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Cuestionan el uso de betabloqueantes en los pacientes que sufrieron un infarto de miocardio no complicado y que mantienen intacta la contracción del corazón
Agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC); Madrid, España, 2 Septiembre 2025

El doctor Valentín Fuster -investigador senior del ensayo clínico REBOOT, director general del CNIC y presidente del Mount Sinai Fuster Heart Hospital de EEUU- considera que REBOOT “cambiará todas las guías clínicas internacionales y se une a otros grandes ensayos...”

Los resultados del estudio fueron dados a conocer en dos artículos publicados simultáneamente en las revistas The New England Journal of Medicine 1 y The Lancet 2, además de ser presentados en una sesión en línea del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), celebrado en Madrid, España, entre los días días 29 de agosto y 1 de septiembre.
ESC Congress 2025 CNIC
El ensayo REBOOT, coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España, en colaboración con el Instituto Mario Negri de Milán, Italia, contó con la participación altruista de medio millar de investigadores y 109 hospitales de ambos países que aportaron 8.505 pacientes a la investigación.

Detalles de REBOOT 
Los participantes del ensayo, asignados aleatoriamente a recibir o no betabloqueantes tras el alta hospitalaria, recibieron en su totalidad el tratamiento estándar actual con seguimiento durante un período medio de casi cuatro años. Los resultados no mostraron diferencias significativas en las tasas de mortalidad, reinfarto o ingreso por insuficiencia cardiaca entre ambos grupos.
Aunque se trata de medicamentos generalmente seguros, los betabloqueantes pueden provocar efectos secundarios como fatiga, bradicardia (frecuencia cardíaca baja) o disfunción sexual. 

Opïniones de los especialistas
El Dr. Valentín Fuster declaró a la agencia de CNIC * que REBOOT “cambiará todas las guías clínicas internacionales y se une a otros grandes ensayos {...] como el estudio SECURE con la polipíldora y el DapaTAVI, que implica la inhibición de SGLT2 en asociación con el TAVI, que ya han transformado el abordaje de las enfermedades cardiovasculares en todo el mundo”.

El comunicado de la institución española también destaca la opinión del Dr. Borja Ibáñez, investigador principal del estudio, director científico del CNIC: “REBOOT va a cambiar el tratamiento en estos casos en todo el mundo, ya que hasta ahora más de un 80% de los pacientes con este tipo de infarto no complicado son dados de alta con tratamiento con betabloqueantes”, quien respecto a los resultados, agrega "representan uno de los avances más significativos en la estrategia terapéutica del infarto agudo de miocardio en las últimas décadas”.

Después de un infarto, la función contráctil del corazón puede deteriorarse de forma significativa (fracción de eyección del ventrículo izquierdo inferior al 40%), reducirse moderadamente (entre el 40% y el 50%) o mantenerse conservada (por encima del 50%).
En la actualidad, alrededor del 70% de los pacientes sobreviven al infarto con la función cardíaca conservada; alrededor del 20% presenta una función moderadamente reducida y un 10%, una disfunción claramente marcada.
CNIC precisa que el estudio REBOOT "incluyó a los dos primeros grupos, ya que no existían evidencias claras sobre los beneficios de los betabloqueantes en este tipo de pacientes. Si bien los resultados del ensayo no mostraron beneficios significativos del tratamiento en la población general del estudio, sí se observó un posible efecto positivo en el subgrupo con función contráctil moderadamente reducida. Sin embargo, este subgrupo constituía una proporción relativamente pequeña de la población del estudio, y el reducido tamaño de la muestra impidió al equipo extraer conclusiones firmes sobre este subgrupo."
Para abordar la cuestión, los investigadores realizaron un metaanálisis conjunto con otros ensayos clínicos más reducidos que también incluían pacientes con estas características. Los resultados, publicados en The Lancet, confirmaron que los betabloqueantes reducen de manera significativa el riesgo de muerte, infarto recurrente o insuficiencia cardíaca sólo en pacientes postinfarto con función contráctil cardíaca moderadamente reducida.

Xavier Rosselló, investigador del CNIC, uno de los líderes del ensayo REBOOT y del meta-análisis, explica que los  "dos trabajos conjuntos demuestran de manera contundente que los pacientes post-infarto con función contráctil normal (fracción de eyección por encima del 50%) no se benefician del tratamiento con beta-bloqueantes, mientras que aquellos con alteración moderada o mayor (fracción de eyección por debajo del 50%) sí obtienen beneficio”
Borja Ibáñez, también investigador principal del meta-análisis, añade que los hallazgos "serán la base para el tratamiento futuro del infarto de miocardio y provocarán un cambio radical en las guías de práctica clínica”.

Incidencia europea
Cada año, más de 2 millones de personas sufren un infarto en Europa, unos 70.000 en España. Hasta ahora, más del 80% de los pacientes eran dados de alta con un tratamiento con betabloqueantes, práctica que REBOOT pone en cuestión. 

Tras un infarto de miocardio, los pacientes suelen recibir múltiples fármacos, lo que dificulta la adherencia al tratamiento, explica el Dr. Ibáñez: “Los betabloqueantes se incorporaron desde el inicio al tratamiento estándar del infarto porque, en su momento, disminuyeron significativamente la mortalidad. Su beneficio se atribuía a su capacidad para reducir el consumo de oxígeno del corazón y prevenir arritmias. Sin embargo, las terapias actuales han evolucionado radicalmente: ahora se realiza sistemáticamente la apertura de las arterias coronarias ocluidas durante el infarto, lo que ha minimizado considerablemente las complicaciones graves como las arritmias. En este nuevo contexto, donde el daño cardíaco es menor, se cuestiona si los betabloqueantes siguen siendo necesarios. Aunque es común testar nuevos medicamentos, es inusual investigar si pueden retirarse fármacos tradicionales como estos”.
El escenario descripto contribuye a la gestación de REBOOT-CNIC, según explica Ibañez: “surgió con la intención de mejorar el tratamiento del infarto con criterios científicos sólidos y sin sesgos comerciales. Estos resultados permitirán simplificar y optimizar los tratamientos, mitigar los efectos adversos y mejorar la calidad de vida de miles de pacientes cada año”

El comunicado especifica que REBOOT ha sido completamente independiente de la industria farmacéutica.
El ensayo obtuvo financiación del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), afiliado al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.



1- The New England Journal of Medicine
Beta-blockers after myocardial infarction in patients without heart failure
Rosselló, X., Prescott, E., Kristensen, A. M., Ibanez, B., et al. (2025)
https://doi.org/10.1056/NEJMoa2505985

2- The Lancet
Beta-blockers after myocardial infarction with mildly reduced ejection fraction: An individual patient data meta-analysis of randomised controlled trials
Rosselló, X., Prescott, E., Kristensen, A. M., Ibanez, B., et al. (2025)
https://doi.org/10.1016/S0140-6736(25)01592-2


* CNIC
NEJM & The Lancet: El ensayo REBOOT, liderado por el CNIC, modifica una práctica médica vigente desde hace más de 40 años en el manejo del infarto
30 de agosto, 2025

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