Introducción

Si bien la pandemia de enfermedad por Coronavirus 2019 (COVID-19) en muchos países se controló mediante la cuarentena y el cierre anticipado de las escuelas, el efecto del cierre de las escuelas en la reducción de la propagación de Coronavirus 2 asociado con el síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) está menos claro. Los beneficios de la reapertura de las escuelas para el rendimiento académico, las interacciones sociales, la equidad social y la forma física de los alumnos están bien documentados. Los beneficios de la reapertura de las escuelas deben sopesarse con los riesgos de morbilidad y mortalidad y el impacto de aumentar la propagación de SARS-CoV-2. Durante las dos principales oleadas de COVID-19 en Israel, en marzo-julio de 2020, las escuelas se cerraron (el 14 de marzo) y se reabrieron parcialmente y finalmente por completo el 3 y el 17 de mayo, respectivamente. Se investigaron los efectos de la reapertura de las escuelas y la flexibilización de las restricciones de distanciamiento social en la dinámica de las infecciones por SARS-CoV-2 en Israel, entre marzo y julio de 2020.

Métodos

Se examinó la incidencia semanal por edades en todo el país, la prevalencia, las pruebas de detección de SARS-CoV-2 por reacción en cadena de polimerasa, su positividad, las hospitalizaciones por COVID-19 y la mortalidad asociada. Se examinaron las diferencias temporales de estos parámetros tras la reapertura de las escuelas, su cierre y la relajación de las restricciones, como el permiso de las reuniones a gran escala.

Resultados

La incidencia de infecciones por SARS-CoV-2 aumentó gradualmente tras la reapertura de los colegios en todos los grupos de edad, con un aumento significativamente superior en los adultos en comparación con los niños. Se encontraron relative ratios (RR) más altos de las tasas de positividad de la muestra entre 21 y 27 días después de la reapertura de la escuela en relación con las tasas de positividad antes de la apertura para los grupos de edad de 40 a 59 años (RR: 4.72; intervalo de confianza [IC] del 95%: 3.26 – 6.83) y de 20 a 39 años (RR: 3.37, IC 2.51–4.53), pero no para los niños de 0 a 9 años (RR: 1.46, IC 0.85-2.51) y de 10 a 19 años (RR: 0.93, IC 0.65-1.34]).

No se observó aumento en las hospitalizaciones y muertes asociadas a la COVID-19 tras la reapertura de las escuelas. Por el contrario, la autorización de las reuniones a gran escala se acompañó de un aumento de las tasas de incidencia y positividad de las muestras para todos los grupos de edad, así como de un aumento de las hospitalizaciones y la mortalidad.

Discusión y conclusión

Comentan los autores que los datos nacionales de Israel indican que la reapertura de las escuelas durante mayo de 2020 tuvo un efecto limitado en la tasa de infección por SARS-CoV-2 en niños y adultos y que no fue un factor importante en la mortalidad atribuida a SARS-CoV-2. Por otra parte, este análisis indica que la relajación de las restricciones a las reuniones a gran escala pudo haber estado relacionada con el resurgimiento de la epidemia de COVID-19 en Israel y puede explicar el aumento de la mortalidad observado.

La prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 aumentó gradualmente en todos los grupos de edad tras la reapertura completa de las escuelas. La reapertura de las escuelas durante mayo de 2020, no tuvo un impacto significativo en las tasas de positividad en niños y adolescentes. Por otro lado, los adultos de entre 40 y 59 años y aquellos de 20 a 39 años, tuvieron la mayor tasa de positividad. Se encontró que la relajación de las restricciones relacionadas con las reuniones a gran escala fue seguida temporalmente por un aumento significativo de las tasas de incidencia y positividad de las muestras tomadas de todos los grupos de edad. Esto fue seguido por aumentos significativos tanto en el número de pacientes internados con enfermedad moderada a grave como en la mortalidad.

Además, los individuos de entre 20 y 59 años y no los niños, parecen protagonizar el aumento del número de infecciones por COVID-19 tras la reapertura de las escuelas. Estos resultados contrastan con los observados en las epidemias de gripe, en las que los niños desempeñaron un papel principal y su riesgo relativo de infección fue mayor que el de los adultos. No obstante, la reapertura de las escuelas debe ir acompañada de esfuerzos para reducir el hacinamiento y aplicar prácticas adecuadas de control de infecciones en las aulas. La proporción relativa de niños con infección por SARS-CoV-2 sobre el total de casos de SARS-CoV-2 no aumentó durante las semanas de clase ni disminuyó durante la finalización de ellas. Aparentemente, el cierre de las escuelas puede reducir la propagación de la infección por SARS-CoV-2 principalmente cuando se combina con la cuarentena. En ausencia de cuarentena, los niños pueden contraer la infección durante los encuentros sociales regulares y casuales fuera de las escuelas, mientras que en la escuela se espera que los niños estén supervisados y se fomentan y pueden aplicarse medidas de control de la infección.

En conclusión, este análisis no apoya el concepto de que la reapertura de las escuelas cumpla un papel importante en el resurgimiento de la curva de COVID-19 en Israel. La relajación de las restricciones a las reuniones a gran escala constituyó la principal influencia en este resurgimiento.