Informes comentados


Ep.gif Epidemiología Ep.gif
 
Informe
Resumen SIIC
LZ Rojas
Institución: Fundación Cardiovascular de Colombia,
Floridablanca Colombia

Insuficiencia Cardíaca Descompensada
Se pone de manifiesto que el uso de tratamiento médico basado en las guías reduce la mortalidad hospitalaria y las nuevas internaciones a corto plazo y que mejora la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca aguda descompensada a los 30 días del alta. La proporción de terapia de bloqueo neurohormonal cuádruple al alta hospitalaria fue considerablemente mayor que en otras cohortes internacionales.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/175750


Comentario
Autor del comentario
Daniel Victor Ortigoza(1) Pablo Spada(2)  

(1) Hospital Municipal de Morón, Buenos Aires, Argentina
(2) Hospital Municipal de Morón, Buenos Aires, Argentina


La insuficiencia cardiaca (IC) se define como un síndrome clínico caracterizado por edemas, fatiga, congestión pulmonar y disnea, que producen elevación de las presiones intracavitarias y/o un gasto cardíaco inadecuado tanto en reposo como en ejercicio, que puede corroborarse con métodos invasivos o no invasivos como la elevación del péptido natriurético.
La IC se clasifica según la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) en reducida (IC-FEr), preservada (IC-FEr), ligeramente reducida (IC-FElr) y mejorada. La modalidad de manifestación clínica puede ser lenta e insidiosa o de presentación súbita y se la divide en insuficiencia cardíaca aguda descompensada (ICAD) e insuficiencia cardíaca crónica (ICC).
La ICC, entidad que se reconoce como un cuadro clínico con cierta estabilidad en su evolución clínica, tiene una prevalencia del 1
- 2% en pacientes adultos y estas cifras se incrementan a > 10 % en pacientes luego de los 70 años. Es la causa clínica más frecuente de presentación en sala de emergencias con cifras cercanas al 45% y lo hace como ICD.
Según el resumen objetivo sobre el trabajo Decompensated heart failure in a single center of a Latin American country: findings from the first 1595 cases in the ICARUS registry, el costo anual de la ICD basados en la prevalencia oscila entre 8.500 a 25.000 dólares por paciente y por internación en países desarrollados; en Latinoamérica, Colombia, donde fue desarrollado este estudio de cohorte prospectivo, la estadía hospitalaria de internación por IC fue de 8 +/-11 días y su costo aproximado fue de 2.525 dólares estadounidenses.
El Registro Institucional de Insuficiencia Cardíaca Aguda Descompensada (ICARUS) proporciona una extensa base de datos donde se pudo extraer información sobre características epidemiológicas, factores de riesgos, presentaciones clínicas, uso de dispositivos implantables, marcapasos, cardio desfibriladores (CDI), tratamiento médico, entre otros datos. Gracias a este extenso registro, se pudo analizar una cohorte prospectiva de 1595 pacientes que se presentaron al servicio de emergencias del centro cardiovascular Floridablanca, Santander, Colombia con diagnóstico de insuficiencia cardíaca aguda (ICA). Evaluar la mortalidad hospitalaria por todas las causas, los días de estancia o estadía de internación, y luego del alta a los 30 días, donde se analizaba la mortalidad, la rehospitalización, la calidad de vida evaluada con la puntuación del cuestionario de Minnesota (MLHFQ), la terapia de trasplante cardíaco o el uso de dispositivos de asistencia ventricular mecánica. Se analizaron datos personales de pacientes mayores a 18 años como sexo, edad, nivel educativo, seguro social etc.; datos cardiológicos: FE, código internacional de enfermedades (CIE-10), clasificación de IC según la Asociación Americana del Corazón: (AHA) A, B, C, D, y según la Asociación del Corazón de Nueva York (NYHA) I, II, III, IV; índice de comorbilidad de Charlson; enfermedad de Chagas (SI/No); entre otras preguntas de escrutinio. También se realizaron numerosos parámetros de laboratorios, por ejemplo: ferremia, hemoglobina glicosilada y péptidos natriuréticos.
De igual manera, se estudiaron las escalas funcionales de Barthel, escala de depresión de Zung, escala de calidad de vida medida con el MLHFQ, entre otras valoraciones.
El seguimiento de los pacientes se realizó telefónicamente a los 3 y 30 días del alta hospitalaria.
Se analizaron los primeros 1595 pacientes de la base de datos de ICARUS que ingresaron por ICD desde junio del 2023 a septiembre del 2024. La media de edad de los pacientes fue de 68 años, 69.29% eran varones, 68.53% tenían subsidio de seguridad social. El 74.23 % era analfabeto o tenían estudios educativos primarios, el 90.72% residía en zonas rurales.
Los antecedentes médicos más frecuentes fueron: hipertensión arterial (HTA) en 56.58 %, enfermedad coronaria un 26.08%, fibrilación auricular (FA) en 24.64%, y diabetes mellitus (DBT) 24.64%.
La etiología de IC fue: isquémica necrótica del 38.31%, idiopática 24.25 %, enfermedad de Chagas 21.25% y patología de origen valvular 14.92%.
El 16.36% de los pacientes enrolados tenían un dispositivo implantable y de ellos el 8.46% un cardiodesfibrilador implantado (CDI); con respecto a la clasificación de IC, el 81.25 % se encontraba en clase C de la AHA, el 59% en clase III-IV de la NYHA y la mediana de la FEVI fue del 30% (IC-FEr).
Con respecto a los días de internación, este fue de 6 días (Q1 = 4; Q3 = 11), con una incidencia acumulada de rehospitalización a los 30 días del 8,70 % (intervalo de confianza [IC] del 95%: 7.18 – 10.40%), una incidencia acumulada de mortalidad hospitalaria del 4.33 % (IC del 95%: 3.38 – 5.44%) y una mediana de cambio en la puntuación de calidad de vida (MLHFQ) de -20 puntos (Q1 = -37; Q3 = -5), medido a los 30 días.
El registro ICARUS analizó por primera vez una extensa población latinoamericana con insuficiencia cardiaca descompensada en una sala o guardia de emergencias, gracias al cual se interpretaron datos sociodemográficos, clínicos y patrones de tratamiento.
En esta cohorte prospectiva asignada se usó tratamiento de la IC dirigido por las guías consistente en el bloqueo neuro-hormonal cuádruple (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina [IECA]; bloqueadores del receptor de angiotensina [ARA II]; inhibidores del receptor de angiotensina-neprilisina [IRNA]); antagonistas del receptor de mineralocorticoides [ARM]; inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 [iSGLT2] y betabloqueantes [BB]) , estrategia que al ingreso de los pacientes no superó el 49% y mejoró notablemente al momento del alta hospitalaria superando el 75%.
La incidencia de IC por enfermedad de Chagas en esta población fue del 21.25%, casi un 50 % mas que otros estudios poblacionales en Latinoamérica, tal vez, debido al riguroso escrutinio utilizado para el ingreso a este registro.
La mortalidad intrahospitalaria en este estudio fue baja (4.3%), en consonancia con otros estudios internacionales (OPTIMIZE-HF y ADHERE) y, referido a rehospitalización a 30 días, se observó un 8.7%, casi un 40% menos que en el estudio EVOLUTION-HF, explicadas probablemente por una alta adherencia farmacológica en este registro latinoamericano.
Para evaluar la calidad de vida en los pacientes enrolados se utilizó el score MLHFQ evidenciando una notable mejoría, ya que valores más bajos de la puntuación se correlacionan con una optimización de su bienestar. Los pacientes con ICD que reciben y adhieren a la terapia basada en las guías reducen la mortalidad intrahospitalaria, mejoran la calidad de vida y disminuyen las tasas de reinternaciones a corto plazo.
Copyright © SIIC, 2025 Bibliografía Rojas LZ, Gómez-Ochoa SA, Rodríguez JA, García-Rueda KA et al. Decompensated heart failure in a single center of a Latin American country: findings from the first 1595 cases in the ICARUS registry. Arch Cardiol Mex 95(1):42-48, 2024. doi: 10.24875/ACM.24000020. PMID: 39447249.
Copyright © SIIC, 2025

Palabras Clave
insuficiencia cardíaca, descompensación cardíaca, América Latina, mortalidad
Especialidades
C.gif   Ep.gif         AP.gif   CI.gif   EdM.gif   E.gif   EM.gif   F.gif   Ge.gif   MF.gif   Mfa.gif   MI.gif   SP.gif   T.gif   
Informe
Resumen SIIC
VJ Vera-Ponce
Institución: Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas (UNTRM),
Amazonas Perú

Prehipertensión y Presión Arterial Normal-Alta en América Latina
En el metanálisis de estudios latinoamericanos, la prevalencia combinada de prehipertensión y de presión arterial normal-alta fue elevada, de modo que más de la cuarta parte de la población adulta en la región podría tener un riesgo elevado de presentar hipertensión arterial. Se encontró una variabilidad importante entre los países.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/175797


Comentario
Autor del comentario
Daniel Piskorz 
Socio Gerente, Sanatorio Británico, Rosario, Argentina


En los últimos años se ha generado gran controversia en relación con los puntos de corte para definir hipertensión arterial (HTA) en consultorio, tanto como en la denominación de los distintos niveles de presión arterial (PA). Las guías 2023 de la European Society of Hypertension (ESH) no reconocen el concepto de prehipertensión, y consideran la categoría de presión normal alta en consultorio cuando la sistólica se encuentra entre 130 - 139 mmHg y la diastólica entre 85-89 mmHg.1 Por el contrario, las guías de la European Society of Cardiology (ESC), alineándose con las guías conjuntas del American College of Cardiology (ACC) y la American Heart Association (AHA), no aceptan el concepto de prehipertensión ni el de presión normal alta, y toman como PA
elevada cuando la sistólica se encuentra entre 120 - 139 mmHg o la diastólica 70 - 89 mmHg.2 En cambio, las guías norteamericanas categorizan la PA sistólica elevada cuando la sistólica es 120 - 129 mmHg o la diastólica mayor a 80 mmHg.3 En el continente latinoamericano, las guías de la Sociedad Latinoamericana de Hipertensión Arterial (LASH) se alinean con las de la ESH, reconociendo solo la categoría de normal alta, con los mismos valores de corte.4 En la Argentina, las guías de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), en proceso de publicación actualmente, persisten con la denominación de PA limítrofe cuando la sistólica es 130 - 139 mmHg y la diastólica 80 - 89 mmHg.5 Estas divergencias entre las sociedades científicas tienen significativas implicancias a la hora de tomar decisiones terapéuticas, por lo que no deben ser tomadas con ligereza, y son muy relevantes para la discusión del trabajo que se analizará en los próximos párrafos.
El presente comentario científico analiza el resumen del estudio de Vera Ponce y colaboradores publican el trabajo original: Prevalencia de prehipertensión y presión sanguínea normal alta en Latinoamérica: una revisión sistemática con metanálisis.6 Por lo expuesto previamente es crucial, para evitar sesgos potenciales de esta publicación, considerar minuciosamente la definición de prehipertensión y PA normal alta, en un contexto donde se reconoce que la relación entre PA arterial y riesgo cardiovascular es continua, lineal y positiva desde valores superiores a 115-75 mmHg, y que por lo tanto, los valores de corte resultan más de una convención arbitraria que de evidencias provenientes de estudios epidemiológicos.7
Los autores incluyeron estudios observacionales transversales publicados como texto completo en sujetos mayores de 18 años, considerando prehipertensión la definición del 7° Comité Nacional Conjunto de los Estados Unidos de Norteamérica (JNC7): PA sistólica 120 - 139 mmHg o diastólica 80 - 89 mmHg, e HTA normal alta siguiendo las guías europeas: PA sistólica130 - 139 mmHg y diastólica 85 - 89 mmHg.8 Por lo que se observa entonces, cierto grado de superposición entre ambas definiciones, y diferencias con lo consensuado previamente en cuanto a puntos de corte con las guías de práctica médica.
Para la extracción de la información los autores realizaron un análisis cuantitativo, determinándose el riesgo de sesgos potenciales, clasificado en bajo, alto, y no claro. Sobre un total de 1108 estudios evaluados, luego de excluir aquellos que no cumplieron los criterios de inclusión, se seleccionaron 17 artículos. De los estudios incluidos, 15 se enfocaron en evaluar la frecuencia de prehipertensión, 1 exclusivamente en la HTA normal alta, y 1 en ambas condiciones. Por lo expuesto, los resultados relacionados con la segunda de las condiciones previamente mencionadas resultan bastante débiles, aunque el estudio que incluyo significativamente más pacientes fue en esta, pero en un solo país. La edad promedio de los individuos que participaron de estos relevamientos osciló entre los 37 y los 60 años, es decir adultos jóvenes y adultos, y el género femenino estuvo representado entre el 46% y el 100% de los casos. El tamaño muestral osciló entre poco más de 100 sujetos hasta casi 276 000 individuos. Una de las limitaciones más significativa de esta revisión sistemática y metanálisis es la gran variabilidad de dispositivos utilizados para medir la PA, desde esfigmomanómetros mercuriales, pasando por los aneroides, hasta llegar a los digitales braquiales o de muñeca y la tonometría. Por lo tanto, no se pueden excluir sesgos del observador ni garantizar la precisión del instrumento de medida o garantizar la confiabilidad de los datos proporcionados. La estandarización de los procesos es esencial en cualquier práctica médica, sobre todo para la medición de la PA (para que los datos sean comparables).
La frecuencia de prehipertensión fue en promedio 28% aproximadamente, con una gran variabilidad entre los estudios; mientras que la de presión normal alta fue 19.23%. Teniendo en cuenta que el diagnóstico se estableció en una sola consulta con 2 a 3 mediciones sucesivas, es altamente probable que estas frecuencias hayan sido sobreestimadas, ya que se sabe del fenómeno de regresión a la media en sucesivas mediciones, por lo que se necesitarían aproximadamente 74 mediciones de PA en consultorio para asegurar una variación biológica del parámetro menor a 5 - 7 mmHg. Estos datos justifican la medición de la PA fuera de consultorio, debido a que, además, entre 10% y 15% de los pacientes con PA limítrofe o normal alta son en realidad pacientes con HTA oculta, sobre todo en sujetos con sobrepeso u obesidad, con diabetes, fumadores y si son de género masculino.9
Consideraciones finales
Los pacientes con valores de PA entre 130 - 139 mmHg de sistólica y 85 - 89 mmHg de diastólica, más allá de la denominación que se utilice para nombrarlos, cualquiera sea su edad o género, se convierten en el 40% a 50% de los casos en pacientes con HTA en un seguimiento a 10 años. De ahí la relevancia de hacer un seguimiento adecuado y justificar la recomendación de un estilo de vida saludable. Por otra parte, se indica con alto nivel de evidencia la medición de la PA fuera del consultorio médico, ya sea monitoreo ambulatorio de presión arterial (MAPA) o monitoreo domiciliario de la presión arterial (MDPA), ya que en realidad entre el 10% y el 15% de los individuos en estos rangos de PA son pacientes con HTA oculta, y presentan más factores de riesgo cardiovascular asociados y comorbilidades, y mayor riesgo cardiovascular.
Copyright © SIIC, 2025 Bibliografía

1 Mancia G, Kreutz R, Brunström M, Burnier M, Grassi G, Januszewicz A, y col. 2023 ESH Guidelines for the management of arterial hypertension The Task Force for the management of arterial hypertension of the European Society of Hypertension: Endorsed by the International Society of Hypertension (ISH) and the European Renal Association (ERA). J Hypertens41(12):1874-2071, 2023. doi: 10.1097/HJH.0000000000003480. Erratum in: J Hypertens42(1):194, 2024. doi: 10.1097/HJH.0000000000003621.
2 McEvoy JW, McCarthy CP, Bruno RM, Brouwers S, Canavan MD, Ceconi C, y col.ESC Scientific Document Group. 2024 ESC Guidelines for the management of elevated blood pressure and hypertension. Eur Heart J 45(38):3912-4018, 2024. doi: 10.1093/eurheartj/ehae178. Erratum in: Eur Heart J46(14):1300, 2025. doi: 10.1093/eurheartj/ehaf031.
3 Whelton PK, Carey RM, Aronow WS, Casey DE Jr, Collins KJ, Dennison Himmelfarb C y col.2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/APhA/ASH/ASPC/NMA/PCNA Guideline for the Prevention, Detection, Evaluation, and Management of High Blood Pressure in Adults: Executive Summary: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Hypertension71(6):1269-1324, 2018. doi: 10.1161/HYP.0000000000000066. Erratum in: Hypertension71(6):e136-e139, 2018. doi: 10.1161/HYP.0000000000000075. Erratum in: Hypertension72(3):e33, 2018. doi: 10.1161/HYP.0000000000000080.
4 Sánchez R, Coca A, de Salazar DIM, Alcocer L, Aristizabal D, Barbosa E y col.LASH Guidelines Task Force Steering and Writing Committee. 2024 Latin American Society of Hypertension guidelines on the management of arterial hypertension and related comorbidities in Latin America. J Hypertens43(1):1-34, 2025. doi: 10.1097/HJH.0000000000003899.
5 Vissani S, Aquieri A, Rodríguez P, Delucchi A, Schiavone M, Stisman D. Presentado en una Mesa Conjunta SAC-FAC-SAHA el viernes 25 de abril a las 13.45 h en el Salón Panamericano Norte en el marco del XXXI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial SAHA 2025 El desafío cardiorenometabólico.
6 Vera-Ponce VJ, Loayza-Castro JA, Zuzunaga-Montoya FE, Vásquez-Romero LEM, Sanchez-Tamay NM, Bustamante-Rodríguez JC y col. Prevalence of prehypertension and high normal blood pressure in Latin America: A systematic review with meta-analysis. Hipertens Riesgo VascS1889-1837(25)00026-1, 2025. doi: 10.1016/j.hipert.2025.02.001.
7 Anderson TW. Re-examination of some of the Framingham blood-pressure data. Lancet2(8100):1139-41, 1978. doi: 10.1016/s0140-6736(78)92288-2.
8 Chobanian AV, Bakris GL, Black HR, Cushman WC, Green LA, Izzo JL Jr y col. National Heart, Lung, and Blood Institute Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure; National High Blood Pressure Education Program Coordinating Committee. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure: the JNC 7 report. JAMA289(19):2560-72, 2003. doi: 10.1001/jama.289.19.2560. Erratum in: JAMA290(2):197, 2003.
9 Parati G, Bilo G, Kollias A, Pengo M, Ochoa JE, Castiglioni P y col.Blood pressure variability: methodological aspects, clinical relevance and practical indications for management - a European Society of Hypertension position paper. J Hypertens41(4):527-544, 2023. doi: 10.1097/HJH.0000000000003363

Palabras Clave
prehipertensión, presión arterial normal-alta, América Latina, prevalencia
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
JD Steinmetz
Institución: University of Washington,
Seattle EE.UU.

Prevalencia Mundial de Afecciones Clasificadas como otros Trastornos Musculoesqueléticos
Las afecciones clasificadas como otros trastornos musculoesqueléticos es una categoría heterogénea que comprende una amplia gama de trastornos de músculos, huesos, articulaciones, tejidos conectivos y ligamentos, y que tienen una prevalencia mundial elevada.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173893


Comentario
Autor del comentario
Blanca Estela Hernández Chena(1) José Ricardo Gamiz Tapia(2)  

(1) Instituto Mexicano del Seguro Social, Tamaulipas, México
(2) Instituto Mexicano del Seguro Social, Tamaulipas, México


El resumen objetivo Prevalencia Mundial de Afecciones Clasificadas como otros Trastornos Musculoesqueléticos aborda el estudio Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study (GBD) que incluye una categoría musculoesquelética residual para afecciones distintas de la osteoartritis, la artritis reumatoide, la gota, el dolor lumbar y el dolor de cuello; sumando a entidades nosológicas poco incluidas y remarcando la importancia de las manifestaciones musculoesqueléticas del lupus sistémico, artritis infecciosa y otras condiciones relacionadas a ligamentos, músculos, membrana sinovialespondilo, artropatías y dorsopatías deformantes, y osteomielitis.
El objetivo del análisis sistemático del GBD fue proporcionar estimaciones actualizadas de la prevalencia, la mortalidad y la discapacidad atribuibles a los denominados “otros trastornos musculoesqueléticos”.
A nivel mundial, 494 millones (intervalo de incertidumbre del 95% [431-564]) de personas tenían otros
trastornos musculoesqueléticos en 2020, un aumento del 123.4% (116.9-129.3) en el total de casos desde los 221 millones (192-253) de 1990 y se pronostica un aumento a 1016 millones de casos, a nivel mundial, entre el 2020 y 2050, siendo este de nuevo un aumento superior al 100% respecto al intervalo de tiempo analizado con anterioridad. Esto nos lleva a inferir un mayor impacto social al aumentar los pacientes vivos con discapacidad (AVD) y el aumento de costo por atención en el sistema de salud pública (esperando con esto un aumento adicional en presupuestos gubernamentales muchas veces no tan fácilmente otorgados), sumado al impacto psicológico denotado por una vida en discapacidad.
En el artículo se hace mención a que en el año 2020 los trastornos musculoesqueléticos fueron la segunda causa mejor clasificada de discapacidad no fatal y afectaron a más de 1630 millones de personas en todo el mundo. El estudio GBD fue realizado para identificar encuestas de salud basadas en la población, midiendo la prevalencia total de cualquier trastorno o síntoma musculoesquelético. Con resultados a nivel mundial sobre la prevalencia (todas las edades) de otros trastornos musculoesqueléticos, se estimó en 6320 (5510-7220) por cada 100 000 personas en 2020, y en 4140 (3590-4740) en 1990. Siendo casi 50% más prevalente en mujeres, sobre todo al tratarse en su mayoría por trastornos autoinmunes, teniendo pico máximo en personas de la tercera edad.
El estudio no debió realizarse en países con grupos etarios con predominancia de la tercera edad, sino más bien enfocarse en grupos más jóvenes, quienes, al ser portadores de este tipo de enfermedades crónicas, son los que aumentarán el impacto social y económico sobre las instituciones de salud pública, al necesitar atención a largo plazo.
Un resultado positivo de la pandemia viral ocurrida en 2019 fue el aumento de investigaciones en prácticamente todas las áreas de la medicina. De esta manera, prestando la atención merecida a enfermedades crónicas con gran impacto. Y fueron, precisamente, las poblaciones jóvenes las mayores supervivientes a la pandemia puesto que la mayoría de estas patologías musculoesqueléticas no corresponden un factor de riesgo elevado a la virosis pulmonar.
El enfoque bayesiano
Tiene en cuenta la perspectiva del investigador, su conocimiento del problema. No hay una única forma de elegir la distribución inicial, que condiciona los resultados de la inferencia y este hecho ha originado fuertes críticas al método bayesiano. Ello puede llevar a que distintos investigadores obtengan diferentes resultados de los mismos datos, en función de su conocimiento o experiencia previa. Para hacer frente a ellas se ha sugerido usar distribuciones no informativas al comenzar a aplicar estos métodos.
Copyright © SIIC, 2024

Palabras Clave
systemic lupus erythematosus, otros trastornos musculoesqueléticos, carga, prevalencia, lupus eritematoso sistémico, análisis sistemático
Especialidades
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Informe
Resumen SIIC
TSS Pereira
Institución: Universidad de las Américas Puebla,
Puebla México

Seguridad Alimentaria y Nutricional durante la Pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 tuvo repercusiones en la seguridad alimentaria de los hogares mexicanos. Las restricciones sanitarias modificaron la cadena de suministro de alimentos, y el acceso económico a los alimentos se redujo como consecuencia de la pérdida de empleo y la reducción de ingresos. La inseguridad alimentaria fue particularmente pronunciada en las zonas rurales.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173341


Comentario
Autor del comentario
Agustina M. Marconi 
University of Wisconsin- Madison, Madison, EE.UU.


La inseguridad alimentaria se define como la situación en la que las personas no tienen acceso suficiente a alimentos seguros, nutritivos y culturalmente adecuados para satisfacer sus necesidades dietéticas y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y saludable.1 Este problema puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de acceso físico y económico a alimentos hasta la carencia de nutrientes esenciales en la dieta diaria.2
Antes de la pandemia por COVID-19, la inseguridad alimentaria, a nivel global, era un problema persistente que afectaba a millones de personas en todo el mundo. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2019 aproximadamente 690 millones de personas sufrían de hambre crónica, lo que representaba alrededor del
8,9% de la población mundial.3
Durante la pandemia por COVID-19, la inseguridad alimentaria a nivel global experimentó un aumento significativo.4 La combinación de medidas de contención como los confinamientos y las restricciones de movimiento, junto con los impactos económicos y sociales de la crisis, exacerbaron los desafíos existentes en materia de seguridad alimentaria, especialmente en hogares de menores recursos económicos.5
Antes del COVID-19, México ya enfrentaba desafíos en términos de seguridad alimentaria, con altos índices de pobreza y desigualdad. Según datos del 2018, el 20.4% de la población mexicana experimentaba inseguridad alimentaria, siendo las zonas rurales las más afectadas.6
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 COVID-19, muestran que entre los años 2018 y 2020 hubo un aumento de la inseguridad alimentaria leve de 5.8 puntos porcentuales (de 32.8% en 2018 a 38.6% en 2020), el cual estuvo vinculado con un deterioro en la calidad y diversidad de nutrientes, como consecuencia de la falta de recursos para la compra de alimentos.7 La pérdida de empleos y la disminución de ingresos durante la pandemia exacerbaron esta situación, aumentando la inseguridad alimentaria en el país.8
El resumen objetivo Seguridad Alimentaria y Nutricional Durante la Pandemia de COVID-19 presenta evidencia en esta misma línea, destacando un incremento de la inseguridad alimentaria y cambios en el estilo de vida que favorecen dicha inseguridad.
Uno de los principales factores que contribuyeron a esta inseguridad alimentaria fue la crisis económica provocada por la pandemia, en un país como México, que ya presentaba dificultades económicas previo a esta crisis global.9,10 Siendo hogares con un bajo nivel socioeconómico y educativo son los más vulnerables, debido a la falta de acceso a servicios básicos y a la mayor dependencia de la agricultura de subsistencia.11
En resumen, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la seguridad alimentaria en México, exacerbando las condiciones de inseguridad alimentaria en el país, por lo que es necesario implementar políticas y programas que garanticen el acceso a alimentos suficientes y nutritivos para toda la población; promover la producción y consumo de alimentos locales y sostenibles, así como fortalecer los sistemas de salud y nutrición.
Copyright © SIIC, 2024 Referencias bibliográficas Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Hambre e inseguridad alimentaria: https://www.fao.org/hunger/es/ Fernández A, et al. Impacto social y económico de la malnutrición. Modelo de análisis y estudio piloto en Chile, Ecuador y México. CEPAL: https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/41247/LCTS2017-32_es.pdf FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. 2019. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019. Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía. Roma, FAO.
Mundial, Comité de Seguridad Alimentaria. "Los efectos de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición: elaboración de respuestas eficaces en materia de políticas para abordar la pandemia del hambre y la malnutrición." Doc temático del Grup Expert alto Niv 27 (2021).
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Palabras Clave
inseguridad alimentaria, nutrición, alimentación, COVID-19
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