
La proporción relativa de neumoconiosis respecto al total de enfermedades ocupacionales disminuyó de manera sostenida entre 1983 y 2023, en contraste con el aumento absoluto de los casos registrados; la divergencia, según los autores, sería el resultado de la persistente exposición laboral a polvos minerales.
La revista Archivos de Prevención de Riesgos Laborales * - APRL publica el trabajo que analiza la incidencia y evolución temporal de los casos de neumoconiosis de origen laboral registrados en México durante el periodo 1983–2023. La investigación persigue el objetivo de identificar los patrones epidemiológicos que permitan fortalecer los sistemas de vigilancia en salud ocupacional y orientar estrategias preventivas.APRL es el órgano de difusión científica de la Societat Catalana de Salut Laboral y de la Asociación Española de Higiene Industrial; publica trabajos relacionados con la prevención de riesgos laborales y la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores desde todos sus ámbitos, incluyendo la Medicina del Trabajo, la Higiene Industrial, la Seguridad, la Ergonomía, la Enfermería del Trabajo, la Psicosociología del Trabajo y el Derecho del Trabajo.
La neumoconiosis agrupa enfermedades pulmonares intersticiales, con inflamación crónica y fibrosis, ocupacionales por la inhalación prolongada de polvo mineral. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la neumoconiosis implica la acumulación en los pulmones de polvo inorgánico. Las variantes de la afección incluyen silicosis, beriliosis, siderosis, silicatosis y neumoconiosis del carbón, siendo la silicosis la más común.
Las enfermedades laborales registran alrededor de 3 millones de muertes por año, según la OIT, de las cuales aproximadamente 4.775 corresponden a neumoconiosis atribuibles a la exposición ocupacional a polvo, gases y humos. La prevalencia mundial de la enfermedad se estima entre 0.8% y 6.02%, y entre 1990 y 2019, su incidencia mundial aumentó un 61,5%, con mayores concentraciones de casos en China, India y Estados Unidos.
El incremento observado entre 2020 y 2022 en el total de enfermedades ocupacionales coincide con la pandemia por COVID-19 que provocó una sobrecarga en los sistemas de registro y una reorientación de la vigilancia hacia enfermedades infecciosas. El fenómeno pudo haber influido en la reducción proporcional de enfermedades crónicas como la neumoconiosis situación que los autores consideran al interpretar las nuevas tendencias.
La concentración sostenida de casos en hombres señalada por el trabajo refleja su mayor participación en ocupaciones de riesgo, pese al leve incremento observado en mujeres. El hallazgo resalta la necesidad de mejorar el enfoque de género en la vigilancia de salud ocupacional.
Carga para la salud pública
El estudio confirma que la neumoconiosis continúa siendo una carga significativa para la salud pública ocupacional, con consecuencias funcionales, sociales y económicas relevantes.
La falta de desagregación por tipo específico de neumoconiosis y por ocupación limita el análisis, razón por la cual los autores recomiendan que las futuras investigaciones los incluyan.
Los indicadores proporcionales y absolutos también ocupan un lugar preponderante en la comprensión integral de las enfermedades ocupacionales, especialmente en contextos de cambio epidemiológico como el que generó la pandemia. Fortalecer la vigilancia, la prevención y la regulación en sectores de alto riesgo sigue siendo prioritario para proteger la salud respiratoria de la población trabajadora de México.
Materiales y métodos
El estudio descriptivo y retrospectivo, que evalúa la proporción anual de casos de neumoconiosis en relación con el total de enfermedades ocupacionales registradas durante el periodo 1983–2023.
El diseño permitió examinar la evolución relativa de la enfermedad en México a lo largo de cuatro décadas, identificando patrones de comportamiento, variabilidad proporcional y posibles factores asociados a su distribución.
La naturaleza retrospectiva del estudio recurrió a registros administrativos institucionales agregados,que permitieron una evaluación integral sin intervención directa. Aportó los datos manipulados por la investigación el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), institución principal de seguridad social en México, encargada de la atención médica, la protección social y la prevención de riesgos laborales para los trabajadores afiliados.
El análisis abarcó desde el año 1983 hasta 2023, correspondiente a la última Memoria Estadística del IMSS disponible al momento del estudio. Por ello, los resultados presentados reflejan el panorama más actualizado sobre la neumoconiosis en México con base en fuentes oficiales.
Las variables consideradas para el análisis fueron el número anual de casos de neumoconiosis, el total nacional de enfermedades de trabajo registradas por el IMSS y, cuando estuvo disponible, distribución de casos por sexo (2010–2023), con el fin de identificar tendencias proporcionales y diferencias epidemiológicas, así como contextualizar la carga de la enfermedad respecto al conjunto de patologías laborales.
El indicador proporcional utilizado para medir la carga relativa de la enfermedad calculó el porcentaje anual de casos de neumoconiosis respecto al total de enfermedades de trabajo registradas por el IMSS, dividiendo el número de casos de neumoconiosis entre el total de enfermedades ocupacionales reportadas por año para luego multiplicarlo por 100.
El enfoque permitió analizar la morbilidad proporcional de la neumoconiosis como reflejo de su peso relativo dentro del conjunto de enfermedades laborales, condición de especial valor en estudios de tendencia.
Datos relevados
Entre 1983–2023 ocurrieron 515.858 casos nuevos de enfermedades laborales en México, de los cuales 38.962 correspondieron a neumoconiosis, con elevada morbilidad proporcional durante la década de 1980 y principios de los años noventa. Los picos acontecieron en 1985 (56,9%), 1986 (48,2%) y 1991 (48,3%).
A partir de 1993 comenzó una reducción significativa por debajo de 1.000 casos en la mayoría de los años hasta 2008. Entre 2009 y 2011 se registró un nuevo incremento, con 648 casos en 2009 (15,8%), 641 en 2010 (18,5%) y 792 en 2011 (19,3%).
En el periodo de 2015 a 2019, los casos anuales se mantuvieron por encima de los 1.000, alcanzando un máximo de 1.165 en 2018 (7,7%), seguido de una disminución en 2020 a 526 (0,4%). A continuación, los reportes indicaron 952, 1.031 y 829, correspondientes a 2021-2022-2023, respectivamente.
El comportamiento especificado muestra una tendencia descendente sostenida en los últimos años en coexistencia con el incremento general del total de enfermedades de trabajo durante 2020.
Evaluación de resultados
El análisis de los registros del IMSS de 1983 a 2023 revela una disminución sostenida en la proporción de casos de neumoconiosis respecto al total de enfermedades ocupacionales reconocidas, especialmente en su incidencia absoluta, y no tanto en la reducción real.
La distinción es crítica para la interpretación epidemiológica, indicando una alta exposición histórica a agentes causantes. Mientras que en términos relativos la carga de la enfermedad disminuyó del 15,1% en 1983 al 4,5 % en 2023, en números absolutos los casos aumentaron de 317 a 829, lo que representa un incremento del 161,8 %. La aparente contradicción puede atribuirse a un aumento más marcado en la notificación de otras patologías ocupacionales en los últimos años, particularmente tras el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia, sin que ello implique necesariamente una reducción real en la exposición a polvos fibrogénicos.
La disminución proporcional observada puede reflejar avances normativos e institucionales en materia de salud ocupacional, incluida la modificación de la Tabla de Enfermedades de Trabajo en 2023, que reconoció de forma más específica las neumoconiosis según el agente causal. No obstante, el incremento absoluto de casos indica que las exposiciones laborales a partículas respirables continúan siendo relevantes, especialmente en sectores como minería, manufactura y construcción. Dado que el estudio no estableció un grupo comparativo con otras enfermedades ocupacionales, no puede afirmarse que la disminución relativa de la neumoconiosis se deba exclusivamente a una mayor notificación de otras entidades. Sin embargo, el aumento global en el número de enfermedades ocupacionales registradas sugiere una expansión diagnóstica que podría explicar la reducción porcentual observada. Durante el periodo 2020–2023, se observó una disminución notable en la morbilidad proporcional de la neumoconiosis, que descendió hasta 0.44% en 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia por COVID-19. El comportamiento coincidió con la emergencia sanitaria, instancia en que se notificaron más de 119.000 enfermedades ocupacionales en un solo año.
La situación probablemente se asoció a la reconfiguración de las prioridades epidemiológicas y al reconocimiento masivo de enfermedades infecciosas como riesgos de trabajo, con posible subregistro o infraidentificación de enfermedades crónicas como la neumoconiosis debido a la reasignación de recursos al control de la pandemia. A su vez, el aumento abrupto de notificaciones de enfermedades respiratorias agudas relacionadas con COVID-19 pudo afectar la proporción relativa de otras patologías respiratorias de origen laboral, lo que exige precaución al interpretar las tendencias recientes y justifica la necesidad de análisis específicos en periodos de contingencia sanitaria. En 2021, las enfermedades respiratorias incluyendo COVID-19, representaron el 30% de las defunciones en México, de las cuales 37 correspondieron a neumoconiosis (0.03/100,000 habitantes). Aunque baja en proporción, la mortalidad señalada refleja un problema prevenible asociado a la exposición laboral crónica a polvos minerales.
Respecto al perfil ocupacional y de género, se observó una concentración histórica de casos en trabajadores varones (96–99 %), especialmente en ocupaciones de alto riesgo como minería o cantería, evidenciando una exposición predominante de este grupo a los factores de riesgo ocupacionales. En 2012, el 86 % de los hombres diagnosticados con neumoconiosis eran mineros o canteros, mientras que entre las mujeres esta proporción fue del 53 %.
Destaca que en 2013 se alcanzó el mayor porcentaje de casos femeninos (4% del total), de posible atribución a un cambio en la composición de la fuerza laboral o a una mejora en la detección de casos en mujeres, tradicionalmente subregistradas en ocupaciones de riesgo. El hallazgo subraya la importancia de incorporar un enfoque de género en la vigilancia epidemiológica de enfermedades ocupacionales.
La enfermedad en otros países
Al comparar con otros países, México presenta patrones mixtos con disminución proporcional sostenida que contrasta con el incremento absoluto registrado, por ejemplo, en China, donde en 2019 se notificaron 136.800 casos nuevos.
México guarda similitudes con Brasil, que ha reportado un aumento de muertes por neumoconiosis a pesar de la reducción en hospitalizaciones, especialmente en los estados con elevada actividad minera.
En Australia, se ha descrito una transición epidemiológica, con descenso de muertes por silicosis pero aumento progresivo de muertes por asbestosis, probablemente relacionado con la latencia prolongada y mejoras en los registros.
En Estados Unidos, la incidencia anual entre 2009 y 2019 disminuyó el 7 %, pero con prevalencia acumulada alta, atribuida en más del 70 % a la asbestosis. El comportamiento se estaría replicando en México, aunque la confirmación sería imposible de corroborar en las bases de datos consultadas debido a la falta de desagregación por tipo específico de neumoconiosis.
Consecuencias de la enfermedad
Pese a los avances normativos, en México el subregistro de casos y el diagnóstico en fases avanzadas siguen siendo desafíos importantes para la vigilancia epidemiológica, especialmente en regiones con menor cobertura de salud laboral. Además, las consecuencias clínicas de la enfermedad -insuficiencia respiratoria crónica, invalidez permanente y muerte- continúan representando una carga funcional y económica considerable para los sistemas de salud y la seguridad social.
El alto porcentaje de casos que derivan en incapacidad permanente refleja no solo la gravedad de la enfermedad, sino también el retraso diagnóstico, lo que refuerza la necesidad de implementar estrategias de detección oportuna.
Limitaciones reconocidas
El presente análisis basado en registros agregados sin diferenciación por tipo específico de neumoconiosis reconoce una limitación para el análisis más detallado. Futuras investigaciones deberían incorporarlos para conocer mejor la evolución de formas específicas como silicosis, asbestosis o neumoconiosis del carbón. Asimismo, los autores consideran necesario profundizar el análisis de incidencia ajustada por sexo y grupo ocupacional, tarea que se vio limitada debido a la falta de desagregación completa en los registros disponibles.
Aclaran también que el tipo descriptivo implementado en el estudio obedeció a que las bases de datos consultadas no incluyen de forma consistente la población trabajadora asegurada por sexo, factor que impide calcular tasas específicas de incidencia por género. Los mayores detalles de años recientes permitirían identificar brechas de género y ocupaciones de mayor vulnerabilidad.
Otra limitación relevante se relaciona con la ausencia de datos provenientes de trabajadores no pertenecientes al sistema formal de seguridad social del país, carencia que probablemente conduce a una subestimación de la carga real de la neumoconiosis y otras enfermedades respiratorias de origen ocupacional. La exclusión, además de distorsionar la magnitud epidemiológica nacional, traslada el costo sanitario y social provocado por las enfermedades al sistema público de salud, en vez de ser asumido por las industrias responsables de la exposición.
Fortalezas del estudio
Los hallazgos del estudio permiten afirmar que la neumoconiosis no ha desaparecido de México ni está en vías de eliminación. Su persistencia en cifras absolutas, su concentración en sectores estructuralmente vulnerables y su evolución divergente en comparación con otras patologías laborales reafirman la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica, el diagnóstico oportuno, la intervención preventiva y la mejora de las condiciones laborales en ocupaciones de alto riesgo.
* Archivos de Prevención de Riesgos Laborales
Tendencia e incidencia acumulada de la neumoconiosis en México (1983-2023): Cambios en la carga de la enfermedad a lo largo de cuatro décadas
Yaocihuatl Castañeda Borrayo1, Maria Cristina Hernández Rodríguez2, Armida Rubio Alba3
15 de octubre, 2025
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_serial&pid=1578-2549&lng=es&nrm=iso
Filiación de las autoras/es:
1- Unidad de Medicina Familiar 53, Salud en el Trabajo, Occidente Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada Jalisco, Instituto Mexicano del Seguro Social, Jalisco, México.
2- Hospital General Regional 46, Coordinación clínica de Salud en el Trabajo, Occidente Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada Jalisco, Instituto Mexicano del Seguro Social
3- Unidad de Medicina Familiar 53, Departamento de Epidemiologia, Occidente Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada Jalisco
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