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Los beneficios y perjuicios de la mamografía de mama informados previamente generan respuestas diversas en las mujeres
Annals of Internal Medicine; Aurora, Colorado, EE.UU., 3 Agosto 2024

La ayuda para la toma de decisiones respecto a la detección mamográfica del cáncer de mama influyó en las preferencias de las mujeres que participaron de una encuesta que midió la incidencia de la información previa en la ejecución del estudio.

Algunas mujeres de entre 40 y 49 años eligieron posponer la mamografía hasta una edad más avanzada, especialmente después de ser informadas de los beneficios y daños de la detección. 

La encuesta publicada en la revista Annals of Internal Medicine * investiga las preferencias de detección del cáncer de mama entre mujeres de 39 a 49 años de edad.

Las participantes que deseaban retrasar la detección argumentaban un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama que quienes preferían hacer la prueba a su edad actual.
Muchas de ellas manifestaron sorpresa con los informes lque describián los beneficios y daños de la mamografía.

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por sus sigles en inglés) actualizó su recomendación respecto a que la mamografía pase de ser una herramienta de toma de decisiones informada a una mamografía cada dos años para mujeres de 40 a 49 años. 

Para comprender las preferencias de detección del cáncer de mama de este grupo demográfico, se realizó una encuesta nacional basada en probabilidades en que participaron 495 mujeres de 39 a 49 años sin antecedentes de cáncer de mama ni la mutación conocida del gen BRCA1/2 .

Las encuestadas recibieron ayuda para la toma de decisiones (TD) consistente en información que describía los beneficios, daños de la detección y la manera de personalizar la estimación del riesgo de cáncer de mama.

Antes de ver la TD, el 27 % de las participantes prefería retrasar la prueba de detección, en lugar de hacerse una mamografía a su edad actual; las que optaron por hacerlo posteriormente  fueron el 38,5 %.
El porcentaje que prefería no hacerse nunca una mamografía fue pequeño y se mantuvo estable (5,4 % antes de la TD frente a 4,3 % después). 
Las participantes que prefirieron retrasarla manifestaron un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama que aquellas que prefirieron no retrasarlo.
La información sobre el sobrediagnóstico sorprendió al 37,4% de las participantes, frente a solo el 27,2% de la correspondiente a los resultados falsos positivos y 22,9% de la referida a los beneficios de la detección.

El USPSTF respalda la elección informada y la toma de decisiones compartida en todos los niveles de sus recomendaciones, pero la falta de lenguaje que promueva la elección en la propia directriz puede crear confusión entre los médicos.
La principal duda de los profesionales recae en la necesidad de analizar tanto los beneficios como los daños de las pruebas de detección con las pacientes o, en cambio, proporcionarles solo información que maximice la aceptación de las pruebas de detección.

Los resultados de la encuesta mostraron que la mayoría de las participantes preferían hacerse una mamografía a su edad actual, tanto antes (67,6%) como después (57,2%) de la intervención de TD.
Sin embargo, una proporción sustancial prefería retrasar la prueba de detección y un número significativo cambió sus preferencias después de la TD. 

Antes de la evaluación de riesgo, el 8,5% prefería esperar hasta los 50 años para hacerse la prueba, en comparación con el 18,0% después de la evaluación de riesgo.
La información completa proporcionada en la evaluación de riesgo influyó en las preferencias de los participantes, factor que resalta la importancia de la toma de decisiones informada en las prácticas de detección.

Fundamentación de las preferencias
Un total de 401 participantes explicó por qué eligieron la prueba de detección.
Las mujeres que preferían hacerse la prueba a su edad actual mencionaron con frecuencia el seguimiento de un plan preexistente o la recomendación de un médico, la priorización de la detección temprana o la supervivencia o que tenían antecedentes familiares de cáncer. Por el contrario, las que preferían retrasar la prueba de detección tenían más probabilidades de mencionar la falta de antecedentes familiares de cáncer de mama, un menor riesgo de cáncer de mama y preocupaciones por el sobrediagnóstico y los resultados falsos positivos.

Las electoras de la detección a su edad actual tenían puntuaciones de riesgo del modelo de Gail ligeramente más altas respecto a las deseaban retrasar la prueba de detección hasta que fueran mayores, tanto antes como después de la TD.
La información referida al sobrediagnóstico se calificó como más sorprendente y novedosa en comparación con la información sobre los beneficios de la prueba de detección y los resultados falsos positivos.

Los autores/as del estudio concluyen que el USPSTF respalda tanto la elección informada como la toma de decisiones compartida en todos los niveles de sus recomendaciones, pero aclaran que aún falta la explicación promotora de la elección informada en la propia directriz.
La carencia pendiente de resolución según ños autores puede crear confusión entre los médicos en la evaluación de los beneficios y daños de las pruebas de detección o, en cambio, proporcionar solo información que maximice la aceptación de las pruebas de detección.


* Annals of Internal Medicine
Mammography Screening Preferences Among Screening-Eligible Women in Their 40s: A National U.S. Survey
Laura D. Scherer,, Carmen L. Lewis, Jolyn Hersch, Joseph N. Cappella, Channing Tate, Brad Morse,  Kelly Arnett, Heather L. Smyth
16 de julio, 2024
https://doi.org/10.7326/M23-3325
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