Informe
Autor del informe original
E Lurbe
Institución: Universitat de València,
Valencia España

Comorbilidades Asociadas con la Obesidad Infantil
Se describen las enfermedades clásicas y emergentes asociadas a la obesidad, así como las complicaciones de procedimientos que requieren maniobras invasivas. El reconocimiento de las consecuencias asociadas a la obesidad infantil es de vital importancia no solo durante el periodo infantil, sino también su proyección a la vida adulta.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/175161

Comentario
Autor del informe
Mariel Alejandra Gabe 
Fundadora líderLicenciada en nutrición pediátrica, Fundadora líder, Nutrición Infanto Juvenil, Salud infantil, Buenos Aires, Argentina


La obesidad infantil representa una de las principales amenazas para la salud pública global. El resumen objetivo del trabajo “Comorbilidades asociadas con la obesidad infantil" de Herrera y Lurbe, publicado en Anales de Pediatría, ofrece una revisión integral de las comorbilidades asociadas a esta condición, aportando una perspectiva holística que resulta especialmente relevante para el abordaje interdisciplinario, en el cual el papel de los profesionales que trabajan con niños desempeña un punto central. En las últimas décadas, el crecimiento económico y la expansión de la industria alimentaria han promovido un mayor consumo de dietas con alta densidad energética y elevado contenido de grasas saturadas, acompañado de un estilo de vida cada vez más sedentario. A este escenario se suman las alteraciones en los
depósitos y en la función del tejido adiposo, que afectan la secreción de adipoquinas, proteínas bioactivas con funciones metabólicas e inflamatorias. Entre ellas, la proteína estimuladora de acilación (ASP), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), la interleucina-6 (IL-6), la resistina y la leptina se asocian con un aumento del estado proinflamatorio y con la resistencia a la insulina, mientras que la adiponectina, con efectos antiinflamatorios y sensibilizadores de la insulina, tiende a disminuir. Asimismo, moléculas como el angiotensinógeno y el inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1) impactan en la regulación de la presión arterial (PA) y la función vascular. Este desequilibrio entre adipoquinas pro y antiinflamatorias genera inflamación crónica de bajo grado, resistencia a la insulina, aterosclerosis y otras complicaciones microvasculares. En consecuencia, el incremento de la obesidad infantil, cada vez más frecuente en edades tempranas y en formas graves, obliga a replantear el paradigma de atención en niños y adolescentes.1
Las guías argentinas más recientes recomiendan el cribado precoz de alteraciones metabólicas, lipidómicas, deficiencia de vitamina D, hipertensión arterial (HTA) y esteatohepatitis no alcohólica entre otras comorbilidades.2
En Argentina, las guías de práctica clínica para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la obesidad de la Sociedad Argentina de Pediatría (2024) reportan que más del 41% de los niños y adolescentes de 5 a 17 años presentan exceso de peso, de los cuales más del 20% corresponde a obesidad. Estas guías recomiendan un abordaje diagnóstico integral que incluya antropometría (índice de masa muscular [IMC], percentilos, circunferencia de cintura), antecedentes familiares y clínicos. Asimismo, enfatizan la necesidad de intervenciones interdisciplinarias centradas en cambios en el estilo de vida, con participación de la familia y seguimiento sostenido en el tiempo.3
Aunque el artículo de Herrera y Lurbe enfatiza las complicaciones respiratorias asociadas con la obesidad infantil, en particular el síndrome de apnea-hipopnea del sueño y sus repercusiones sobre el crecimiento, el rendimiento académico y el estado de ánimo, otros trabajos, como el de López-Galisteo et al., destacan además una mayor prevalencia de asma en esta población.2 En el ámbito psicosocial, la obesidad infantil se asocia con baja autoestima, trastornos del estado de ánimo y exclusión social. Estas consecuencias, aunque menos visibles, son profundamente incapacitantes. Como nutricionista, considero que la educación nutricional debe incorporar herramientas de comunicación empática, promoción de la imagen corporal positiva y trabajo con las familias para generar entornos alimentarios saludables y emocionalmente seguros. En esta misma línea, el consenso multidisciplinar publicado en la Revista Española de Nutrición Comunitaria resalta la necesidad de diseñar estrategias específicas para la prevención y el tratamiento de la obesidad infantil. El documento enfatiza la importancia del diagnóstico precoz y de planes de intervención inter y transdisciplinarios, destacando que la complejidad de esta problemática exige la participación coordinada de distintos profesionales de la salud.4
En conclusión, el artículo de Herrera y Lurbe constituye una contribución significativa al conocimiento clínico sobre la obesidad infantil, ya que integra múltiples dimensiones de sus comorbilidades y aporta una visión amplia de sus implicancias. Para el profesional de la salud que trabaja en pediatría, este enfoque multidisciplinario no solo representa una oportunidad para fortalecer su papel en la prevención, diagnóstico y tratamiento de esta condición, sino también un llamado a la acción para implementar estrategias sostenibles, individualizadas y culturalmente adaptadas. Asimismo, es necesario resaltar la importancia de promover intervenciones basadas en evidencia científica, centradas en el paciente y su familia, que incluyan la educación nutricional, la promoción de hábitos de vida saludables y el acompañamiento psicosocial, con el fin de mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes afectados y reducir el impacto de esta problemática en la salud pública. Finalmente, resulta esencial continuar trabajando en esta línea, consolidando los esfuerzos ya iniciados en el ámbito clínico y comunitario, y articulando la práctica asistencial con la investigación y las políticas públicas para enfrentar de manera integral el desafío de la obesidad infantil.
Copyright © SIIC, 2025

Referencias bibliográficas
1 Herrera R, Lurbe E. A holistic perspective of the comorbidities in childhood obesity. An Pediatr (Engl Ed) 101(5):344-350, 2024.
2 López-Galisteo JP et al. Prevalence and risk factors associated with different comorbidities in obese children and adolescents. Endocrinología, Diabetes y Nutrición 69(8):566–575, 2022.
3 Sociedad Argentina de Pediatría. Guías de práctica clínica para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la obesidad. Actualización 2024. Arch Argent Pediatr. 123(4):e1-e27, 2025. Disponible en: https://www.sap.org.ar/docs/publicaciones/archivosarg/2025/v123n4a01.pdf 4 García-Solano M, et al. Consenso multidisciplinar sobre la prevención y abordaje de la obesidad infantil. Rev Esp Nutr Comunitaria 29(2):1-15, 2023. Disponible en: https://www.renc.es/imagenes/auxiliar/files/RENC-D-22-0026.pdf

Palabras Clave
obesidad, niños, adolescentes, anestesia, comorbilidades
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
J Ambroszkiewicz
Institución: Institute of Mother and Child,
Varsovia Polonia

Marcadores Inflamatorios en Niños con Alergia a la Leche de Vaca Tratados con Dieta Libre de Leche de Vaca
En niños con alergia a la leche de vaca, la utilización de dietas estrictas libres de leche de vaca, aunque asociadas con la resolución de los síntomas, no anula por completo la inflamación inducida por la alergia. Por lo tanto, estos pacientes parecen persistir con inflamación de bajo grado. La valoración de marcadores inflamatorios específicos podría ser de utilidad para monitorizar la eficacia del tratamiento.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/166860

Comentario
Autor del informe
Mariel Alejandra Gabe 
Fundadora líderLicenciada en nutrición pediátrica, Fundadora líder, Nutrición Infanto Juvenil, Salud infantil, Buenos Aires, Argentina


En el tratamiento de la APLV (Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca) se utiliza una dieta de exclusión estricta. En niños amamantados, es la madre quien debe eliminar de su alimentación alimentos con leche de vaca o sus derivados. En niños quienes consumen fórmula láctea, se debe indicar una fórmula extensamente hidrolizada de proteínas de suero y/o caseína. En caso de que esta no sea tolerada o se produzcan manifestaciones graves, conviene indicar una fórmula de aminoácidos.
En mi rol de licenciada en nutrición, observo que en esta dieta solamente se suele poner énfasis en los alimentos que hay que eliminar y en los que están permitidos, sin mencionar alimentos que podrían participar del mecanismo de inflamación. Esto me parece importante,
ya que de acuerdo al estudio Valoración de marcadores inflamatorios en niños con alergia a la leche de vaca tratados con dieta libre de leche de vaca, bajo la autoría de Ambroszkiewicz J, Gajawska J, Chelchowska M, Rowicka G, a pesar de realizar la dieta correctamente no se anula la inflamación provocada por la alergia. Debido a esto, me permito cuestionarme si no es necesario apuntar a recomendar, dentro de los alimentos permitidos, el consumo diario de alimentos antiinflamatorios. Los fitoquímicos presentes en los alimentos, se comportan como mensajeros intracelulares, a través de la formación de metabolitos activos. Estos activan o inhiben la expresión de genes involucrados en los procesos inflamatorios. Las familias de los principales fitoquímicos con propiedades antiinflamatorias son los carotenoides, compuestos fenólicos, alcaloides, compuestos nitrogenados y órganosulfurados.
La dieta mediterránea sería el estilo de alimentación que cumpliría con este requerimiento. La misma es rica en vegetales, legumbres, frutos frescos y secos, cereales, alimentos bajos en grasas saturadas, aceite de oliva y pescado, principalmente. Por otro lado, me cuestiono si sería pertinente indicar aumento en el consumo de omega 3, ya sea a través de un suplemento o de los alimentos, teniendo en cuenta que, según la revisión publicada en el año 2021: Beneficial Outcomes of Omega-6 and Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acidson Human Health: An Updatefor 2021, tanto el ácido eicosapentaenoico (EPA) como el ácido docosahexaenoico (DHA) tienen efecto antiinflamatorio. Varios estudios muestran una relación inversa entre el estado de EPA y DHA y los marcadores sanguíneos de inflamación, como la proteína C reactiva y algunas citoquinas, como IL-6. Esta última también asociada con la inflamación producida por la APLV. Por todo esto, considero que se debería hacer hincapié en que la madre lactante consuma estos alimentos, ya que se ha comprobado que la alimentación de la madre influye en la composición de la leche materna, principalmente cuando hablamos de la naturaleza de la grasa ingerida, ya que está relacionada con la composición de ácidos grasos de la leche y, dado que la síntesis endógena de DHA es baja, es necesario un aporte materno adecuado, además de eliminar los indicados para la APLV.
Considero que, en el caso de los lactantes alimentados con fórmulas lácteas, habría que estudiar si sería posible el aumento de la fortificación con omega 3 u otros nutrientes que pudieran participar del mecanismo inflamatorio. También, me parecería adecuado que en niños que ya comenzaron la alimentación complementaria se pudieran recomendar alimentos con propiedades antiinflamatorias, además de restringir los correspondientes a los de la APLV.
Bibliografía consultada: Caballero-Gutiérrez Lidia, Gonzáles Gustavo F. Alimentos con efecto anti-inflamatorio. Acta méd. peruana  [Internet]. 2016  Ene [citado  2022  Jul  05] ;  33( 1 ): 50-64. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1728-59172016000100009&lng=es.
Djuricic I, Calder PC. Beneficial Outcomes of Omega-6 and Omega-3 PolyunsaturatedFattyAcidson Human Health: AnUpdatefor 2021. Nutrients. 2021 Jul 15;13(7):2421. doi: 10.3390/nu13072421. PMID: 34371930; PMCID: PMC8308533.
Martínez García Rosa María, Jiménez Ortega Ana Isabel, Peral-Suárez África, Bermejo Laura M, Rodríguez-Rodríguez Elena. Importancia de la nutrición durante el embarazo. Impacto en la composición de la leche materna. Nutrición Hosp. [Internet]. 2020 [citado el 5 de julio de 2022] ; 37 (spe2): 38-42. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112020000600009&lng=es. Epub 28-dic-2020. https://dx.doi.org/10.20960/nh.03355.

Palabras Clave
marcadores inflamatorios, niños, alergia a la leche de vaca, dieta libre de leche de vaca
Especialidades
A.gif   P.gif        AP.gif   Bq.gif   DL.gif   EdM.gif   Ep.gif   In.gif   Nu.gif   
Informe
Autor del informe original
BO Asvol
Institución: Norwegian University of Science and Technology,
Trondheim Noruega

Sedentarismo y Propensión a Presentar Diabetes: Efecto del Ejercicio Físico y la Obesidad
La conducta sedentaria que implica permanecer sentado durante intervalos extensos, puede determinar, en personas que no realizan actividad física, un aumento en la propensión a experimentar diabetes.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/155163

Comentario
Autor del informe
Mariel Alejandra Gabe 
Fundadora líderLicenciada en nutrición pediátrica, Fundadora líder, Nutrición Infanto Juvenil, Salud infantil, Buenos Aires, Argentina


La Federación Internacional de Diabetes (IDF, por su sigla en inglés), define tres tipos de diabetes: diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional. Esta última tiene lugar durante la gestación y puede desaparecer luego del parto. Sin embargo, las mujeres afectadas y sus hijos tienen riesgo aumentado de padecer diabetes tipo 2 más adelante en su vida.
La diabetes mellitus tipo 1 no puede ser prevenida, los desencadenantes ambientales que se cree que generan el proceso que resulta en la destrucción de las células productoras de insulina del cuerpo aún están bajo investigación. Sin embargo, en la diabetes mellitus tipo 2 juegan un papel muy importante los factores medioambientales, como el consumo de alimentos no saludables y la adopción de conductas inactivas y hábitos
sedentarios. Existen tres pilares fundamentales en el tratamiento de esta última: La alimentación, la medicación y el ejercicio físico, según indica la IDF. Respecto de este último aspecto, me parece interesante el artículo de Asvol y colaboradores, ya que busca encontrar la correlación directa que hay entre la diabetes y el tiempo de sedentarismo, dándole relevancia a la necesidad de realizar actividad física, debido a que, según se observa en la práctica diaria y según refiere la IDF, sus beneficios están subvalorados. En una revisión sistemática sobre control glucémico a través del ejercicio físico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, realizada por Quílez Llopis y Reig García-Galbisse, publicada en la revista Nutrición Hospitalaria en 2015, se llega a la conclusión de que es necesaria la prescripción de un entrenamiento estructurado, con una frecuencia, volumen e intensidad determinados para lograr beneficios en el control glucémico. Puntualmente, plantea que se deben realizar 150 minutos de entrenamiento semanal, con un intervalo no mayor de 48 horas entre sesiones, para lograr un control glucémico adecuado. Sin embargo, el artículo de Asvol y su grupo no se refiere a la actividad física como necesariamente estructurada, pero sí concluye que la conducta sedentaria puede ocasionar, en personas que no realizan ejercicio físico, un aumento en la propensión a presentar diabetes tipo 2. Por otro lado, en un artículo de investigación publicado en 2017 en Revista Médica de Chile, titulado “El sedentarismo se asocia a un incremento de factores de riesgo cardiovascular y metabólicos independiente de los niveles de actividad física”, se realizó un estudio observacional analítico de corte transversal que utilizó información del proyecto GENADIO (Genes, Ambiente, Diabetes y Obesidad) realizado entre 2009 y 2011, en Chile, que evaluó la prevalencia de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos principales de este estudio indican que el efecto del sedentarismo sobre los factores de riesgo cardiometabólicos es independiente de la situación sociodemográfica, del índice de masa corporal (IMC), de la actividad física y de la alimentación. El efecto del sedentarismo sobre estos factores no tendría relación con el aumento de la ingesta calórica, sino con un gasto energético reducido. Por otra parte, este estudio sugiere que los individuos que presentan mayor tiempo de sedentarismo no presentan patrones alimentarios distintos de aquellos con menor tiempo y concluye que altos niveles de sedentarismo tienen un efecto nocivo sobre factores de riesgo cardiovascular y metabólicos, los cuales están asociados con la obesidad. Por lo tanto, luego de analizar estos estudios, me parece de suma importancia advertir sobre la necesidad de la actividad física, definida según la Organización Mundial de la Salud como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía, abarcando actividades como formas de transporte activas, juego, trabajo, actividades domésticas, más allá del ejercicio físico que incluye una rutina planificada, programada y estructurada. Ya que suele suceder que las personas no advierten sobre la importancia de mantener una vida activa y desconocen que, a pesar de realizar ejercicio físico, si el tiempo que invierten de manera sedentaria es largo, pueden contrarrestar los efectos benéficos del ejercicio físico. Por otro lado, es importante dar a conocer la influencia que tiene el sedentarismo y la costumbre de realizar actividades pasivas diarias sobre el aumento de la glucemia, la insulina y el riesgo de presentar diabetes mellitus tipo 2, así como de otras enfermedades cardiometabólicas, más allá de remarcar la importancia de mantener una alimentación saludable. Sin embargo, por todo lo ya expuesto y porque suele verse con frecuencia en las consultas médico nutricionales, se debe hacer hincapié en que la alimentación saludable no debe ser la única variable a considerar para la prevención de estos trastornos metabólicos. Considero que debe categorizarse de la misma manera que el tiempo de sedentarismo y actividad física. Copyright © SIIC, 2019

Palabras Clave
sedentarismo, diabetes tipo 2, estudio HUNT, propensión a presentar diabetes, actividad física
Especialidades
DB.gif   Nu.gif        AP.gif   Bq.gif   DL.gif   EM.gif   Ep.gif   MD.gif   MF.gif   MI.gif   SP.gif   
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