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La suspensión del tratamiento anticoagulante oral después de una ablación de la fibrilación auricular reduciría riesgos perjudiciales
Agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC); Seúl, Corea del Sur, 1 Septiembre 2025

La interrupción del anticoagulante oral en pacientes sin recurrencia de arritmia auricular después de una ablación con catéter por fibrilación auricular (FA), se asoció con un menor riesgo de evento cerebrovascular, embolia sistémica o hemorragia mayor en comparación con la continuidad del tratamiento.
Los autores atribuyen el resultado a una reducción de los eventos hemorrágicos mayores, con mantenimiento de la incidencia de complicaciones isquémicas.

El ensayo ALONE-AF que publica la revista Journal of the American Medical Association - JAMA * compara la interrupción o continuación del tratamiento anticoagulante oral directo en pacientes sin recurrencia de FA  durante al menos un año después de la ablación.
El informe se presentó simultáneamente en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) celebrado entre los días 29 de agosto y 1 de septiembre de 2025. 

La FA es un tipo común de arritmia que se caracteriza por un ritmo cardíaco irregular y anormal que puede aumentar el riesgo de evento cerebrovascular y tromboembolia. La ablación permite la anulación de las secciones del tejido cardíaco causantes de los latidos anormales.

Diseño del ensayo
El estudio clínico aleatorizado, multicéntrico y abierto llevado a cabo en 18 centros de Corea del Sur incluyó pacientes con antecedentes de FA sometidos a ablación con catéter.
El reclutamiento de los participantes comprendió individuos con riesgo intermedio o alto de tromboembolia sin recurrencia de arritmia auricular durante al menos un año posterior a la ablación. La población resultante fue de 840 pacientes con edad media de 64 años, de los cuales 25% eran mujeres.

La recurrencia de arritmia auricular se definió como cualquier episodio documentado de 30 segundos o más de duración para FA, aleteo auricular o taquicardia auricular, evaluado después de la ablación mediante al menos dos sesiones de 24 a 72 horas de monitorización Holter y electrocardiográfica (ECG). 
Los pacientes fueron aleatorizados 1:1 para recibir o no anticoagulante oral (ACO) directo. Los pacientes aleatorizados del grupo de ACO recibieron dosis estándar de apixabán, rivaroxabán o edoxabán, salvo que se aplicaran los criterios de reducción de dosis establecidos.
El criterio principal de valoración de eventos clínicos adversos netos correspondió a la combinación de ictus, embolia sistémica y hemorragia mayor a los 24 meses.

Resultados vistos
A los 24 meses, el uso de ACO se asoció con un mayor riesgo de eventos clínicos adversos netos que la ausencia de ACO (2,2% frente a 0,3%; diferencia absoluta -1,9%; intervalo de confianza del 95% [IC] -3,5 a -0,3; log-rank p = 0,024). 
Los autores no observaron entre los grupos con y sin ACO (0,8 % frente a 0,3 %, respectivamente) una diferencia significativa en la incidencia de ictus isquémico ni de embolia sistémica a los 24 meses. Sin embargo, advirtieron una hemorragia mayor en el 1,4 % de los pacientes del grupo ACO y en el 0 % del grupo sin ACO (diferencia absoluta: -1,4 %).

Recomendaciones establecidas
Con la intención de reducir el riesgo de ictus o tromboembolia, la anticoagulación oral (ACO) es recomendada a todos los pacientes durante los los dos meses posteriores a la ablación de la FA. A continuación, las guías aconsejan la continuación del tratamiento según el riesgo de ictus de cada persona. Por esta causa, el estudio advierte que muchos pacientes con ablación exitosa de FA y factores de riesgo de ictus, continúan tomando ACO de por vida, pese a la falta de ensayos aleatorizados que evidencien la necesidad de administrarlos.
Los autores afirman que su ensayo aleatorizado es el primero en señalar que la no prescripción de ACO resultó en un menor riesgo de eventos perjudiciales en comparación con quienes sí lo recibieron.

Limitaciones
Entre las limitaciones del estudio, los autores reconocen en primer lugar que el diseño abierto conlleva un riesgo de sesgo por notificación y verificación; sin embargo, aclaran haberlo minimizado al contar con un comité de adjudicación independiente que evaluó la totalidad de los eventos.
Informan después que el número total de eventos fue menor de lo previsto y la proporción de pacientes con alto riesgo de evento cerebrovascular pudo ser relativamente pequeña para detectar una posible desventaja de suspender la anticoagulación. 

 

* JAMA
Long-Term Anticoagulation Discontinuation After Catheter Ablation for Atrial Fibrillation. The ALONE-AF Randomized Clinical Trial
Daehoon Kim,Jaemin Shim, Eue-Keun Choi, et al
31 de agosto, 2025
doi: 10.1001/jama.2025.14679

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