Entre la baja proporción de medicamentos que provocan eventos adversos, la investigación indica la prevalencia de antibióticos y antiinflamatorios, coadyuvados por factores de riesgo significativos como el sexo femenino, antecedentes de alergia e internaciones extensas.
El estudio de casos y controles, observacional y analítico, publicado por la Revista Alergía México * (RAM) se propuso determinar la prevalencia, causas y factores de riesgo que afectan a pacientes hospitalizados por eventos adversos a medicamentos.
La investigación fue llevada a cabo en pacientes atendidos por el servicio de Farmacovigilancia del Hospital General Dr. Eduardo Vázquez N. de Puebla, entre los meses de junio de 2019 y 2021.
Antecedentes
Los eventos adversos provocados por medicamentos abarcan la mayor categoría de reacciones farmacológicas experimentadas por pacientes hospitalizados, con aproximadamente el 19% de todas las lesiones.
Se asocian con elevada morbilidad y mortalidad, hospitalizaciones prolongadas y altos costos médicos.
Los eventos en especial incluyen:
1) reacciones adversas por fármacos y
2) errores de medicación.
Las reacciones adversas por medicamentos o eventos adversos no prevenibles, se clasifican en reacciones tipo A, en ocasiones denominadas reacciones aumentadas, “dosis dependientes” y predecibles de la base farmacológica del medicamento, y las de tipo B, inherentes al paciente, caracterizadas por no poder evitarse, representar reacciones idiosincrásicas y no predecibles acerca de la base farmacológica.
Los errores de medicación ocurren durante el periodo de consumo del fármaco, con independencia de eventuales lesiones o si en potencia estaban presentes; pueden originarse por prescripción, dosis, vía de administración, horario, preparación, técnica de administración, etc.
Los eventos adversos a medicamentos pueden ocurrir en cualquier área del hospital, siendo habituales la unidad de cuidados intensivos o en las horas libres (noches y fines de semana).
Los pacientes pediátricos, adultos mayores y sujetos con múltiples comorbilidades tienen mayor riesgo de sufrir eventos adversos a medicamentos. En pacientes hospitalizados se han asociado con anticoagulantes, antihiperglucémicos, sedantes, narcóticos, antibióticos, antipsicóticos y agentes quimioterapéuticos; no obstante, cualquier fármaco puede proucrlos.
En México, los reportes de eventos adversos a medicamentos son muy pocos, quizá debido al deficiente sistema de farmacovigilancia. Es sabido que cada institución médica debe reportar 120 eventos al año a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y cada país informar un mínimo de 22,000 al Programa Internacional de la OMS. En base a sus apreciaciones, los autores consideran que la mala calidad de los informes posiciona a México por debajo de los estándares internacionales.
Los eventos adversos a medicamentos son un problema de salud pública que involucran varios componentes, en su mayoría evitables o prevenibles, es especial los errores de medicación.
Existen pocos estudios locales que mencionen o cuantifiquen los eventos adversos a medicamentos, por lo que es importante conocer su frecuencia, categorizarlos por tipos, identificar los principales errores de medicación y su relación con fármacos, además de los factores de riesgo asociados.
Procedimientos
Dos observadores revisaron revisaron los informes de sospecha de eventos adversos a medicamentos y expedientes clínicos, siendo el encargado del Departamento de Farmacovigilancia el informante del segundo para juntos determinar el tipo de evento adverso. Recabaron las variables de peso, edad, género, descripción del evento adverso (tipo de reacción, vía de administración, horario de administración, inicio de la reacción tras su administración), síntomas, clasificación de gravedad de la reacción según la OMS, datos relacionados con el medicamento, fármacos asociados con la enfermedad que motivó la administración, medicamentos concomitantes y factores de riesgo (alteración de la función renal o hepática, exposición previa al mismo fármaco, comorbilidades, alergias, polifarmacia).
Los casos identificados como “errores de medicación” fueron evaluados por el personal implicado con determinación del tipo de error e interacción medicamentosa.
Experiencias anteriores y conclusiones
La prevalencia del 3.6% de eventos adversos del estudio se asemeja al valor de 5.2% informado por un trabajo anterior con 2080 pacientes de México, Perú, Brasil y Colombia. Sin embargo, difiere del del 10.5% reportado por otro efectuado en la Argentina, Colombia, Costa Rica, México y Perú, bajo los auspicios del Ministerio de Sanidad de España, la OPS y OMS. Los autores además dan cuenta del estudio español EPIDEA de 2017 que informó una prevalencia menor del 1%.
En el estudio que publica RAM, la selección de pacientes se vio afectada por la pandemia de COVID-19 debido a que el hospital donde se llevo a cabo la nvestigación solo permitió el ingreso de quienes requerían internación extrema.
Los eventos incluyeron tanto las reacciones adversas como los errores de medicación, pese a que estos se encontraron en menor proporción que las reacciones adversas, sobre todo las de tipo A.
Los autores manifiestan que los resultados pueden ser alentadores, por considerar que los errores de medicación implicados en la seguridad del paciente son prevenibles, y su identificación supone la mejora de las acciones preventivas. Al respecto, el artículo señala a la "administración" como el tipo de error predominante.
Los antibióticos causantes de eventos adversos el artículo informa vancomicina, ciprofloxacino, levofloxacino, moxifloxacino, imipenem, amoxicilina; respecto a los antiinflamatorios señala ketoprofeno, ibuprofeno, clonixinato de lisina, paracetamol. En relación con sus resultados, los fármacos implicados varían en las diferentes instituciones y en función de las características de las personas que se atienden. Así es como los autores aclaran que su hospital es un nosocomio de segundo nivel, nivel que justificaría el tipo de medicamentos identificados.
Al analizar los síntomas de los pacientes el artículo destaca que prevalecieron las manifestaciones cutáneas, aclarando que las clínicas también se asocian con el tipo de medicamento al que se expuso el paciente.
Los síntomas relacionados con las reacciones adversas a medicamentos también pueden variar. Al analizar las reacciones tipo B de nuestra investigación, las manifestaciones de prurito, urticaria, cefalea y ansiedad reportaron un valor predictivo del 51% por el método de Nagelkerge, lo que permite considerar la posibilidad diagnóstica de reacciones adversas a medicamentos de este tipo, según los síntomas. En referencia a las reacciones tipo A, la investigación solo encontró asociación con el prurito; por tanto, se requieren nuevos estudios que analicen esta variable.
La mayoría de los eventos adversos a medicamentos se presentaron de forma aguda, es decir, en los primeros minutos u horas de recibir el tratamiento. En cuanto al grado de severidad se informó “leve”; sin embargo, 6 casos tuvieron grados de severidad grave, con riesgo de muerte: 3 pacientes evolucionaron a anafilaxia, 1 a síndrome de DRESS y 2 a eritrodermia sin registro de defunciones.
El artículo informa que la variable “comorbilidades” como factor de riesgo de eventos adversos a medicamentos, no tuvo significación estadística.
Al evaluar la estancia intrahospitalaria prolongada la investigación encontró significación estadística para considerarla factor de riesgo.
Entre las demás variables analizadas el artículo menciona el antecedente de alergia y el sexo femenino. Respecto a esta última, aclara se sabe que los parámetros farmacocinéticos son diferentes en mujeres y hombres, así como las características farmacodinámicas también muestran diferencias por género. Incluso, desde el punto de vista genómico, las diferencias relacionadas con el sexo pueden afectar directa e indirectamente la absorción, distribución, metabolismo y eliminación del fármaco, lo que contribuye a las reacciones adversas a medicamentos. Los resultados de esta variable -en coincidencia con otros estudios- demuestran su condición de factor de riesgo.
Fortalezas y limitaciones del estudio
Existen pocos estudios en México que evalúen los errores de medicación y las reacciones adversas a medicamentos, razón por la cual los autores consideran que su trabajo sienta un precedente en este campo poco explorado; comentan además que existen contadas instituciones que, con el fin de evaluar las reacciones, logren coordinar los servicios de inmunología, alergia y farmacovigilancia.
Entre las limitaciones del estudio incluyen el tamaño pequeño de la muestra, pues se llevó a cabo durante la pandemia de COVID-19, situación que redujo la afluencia de pacientes que habitualmente ingresan al hospital.
Al finalizar, y a modo de conclusión, remarcan que en su estudio la prevalencia de eventos adversos a medicamentos fue del 3.6%, siendo causantes más frecuentes los antibióticos y antiinflamatorios y los factores de riesgo con significación estadística como el sexo femenino, los antecedentes de alergia y la estancia hospitalaria prolongada. Los principales eventos adversos a medicamentos correspondieron a errores de medicación y las reacciones adversas a fármacos tipo A, ambos pertenecientes a eventos previsibles.
En base a sus conclusiones definen como prioritaria la seguridad del paciente en el momento de la prescripción de cualquier fármaco para prevenir los desafortunados eventos adversos a medicamentos.
* Revista Alergia México
Eventos adversos a medicamentos en pacientes hospitalizados: prevalencia, causas y factores de riesgo
María del Rocío Hernández-Morales,Jorge Manuel Ramírez-Sánchez, Eleazar Mancilla-Hernández, Norma Lara-Dávalos, Samara Nazarala-Sánchez, Margarita Aguirre-Barbosa
28 de junio, 2023
https://revistaalergia.mx/ojs/index.php/ram/article/view/1117/2041
Copyright siicsalud © 1997-2025 ISSN siicsalud: 1667-9008