Informes comentados


OG.gif Obstetricia y Ginecología OG.gif
 
Informe
Resumen SIIC
D Hind
Institución: University of Sheffield,
Sheffield Reino Unido

No Hay Pruebas Claras que Respalden el Uso de Ninguna Intervención Individual para la Fiebre Materna Relacionada con la Epidural
La fiebre materna relacionada con la epidural tiene consecuencias importantes tanto para la madre como para el recién nacido. Esta se observa específicamente en mujeres en trabajo de parto, pero no en mujeres no embarazadas ni en embarazadas que reciben una epidural para un parto por cesárea programada.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/171526


Comentario
Autor del comentario
José A. Gómez Maidana 
Cordinador de la Unidad de Medicina Fetal, Hospital Regional Río Gallegos, Río Gallegos, Argentina


En las últimas décadas, la analgesia epidural realizada en pacientes gestantes en trabajo de parto se ha convertido en una opción muy popular, y las tasas varían del 10% al 83% dependiendo si se realizan en ambientes públicos o privados. En las mujeres en trabajo de parto que reciben analgesia epidural se estima que entre el 15% y el 25% presentarán fiebre clínica estéril. La fiebre materna relacionada con la epidural se observa específicamente en mujeres en trabajo de parto, pero no en mujeres no embarazadas o en embarazadas que reciben una epidural para un parto por cesárea programada. La causa de esta afección no está clara. Los mecanismos propuestos son la inhibición de la pérdida de calor cutánea y la inflamación “estéril”
por exposición a infusión continua de anestésico local mediada por elevación de citocinas proinflamatorias.
El objetivo de la presente revisión sistemática y metanálisis fue analizar intervenciones para la prevención o tratamiento de fiebre materna relacionada con la epidural, así como su incidencia global.  Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que evaluaron métodos para prevenir o tratar la fiebre materna relacionada con la epidural en mujeres en trabajo de parto activo. Para las estrategias preventivas, los criterios de inclusión eran estudios que examinaron mujeres en trabajo de parto activo espontáneo o inducido, que evaluaron métodos que incluían, entre otros, métodos alternativos de analgesia, métodos de dosis epidural reducida y paracetamol o esteroides profilácticos.
El metanálisis sugiere que reducir la dosis de anestésico local administrado para analgesia epidural y los métodos alternativos de analgesia pueden ser eficaces para reducir la incidencia de fiebre intraparto. No hay pruebas claras que respalden el uso de ninguna intervención preventiva o terapéutica individual para la fiebre materna relacionada con la epidural. La investigación adicional debe centrarse en comprender el mecanismo de aparición de la fiebre para permitir que los ensayos de posibles intervenciones reduzcan la incidencia de fiebre intraparto y la carga de enfermedad subsiguiente que afecta al recién nacido. Se debería esperar un estudio multicentrico, aleatorizado con definiciones claras de los criterios de inclusión para poder llegar a una conclusión con mayor aval científico.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
fiebre materna relacionada con la epidural, fiebre epidural, fiebre intraparto, analgesia durante el trabajo de parto, epidural durante el trabajo de parto
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
U Amin
Institución: Our Lady's Hospital,
Manorhamilton Irlanda

Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada
Esta revisión actualiza diversos aspectos del abordaje clínico para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, incluidos la evaluación del riesgo de la paciente, el diagnóstico y las opciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173439


Comentario
Autor del comentario
Mabel Martino(1) Laura Rinesi(2)  

(1) Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO), Ciudad de Buenos Aires, Argentina
(2) Asociación de Obstetricia y Ginecología de Rosario (ASOGIR), Rosario, Argentina


El artículo Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada, escrito por profesionales de un hospital de Irlanda, hace una revisión detallada de los distintos aspectos relacionados con esta enfermedad. Una de cada 3 mujeres y uno de cada 5 hombres sufrirá una fractura por fragilidad con la edad avanzada. Las fracturas por fragilidad incluyen fracturas de cadera, columna vertebral y muñeca. Las consecuencias de estas fracturas, destacan los autores, son evidentes en términos de mortalidad, morbilidad (deterioro físico y mental), costo económico en salud y social (incapacidad de desarrollar las actividades de la vida diaria, dependencia de cuidadores o familiares). En el trabajo se detallan los factores de riesgo para las fracturas por fragilidad, dividiéndolos en factores modificables (tabaquismo, consumo excesivo de alcohol,sedentarismo, dieta
baja en calcio) y no modificables (edad, estructura corporal, antecedente familiar, posmenopausia, fracturas previas, etnia).
La osteoporosis pude ser de tipo primaria (asociada con el envejecimiento y con la menopausia) o secundaria (vinculada con enfermedades subyacentes como la artritis reumatoidea, o con ciertos medicamentos, como los glucocorticoides usados por tiempo prolongado) El método más común para evaluar la densidad mineral ósea (DMO) es la densitometría de rayos X de energía dual (DXA), que permite categorizar el hueso como con DMO normal, osteopenia u osteoporosis. La osteoporosis no da síntomas si no ocurre la fractura (dolor e incapacidad, pérdida de altura, cifosis y dificultad respiratoria en caso de fractura vertebral). Los principales factores predictivos de fractura son la DMO, la edad y el antecedente personal de fracturas (el antecedente de una fractura de muñeca eleva el riesgo de una nueva fractura a 10 años al 55 %, y a 20 años al 80%; el antecedente de una fractura vertebral aumenta el riesgo de padecer otra hasta en 5 veces). La herramienta digital de predicción de fractura Fracture Risk Assessment Tool (FRAX) estima el riesgo de presentar una fractura de cadera o una fractura grave (vértebra, muñeca o húmero proximal) a 10 años, teniendo en cuenta estos tres factores predictivos (edad, DMO de cadera y antecedente personal de fractura), a los que se les suma otros factores (tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, uso sistémico de glucocorticoides, peso y altura, artritis reumatoidea, otras causas de osteoporosis secundaria y antecedente parental de fractura de cadera).
En pacientes con diagnóstico de osteoporosis o con factores de riesgo, surge la necesidad de implementar medidas para la prevención de fracturas por fragilidad. En el trabajo se detallan los tratamientos no farmacológicos (dieta rica en calcio, actividad física–entrenamiento de la fuerza y del equilibrio–, reducción del consumo de alcohol o tabaco). También se destacan las medidas para prevenir las caídas, como el acondicionamiento del entorno del hogar y el uso de calzado adecuado. La suplementación con vitamina D (que favorece la absorción de calcio y la mineralización del hueso y disminuye el riesgo de caídas por su efecto a nivel muscular) se considera una intervención no farmacológica. Los tratamientos farmacológicos mencionados en el artículo incluyen agentes antirresortivos (bisfosfonatos, denosumab, moduladores selectivos de los receptores de estrógeno y terapia de reemplazo hormonal) y agentes anabólicos (análogos de la parathormona –teriparatida y abdaloparatida– y romosozumab). La indicación de tratamiento farmacológico se basa en los valores de la DMO y los factores de riesgo. Se recomienda el tratamiento en las mujeres posmenopáusicas con alguno de los siguientes criterios: osteoporosis diagnosticada por DXA; osteopenia y riesgo de fractura de cadera mayor del 3% o de cualquier fractura grave del 20% según FRAX; antecedente personal de fractura de vértebra o cadera, con cualquier valor de DMO; antecedente personal de fractura de húmero proximal, pelvis o muñeca con osteopenia; osteopenia con factores de riesgo de fractura (artritis reumatoidea activa, uso prolongado de corticoides). En síntesis, este es un trabajo que desarrolla ordenadamente el diagnóstico de osteoporosis, los factores de riesgo de fracturas por fragilidad y su prevención mediante tratamientos no farmacológicos y farmacológicos. Sin embrago, olvida, al igual que lo hacemos en la práctica diaria, la prevención primaria de la osteoporosis. Si nos acordamos de esta enfermedad recién en la menopausia, estamos llegando tarde. Con el fin de alcanzar un pico de masa ósea más elevado, deberíamos enfatizar la prevención de la osteoporosis desde la infancia y la adolescencia. En el consultorio de pediatría, mediante la recomendación de hábitos dietarios y de actividad física; en ginecología, la atención de las adolescentes y jóvenes tendría que hacer foco en el interrogatorio de hábitos nocivos, las recomendaciones nutricionales y el fomento de la actividad física. En la mujer adulta premenopáusica deberíamos estar más atentos a los antecedentes familiares y personales, los hábitos de actividad física y nutricional y el suplemento de vitamina D si correspondiera, para prevenir la osteoporosis. Todas las medidas que tiendan a disminuir la incidencia de osteoporosis estarán disminuyendo el riesgo de fracturas y de sus consecuencias físicas, familiares y sociales.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
osteoporosis, posmenopausia, bisfosfonatos, denosumab, teriparatida
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
U Amin
Institución: Our Lady's Hospital,
Manorhamilton Irlanda

Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada
Esta revisión actualiza diversos aspectos del abordaje clínico para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, incluidos la evaluación del riesgo de la paciente, el diagnóstico y las opciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173439


Comentario
Autor del comentario
Alejandra Elizalde Cremonte 
Prof. Titular Cl. Obstétrica, Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes, Argentina


Como dice el artículo: Osteoporosis en Mujeres de Edad Avanzada, la osteoporosis sigue siendo una de las causas más importantes de morbilidad severa en la postmenopausia, y asociada a las fracturas osteoporóticas, de morbimortalidad tanto en mujeres como en hombres.1 Cuando hablamos de osteoporosis, no solamente estamos determinando la densidad ósea de una zona, sino que nos encontramos ante una entidad o patología sistémica del esqueleto que se caracteriza por una deficiente masa ósea, deterioro de la microestructura del hueso y elevado riesgo de fragilidad y fractura de este.2
En el trabajo comentado, se evalúan los factores de riesgo tanto personales como familiares, e incluso hasta medioambientales considerando las osteoporosis secundarias de orden diferente al genético, pero lo que sorprende es que no evalúa
la calidad ósea de las pacientes con riesgo de osteoporosis. Está claro que la calidad ósea está dentro de lo que se considera la resistencia ósea, e incluye una serie de factores tales como el grado de remodelado, la mineralización, la microarquitectura y la geometría óseas.3
Pero lo interesante de esto, es que la calidad ósea es fundamental en cualquier mujer, aún en edad fértil, como para determinar la probabilidad de desarrollar una osteoporosis, porque la simple densidad mineral ósea (DMO), puede ser parecida en mujeres de distintas edades, pero el riesgo de fractura va a ser mayor conforme aumenta la edad de la mujer, pero si a ello sumamos una mala calidad ósea, indefectiblemente vamos a encontrarnos ante una fractura. Cuando habla de la evaluación del riesgo de fractura, se plantea casi como el standard de oro al FRAX, y nadie podría estar en desacuerdo, pero últimamente está siendo cada vez más utilizada la TBS (Trabecular Bone Score), la cual evalúa la microarquitectura trabecular. Estos estudios se complementan con los de densidad mineral ósea, y pueden visualizar mejor los riesgos de fractura ósea por osteoporosis siendo un índice que se deriva de las imágenes estándar de densitometría ósea (DXA) de la columna lumbar y proporciona información sobre el hueso subyacente independiente de la densidad mineral ósea (DMO), reflejando el estado de la microarquitectura trabecular. El TBS se ha demostrado que es un factor de riesgo independiente de fractura osteoporótica y mejora la predicción del riesgo de fractura cuando se combina con los factores clínicos de riesgo FRAX y la DMO del cuello femoral, el TBS aumentaría la capacidad de DXA para identificar a mujeres en riesgo de padecer fracturas sin tener osteoporosis densitométrica. Creo que es un dato que debiéramos tener presente, sobre todo considerando que no hablamos de un equipo diferente, sino de sumar técnicas y mediciones que hacen al método más preciso y específico.4
Con respecto a las intervenciones para reducir el riesgo de fractura, considero que hace un extenso y muy adecuado análisis tanto de los tratamientos no farmacológicos como los farmacológicos, dando un muy importante valor a la prevención, no sólo de las fracturas instalada ya la osteoporosis, sino también en la prevención antes de que la misma pueda ser una sombra, haciendo hincapié en la calidad de vida como un elemento fundamental para prevenir no solo la osteoporosis sino también la fractura futura. En cuanto a las recomendaciones para iniciar el tratamiento, no está en discusión, dado que está dentro de los consensos de osteología en diferentes países del mundo, y es muy clara la recomendación de no desatender a mujeres jóvenes con tratamientos para enfermedades donde se utilicen tratamientos por largo tiempo con corticosteroides. Concluyendo, el análisis llevado a cabo para éste artículo, es importante destacar que la prevención sigue siendo la principal cuestión a tener en cuenta con estas pacientes. El artículo resume muy bien lo escrito y publicado por la American Association of Clinical Endocrinologists y la American College of Endocrinology en su Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de la Osteoporosis Postmenopáusica5, y también con respecto a la terapia hormonal menopáusica y su relación con la prevención de la osteoporosis, a nosotros los ginecólogos, nos coloca en una muy buena posición, coincidiendo con el posicionamiento de la NAMS (North American Menopause Society), en que si bien no son lo único que va a prevenir la osteoporosis, sumados a los elementos farmacológicos y no farmacológicos, está demostrado que la terapia hormonal ha demostrado que disminuye de manera significativa el riesgo de fractura en cadera (34%), en columna vertebral (34%) y en no vertebral (23%), luego de 5 años de uso continuo de tratamiento, por lo que debe ser tenida en cuenta.6
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas
Amin U, McPartland A, O'Sullivan M, Silke C. An overview of the management of osteoporosis in the aging female population. Womens Health (Lond). 2023 Jan-Dec;19:17455057231176655. doi: 10.1177/17455057231176655. PMID: 37218715; PMCID: PMC10214060.
Peña-Ríos DH, Cisneros-Dreinhofer FA, de la PeñaRodríguez MP, García-Hernández PA, Hernández Bueno JA, Jasqui-Romano S, Mercado-Cárdenas VM, Mirassou-Ortega M, Morales-Torres J, VallejoAlmada J, Vázquez-Alanis A. Consenso de diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis en la mujer posmenopáusica mexicana. MedIntMéx2015;31:596-610.
https://www.elsevier.es/es-revista-seminarios-fundacion-espanola-reumatologia-274-articulo-que-significa-calidad-osea-13095648 Galich A.M., et al.: Score de hueso trabecular y fracturas. Actual. Osteol. 2017;13(2):96-103. 2020 Update, Endocrine Practice, Volume 26, Supplement 1, 2020, Pages 1-46. Pauline M. Camacho, Steven M. Petak, Neil Binkley, Dima L. Diab, Leslie S. Eldeiry, AzeezFarooki, Steven T. Harris, Daniel L. Hurley, Jennifer Kelly, E. Michael Lewiecki, Rachel Pessah-Pollack, Michael McClung, Sunil J. Wimalawansa, Nelson B. Watts. The NAMS Hormone Therapy Position Statment Advisory Panel. The 2022 hormone therapy position statement of The North American Menopause Society. Menopause 2022;29(7):767-794

Palabras Clave
osteoporosis, posmenopausia, bisfosfonatos, denosumab, teriparatida
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
Johannes Bitzer
Columnista Experto de SIIC
Institución: Department of Obstetrics and Gynecology, University of Basel
Basel Suiza

La realidad de los métodos anticonceptivos
Se resumen las características principales de los distintos métodos anticonceptivos en general y en situaciones clínicas particulares, y los factores que contribuyen al hecho de que, aun hoy, la tasa de embarazos no deseados siga siendo elevada.

Resumen
Se deben diferenciar los diferentes progestágenos y los distintos métodos hormonales con estrógenos y sin estrógenos; por su parte se deben identificar aquellas mujeres en las cuales el cerebro es sumamente sensible a las fluctuaciones de las hormonas esteroides y aquellas sin esta particularidad. De hecho, la elección del método anticonceptivo óptimo para cada paciente depende de factores clínicos, sociales y culturales.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/des/ensiiccompleto.php/159041


Comentario
Autor del comentario
Rosario Guevara 
Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela


El autor dela entrevista, Dr. Johannes Bitzer, brinda información completa y enriquecedora acerca de los métodos anticonceptivos; señalando todos los factores que implican y abarcan el uso de los mismos, ya sean de índole física, psicológica, social y cultural.
Es primordial, en el área de salud y la educación, concientizar, fomentar y aplicar planes informativo/psicoeducativos sobre la sexualidad. Se pretende que la persona practique su sexualidad de manera plena y gratificante, no solo con la finalidad de procrear. Sin embargo, si la sexualidad se practica sin estar consciente de la posibilidad de las enfermedades de transmisión sexual y de los embarazos no deseados, puede ser realmente contraproducente para la salud física y psicológica de la persona. Por ejemplo, los embarazos no deseados conllevan a
diversas repercusiones, una es que pueden crearse familias desestructuradas. Y, desde el punto de vista psicológico, esto implica la posibilidad de que el niño presente alteraciones de tipo emocional ante el rechazo de los padres.
En el caso de adquirir algún tipo de enfermedad sexual, se generarán cambios en el estado de salud física con las repercusiones de padecer enfermedades crónicas, las cuales tienen gran estigma y muchas veces rechazo social; afectando en gran medida en su salud mental.
El autor menciona, oportunamente, los diversos factores que intervienen ante la dificultad de lograr la planificación familiar. Considero que la planificación familiar puede, desde un punto de vista individual, permitir a la persona (antes de que tenga un hijo) disfrutar de la relación de pareja y poseer mayor estabilidad emocional y financiera. Es decir, se hayan logrado conocer, compartir en pareja, mantener una relación estable y madura; que conlleve a la capacidad y decisión de cumplir con el rol paterno para formar una familia, teniendo en cuenta los cambios que se van a producir con el nacimiento y crianza de los hijos. Para ello, se requiere no solamente el deseo, también tener una estabilidad que va desde lo psicológico/emocional hasta lo económico/habitacional. A eso se suma la cantidad de hijos que se deseen tener, así como la proyección de conformar una familia corta o extendida.
Es primordial reflexionar los efectos de tener un hijo deseado o no deseado, ya que va a tener un impacto tanto en los padres como en los hijos. En el caso del hijo, eso afectará en su vida desde la concepción hasta la adultez. Así mismo, en las relaciones y dinámicas que se establecerán entre los miembros de la familia. Por eso, es primordial divulgar la importancia de concientizar la planificación familiar, para tener una salud física y mental mucho más sana tanto individual, familiar y social.
Pero por más educación que se le trate de ofrecer a las personas, referente a los métodos anticonceptivos, existen muchos prejuicios ante los mismos. Hay personas que no tienen acceso para adquirirlos, pero hay otros aspectos que intervienen, de carácter ideológico: la receptividad y disposición que puede tener la persona, para el uso de los métodos anticonceptivos, lo cual no está ni siquiera determinado por la edad ni el nivel de instrucción que puede poseer. También el cumplimiento de los requerimientos y cuidados que implican ciertos métodos y sus efectos secundarios. Hay personas que tienen desconocimiento de los métodos existentes, de su uso y acceso a los mismos. No tienen a una persona que les informen de la existencia, adquisición y el uso pertinente.Este tipo de temas deben considerarse dentro de las necesidades de la salud pública. Es necesario concientizar la importancia de la psicoeducación dentro del área sexual, que abarca la importancia del uso de los métodos anticonceptivos, enmarcado en la salud y bienestar personal. Así se logrará obtener una mejor calidad de vida y darle más sentido a lo que implica la sexualidad y la procreación. Se pretende que al ofrecer mayor educación sexual desde edades tempranas en la escuela y hogar, se tendrán un incremento de recursos que permitan generar la concientización de ejercer el sexo seguro, establecer relaciones de pareja sanas y la planificación familiar. Sin tantos tabúes, más bien ver la sexualidad como parte importante y necesaria en la vida del ser humano, enmarcada con el disfrute y placer, pero que para ejercer la misma, haya madurez y responsabilidad.
Conocer y lograr elegir el método anticonceptivo más conveniente de acuerdo a las necesidades y expectativas de cada persona, será una gran contribución para adquirir bienestar de manera individual y en pareja.Igualmente,tener conocimiento de los posibles efectos secundarios que produce el uso del método seleccionado.Ciertamente, los factores de riesgo y beneficios son importantes, sin dejar de mencionar el costo (desde diferentes puntos de vista) en todo lo que implica el uso de los métodos anticonceptivos.
Es interesante mencionar que la edad en el uso de los métodos anticonceptivos, pueden tener una connotación relevante, por ejemplo, el adolescente desea conocer y mantener relaciones sexuales; muchas veces sin usar ningún método anticonceptivo. Por estar en esa etapa, su pensamiento es creer que no le va a pasar, a los demás son a quienes les ocurre. Situación que no es así, nadie se encuentra exento de nada.
Por lo antes mencionado, es importante diseñar, implementar y ejecutar información psicoeducativa de diversas maneras tanto en centros educativos, hospitales/clínicas, medios de comunicación, entre otras. Lo que se pretende no es solamente que se tenga acceso y se adquiera el conocimiento, sino también que se lleve a la práctica. El proceso de aprendizaje consiste en la teoría llevada a la praxis diaria. Evidentemente, uno de los grandes beneficios de confiar en el médico tratante, es que va a conllevar un alivio y mejoría desde lo físico hasta emocional. El sentir confianza y decirle las dolencias físicas, que tienen repercusión psíquica, ayudará al paciente a sentirse seguro de los tratamientos y las indicaciones que le están asignando. Es una relación que se hará presente en la prevención, diagnóstico, adherencia al tratamiento y sanación. En particular en el área de la sexualidad, que son temas cargados de muchas connotaciones simbólicas, representacionales, tabúes, prejuicios, entre otros. Es fundamental generar políticas de salud, dentro de los centros educativos, como prevención primaria, para que los niños reciban educación sexual desde edades tempranas y de acuerdo a su edad. Eso permitirá tener salud sexual, que no es solo genitalidad; y, en su adultez, lograr disfrutar de la sexualidad con responsabilidad y, dado el caso, conformar una familia con mucha más madurez. En la sexualidad interviene lo aprendido en el hogar, la familia, la escuela y el contexto social/cultural en el cual viva la persona.
En todo lo expuesto predominan las representaciones sociales que se tienen, referente a la salud, enfermedad, sexualidad, sexo y el uso de los métodos anticonceptivos, los cuales tendrán un papel fundamental en el ejercicio de la misma desde la infancia hasta la vejez. Es importante que las personas aprendan a adquirir estrategias de autocuidado desde lo físico hasta lo emocional. Tener un sexo seguro permite disfrutar de la sexualidad de manera mucho más gratificante y plena. Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
métodos anticonceptivos, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, anticonceptivos hormonales, dispositivo intrauterino con liberación de levonorgestrel, trastorno disfórico premenstrual
Especialidades
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