La medición de la concentración de sodio intrínseco presente en los antimicrobianos permitiría evaluar los riesgos y beneficios de cualquier ajuste necesario con el fin de garantizar la seguridad de los pacientes y la efectividad del tratamiento.
El trabajo publicado en la Revista Chilena de infectología * considera esencial conocer la cantidad de sodio presente en los antimicrobianos parenterales disponibles, con el fin de ayudar al médico clínico en la adecuación de las cantidades que corresponda según sean pacientes con falla cardíaca, renal, cirrosis descompensada o ventilación mecánica.
Destacan los autores que el uso racional de los antimicrobianos podría servir para restringir su prescripción cuando estos no sean estrictamente necesarios.
Descripción del problema
Un 22% de los tratamientos antimicrobianos utilizados para el manejo de las infecciones hospitalarias en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de Lima, Perú, superaban el requerimiento de sodio diario recomendado, lo que podría agregar un riesgo adicional a pacientes con restricciones para el aporte de este electrolito.
Los antimicrobianos son esenciales para el tratamiento de las infecciones nosocomiales. Muchos contienen sodio para mejorar la solubilidad, la estabilidad y la absorción del principio activo. Por esta razón, es esencial conocer su contenido de sodio y el volumen que se administra a pacientes con restricciones al aporte, como los que padecen insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica y ascitis, entre otras afecciones.
En tales casos el aporte de los medicamentos debería incluirse en el cálculo del balance hídrico y la carga de sodio, afirman los autores, porque de no hacer los controles y ajustes necesarios, podrían experimentar una sobrecarga de este electrolito.
Metodología de trabajo
Para evaluar el contenido de sodio de los antimicrobianos parenterales, los investigadores identificaron todos los antimicrobianos parenterales disponibles en el Departamento de Farmacia del Hospital.
La base de datos DailyMed les permitió acceder a la Farmacopea Estadounidense (USP) que incluye las fichas técnicas de los productos farmacéuticos y en particular la cantidad de sodio intrínseco de cada uno de ellos. Luego calcularon la cantidad de sodio total de los productos reconstituidos y diluidos en volúmenes de 50 y 100 ml de solución fisiológica (SF) y por último, la cantidad de sodio total por día de tratamiento según el régimen frecuentemente utilizado en adultos.
Con esa información prepararon una tabla con el contenido de sodio intrínseco en los antimicrobianos para uso parenteral utilizados en el hospital.
Según el régimen más frecuente de uso al día, aquellos antimicrobianos diluidos en 100 ml de SF que tuvieron concentraciones de sodio mayores a 2 g al día correspondió al 22% (6 de 27 marcas de antimicrobianos) en los ingredientes farmacéuticos activos: piperacilina sódica 4 g + tazobactam sódico 0,5 g; ampicilina sódica 1 g + sulbactam sódico 0,5 g; bencilpenicilina sódica 0,6 g equivalente a 1 millón de UI; imipenem anhidro 0,5 g + cilastatina sódica 0,5 g y oxacilina sódica monohidrato 1,1 g. Así, por ejemplo, un vial de piperacilina sódica 4 g + tazobactam 0,5 g sódico contenía 216 mg de sodio intrínseco y con la reconstitución y dilución en SF 0,9% de cuatro dosis al día, se obtenía un contenido total de sodio de 2 564 mg por régimen.
Recomendaciones de uso
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo máximo de 5 g de sal (equivalente a 2 g de sodio) en la población en general, mientras que el umbral para definir un medicamento con alto contenido de sodio es ≥ 17 meq (391 mg). Esto sería equivalente al 20 % del requerimiento diario de sodio, señalan los autores.
La Asociación Estadounidense de Insuficiencia Cardíaca recomienda no consumir más de 2,3 g de sodio por día, mientras que la Asociación Estadounidense de Diabetes sugiere un valor menor de 2,3 g/día de sodio en pacientes con diabetes y menor de 1,5 g/día de sodio en pacientes con diabetes e hipertensión. Para la guía KDIGO, el valor limite de la ingesta de sodio en pacientes hipertensos y con enfermedad renal crónica debe ser inferior a 2 g por día, mientras que la Sociedad Europea para el estudio del hígado recomienda entre 1,8 g y 2,8 g de sodio diarios en pacientes con cirrosis y ascitis.
Existen regímenes de terapias antimicrobianas que superan el requerimiento de sodio diario recomendado en las distintas guías internacionales, concluyen los investigadores peruanos, lo que podría ser perjudicial para pacientes con insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica, y cirrosis hepática (ascitis), entre otros.
Algunas evidencias indican que el uso inapropiado de antimicrobianos en pacientes con insuficiencia cardíaca conllevaría a una sobrecarga de volumen y sodio que, finalmente, causaría eventos adversos prevenibles, como el aumento de la dosis de diuréticos, prolongación de estancia hospitalaria y mayor riesgo de admisión en unidades de cuidados intensivos. Otros estudios también aseguran que la sobrecarga de sodio debido a varias causas, entre ellas el uso de antimicrobianos parenterales, prolongarían el requerimiento de ventilación mecánica.
Conductas propuestas
Sobre la base de los hallazgos informados, los autores recomiendan que los especialistas conozcan la concentración de sodio intrínseco presente en los antimicrobianos y evalúen el beneficio-riesgo de realizar ajustes, garantizando la seguridad del paciente y la efectividad del tratamiento. Para los farmacéuticos, también es importante conocer que, algunos antimicrobianos pueden diluirse en volúmenes menores a 100 ml de SF al 0,9% y que pueden usarse otros diluyentes, como dextrosa al 5%, lo que sería una buena alternativa para reducir el aporte total de sodio.
Por último, sugieren que la tabla del artículo referida a las concentraciones de sodio intrínseco en los antimicrobianos disponibles en el Seguro Social del Perú puede ser de utilidad para mejorar su uso en pacientes en riesgo de sobrecarga sódica y también contribuir al uso racional de estos medicamentos.
* Revista Chilena de Infectología
Contenido de sodio en antimicrobianos parenterales:
Una fuente extra de sodio a considerarse en pacientes hospitalizados
Luque-Mamani A, Rodríguez-Tanta LY y Araujo-Castillo R
Vol 40, Nº1: 70-7; 2023
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182023000100070
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