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Introducción
Las embarazadas son más vulnerables a las infecciones respiratorias debido a los cambios fisiológicos del embarazo y, por esta razón, el embarazo se considera una condición de alto riesgo durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés). Ya existen varios estudios que describen el papel de este coronavirus en los resultados maternos y perinatales.
Actualmente, se reconoce que las embarazadas, en comparación con las mujeres no embarazadas, ingresan con mayor frecuencia en una unidad de cuidados intensivos (UCI), tienen más probabilidades de recibir ventilación invasiva y oxigenación por membrana extracorpórea, y presentan más probabilidades de fallecer por COVID-19. Mientras que el mayor riesgo de enfermedad grave relacionada con el embarazo fue evidente en casi todos los análisis estratificados, las embarazadas mayores (> 35 años) con COVID-19 tuvieron los peores resultados clínicos. La prematuridad secundaria a una enfermedad materna se describió como el resultado perinatal adverso más frecuente en embarazadas infectadas por SARS-CoV-2.
Algunos investigadores han mencionado que los resultados perinatales luego de la aplicación de tecnologías de reproducción asistida (TRA) podrían ser aún peores durante la pandemia de COVID-19, por lo que es fundamental determinar si existen mayores riesgos maternos o neonatales en este grupo de mujeres.
El presente estudio tuvo como objetivo evaluar los resultados perinatales y maternos de embarazos en mujeres infectadas por SARS-CoV-2, comparando embarazos a partir de fecundación espontánea e in vitro (FIV) (con ovocitos propios o de donantes). Entre los criterios secundarios se evaluó si había diferencias en los resultados obstétricos y perinatales entre las mujeres con resultados positivos para SARS-CoV-2 que tuvieron FIV con sus propios ovocitos, frente a los resultados de los embarazos obtenidos después de la donación de ovocitos.
Metodología
En este estudio observacional, prospectivo y multicéntrico (realizado en 78 centros participantes en el Registro Español COVID-19) se identificaron 1347 embarazadas con resultados positivos para SARS-CoV-2, entre el 26 de febrero y el 5 de noviembre de 2020. La información de las pacientes se recogió de sus historias clínicas y se realizaron análisis de regresión multivariada, controlado por edad materna y presentación clínica de la infección.
Se diseñó una base de datos específica para registrar información sobre la infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo, y la investigadora principal ingresó datos para cada centro después del parto, con un seguimiento de seis semanas después de producido este.
Los casos se clasificaron como asintomáticos y sintomáticos, y estos últimos se estratificaron en tres grupos: síntomas leves-moderados (tos, anosmia, fatiga/malestar, fiebre, disnea), neumonía y neumonía/shock complicado (con ingreso en UCI, ventilación mecánica o shock séptico). Hubo dos oleadas de alta incidencia de SARS-CoV-2 durante el período de estudio: del 1 de marzo al 5 de mayo de 2020 (primera oleada) y del 14 de julio al 5 de noviembre (segunda oleada).
Entre las variables estudiadas estaban la edad materna, la edad gestacional en el momento del parto, el tipo de parto, el parto prematuro (<37 semanas), el inicio del trabajo de parto, la ruptura de membranas antes del trabajo de parto, las complicaciones médicas (eventos tromboembólicos, ingreso en UCI, necesidad de ventilación invasiva), entre otras.
Se evaluó la distribución normal de las variables edad materna (años) y edad gestacional al momento del parto mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Los datos descriptivos se presentan como media (rango) o número (porcentaje). La posible asociación de la concepción por FIV (frente a la espontánea) y el ovocito de un donante por FIV (frente al ovocito propio de la FIV) con la presentación clínica de la infección por SARS-CoV-2 y las características basales y del embarazo se analizaron mediante la prueba de chial cuadrado de Pearson o la prueba exacta de Fisher. Por otro lado, las diferencias en el manejo del parto (vaginal versus cesárea) entre las dos olas de SARS-CoV-2 en pacientes con concepción espontánea y FIV, se calcularon mediante la prueba de chi cuadrado de Pearson.
Se consideró que existían asociaciones estadísticamente significativas cuando el valor de p era < 0.05.
Resultados
El grupo de FIV incluyó 74 (5.5%) mujeres, mientras que el grupo de embarazo espontáneo incluyó a 1275 (94.5%) mujeres. Treinta y ocho de 74 (51.4%) de los embarazos producto de TRA se obtuvieron de ovocitos propios, y 36 de 74 (48.6%), de ovocitos de donantes.
La distribución de pacientes asintomáticas y sintomáticas fue similar entre los grupos de concepción (aproximadamente el 50% frente al 50%; p < 0.166). No se observaron diferencias significativas cuando los resultados se analizaron por presentación clínica, ya que aproximadamente tres cuartas partes de las pacientes sintomáticas en ambos grupos tenían síntomas leves-moderados. Cuando se comparó la FIV con ovocito propio y la FIV con ovocito de donante, no se observaron diferencias significativas en cuanto a la sintomatología de COVID-19. Las pacientes de FIV eran significativamente mayores, con una media de edad de 39.6 años (frente a 31.7 años en mujeres con concepciones espontáneas, p < 0.001); las mujeres del grupo de donantes de ovocitos eran mayores (42.0 [32-49] años frente a 37.2 [31-47] años para el propio ovocito, p < 0.001). Las pacientes que se sometieron a TRA eran en su mayoría de raza blanca, nulíparas y más frecuentemente diagnosticadas con trombofilia.
· La tasa de partos quirúrgicos fue alta en todas las pacientes, especialmente en el grupo de FIV, en el que la cesárea se convirtió en el método de parto más frecuente (55.4%, en comparación con 26.1% del grupo de embarazo espontáneo).
El motivo de la cesárea fue el fracaso de la inducción en el 56.1% de las pacientes con FIV.
· Las mujeres con FIV tenían más trastornos hipertensivos gestacionales (16.2% frente a 4.5% entre las mujeres con embarazo espontáneo, odds ratio ajustado [ORa] = 5.31, intervalo de confianza [IC] del 95%: 2.45 a 10.93; p < 0.001) independientemente de la fuente de ovocitos.
· Se observó mayor riesgo de ingreso a la UCI en las pacientes con FIV, así como mayor necesidad de ventilación invasiva (4.1% frente al 1.1% de las pacientes con concepción espontánea; p < 0.021).
· No hubo diferencias significativas entre los grupos en cuanto a los resultados neonatales.
Discusión
La principal fortaleza del estudio fue la gran cohorte de partos positivos para SARS-CoV-2 y la considerable cantidad de embarazos con TRA. No se observaron diferencias entre los grupos de FIV y concepción espontánea en la presentación clínica de la infección por SARS-CoV-2 o la gravedad de los síntomas, a pesar de la mayor edad de las pacientes sometidas a FIV.
Aunque la COVID-19 ha mostrado un curso más agresivo en pacientes mayores, las embarazadas todavía se consideran jóvenes (< 50 años) para este pronóstico. Por lo tanto, el embarazo por FIV no representa un riesgo mayor de infección sintomática, independientemente del origen del ovocito, entre las embarazadas infectadas por SARS-CoV-2.
Lo más llamativo del estudio fue el elevado número de cesáreas. El riesgo de cesárea en embarazos por FIV y, en particular, en mujeres que fueron inducidas, aumentó en la pandemia de COVID-19. La enfermedad materna podría explicar la necesidad de interrumpir el embarazo. Es importante resaltar que las cesáreas en embarazadas con infección por SARS-CoV-2 representaron un factor independiente de mayor riesgo de deterioro clínico materno.
Los resultados son clínicamente relevantes, porque no se conoce cuánto tiempo durará la pandemia, y las TRA son indispensables dado que ''la atención reproductiva es fundamental para el bienestar de la sociedad y para sostener las tasas de natalidad en un momento en el que muchas naciones están experimentando descensos ''. Esto se suma a la potencial reducción de la natalidad debido a las consecuencias sociales de esta pandemia.
Conclusión
Los investigadores observaron altas tasas de cesárea en embarazadas infectadas por SARS-CoV-2, probablemente relacionado con las preferencias de la madre y el obstetra, especialmente en embarazos producto de FIV. El método de concepción no afectó los resultados maternos o fetales en mujeres infectadas por SARS-CoV-2 cuando se controló por la edad materna y la presentación clínica de la infección, excepto por la aparición de preeclampsia.
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