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Introducción
Durante la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) se registraron más de 200 millones de casos de infección por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 [SARS-CoV-2]). Si bien la mayoría de los pacientes refieren síntomas leves, como pérdida del olfato y del gusto, dolor de fauces, dolor articular y cefaleas, la infección puede asociarse con morbilidad grave y puede ser causa de mortalidad, especialmente en pacientes de más de 65 años y en aquellos con ciertas enfermedades subyacentes.
El síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) y el síndrome de activación de macrófagos (SAM) son algunas de las principales causas de mortalidad y morbilidad en pacientes con COVID-19. Uno de los factores fisiopatogénicos en estos síndromes es la producción excesiva de citoquinas proinflamatorias, sobre todo de factor de necrosis tumoral alfa α (TNF-α, por su sigla en inglés), interleuquina (IL)-6, IL-8, e IL-1β. Estas citoquinas se asocian con la acumulación de glóbulos blancos en los espacios alveolares, y con aumento de radicales libres de oxígeno y de proteasas; el resultado final es el daño capilar endotelial y el daño del epitelio alveolar.
El montelukast es un fuerte antagonista de los receptores de cisteinil leucotrienos con actividad antiinflamatoria; también se ha sugerido que podría reducir de manera importante el estrés oxidativo. Además, los cisteinil leucotrienos cumplen un papel importante en la regulación de la producción de citoquinas. La administración de dosis altas de montelukast se asocia con síntesis reducida de IL-4, IL-5 e IL-13 por parte de las células colaboradores Th2, motivo por el cual el montelukast es muy utilizado en pacientes con asma. El montelukast inhibe significativamente la contracción de músculo liso en la tráquea, inducida por bradiquinina, un fenómeno que sugiere una interacción entre la bradiquinina y los leucotrienos.
En modelos murinos de SDRA y SAM, inducidos por el virus respiratorio sincicial, el tratamiento con montelukast se asoció con mayor producción de interferón gamma (IFN-γ) y con reducción pronunciada de la síntesis de citoquinas proinflamatorias, entre ellas IL-1β, IL-6 e IL-8. En otro modelo de SDRA inducido por shock hemorrágico, la exposición de montelukast evitó la infiltración de neutrófilos, la inflamación pulmonar y el estrés oxidativo, y disminuyó los niveles de TNF-α y de IL-6 en el parénquima pulmonar y en lavado broncoalveolar. En función de estos antecedentes, en el presente estudio se analizaron los efectos del montelukast en dos dosis, como terapia adyuvante, en pacientes con COVID-19.
Pacientes y métodos
Para el estudio prospectivo se evaluaron 180 pacientes internados por COVID-19, entre mayo y julio de 2021, con diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 variante delta, confirmada por reacción en cadena de la polimerasa en hisopado nasofaríngeo. Los pacientes fueron asignados a tres grupos de intervención: los pacientes del primer grupo solo recibieron tratamiento estándar según las guías nacionales, los pacientes del grupo 2 fueron tratados con tratamiento estándar más 10 mg diario de montelukast, mientras que los pacientes del grupo 3 recibieron tratamiento estándar más 20 mg diarios de montelukast. Se compararon los parámetros de laboratorio y las pruebas de función pulmonar, al inicio y al quinto día, entre los 3 grupos.
Resultados
Los pacientes tratados con montelukast presentaron niveles significativamente reducidos de lactato deshidrogenasa, fibrinógeno, D-dímero, proteína C-reactiva y procalcitonina (p = 0.04, p = 0.002, p = 0.05, p = 0.03 y p = 0.04, respectivamente). Solo los niveles de fibrinógeno difirieron de manera significativa entre los grupos 2 y 3 (p = 0.02). Los resultados de las pruebas de función pulmonar no difirieron entre los grupos en el momento de admisión; sin embargo, al quinto día, solo los pacientes de grupo 3 presentaron mejoras significativas del flujo espiratorio forzado en el primer segundo y de la capacidad vital forzada, respecto de los valores de inicio (p = 0.001 en todos los casos).
Conclusión
Según los resultados del presente estudio prospectivo, el tratamiento con montelukast podría ser beneficioso en pacientes con COVID-19, ya que permitiría mantener el equilibrio entre las citoquinas proinflamatorias y antiinflamatorias y evitaría la insuficiencia respiratoria por sus efectos broncodilatodores. Los beneficios podrían traducirse en efectos favorables sobre la supervivencia.
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