Bajo el contexto de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado el confinamiento o cuarentena como la medida más eficaz para contener la propagación del virus, basado en epidemias anteriores ocasionadas por los virus SARS- CoV y MERS. De acuerdo con esto, la mayoría de países adoptaron medidas para el control de la propagación del virus SARS-CoV-2. Entre ellas fueron instauradas de forma indefinida y hasta que las condiciones epidemiológicas permitan la anulación de esta medida, las cuarentenas generalizadas, prohibición de realización y asistencia a eventos masivos, suspensión de eventos deportivos y actividad física recreativa, entre otros. Como esta bien descrito, el confinamiento genera varios problemas de salud, tanto físicos como psicológicos, siendo la inactividad física uno de
los principales factores de riesgopara la presentación de enfermedades cardiovasculares, obesidad, depresión, ansiedad, varios tipos de cáncer, entre otros. La actividad física para mantener y mejorar la salud debe ser vista como una política pública para la población general y debe ser abarcada desde una perspectiva integral tanto en confinamiento hasta que se retorne a condiciones relativamente normales para realizar actividad física, ejercicio y deporte (1-3).
Durante estos meses de infección por COVID-19 y de pandemia, se han observado múltiples manifestaciones clínicas, compromiso de órganos y secuelas de diferentes magnitudes a nivel pulmonar, cardiaco (miocarditis, pericarditis e incluso falla cardíaca), musculo esquelético, gastrointestinal y hepático, entre otras, por lo que se ha recomendado que los atletas que se hayan infectado con COVID-19 sean evaluados por su médico especialista en medicina del deporte, cuando sea posible para que este otorgue el permiso de retorno deportivo. Independientemente de las medidas especificas que se adopten en cada país, es claro que el ejercicio físico realizado debe de ser una práctica segura para reducir el riesgo de infección y debe resultar beneficioso para nuestra salud física y mental después de un estado de confinamiento tan duradero, por lo que, al realizar ejercicio físico, el disfrute y la sensatez, y no la ansiedad, deben de ser los objetivos fundamentales en estas etapas iniciales de la fase de desconfinamiento.
Como lo describen Salman et al (4), en el articulo de referencia, existen varias preocupaciones respecto a la etapa posterior a la enfermedad por COVID-19, como el potencial de daño cardíaco, incluida la miocarditis viral, debido a que el ejercicio en presencia de miocarditis se asocia con mayor morbilidad y mortalidad. Aun hoy se desconoce la incidencia de miocarditis en asintomáticos o con enfermedad leve a moderada aunque se ha reportado lesión del músculo cardíaco y miocarditis en pacientes con infección por este virus que han sido hospitalizados con tasas entre el 12.5% y 30% además de una deformación anormal del ventrículo izquierdo, por lo que es indispensable evaluar a los deportistas post-infección por este agente patógeno y descartar la afectación cardíaca. Debido a la compleja fisiopatología que trae aparejada esta infección, no se debe dejar de lado la posibilidad de desarrollar otros cuadros clínicos como trastornos de la coagulación, trombosis venosa y eventual tromboembolismo pulmonar, más allá de las potenciales complicaciones miocárdicas ya mencionadas (4,8).
Estudios de resonancia magnética nuclear cardíaca en deportistas con una media de edad de 19 años infectados por COVID-19 con síntomas leves a moderados han evidenciado inflamación del miocardio después de la recuperación de la enfermedad por COVID-19, hallazgos que deben ser replicados en un número mayor de deportistas, para determinar su riesgo de desarrollar arritmias u otras complicaciones que podrían a ser fatales (5).
De acuerdo con lo anterior, la reanudación de la actividad física debe realizarse una vez se hayan establecido los diferentes niveles de riesgo y diseñado estrategias para el control de dicha actividad en intensidad y tiempo, dependiendo si las personas post- COVID presentaron síntomas leves o moderados. De esta manera se ha descrito que estos individuos pueden hacer ejercicio después de al menos siete días sin síntomas y comenzar con por lo menos dos semanas de esfuerzo mínimo, para ir aumentando en tiempo e intensidad de manera paulatina, por lo que Salman et al, recomiendan tener en cuenta la aptitud física de la persona antes de la enfermedad y adaptar la orientación, evaluando mediante exámenes físicos y psicológicos si estos pacientes (deportistas) pueden iniciar su programa de actividad física de manera segura. Los deportistas con síntomas leves o moderados que cursan la enfermedad en aislamiento domiciliario, y persisten con síntomas por la infección por COVID-19, requieren estudios y estratificación del riesgo de complicaciones por la infección activa, previo a considerar la evaluación al retorno deportivo. Completados estos estudios y con los hallazgos diagnósticos post infección por COVID-19, es posible considerar su retorno a su práctica deportiva o seguimiento de las complicaciones presentadas de acuerdo a los diagnósticos y las recomendaciones que estén implementadas en cada país (4, 5, 9).
De acuerdo con la Sociedad Argentina de Cardiología y Federación Argentina de Cardiología, la lesión cardíaca, valorada por la troponina de alta sensibilidad, es un marcador de lesión, daño miocárdico y miocarditis en los pacientes hospitalizados por COVID-19 y se asocia con un mayor riesgo de mortalidad hospitalaria, prueba que deben ser incorporada dentro del examen físico y pruebas de diagnostico para la valoración de las complicaciones miocárdicas que podrían sufrir deportistas después de la infección por COVID-19 (5).
Finalmente, si bien es cierto que la actividad física es siempre recomendable para tener una buena calidad de vida, en pacientes sean o no deportistas, que hayan tenido COVID-19, esta debe ser monitoreada y programada de manera tal que prime la seguridad física y emocional. El seguimiento para el oportuno diagnóstico de complicaciones y secuelas por el COVID debe llevarse a cabo de manera rigurosa y periódica y se debe concientizar a los pacientes de informar sobre cualquier síntoma por insignificante que les parezca pues con el desconocimiento sobre los mecanismos de acción de este virus, esa información podría ser relevante y salvar vidas.
Referencias
1. Kalazich Rosales C, Valderrama Erazo P, Flández Valderrama J, Burboa González J, HumeresTerneus Dl, Urbina Stagno R, et al. Orientaciones Deporte y COVID-19: Recomendaciones sobre el retorno a la actividad física y deportes de niños niñas y adolescentes. Rev. chil.pediatr. [Internet]. 2020; 91(7): 75-90. Disponible en:
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062020000700075&lng=es. http://dx.doi.org/10.32641/rchped.vi91i7.2782.
2. Yáñez F, Radice F, Moran M, et al. Propuesta de protocolo para regreso a la actividad deportiva en el fútbol. Documento oficial de la Comisión Médica de ANFP. (2020) http://anfpfotos.cl/notas/Propuesta_Protocolo_ANFP_Abril_2020_2.pdf.
3. Blair SN. Physicalinactivity: thebiggestpublichealthproblem of the 21st century. British Journal of Sports Medicine, 2009;43:1-2.
4. Salman D, Vishnubala D, Le Feuvre P, Beaney T, Korgaonkar J, Majeed A, McGregor AH.Returningtophysicalactivityafter covid-19. BMJ, 2021;372:m4721. http://dx.doi.org/10.1136/bmj.m4721.
5. Sociedad Argentina de Cardiología y Federación Argentina de Cardiología. Evaluación previa al retorno a la actividad física en deportistas post infección por COVID-19. Disponible en: https://www.sac.org.ar/institucional/evaluacion-previa-al-retorno-a-la-actividad-fisica-en-deportistas-post-infeccion-por-covid-19/. Acceso Febrero 8 de 2021.
6. Gupta A, Madhavan MV, Sehgal K, etal. Extrapulmonarymanifestations of COVID-19. NatMed, 2020;26:1017-32. doi: 10.1038/s41591-020-0968-3 pmid: 32651579
7. Ackermann M, Verleden SE, Kuehnel M, etal. Pulmonary vascular endothelialitis, thrombosis, and angiogenesis in Covid-19. N Engl J Med, 2020;383:120-8.
doi: 10.1056/NEJMoa2015432 pmid: 32437596
8. Bompard F, Monnier H, Saab I, etal. Pulmonaryembolism in patientswith COVID-19 pneumonia. EurRespir J, 2020;56:2001365. doi: 10.1183/13993003.01365-2020 pmid: 32398297.
9. UniversitatOberta de Catalunya. Recomendaciones para volver a hacer actividad física en la calle. Disponible en: https://cienciasdelasalud.blogs.uoc.edu/recomendaciones-para-volver-hacer-actividad-fisica-en-calle-covid/