estos últimos no cuentan con la aprobación de los cuerpos regulatorios en muchos países, en particular la atropina que ha demostrado eficacia en los ensayos realizados en niños asiáticos aplicada en distintas concentraciones.
Hasta el momento no había productos farmacéuticos aprobados en los EE. UU. o Europa para tratar la
progresión de la miopía. En los EE. UU. se utiliza en dosis bajas sin preparaciones de calidad farmacéutica porque contienen conservantes. Lo que se ha asociado con posibles efectos colaterales, como ojo seco e irritación cornea crónica. El presente el resumen objetivo La Atropina en Concentraciones Bajas para el Tratamiento de la Progresión de la Miopía Infantil aborda lo trabajado en un ensayo costeado por NVK002 (Vyluma), que utilizó una formulación que evitó las posibles toxicidades por esta causa.
La atropina, un antagonista muscarínico no selectivo, se ha estudiado en los últimos años para postergar la aparición y disminuir la progresión de la miopía en los niños. Aunque todavía se desconocen el mecanismo exacto y el sitio de acción, la atropina se ha utilizado en diferentes concentraciones que podrían actuar sobre los receptores en las células ganglionares para limitar el adelgazamiento de coroides y esclera al disminuir la elongación ocular modificando la elasticidad de las fibras del colágeno en esta última. En dosis bajas y en concentraciones de hasta 0.05%, ha surgido recientemente como una opción farmacológica para controlar la progresión de la miopía en niños.
Se ha evaluado la eficacia de la atropina, pero no se ha realizado una evaluación cuantitativa de los efectos adversos. Dado que la mayor experiencia se ha obtenido en niños asiáticos, la raza y el color del iris son factores conocidos que influyen en la cicloplejía y los efectos adversos en los ojos de pigmentación clara de las personas blancas. Entre las concentraciones estudiadas por otros autores (LAMP) los niños más pequeños necesitaron la concentración más alta de 0.05% para lograr una reducción similar en la progresión de la miopía que los niños mayores con concentraciones más bajas.
En este ensayo realizado durante 3 años se trata de demostrar la eficacia y seguridad del colirio de atropina en concentraciones de 0.01% y 0.02%, midiendo resultados primaros como la refracción y el largo axil y en ambas se obtuvo el efecto buscado pero al 0.02% no aumento proporcionalmente el mismo y en ningún caso se registraron efectos adversos. Las deserciones no se atribuyeron a efectos colaterales. Se informaron las mediciones de seguridad para los participantes tratados (de 3 a 16 años de edad). No se incluye en el ensayo el esquema de tappering ni se estudia el rebote. Se respetaron las recomendaciones que ha enunciado el International Myopia Institute (IMI) en cuanto a la calidad de los ensayos, las pautas de Buenas Prácticas Clínicas, las disposiciones de la Declaración de Helsinki y se obtuvo el consentimiento informado por escrito de los padres o tutores legales. Se realizo en una población multirracial .La colocación del colirio permite ser aleatorizada y enmascarada lo que no ocurre con los tratamientos ópticos y la convierte en el tratamiento de elección en el grupo etario en que no están indicados otros como los lentes de contacto o la ortokeratologia.
En mayo de 2024 Vyluma anunció que recibió la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) a su solicitud de su autorización de comercialización (MAA) para su solución de atropina en dosis bajas NVK002. Se confirma que la misma es elegible para una autorización de comercialización para uso pediátrico (PUMA).
Por esto la atropina a dosis bajas se convierte en el tratamiento de elección en la infancia en la Unión Europea. Respaldado por datos previamente informados del estudio clínico multicéntrico, controlado con placebo, de fase III CHAMP que evaluó la seguridad y eficacia del producto. También son cuestiones a considerar en cada paciente: Factores de riesgo como antecedentes familiares. Educación de la familia para mejorar los hábitos. Contraindicaciones.
En conclusión, la indicación oflabell en algunos países, esta aprobada según el análisis de las evidencias científicas realizado por un comité de expertos, permite desarrollar y aplicar consensos del manejo en edad de progresión, para el tratamiento y adopción de medidas preventivas.
Copyright © SIIC, 2024

Palabras Clave
miopía, atropina, ensayo clínico aleatorizado, niños, eficacia
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
BK Swenor
Institución: Johns Hopkins University School of Medicine,
Baltimore EE.UU.

Compromiso de la Visión y Declinación Cognitiva en Adultos de Edad Avanzada
Los resultados de la presente revisión sistemática sugieren que el compromiso visual se asocia con más deterioro cognitivo, más declinación cognitiva o con mayor riesgo de demencia en adultos de edad avanzada. Se requieren más estudios para conocer los mecanismos involucrados en las posibles vinculaciones y para identificar intervenciones eficaces para atenuar las consecuencias cognitivas desfavorables del compromiso visual.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/169611


Comentario
Autor del comentario
Raúl Federico Pelli-Noble 
Universidad Nacional de Tucumán, San Miguel de Tucumán, Argentina


El deterioro cognitivo se ha convertido en un problema de salud pública creciente, especialmente entre los adultos mayores. Aproximadamente 50 millones de personas viven con problemas cognitivos graves en todo el mundo y, como consecuencia del envejecimiento global, se prevé que esta cifra casi se triplique para 2050 (Alzheimer's Disease International, 2019).
La pérdida de las funciones sensoriales o “desaferentación”, pueden llevar a una afectación o empeoramiento de las funciones cognitivas, como son la pérdida auditiva y el déficit visual. Vale la pena señalar que las personas pueden necesitar tiempo para notar su deficiencia sensorial debido a la adaptación progresiva en la realización de tareas de la vida diaria, como puede ser una disminución insidiosa de la función visual debida a cataratas, glaucoma, alteraciones
del campo visual, entre otras causas. Los exámenes regulares de la vista son importantes para que los adultos mayores mantengan la función visual, ya que el deterioro de la visión se asocia con mayores riesgos de deterioro cognitivo y demencia en los adultos mayores, como se analiza en el presente trabajo. Y encontrar formas de prevenir o retrasar la aparición de la demencia podría ayudar a reducir su impacto devastador en la vida de las personas afectadas y sus familias, especialmente a la luz de la creciente carga de la enfermedad. Identificar los factores de riesgo modificables es el primer paso crítico para desarrollar intervenciones para lograr este objetivo. Las conclusiones de la presente revisión sistemática resaltan la importancia de los exámenes oculares regulares para los adultos mayores, lo que permite detectar y tratar temprano cualquier problema potencial con su visión.
Las principales fortalezas de esta revisión, son la búsqueda bibliográfica exhaustiva, así como la cuidadosa selección de estudios y la evaluación de la calidad, que brindan una visión general confiable de la evidencia en el campo. Sería conveniente como continuidad en esta línea de investigación, complementar los datos analizados con factores de riesgo asociados como diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso, sedentarismo, falta de relaciones sociales como así también mencionar resultados de estudios imagen ológicos como tomografía computarizada y resonancia magnética. Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
compromiso de la visión, declinación cognitiva, adultos de edad avanzada
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
R Agrawal
Institución: Duke-NUS Medical School,
Singapur

Diseminación Viral e Infectividad de las Lágrimas en Pacientes con COVID-19
En el estudio realizado con 17 pacientes con infección confirmada por SARS-CoV-2 en hisopado nasofaríngeo, ningún enfermo eliminó virus por lágrimas. Sólo un paciente presentó síntomas oculares durante la internación, pero en este enfermo tampoco se aisló virus de lágrimas. Los hallazgos sugieren que la posibilidad de transmisión de SARS-CoV-2 por secreciones oculares sería muy baja o nula.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/163347


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Autor del comentario
María Luz Gunturiz Albarracín 
Investigador científica, Instituto Nacional de Salud, Bogotá, Colombia


La pandemia por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) ha generado muchas incógnitas sobre el comportamiento clínico del virus, así como sobre sus complicaciones y las diferentes asociaciones del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) con otras patologías (comorbilidades). En este contexto, la comprensión de las presentaciones clínicas y en especial de las manifestaciones oculares de pacientes con COVID-19 aun es muy incipiente, debido en parte, a la premura en la atención de pacientes y en el empleo de las pocas herramientas disponibles para hacer el diagnóstico del virus y los exámenes a nivel oftalmológico.
Varios estudios han reportado resultados sobre las manifestaciones oculares (signos y síntomas) y la prevalencia viral en la conjuntiva de pacientes con COVID-19. Dentro de dichos resultados publicados
y relacionados con el artículo de Agrawal R y col. se han descrito manifestaciones oculares, como conjuntivitis, congestión conjuntival, quemosis, secreción ocular, epífora, hiperemia conjuntival y ojo rojo las cuales comúnmente se presentaron en pacientes con manifestaciones sistémicas más graves. Respecto a la quemosis, los autores consideran que, en un paciente crítico, este dato no es un signo de conjuntivitis sino un posible indicador de sobrecarga hídrica de tercer espacio.
Es de mencionar que en todos los estudios se señalan limitaciones de las investigaciones, como por ejemplo el tamaño de muestra (relativamente pequeño), ausencia de exámenes oculares detallados para excluir la enfermedad intraocular, métodos de diagnóstico del virus diferentes a la RT-PCR (reacción en cadena de la transcriptasa-polimerasa inversa) y cultivos celulares (por ejemplo pruebas empleando de anticuerpos), posibilidad de toma de muestras en diferentes tiempos del desarrollo de la enfermedad y posrecuperación, todo esto debido a la dificultad del manejo de los pacientes en este momento.
A pesar de dichas limitaciones, para todos los estudios, sin embargo, se observaron y analizaron los signos y síntomas oculares, así como los resultados de los análisis de la RT-PCR de hisopos nasofaríngeos y conjuntivales para el COVID-19 ó SARS-CoV-2.
Específicamente, en el estudio publicado por Wu P y col., se encontró que de 38 pacientes 12 (31.6%) tuvieron manifestaciones oculares consistentes con conjuntivitis, incluyendo hiperemia conjuntival, quemosis, epífora o secreciones aumentadas, adicionalmente, los pacientes con síntomas oculares tuvieron recuentos más altos de glóbulos blancos y neutrófilos y mayores niveles de procalcitonina, proteína C reactiva y lactato deshidrogenasa que los pacientes sin síntomas oculares. Por otra parte, 11 de los 12 pacientes con anormalidades oculares (91.7%) tuvieron resultados positivos para el COVID-19 por RT-PCR realizadas a partir de muestras colectadas en hisopos nasofaríngeos y 2 de ellos (16,7%) tuvieron resultados positivos para el virus a partir de muestras colectadas en torundas conjuntivales y nasofaríngeas (Wu P et al, 2020). Es de mencionar que algunos de los signos y síntomas descritos, son comparables con los reportados por el artículo de Agrawal R y col. en el que 1/17 pacientes presentó inyección conjuntival, quemosis y resultado positivo en muestras nasofaríngeas por RT-PCR. Por otra parte, la American Academy of Ophthalmology, explica que el COVID-19 podría producir conjuntivitis folicular leve similar a la producida por otros virus, posiblemente ocasionada por el contacto de la conjuntiva con aerosoles o a través del contacto con las manos y que esta conjuntivitis es una manifestación poco frecuente de la enfermedad (Chodosh J et al, 2020). Sarma P y col., publicaron una revisión sistemática sobre las manifestaciones oculares en los pacientes positivos para COVID-19, en donde incluyeron 6 estudios observacionales y el reporte de un caso, con un total de 854 pacientes. Sus resultados mostraron que la conjuntivitis/ojo rojo se presentaron en el 3,175% y que en el 0,703% de 183 pacientes, la conjuntivitis fue la primera manifestación de la enfermedad. Otros signos oculares señalados en esta revisión incluyeron dolor ocular, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, visión borrosa, lagrimeo, picor, ojo seco y otros signos inflamatorios (Sarma P et al, 2020). Dentro de esta revisión se incluyo un estudio transversal publicado por Chen L y col., en el cual de 543 pacientes, 25(4,68%) presentaron congestión conjuntival, 112 ojo seco (20,97%), 68 visión borrosa (12.73%), y 63 sensación de cuerpo extraño (11.80%) (Chen L et al, 2020). En conjunto, estos resultados muestran que estas manifestaciones oculares aparentemente leves sino se manejan con la debida meticulosidad pueden convertirse en patologías graves sobre todo en pacientes de alto riesgo y con varias comorbilidades.
A pesar de la baja prevalencia del nuevo coronavirus COVID-19 en las lágrimas y en general a nivel ocular, es importante tener en cuenta que es posible y potencial el contagio a través de los ojos, por lo que es relevante la vigilancia de pacientes con manifestaciones oculares leves como la conjuntivitis y manejo intensificado para pacientes con afectación ocular y presentaciones sistémicas graves especialmente aquellos que desarrollan neumonía grave. También es necesario el desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico del virus con mayor espectro de sensibilidad y especificidad, así como exámenes clínicos más rigurosos para la detección de los síntomas y signos oculares descritos, que por falta de mayor evidencia científica, actualmente, están catalogados como leves y ocasionales, pero que a largo plazo pueden convertirse en patologías graves de difícil manejo clínico, como ha ocurrido en epidemias y pandemias anteriores. Copyright © SIIC, 2020 Bibliografía
Chen L, Deng C, Chen X, Zhang X, Chen B, Yu H, Qin Y, Xiao K, Zhang H, Sun X. Ocular manifestations and clinical characteristics of 534 cases of COVID-19 in China: A cross-sectional study. medRxiv. Posted March 16, 2020. DOI 10.1101/2020.03.12.20034678.
Chodosh J, Holland GN, Yeh S. Important coronavirus updates for ophthalmologists. Updated April 21, 2020. American Academy of Ophthalmology. https://www.aao.org/headline/alert-important-coronavirus-context.
Sarma P, Kaur H, Kaur H, Bhattacharyya J, Prajapat M, Shekhar N, et al. Ocular Manifestations and Tearor Conjunctival Swab PCR Positivity for 2019-nCoV in Patients with COVID-19: A Systematic Review and Meta-Analysis. Preprints with The Lancet. Posted: 15 Apr 2020. DOI 10.2139/ssrn.3566161.
Wu P, Duan F, Luo CH, et al.  Characteristics of Ocular Findings of Patients With Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) in Hubei Province, China. JAMA Ophthalmol. Published online March 31, 2020. doi:10.1001/jamaophthalmol.2020.1291.  

Palabras Clave
diseminación viral, infectividad, lágrimas, enfermedad por coronavirus 2019
Especialidades
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