
Las personas con cáncer que recibieron atención de farmacéuticos en una clínica de manejo y educación para la diabetes lograron un significativo mejor control glucémico de la enfermedad.
El estudio publicado por la revista en Diabetes Spectrum * reveló que los pacientes tratados e la clínica experimentaron con paso del tiempo notables mejoras en sus niveles de glucosa en sangre, beneficio que subraya el papel fundamental que los farmacéuticos pueden desempeñar en el apoyo al grupo de alto riesgo.
Los farmacéuticos pueden subsanar una importante deficiencia en la atención médica al ayudar a los pacientes a controlar mejor su nivel de azúcar en sangre durante el tratamiento del cáncer, y en especial en las situaciones extremas de fluctuación.
La hiperglucemia es una complicación frecuente y a menudo infradiagnosticada en personas con cáncer. Alrededor de uno de cada cinco pacientes con cáncer también padece diabetes, y las terapias oncológicas como la quimioterapia, la inmunoterapia y los corticosteroides pueden elevar aún más el nivel de azúcar en sangre. Por su parte, el control deficiente de la glucosa puede debilitar el sistema inmunitario, aumentar el riesgo de infecciones e incluso reducir la eficacia del tratamiento oncológico. Sin embargo, a pesar de los riesgos, pocos estudios han analizado la mejor manera de controlar el azúcar en sangre en esta población, ni tuvieron en cuenta el papel que podrían desempeñar los farmacéuticos.
Con la inteción de abordar la brecha, 79 adultos con cáncer y diabetes fueron trasladados a la Clínica de Manejo y Educación de la Diabetes (DMEC) de la universidad de San Diego, EEUU., entre 2019 y 2024. La institución cuenta con farmacéuticos que brindan atención individualizada para la diabetes; el programa de trabajo no solo incluye educación, también contempla la posibilidad de ajustar medicaciones y efectuar un seguimiento continuo por medio de visitas tanto presenciales como virtuales de telesalud.
Resultados positivos
Durante los cuatro años del estudio, los pacientes con cáncer que recibieron atención dirigida por farmacéuticos experimentaron mejoras significativas y sostenidas en el control de la glucemia a los tres, seis y nueve meses. Los datos de quienes utilizaron monitores continuos de glucosa también mostraron que los pacientes pasaban más tiempo dentro de un rango saludable y experimentaban menos fluctuaciones.
El promedio de hemoglobina A1c de los pacientes, indicativo del control glucémico a largo plazo, disminuyó aproximadamente un punto porcentual entre los tres y los nueve meses posteriores a los ingresos individuales en el programa. En promedio, los pacientes tuvieron poco más de dos consultas programadas con un farmacéutico del DMEC y más de seis contactos de seguimiento.
Las mejoras alcanzadas en pocas visitas y por seguimiento remoto, evidencian resultados alentadores, indicativos de la eficacia y proyección de las intervenciones dirigidas por farmacéuticos, consideración importante dada la cantidad en aumento de personas que viven con cáncer y diabetes.
Si bien investigaciones previas demostraron que los farmacéuticos pueden mejorar el control de la glucemia en personas con diabetes tipo 2, el estudio es uno de los primeros que evalúa su impacto específico en pacientes con cáncer. Los autores señalan que el control de la glucemia en el grupo presentó desafíos únicos, puesto que los diversos tratamientos oncológicos existentes pueden provocar fluctuaciones importantes en los niveles de glucosa. En algunos casos, la reducida fiabilidad de la hemoglobina A1c debido a la anemia relacionada con el cáncer, hace que la monitorización continua de la glucosa sea especialmente valiosa para el control en tiempo real.
Los hallazgos también resaltan la necesidad de una atención más integrada entre los equipos de oncología y diabetes. En el estudio, la mayoría de los pacientes fueron derivados al DMEC desde clínicas de oncología o de atención primaria, a menudo semanas después de comenzar el tratamiento oncológico. Los autores sugieren que la derivación temprana o la integración directa de farmacéuticos especializados en diabetes en las clínicas de oncología mejoraría todavía más los resultados.
Los farmacéuticos, remarca el estudio, aportan una experiencia única al equipo asistencial por contar con la formación necesaria para optimizar regímenes de medicación complejos, interpretar datos de glucosa y brindar orientación práctica y diaria a los pacientes. La colaboración estrecha con los profesonales de oncología permitiría intervenciones más rápidas y mejor continuidad asistencial.
Los autores reconocen que su estudio retrospectivo al no haber incluido un grupo de control requiere investigación adicional para confirmar los resultados y medir otros desenlaces importantes, como las visitas a urgencias, las hospitalizaciones, las tasas de infección y los retrasos en el tratamiento. Respecto a los próximos estudios, recomiendan evaluar los desenlaces del cáncer a largo plazo, incluyendo la recurrencia y la supervivencia.
El control de la glucemia, como parte del problema, tiene repercusiones en la salud general del paciente y en su tratamiento oncológico. El objetivo del programa es garantizar que ningún paciente quede desatendido simplemente porque sus equipos de atención médica están concentrados en otras afecciones. Los farmacéuticos se encuentran en una posición ideal para ayudar a subsanar la deficiencia.
* Diabetes Spectrum
Evaluation of a Pharmacist-Led Diabetes Management and Education Clinic on Glycemic Outcomes in Patients With Cancer
Christina Louise Mnatzaganian; Mark Bounthavong; Cassandra Gehring; Lindsay MacLachlan; Panteha Kelly; Ila M. Saunders
30 de octubre, 2025
https://doi.org/10.2337/ds25-0059
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