Introducción

La práctica de la actividad física (AF) durante el embarazo y después del parto tiene múltiples beneficios para la salud maternofetal. La realización de AF durante el embarazo reduce el riesgo de hipertensión y diabetes mellitus gestacional, disminuye el dolor de espalda, los partos por cesárea y aumenta las posibilidades de un parto normal sin complicaciones. Además, permite mantener o mejorar la condición física, reducir la ganancia excesiva de peso y mejorar la percepción del estado de salud materno; después del parto contribuye a mejorar el estado de ánimo, promueve la pérdida de peso y ayuda a reducir la depresión y ansiedad. Sobre esta base, numerosas guías y directrices nacionales e internacionales incluyen recomendaciones sobre la AF durante el embarazo y el puerperio. Sin embargo, el sedentarismo y la inactividad física son frecuentes en el embarazo. Estas conductas son modificables, en particular durante el embarazo, ya que las mujeres son más receptivas a recomendaciones que en otros momentos. Las estimación de la tendencia en la práctica de AF durante y después del embarazo es fundamental para la preparación y puesta en marcha de nuevas recomendaciones o programas de intervención.

El objetivo de la presente investigación fue valorar los cambios en la realización de AF en el embarazo y después del parto y explorar esto en función de la edad y el nivel de educativo. Además, se analizó si los profesionales sanitarios dieron recomendaciones sobre la AF.

Métodos

El presente estudio observacional extrajo la información del Sistema de Información sobre Conductas de Riesgo de Galicia. Las participantes fueron mujeres gallegas de 18 a 49 años que dieron a luz entre septiembre de 2015 y agosto de 2016. El criterio de valoración principal fue la prevalencia de realización de caminatas (salir a caminar de forma habitual con el propósito de hacer “deporte”), ejercicio físico (EF; realización habitual de actividades planificadas como nadar, ir al gimnasio, acudir a clases de baile dirigidas o la práctica de otro deporte) y las recomendaciones de realización de la AF en tres momentos (antes del embarazo, durante el embarazo y después del parto). Para recoger esta información, así como las variables demográficas se utilizó un cuestionario desarrollado de forma específica y validado.

El criterio de valoración principal fue calculado en función del nivel educativo (básico, medio y superior) y el grupo de edad (18 a 29, 30 a 34,35 a 39, y 40 o más). Los cambios en el tiempo fueron valorados calculando la diferencia entre las prevalencias de un momento temporal con respecto al anterior. Además, se calcularon los odds ratio (OR) con intervalos de confianza del 95 (IC 95%) de recibir recomendaciones y realizar la actividad recomendada (EF o caminar).

Resultados

En total, 6 436 mujeres respondieron el cuestionario (tasa de respuesta del 76%); el 21.3% (IC 95%: 21.1 a 21.5) tenía menos de 30 años y el 9.9% (IC 95%: 9.8 a 10) más de 40 años; el 44.1% (IC 95%:42.9 a 45.4) tenían estudios superiores. El 72.6% y el 22.1% de las mujeres declararon que un profesional sanitario les recomendó AF durante el embarazo y después el parto, respectivamente. La prevalencia de realización de EF, tomando como referencia el período preconcepcional, disminuyó en el embarazo y continuó disminuyendo después del parto. Durante el embarazo, las caminatas aumentaron un 34% y el ejercicio disminuyó un 21% en comparación con el período preconcepcional. Después del parto, las caminatas disminuyeron un 37% y el ejercicio un 32%, en comparación con el embarazo. El descenso más pronunciado en cuanto a la realización de EF se observó en los grupos intermedios de edad (30 a 34 y 35 a 39) y entre las mujeres con estudios superiores. Los cambios en la realización de caminatas fueron similares en los diferentes grupos de edad y de acuerdo con el nivel de estudios. Las mujeres de menor edad y con menor nivel educativo fueron las que realizaron menos AF. Durante el embarazo realizaron EF el 40.3% (IC 95%: 38.4 a 42.2) de las mujeres que recibieron la recomendación de realizarlo, frente al 16.6% (IC 95%: 15.3 a 17.9) de las que no recibieron este consejo. Se observó una asociación positiva entre recibir recomendaciones y con la realización de EF, ajustado por edad, nivel de estudios y ser físicamente activa en el período previo al embarazo (OR ajustado: 3.9; IC 95%: 3.3 a 4.5). En lo referido a las caminatas, realizaban esta actividad durante el embarazo el 85.1% (IC 95%: 84.0 a 86.1) de las mujeres a las que les recomendaron hacerlo y el 57.6% (IC 95%: 53.9 a 59.3) de las que no recibieron esta recomendación (OR ajustado: 5.2; IC 95%: 4.4 a 6.1).

Conclusión

La AF realizada durante el embarazo es fundamentalmente la caminata, y preocupa su abandono después del parto. Además, se observó que los profesionales sanitarios recomiendan AF principalmente durante el embarazo, pero poco después del parto. Alrededor de la mitad de las mujeres abandonaron la práctica de AF después del parto. El consejo de los profesionales sanitarios influyó de forma positiva en la realización de caminatas y de EF, en consecuencia, es necesario reforzar estas recomendaciones y hacerlas extensivas a toda la población.