Resúmenes amplios

CICLOSPORINA TÓPICA O INMUNOTERAPIA ESPECÍFICA CON ALÉRGENOS EN LA CONJUNTIVITIS ALÉRGICA PERENNE


Istambul, Turquía:
La inmunoterapia con específica con alérgenos y el tratamiento tópico con ciclosporina se asocian con alivio eficaz de los signos y síntomas de la conjuntivitis alérgica perenne. Estas alternativas podrían ser particularmente beneficiosas en los pacientes que no responden favorablemente a los tratamientos convencionales.

International Ophthalmology 1-9

Autores:
Uslu Dogan C

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Health Sciences

Título original:
Topical Cyclosporine Versus Allergen Specifc Immunotherapy in Perennial Allergic Conjunctivitis

Título en castellano:
Ciclosporina Tópica respecto de Inmunoterapia Específica con Alérgenos en la Conjuntivitis Alérgica Perenne

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.85 páginas impresas en papel A4

Introducción

La conjuntivitis alérgica (CA) es la inflamación crónica bilateral de la superficie ocular. Existen 4 tipos de CA: la CA estacional, la CA perenne (CAP), la keratoconjuntivitis vernal y la keratoconjuntivitis atópica. La CA estacional a menudo es desencadenada por pólenes y ocurre en las épocas de exposición ambiental alta a estos alérgenos; en cambio, la CAP suele obedecer a la sensibilización y exposición a ácaros del polvo doméstico, algunos hongos y epitelios de mascotas.

Las manifestaciones oculares de la CA estacional y de la CAP son secundarias a la desgranulación de las células cebadas, luego de la exposición a alérgenos, en sujetos susceptibles. Tanto en la forma aguda como en la crónica, la desgranulación de las células cebadas se asocia con liberación de mediadores inflamatorios y con la activación de cascadas enzimáticas que participan en la síntesis de mediadores proinflamatorios. En las condiciones alérgicas crónicas hay una respuesta inflamatoria sostenida, atribuible a mediadores de eosinófilos y citoquinas.

Los síntomas principales de la CA alérgica son la congestión conjuntival y el prurito. En la fisiopatogenia de la enfermedad participarían reacciones inflamatorias de tipo 2 y, posiblemente, mecanismos neurogénicos, involucrados sobre todo en el dolor y el prurito ocular.

Las opciones terapéuticas de la CAP incluyen tratamientos tópicos y sistémicos; las soluciones oftalmológicas con antihistamínicos y corticoides, y las lágrimas artificiales suelen ser eficaces. Sin embargo, el uso sostenido de corticoides tópicos se asocia con efectos adversos de consideración, especialmente cataratas y glaucoma, de modo que los inmunomoduladores, como la ciclosporina A, suelen ser alternativas de elección. El uso de antihistamínicos, corticoides y antagonistas de los leucotrienos por vía sistémica puede ser necesario en pacientes que no responden favorablemente al tratamiento local y en pacientes con complicaciones.

La inmunoterapia específica (IT) con alérgenos es una opción terapéutica importante para pacientes con síntomas y signos mal controlados a pesar del tratamiento farmacológico. La IT consiste en la administración de los alérgenos involucrados, con el objetivo de lograr la desensibilización. Esta forma de tratamiento es eficaz en pacientes con rinitis alérgica, asma alérgica y CA. Se ha demostrado que la IT administrada por vía sublingual o subcutánea se asociaría con efectos sostenidos, hasta 3 años después de su interrupción. La IT disminuye los síntomas y la necesidad de tratamiento farmacológico. Además, podría ser útil para prevenir la aparición de asma o nuevas alergias. De hecho, se observó que la IT reduce la sensibilidad a alérgenos en el largo plazo. El objetivo del presente estudio fue comparar los efectos del tratamiento tópico con ciclosporina y de la IT específica subcutánea con alérgenos sobre los signos de alergia en pacientes con CAP y sensibilización a ácaros del polvo doméstico.

Pacientes y métodos

El estudio retrospectivo se realizó con 20 pacientes adultos con CAP y sensibilización confirmada a ácaros del polvo doméstico, en las pruebas cutáneas.

Los pacientes fueron asignados de manera aleatoria a ciclosporina A por vía local o a IT específica subcutánea. Los pacientes fueron seguidos durante 6 meses, durante los cuales se registraron los puntajes de signos (al mes y a los 3 y 6 meses).

Resultados

Se observaron mejoras clínicas significativas en ambos grupos (p = 0.011 para el tratamiento con ciclosporina, y p = 0.003 para la IT); se constató mejoría del compromiso límbico (p = 0.031 y 0.001 en el mismo orden) y de la congestión conjuntival (p = 0.001 y p < 0.001, respectivamente) en el transcurso de los 6 meses de seguimiento. Sin embargo, solo el tratamiento tópico con ciclosporina A se asoció con mejoras significativas del compromiso de la córnea (p = 0.015).

Al considerar las valoraciones en distintos momentos del seguimiento se observaron mejoras significativas de la hiperemia conjuntival a los 6 meses en los dos grupos de pacientes, respecto de los valores basales (grupo de ciclosporina, 0.7, en comparación con 2.4, disminución de 70.8%, p = 0.01; grupo de IT, 0.3, en comparación con 2.3, reducción del 87.0%, p = 0.004). En cambio, las mejoras límbicas solo se observaron en el grupo de IT.

Conclusión

Los resultados del presente estudio indican que el tratamiento con IT y con ciclosporina puede asociarse con mejoras significativas de los signos de la CAP. Sin embargo, se requieren estudios con seguimiento más prolongado para establecer conclusiones precisas.



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