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Introducción
La trombosis es una característica clave de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés) grave, con un 5% a 30% de los pacientes hospitalizados (según la gravedad de la enfermedad) que presentan un evento tromboembólico venoso importante (principalmente embolia pulmonar) y hasta un 3% de los pacientes que presentan un evento tromboembólico arterial, en particular infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico. Se informa que el riesgo de complicaciones tromboembólicas es mayor en COVID-19 que en otras enfermedades médicas agudas e infecciones respiratorias virales, y se asocia con un mal pronóstico. Se ha propuesto la aspirina como tratamiento para la COVID-19 sobre la base de sus propiedades antitrombóticas.
El objetivo del presente estudio fue evaluar la eficacia y seguridad de la aspirina en pacientes ingresados en el hospital con COVID-19.
Métodos
En el presente ensayo de plataforma, abierto, controlado, aleatorizado, se compararon diversos tratamientos posibles con la atención habitual en pacientes hospitalizados con COVID-19. El ensayo se llevó a cabo en 177 hospitales en el Reino Unido, 2 hospitales en Indonesia y 2 hospitales en Nepal. Se incluyeron pacientes adultos con infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) clínicamente sospechada o confirmada por laboratorio y ningún antecedente médico que, en opinión del médico tratante, pudiera poner al paciente en riesgo sustancial si participaran en el estudio. Los participantes se asignaron al azar en una proporción de 1: 1 al estándar de atención habitual más 150 mg de aspirina por vía oral (o sonda nasogástrica) o por vía rectal una vez al día hasta el alta o al estándar de atención habitual solo mediante la asignación al azar simple (no estratificada) basada en la web con ocultación de la asignación. El resultado primario fue la mortalidad por todas las causas a los 28 días. Todos los análisis se realizaron por intención de tratar.
Resultados
Entre el uno de noviembre de 2020 y el 21 de marzo de 2021, 14 892 (66%) de 22 560 pacientes inscritos en el ensayo RECOVERY fueron elegibles para ser asignados al azar a la aspirina. Un total de 7351 pacientes fueron asignados al azar para recibir aspirina y 7541 pacientes para recibir solo la atención habitual. La media de edad de los participantes del estudio en esta comparación fue de 59.2 años y la mediana de tiempo desde la aparición de los síntomas fue de 9 días. El uso de otros tratamientos para la COVID-19 fue similar entre los participantes asignados a la aspirina y entre los asignados a la atención habitual: casi el 90% recibió un corticoide, aproximadamente una cuarta parte recibió remdesivir y un octavo recibió tocilizumab.
En general, 1222 (17%) de 7351 pacientes asignados a aspirina y 1299 (17%) de 7541 pacientes asignados a la atención habitual murieron a los 28 días (cociente de tasas: 0.96, IC 95%: 0.89 a 1.04; p: 0.35). Se observaron resultados similares en todos los subgrupos de pacientes preespecificados. Los pacientes asignados a la aspirina tuvieron una duración de hospitalización ligeramente más corta (mediana de 8 días frente a 9 días) y una mayor proporción fue dada de alta del hospital con vida dentro de los 28 días (75% frente a 74%; cociente de tasas: 1.06, IC 95%: 1.02 a 1.10; p: 0.0062). Entre los pacientes que no recibieron ventilación mecánica invasiva al inicio del estudio, no hubo diferencias significativas en la proporción que cumplió con el criterio de valoración combinado de ventilación mecánica invasiva o muerte (21% frente a 22%; cociente de riesgos: 0.96, IC 95%: 0.90 a 1.03; p: 0.23). El uso de aspirina se asoció con una reducción en los eventos trombóticos (4.6% frente a 5.3%; reducción absoluta: 0.6%) y un aumento en los eventos hemorrágicos mayores (1.6% frente a 1.0 %; incremento absoluto: 0.6%). La incidencia de nuevas arritmias cardíacas fue similar en los dos grupos. Hubo 18 informes de un evento adverso grave que se creía que estaba relacionado con la aspirina, todos los cuales se debieron a eventos hemorrágicos.
Conclusiones
En el presente estudio que involucró a más de 14 000 pacientes y más de 2000 muertes se observó que en pacientes hospitalizados con COVID-19, la aspirina no se asoció con reducciones en la mortalidad por todas las causas a los 28 días o en el riesgo de progresar a ventilación mecánica invasiva o muerte, pero se asoció con un pequeño aumento en la tasa de alta con vida dentro de los 28 días. Estos resultados fueron similares en los subgrupos preespecificados de edad, sexo, origen étnico, duración de los síntomas antes de la asignación al azar, cantidad de asistencia respiratoria en la asignación al azar y uso de corticoides. Como era de esperar, la asignación a la aspirina se asoció con un mayor riesgo de hemorragia mayor y una disminución del riesgo de complicaciones tromboembólicas, de modo que por cada 1000 pacientes tratados con aspirina, aproximadamente seis pacientes más tendrían un episodio hemorrágico mayor y aproximadamente seis pacientes menos tendrían un evento tromboembólico.
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