La pérdida de peso inesperada (PPI) acompañada por síntomas clínicos con resultados de laboratorio permite identificar los casos prioritarios de riesgo significativo de cáncer.
La publicación corregida de la revista British Medical Journal * actualiza el valor predictivo de la PPI como posible indicador de cáncer atendiendo factores como la edad, el género, hábitos de consumo, síntomas concurrentes y resultados de pruebas de laboratorio.
El artículo representa la versión retractada que la misma fuente publicó el 13 de agosto de 2020:
[Retracted: Prioritising primary care patients with unexpected weight loss for cancer investigation: diagnostic accuracy study. doi: 10.1136/bmj.m2651].
Los autores identificaron un sesgo de selección en el artículo anterior, lo que significó que ciertos pacientes fueran excluidos del estudio porque sus registros médicos contenían un código que no estaba asociado con PPI. Sin embargo, se consideró que tiempo después algunos podrían haber incluido un código de PPI y cáncer, razón por la cual el primer estudio había subestimado la prevalencia de cáncer en los que asistían a atención primaria, situación que podía alterar los resultados y mensajes clave oportunamente publicados.
El 25 de marzo de 2024, la revista BMJ dió a conocer su preocupación:
“Los autores del artículo identificaron recientemente un error en el enfoque de la investigación...
“La rectificación daría como resultado la inclusión sustancial de más pacientes. El reanálisis cambia los resultados y mensajes clave del estudio; corrige una subestimación de la probabilidad de cáncer para algunos hombres y un grupo más grande de mujeres."
La editorial aclaró entonces que “está trabajando con los autores para revisar una nueva versión del artículo y determinar qué acción posterior a la publicación es adecuada en este caso” y anticipa que “proporcionará una actualización cuando nuestra evaluación haya concluido”.
Diseño del trabajo
La precisión diagnóstica del estudio utilizó registros médicos electrónicos recopilados en atención primaria de manera rutinaria para establecer el valor predictivo de la PPI para el cáncer.
Para identificar las neoplasias malignas que podrían priorizarse para una investigación adicional después de la derivación, los autores consideraron el valor predictivo del cáncer en general y por su ubicación
La investigación incluyó 326 240 adultos mayores de 18 años con registros de PPI; excluyó aquellos con antecedentes de cáncer o tratamientos recientes para la reducción de peso, como por ejemplo la cirugía bariátrica.
El análisis abarcó dos décadas abarcó métricas de precisión diagnóstica como valores predictivos positivos y razones de probabilidad,) con el fin de identificar patrones clínicos que orientaran de mejor manera la toma de decisiones en atención primaria.
Hallazgos principales
Luego de evaluar el impacto de la PPI en el diagnóstico de cáncer durante los seis meses posteriores a la detección inicial del síntoma, el estudio encontró que el 4,8% de los pacientes con PPI fueron diagnosticados con cáncer en los seis meses siguientes.
El riesgo más elevado en hombres mayores de 50 años, mujeres de 60 o más y en pacientes de menor edad con síntomas asociados.
Los signos clínicos relevantes identificados correspondieron a masas pélvicas y masas rectales en en mujeres y hombres, respectivamente, ambos con razones de probabilidad de alta significación.
En cuanto a las pruebas de laboratorio, los autores encontraron asociaciones consistentes entre ciertos resultados anormales, como niveles bajos de albúmina y aumento en el recuento de plaquetas, con mayor riesgo de cáncer. Sin embargo, también destacan la insuficiencia de los resultados normales de laboratorio para descartar por completo la presencia de cáncer, subrayando la importancia de contemplar un enfoque diagnóstico integral.
Implicancias clínicas
En los fumadores de 50 años o más y en todos los pacientes con manifestaciones clínicas como síntomas y signos o resultados anormales en análisis de sangre simples, la probabilidad de cáncer no diagnosticado aumenta por encima del 3%.
La masa abdominal, el dolor abdominal, la pérdida de apetito, la anemia ferropénica, ictericia y linfadenopatía, tentre otros, constituyen características distintivas tanto en hombres como en mujeres. La disfagia, hemoptisis y dolor torácico no cardíaco en hombres; mientras en mujeres, el dolor de espalda, cambios en el hábito intestinal, la dispepsia y tromboembolia venosa.
Los resultados anormales de los análisis de sangre de ambos géneros se identifican con niveles bajos de albúmina y elevados de recuento de glóbulos blancos, calcio, plaquetas y marcadores inflamatorios.
La ausencia de características clínicas individuales en los tres meses anteriores y hasta un mes después de la fecha índice, o la presencia de análisis de sangre normales individuales en tal período de tiempo, no descarta con seguridad el cáncer en pacientes con PPI.
Los hallazgos enfatizan la necesidad de priorizar las investigaciones diagnósticas en pacientes con PPI, particularmente en grupos de riesgo. Aunque pueda ser causada por múltiples condiciones, recomiendan evitar la subestimación del síntoma en hombres y mujeres mayores de 50 y 60 años, respectivamente, o pacientes más jóvenes con síntomas concurrentes.
Además, la coexistencia en los análisis de sangre de manifestaciones inespecíficas con anomalías, destaca la complejidad del manejo clínico, refuerza la importancia de una evaluación sistemática para evitar retrasos diagnósticos.
Limitaciones y próximos pasos
Los autores reconocen ciertas limitaciones como haber usado datos retrospectivos que podrían haber introducido sesgos de selección y la calidad de los registros clínicos posibles de variar entre prácticas médicas.
Si bien el estudio aporta evidencia valiosa, aclaran que representa la versión corregida de un análisis previo, cuya actualización mejoró la precisión de los resultados e identificó a un mayor número de pacientes en riesgo.
Según señala el trabajo, la PPI debe ser considerada en poblaciones específicas un síntoma de alarma de cáncer, especialmente en hombres mayores de 50 años, mujeres mayores de 60 años y pacientes más jóvenes con manifestaciones clínicas.
La incorporación de las evidencias en guías de prácticas clínicas mejoraría la detección precoz y optimizaría el manejo del cáncer en el ámbito de la atención primaria con el aporte de beneficio tanto a pacientes como a los sistemas de salud.
Al finalizar, los autores recomiendan que los próximos ensayos exploren no solo la aplicación de los hallazgos en diferentes sistemas de salud, sino también cómo optimizar las estrategias de triaje para reducir estudios invasivos innecesarios sin comprometer la detección temprana del cáncer.
* British Medical Journal
Prioritising primary care patients with unexpected weight loss for cancer investigation: diagnostic accuracy study (update)
Brian D Nicholson 1, Pradeep Virdee 1, Paul Aveyard 1, Sarah J Price 2, F D Richard Hobbs 1, Constantinos Koshiaris 1, Willie Hamilton 2
16 de octubre, 2024
https://doi.org/10.1136/bmj-2024-080199)
Filiación de los autores:
1- Nuffield Department of Primary Care Health Sciences, University of Oxford, Oxford, Reino Unido
2- Medical School, University of Exeter, Exeter, Reino Unido
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