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Introducción
Más de 200 países en todo el mundo se ven afectados por la propagación del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-Cov-2, por sus siglas en inglés), el patógeno responsable de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés). Los profesionales de la salud en la primera línea contra COVID-19 pueden enfrentar una mayor carga de trabajo y estrés. Se habría demostrado que el burnout resta valor a las capacidades laborales óptimas, y que prevalece de manera similar entre los profesionales de la salud de los países de ingreso alto y de ingresos bajos y medianos. Los investigadores han comenzado a explorar el impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental de los profesionales de la salud. Comprender el riesgo de burnout de estos sería fundamental para apoyar a los profesionales de la salud y mantener la calidad de la atención médica durante la pandemia.
El objetivo del presente estudio fue comprender el impacto del COVID-19 en los profesionales de la salud de todo el mundo que trabajan durante la pandemia y describir los factores que contribuyen al burnout en los profesionales de la salud durante esta pandemia.
Se realizó una encuesta transversal para evaluar la exposición, las percepciones, la carga de trabajo y el posible burnout de los profesionales de la salud durante la pandemia de COVID-19. El reclutamiento de los participantes se realizó por redes sociales y a través de estas se envió la encuesta. Los datos demográficos recopilados de los participantes de la encuesta se limitaron al país de procedencia y ocupación. La encuesta contenía 40 preguntas que cubrían 3 dominios principales de la experiencia de los profesionales de la salud. Los principales resultados y medidas fueron la autoevaluación del burnout por parte de los profesionales de la salud, indicada por una sola medida de agotamiento emocional, y otras experiencias y actitudes asociadas con el trabajo durante la pandemia de COVID-19. El país de los encuestados se clasificó como de ingresos altos o de ingresos bajos y medios según la clasificación del Banco Mundial para reducir los factores de confusión. Las muertes por COVID-19 y los casos por millón de habitantes se recopilaron. El riesgo relativo (RR) se calculó con intervalo de confianza del 95% (IC 95%).
Un total de 2707 profesionales de la salud de 60 países participaron en el presente estudio. La mitad (51.4%) de los encuestados de 33 países informaron burnout relacionado con su trabajo durante la pandemia de COVID-19. Estados Unidos tuvo el mayor burnout registrado entre todos los países con una tasa de 62.8%.
El burnout se asoció con el trabajo que afecta las actividades del hogar (RR: 1.57, IC 95%: 1.39 a 1.78, p < 0.001), sentirse presionado más allá de la formación laboral (RR: 1.32, IC 95%: 1.20 a 1.47, p < 0.001), la exposición a pacientes con COVID-19 (RR: 1.18, IC 95%: 1.05 a 1.32, p: 0.005) y tomar decisiones priorizando la vida debido a la escasez de suministros (RR: 1.16, IC 95%: 1.02 a 1.31, p: 0.03). El equipo de protección personal (EPP) adecuado protegió contra el burnout informado (RR: 0.88, IC 95%: 0.79 a 0.97, p: 0.01). El burnout fue mayor en los países de ingresos altos en comparación con los países de ingresos bajos y medianos (RR: 1.18; IC 95%: 1.02 a 1.36, p: 0.018). El análisis a nivel de país reveló un menor burnout informado en Italia (RR: 0.72, IC 95%: 0.61 a 0.84, p < 0.001) y Suecia (RR: 0.43, IC 95%: 0.30 a 0.59, p < 0.001) en comparación con Estados Unidos. Los predictores del burnout difirieron entre los países de ingresos altos y países de ingresos bajos y medianos. Entre los 314 encuestados de los países de ingresos bajos y medianos, el burnout se asoció con el trabajo que afecta las actividades del hogar y el EPP adecuado. En los 1334 encuestados de países de ingresos altos, el burnout se asoció con sentirse empujado más allá de la formación laboral, la dificultad para obtener la prueba de COVID-19, el trabajo que afecta la calidad de vida, el trabajo que afecta las actividades del hogar y el apoyo a la salud mental.
Las instituciones deben apoyar a los profesionales de la salud durante la pandemia de COVID-19 ya que estos enfrentarían un estrés enorme que puede afectar negativamente su bienestar físico y emocional. El burnout parecería estar presente en tasas más altas que las reportadas anteriormente entre los profesionales de la salud que trabajan durante la pandemia de COVID-19, y se asociaría significativamente, entre otros, con el acceso limitado al EPP, así como con la toma de decisiones de vida o muerte debido a la escasez de suministros médicos. Además, el burnout se asoció con diferentes factores en países de ingresos altos y países de ingresos bajos y medianos. El burnout actual y futuro de los profesionales de la salud podría mitigarse mediante acciones de las instituciones sanitarias y otras partes interesadas gubernamentales y no gubernamentales dirigidas a factores potencialmente modificables, incluida la provisión de formación adicional, apoyo organizativo y apoyo para la familia, el EPP y los recursos de salud mental.
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