Cuando surgió la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) en diciembre de 2019, el mundo se apresuraba a brindar tratamiento y elaborar vacunas eficaces para salvar a la humanidad. Para agosto de 2022, había 598 millones de casos confirmados de COVID-19 y más de 6.4 millones de muertes asociadas en todo el mundo. Sin embargo, se desarrollaron y administraron vacunas que brindaron protección. Esto ha sido un gran éxito para la salud pública. Sin embargo, la tasa de vacunación contra la COVID-19 sigue siendo inadecuada. En mayo de 2022, el 70% de la población de 57 países, en su mayoría de ingresos altos, estaba vacunada. Hubo una reducción del 16% en el número de casos de COVID-19 en la semana del 22 al 28 de agosto de 2022 en comparación con la semana anterior. Además, se observó una reducción en el número de muertes durante el mismo período. Para el uno de septiembre de 2022, el 79.2% de la población de los Estados Unidos ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19.

Mientras las autoridades de salud pública aún luchaban para abordar la COVID-19, la epidemia de viruela del mono surgió en áreas no endémicas en mayo de 2022. Desde el 1 de enero de 2022 hasta el 22 de agosto de 2022, se han registrado alrededor de 41 664 casos confirmados por laboratorio y 12 muertes en 96 países y territorios. La declaración de la Organización Mundial de la Salud de la viruela de mono como una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional emitida con celeridad al comienzo de la epidemia ha dado sus frutos. Las actividades de salud pública parecen estar desacelerando la epidemia e incluyen educación sanitaria, campañas en los medios, prevención de infecciones, implementación de control y vacunación para las personas elegibles. En la semana del 15 al 21 de agosto de 2022, se observó una disminución de los casos mundiales de viruela del mono en un 21% en comparación con la semana anterior. Hasta el 30 de agosto de 2022, se habían administrado un total de 352 675 dosis de las vacunas contra la vacuna del mono en 30 jurisdicciones de los Estados Unidos.

En medio de la lucha contra la COVID-19 y la propagación de la viruela del mono, el 18 de julio de 2022 se informó un importante resurgimiento de la poliomielitis en los Estados Unidos, después de 40 años desde que se detectó el último caso en el país. La erradicación de la poliomielitis ha estado en el centro de atención después del éxito de los esfuerzos de vacunación que condujeron a la erradicación de la viruela según lo declarado por la Asamblea Mundial de la Salud en 1980. Esto llevó a la esperanza de la posibilidad de erradicación de infecciones seleccionadas. Se cree que la poliomielitis sigue siendo endémica en los países afectados por la guerra, la inestabilidad política, la pobreza y otros desafíos. Solo hay dos países que no han interrumpido la transmisión del virus salvaje de la poliomielitis, Afganistán y Pakistán. La erradicación de la poliomielitis es uno de los objetivos de la Organización de la Salud. Aunque se informaron 350 000 casos de poliomielitis salvaje en todo el mundo en 1988, solo se informaron seis casos en 2021, lo que demuestra una disminución de alrededor del 99%. La extremadamente rara poliomielitis derivada de la vacuna puede tener lugar en personas no vacunadas. En el año 2000 se notificaron alrededor de 1000 casos de poliomielitis derivados de la vacuna, después de administrar alrededor de 10 000 millones de dosis de la vacuna oral contra la poliomielitis a unos 3 000 millones de niños. El resurgimiento de la poliomielitis en los Estados Unidos es alarmante y podría ser la punta del iceberg. No es momento de complacencia para las autoridades de salud pública. Se requiere un esfuerzo más sostenido para garantizar que la situación no se intensifique dados los múltiples desafíos que enfrenta la salud pública a nivel mundial en este momento.

Es obvio cómo las acciones de salud pública, incluida la vacunación, están frenando la propagación de la COVID-19 y la viruela del mono a nivel mundial y en los Estados Unidos. La cobertura de vacunación contra la poliomielitis en los Estados Unidos se sitúa en torno del 92%. Con la aparición de la poliomielitis paralítica derivada de la vacuna en los Estados Unidos, todas las personas no vacunadas corren el riesgo de contraer la enfermedad. Por lo tanto, se sugiere que la población de los Estados Unidos esté al día con el calendario recomendado de vacunación contra el virus de la poliomielitis. Además, se recomienda una mayor vigilancia por parte de las autoridades de salud pública, incluido el muestreo de aguas residuales.