Introducción

En la medida en que la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) se propaga surgen nuevos datos acerca de la infección; incluso así, la información para COVID-19 en niños es limitada. En las últimas semanas, el epicentro de la pandemia se desplazó hacia Europa. Los primeros casos en España y en la región de Madrid se comunicaron el 31 de enero de 2020 y el 27 de febrero de 2020, respectivamente. El objetivo del presente estudio fue revisar la información para los casos confirmados en niños y determinar la gravedad de la enfermedad en la población pediátrica.

Métodos

Se analizó el registro de los casos estudiados entre 2 y 16 de marzo de 2020 en 30 hospitales de nivel secundario y terciario de Madrid, España, durante las dos primeras semanas de la epidemia. Los niños fueron evaluados según las Spanish Public Health Recommendations, para la internación y para el abordaje de pacientes con signos o síntomas sugestivos de COVID-19; también se analizó el riesgo de complicaciones atribuibles a la enfermedad de base. El diagnóstico de COVID-19 se confirmó con reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR por sus siglas en inglés) en tiempo real. Las sensibilidades referidas para los ensayos de los genes E y RdRp son de 5.2 y 3.8 copias por reacción para una probabilidad de detección del 95%, respectivamente. Fue requisita la detección de ambos genes para la confirmación de un resultado positivo.

Resultados

Durante las dos primeras semanas de la epidemia de COVID-19 en Madrid, en los 30 hospitales se evaluaron 365 niños. Durante la primera semana, 6 de 103 niños (5.8%) tuvieron resultados positivos, mientras que hacia el final de la segunda semana, el índice de positividad fue de 11.2% (41 de 365). Al 16 de marzo de 2020 se confirmaron 41 casos entre los 4695 pacientes analizados de menos de 18 años (0.8%).

La mediana de edad de los pacientes estudiados fue de 3 años (0.9 a 6 años), en tanto que la mediana de edad de los pacientes con infección confirmada fue de 1 año (0.35 a 8.5 años).

El 60% de los pacientes con COVID-19 confirmada (25 de 41) debieron ser internados y 4 de 41 (9.7%) requirieron internación en unidades de cuidados intensivos pediátricos; estos 4 pacientes necesitaron asistencia ventilatoria (sólo uno de los 4 enfermos [25%] tenía enfermedad respiratoria subyacente [sibilancias recurrentes]). No se registró ningún deceso.

Los síntomas de presentación fueron respiratorios en el 34% de los enfermos, fiebre de origen desconocido en el 27% de los casos, neumonía de tipo viral en el 15%, bronquiolitis en el 12%, gastroenteritis o vómitos en el 5% de los pacientes, neumonía de tipo bacteriano en el 5% y exacerbación asmática en el 2%. En dos enfermos (5%) se comprobó infección simultánea por virus de influenza.

Discusión

Los datos referidos en el presente estudio concuerdan con los de series anteriores; la información en conjunto sugiere que sólo alrededor del 2% de los pacientes con COVID-19 tiene menos de 19 años. En Madrid, el 60% de los niños con infección confirmada debió ser internado. Probablemente, el índice elevado de internación obedeció al número de niños sometidos a pruebas confirmatorias; cabe recordar que, el 9 de marzo de 2020, Madrid se declaró como una región con transmisión comunitaria del virus. Posteriormente, sólo se analizaron aquellos niños internados con signos y síntomas sugestivos de COVID-19 o los pacientes con comorbilidades y riesgo alto de complicaciones. Debido a que las pruebas se efectuaron en los enfermos con COVID-19 moderada a grave, los resultados deben interpretarse con cautela por el riesgo de sesgo. Las diferencias, respecto de otras series, en los índices de internación, internación en unidades de cuidados intensivos pediátricos y asistencia ventilatoria pudieron estar asociadas con el conocimiento adquirido para COVID-19 y los distintos criterios aplicados para indicar la internación o el inicio de la terapia con oxígeno a flujo alto.

Conclusión

El porcentaje de niños con confirmación de COVID-19 fue de 11%; la enfermedad puede ser grave en algunos pacientes, pero se requiere más información para conocer con precisión las características clínicas y el pronóstico de COVID-19 en la población pediátrica.