Introducción
Se requieren abordajes terapéuticos eficaces para mejorar la evolución de pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés). La ivermectina es una droga antiparasitaria, asociada con un perfil favorable de seguridad; se ha sugerido que este fármaco actuaría en diferentes sitios de unión a proteínas, con reducción de la replicación del virus. Estudios in vitro y con modelos animales sugirieron que la ivermectina sería eficaz contra coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2); estos hallazgos motivaron especial interés por el posible uso de ivermectina en pacientes con COVID-19. De hecho, las recomendaciones terapéuticas para la infección por SARS-CoV-2 de diversos países incluyen a la ivermectina. Sin embargo, por ahora no se dispone de estudios clínicos que avalen el uso de este fármaco, en pacientes con COVID-19.
La replicación viral es particularmente activa en las etapas iniciales de COVID-19; asimismo, los estudios mostraron que ivermectina se asocia con actividad antiviral en los estadios tempranos de otras infecciones. En el “Estudio Para Evaluar la Ivermectina en COVID-19 (EPIC)” se analizó la hipótesis de que ivermectina podría acelerar la recuperación en pacientes con COVID-19, cuando el fármaco se administra durante los primeros días de la infección.
Pacientes y métodos
El presente estudio a doble ciego y aleatorizado se llevó a cabo en un centro de Cali, Colombia. A partir del registro de salud se identificaron los pacientes con COVID-19 sintomática, confirmada por laboratorio. Los 476 pacientes, con síntomas de 7 días de duración o menos, ambulatorios o internados, fueron aleatoriamente asignados a los grupos del estudio, entre 15 de julio y 30 de noviembre de 2020; el seguimiento se prolongó hasta 21 de diciembre de 2020.
Los enfermos recibieron placebo o ivermectina, en dosis de 300 μg/kg por día durante 5 días (n = 200 en cada grupo). El criterio principal de valoración fue el tiempo hasta la resolución de los síntomas, en el transcurso de 21 días de seguimiento. Se compararon los efectos adversos y los efectos adversos graves en ambos grupos.
Resultados
Los 400 enfermos tenían una mediana de edad de 37 años (rango intercuartílico [RIC] de 29 a 48 años) y el 58% (n: 231) eran mujeres; el 99.5% de los enfermos (n: 398) completaron el estudio.
La mediana del tiempo hasta la duración de los síntomas fue de 10 días (RIC: 9 a 13) entre los enfermos que recibieron ivermectina, y de 12 días (RIC: 9 a 13) en el grupo placebo (hazard ratio [HR] para la resolución de los síntomas de 1.07; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.87 a 1.32; p = 0.53 en la prueba de orden logarítmico).
Al día 21 de seguimiento, el 82% de los enfermos tratados con ivermectina, en comparación con el 79% de los sujetos asignados a placebo, tuvieron resolución de los síntomas.
Los efectos adversos más frecuentes fueron las cefaleas (104 pacientes [52%] tratados con ivermectina y 111 enfermos [56%] en el grupo placebo). La falla multiorgánica fue el efecto adverso grave más común, presente en 2 pacientes de cada grupo.
Conclusión
Los resultados del presente estudio clínico aleatorizado y controlado con 400 pacientes con COVID-19 indican que el tratamiento con ivermectina, respecto de placebo, no se asocia con mejoras significativas en el tiempo hasta la resolución de los síntomas. Por lo tanto, los hallazgos no avalan el uso de ivermectina en este contexto. Incluso así, se requieren más estudios para conocer posibles efectos de la droga sobre otras variables clínicas.
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