Resúmenes amplios

ABORDAJE MÁS ADECUADO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON DURANTE LA PANDEMIA POR COVID-19


Naples, Italia:
La telemedicina proporciona herramientas para realizar consultas neurológicas completas, permitiendo a los médicos definir conductas terapéuticas y un seguimiento eficaz del paciente. Las principales ventajas son acortar la distancia física entre el paciente y el neurólogo, y disminuir el riesgo de infección en el contexto actual de la pandemia por coronavirus 2019.

Telemedicine Journal and E-Health 1-4

Autores:
Lavorgna L

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Campania ‘‘Luigi Vanvitelli"

Título original:
Telemedicine in Parkinson's Disease: How to Ensure Patient Needs and Continuity of Care at the Time of COVID-19 Pandemic

Título en castellano:
La Telemedicina en la Enfermedad de Parkinson: Cómo Garantizar las Necesidades de los Pacientes y la Continuidad de la Atención en Tiempos de Pandemia por COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.08 páginas impresas en papel A4

Introducción 

La enfermedad de Parkinson (EP) es el segundo trastorno neurodegenerativo más común, sobre todo en adultos mayores, por lo que predispone así a mayor riesgo de presentar enfermedad por coronavirus 19 (COVID-19). Con la propagación de la pandemia causada por el coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por su sigla en inglés), la telemedicina se ha convertido en la forma más segura de garantizar la continuidad de la atención, especialmente la de enfermedades crónicas que requieren consultas médicas frecuentes y ajustes terapéuticos, como la EP.

Metodología

En la EP, las aplicaciones inteligentes de escalas motoras estandarizadas, como la Movement Disorder Society Unified Parkinson Disease rating scale, part III-IV (MDS-UPDRS-III/IV), han demostrado ser casi tan confiables como las evaluaciones realizadas durante las consultas ambulatorias. La aplicación de la MDS-UPDRS® se encuentra disponible para la Unión Europea (UE) de forma gratuita en la tienda de Apple, mientras que para el sistema operativo Android se cuenta con la CloudUPDRS® que se descarga gratuitamente desde la tienda de Google.

Discusión

Durante la pandemia de COVID-19, al cancelarse las citas ambulatorias, la telemedicina asegura la continuidad de la atención reduciendo el riesgo de contagio. Por ello, la salud digital proporciona a las personas con EP (pcEP) consultas personalizadas, llevadas a cabo por especialistas en los trastornos del movimiento y por neurólogos generales.

Las consultas para las pcEP incluyen la evaluación tanto de los síntomas motores como de los síntomas no motores (SNM). En los entornos ambulatorios, los modelos de atención en la EP se basan en la anamnesis de pacientes y cuidadores, y en exámenes neurológicos específicos. No obstante, en el contexto actual, la teleconsulta puede ayudar a superar las restricciones de la clínica ambulatoria. En efecto, en los últimos años, varios estudios han destacado la utilidad de las medidas de salud empleando herramientas de Internet. De manera análoga, el uso de sensores portátiles para evaluar a los pcEP de forma remota, facilita parámetros objetivos de los síntomas motores y de los SNM a los especialistas de los trastornos del movimiento, permitiendo una rehabilitación oportuna. Beck et al. informaron que la evaluación a través de la telemedicina no es menos eficaz que las consultas en persona, e incluso suscitan mayor satisfacción al paciente.

Por otro lado, en la práctica médica, los SNM de la EP pueden volcarse en la historia clínica con los resultados informados por el paciente (RIP), incluidos los cuestionarios que evalúan la calidad de vida y la independencia funcional de los pacientes en las actividades de la vida diaria/actividades instrumentales de la vida diaria (AVD/AIVD). Sin embargo, los RIP son viables para conversarse en línea, tanto los pacientes como sus cuidadores los perciben positivamente y pueden orientar a los médicos a tomar decisiones.

Cabe destacar que, junto con las medidas de resultado convencionales para la evaluación motora y no motora de la EP, la tecnología digital representa un soporte clave para la monitorización remota. A saber, la herramienta más aplicada para evaluar los SNM es la Nonmotor Symptoms Scale (NMSS), que consiste en 30 ítems para evaluar la gravedad y la frecuencia de los SNM, y se recopila en 10 a 15 minutos. Asimismo, el uso de un diario electrónico es fácil de completar y se encuentra disponible en la UE a través de una aplicación gratuita llamada El Diario de Parkinson®, que puede ser muy útil para registrar las actividades diarias, los sentimientos y el estado de salud general. Además, existen otras aplicaciones para teléfonos inteligentes de gran utilidad para el abordaje remoto de la EP, como Lift Pulse®, útil para registrar el temblor en reposo, y la PD ME®, apropiada para evaluar la memoria, el equilibrio, el tiempo de reacción y la percepción del tiempo.

Ciertamente, al realizar la teleconsulta, los médicos especialistas en los trastornos del movimiento pueden recabar más detalles anamnésicos que durante la consulta ambulatoria, apoyándose en las diferentes herramientas disponibles que permiten, hoy en día, determinar los síntomas de disfunción autonómica, la disfagia y el deterioro rápido del estado cognitivo. También pueden valorarse los síntomas motores a través de aplicaciones como la MDS-UPDRS/CloudUPDRS, Lift Pulse y PD ME, y revelar las limitaciones en la autonomía del paciente en la vida diaria mediante aplicaciones que evalúan las AVD/AIVD.

Conclusiones

En conclusión, la actual emergencia global por la COVID-19, ha impulsado la rápida reorganización de los sistemas de salud hacia la telemedicina, con la prioridad de defender la seguridad y permitir que el paciente continúe con su atención. Si bien la telemedicina tiene muchas limitaciones, tanto relacionadas con los dispositivos (el acceso a la tecnología, la calidad de la cámara web, la conexión a Internet de alta velocidad, entre otras) como no relacionadas con estos (las limitaciones en el examen neurológico, la regulación de protección de datos, entre otros); los beneficios aportados por la telemedicina harán que forme cada vez más parte de la práctica clínica neurológica.

Por supuesto, el examen clínico sigue siendo la piedra angular de la práctica neurológica, aunque se debe alentar a los neurólogos a utilizar la telemedicina, ya que podría revelarse como una herramienta útil para mejorar la calidad de la atención en pacientes con trastornos neurológicos crónicos. Incluso después de la emergencia de la COVID-19, la telemedicina será esencial para agilizar las visitas ambulatorias y, al mismo tiempo, limitar los costos. En síntesis, la telemedicina puede ofrecer apoyo a la actividad médica, facilitando el trabajo. En este sentido, la pandemia de COVID-19 representa un estímulo positivo para la aceleración y mejora de estas herramientas.



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