Introducción

Los primeros casos de infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS-CoV-2]) se comunicaron en China, en diciembre de 2019. En los primeros tiempos de la pandemia, los casos más graves y los índices más altos de mortalidad se registraron en sujetos de edad avanzada y en pacientes con comorbilidades significativas. Sólo una minoría de niños presentó infección y el 80% de estos pacientes tuvieron enfermedad leve o completamente asintomática; de hecho, el número de niños con enfermedad grave fue bajo.

Sin embargo, en la medida en que la pandemia progresó en el tiempo comenzaron a identificarse síntomas sistémicos, incluidas anormalidades del sistema nervioso central, además de los trastornos respiratorios.

En las regiones con números muy elevados de casos, como en el norte de Italia y en la ciudad de Nueva York, se empezaron a observar complicaciones neurológicas, asociadas con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés). En adultos, la liberación importante de citoquinas y las reacciones trombogénicas a la infección por SARS-CoV-2 se asociaron con incidencia alta de accidente cerebrovascular isquémico y hemorragia intracerebral. En cambio, el daño neurológico grave rara vez se comunicó en niños.

En la población pediátrica, la evolución temporal de COVID-19 incluye un proceso inflamatorio durante el período latente de la enfermedad – síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C por su sigla en inglés), también conocido como síndrome de inflamación pediátrica multisistémica, temporalmente asociado con SARS-CoV-2 (PIMS-TS por su sigla en inglés). En este grupo de niños se describieron las primeras manifestaciones neurológicas en asociación con la infección por SARS-CoV-2. En una revisión se identificó una incidencia inesperadamente alta de síntomas neurológicos (34%) en niños con MIS-C.

Los casos comunicados de manera aislada no permitieron establecer conclusiones firmes en relación con la prevalencia y los patrones de compromiso del sistema nervioso central, en niños con COVID-19. En este contexto, la American Society of Pediatric Neuroradiology (ASPNR) inició un registro de anormalidades neurológicas en pacientes pediátricos con COVID-19. En el presente estudio se resumen los casos comunicados en 10 países, con la finalidad de determinar con precisión los patrones de compromiso neurológico, en niños con infección por SARS-CoV-2.

Pacientes y métodos

En el registro se incluyen pacientes de 0 a 18 años que presentaron anormalidades en los estudios neurológicos por imágenes.

Los casos pediátricos del Reino Unido se identificaron a partir del UK Brain Imaging in COVID-19 Registry (UK-BICoRe), un proyecto que comenzó en abril de 2020, avalado por la British Society of Neuroradiologist, con la finalidad de definir el espectro de anormalidades neurológicas en el contexto de la infección por SARS-CoV-2.

Se tuvieron en cuenta las anormalidades en los estudios por imágenes, los datos clínicos, los resultados de la prueba de reacción en cadena de la polimerasa en muestras de tracto respiratorio superior, la presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2, los resultados de líquido cefalorraquídeo (LCR) y la evolución clínica. Los estudios por imágenes fueron revisados por un panel central de 5 neurorradiólogos pediatras y se obtuvo una opinión por consenso.

Resultados

Se analizaron 38 niños con enfermedad neurológica relacionada con la infección por SARS-CoV-2 en Francia (n: 13), el Reino Unido (n: 8), los Estados Unidos (n: 5), Brasil (n: 4), Argentina (n: 4), India (n: 2), Perú (n: 1) y Arabia Saudita (n: 1). Se identificaron patrones recurrentes de enfermedad; las anormalidades neurológicas abarcaron un amplio espectro de gravedad, desde trastornos leves hasta enfermedad grave. Los patrones más frecuentes fueron los cambios cerebrales similares a los de la encefalomielitis diseminada aguda posinfecciosa mediada por mecanismos inmunológicos (16 pacientes), la mielitis (8 enfermos) y la intensificación neural (13 pacientes). La acentuación de los nervios craneales puede observarse en ausencia de síntomas neurológicos.

Las lesiones del cuerpo calloso (n: 7) y la miositis (n: 4) se observaron sobre todo en niños con síndrome inflamatorio multisistémico. Las complicaciones cerebrovasculares fueron menos frecuentes en niños, respecto de adultos. Los pacientes no presentaban comorbilidades importantes y la evolución clínica fue, en general, favorable. Sin embargo, 4 niños previamente sanos fallecieron con lesiones neurológicas atípicas, en el contexto de la infección por SARS-CoV-2.

Conclusión

En la presente serie con 38 pacientes se identificaron cambios neurológicos relacionados con SARS-CoV-2, durante la fase aguda y tardía de la infección. Se comprobaron patrones de compromiso cerebral, de nervios craneales y de médula espinal, entre ellos lesiones brillantes multifocales en T2 en la sustancia blanca cerebral, patrones vasculíticos con lesiones isquémicas, neuritis y polirradiculitis, trombosis venosa, lesiones del esplenio del cuerpo calloso, mielitis extensa longitudinal y miositis. Todas estas lesiones justifican la búsqueda de infección por SARS-CoV-2. De hecho, el compromiso neurológico en niños con COVID-19, aunque mucho menos frecuente que en adultos, puede ser grave y aparecer en niños previamente sanos. Se requieren más estudios con cohortes pediátricas para comprender mejor los efectos neurológicos de la infección y el pronóstico de las lesiones a largo plazo.