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Introducción
A fines de diciembre de 2019 se identificaron los primeros casos de neumonía de origen desconocido en Wuhan, y el patógeno identificado resultó un nuevo betacoronavirus con ARN envuelto, al que se denominó recientemente síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado hace poco tiempo la enfermedad por coronavirus de 2019 (Covid-19) una emergencia de salud pública a nivel internacional. Los autores realizaron un estudio para analizar las características clínicas de Covid-19 en una cohorte de pacientes de China.
Métodos
Los autores recolectaron datos respecto de 1099 pacientes con Covid-19 confirmado por estudios de laboratorio, de 552 hospitales de diferentes regiones de China, entre el 11 de diciembre de 2019 y el 29 de enero de 2020. El criterio principal de valoración fue un criterio combinado de internación en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), el requerimiento de ventilación mecánica o la muerte.
Los casos confirmados se definieron por un resultado positivo mediante reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa en tiempo real (RT-PCR, por su sigla en inglés) en muestras de hisopado nasal y faríngeo. Los pacientes fueron estudiados mediante análisis de laboratorio y estudios por imágenes, ya sea radiografía o tomografía computarizada de tórax (TC).
Resultados
De los 7736 pacientes con Covid-19 que habían sido internados en 552 sitios hacia finales de enero de 2020, los autores obtuvieron datos de 1099 de ellos (14.2%). La mayor parte de los pacientes habían sido internados en el Hospital Jinyintan de Wuhan.
La mediana de edad de los pacientes fue 47 años (el 0.9% tenía menos de 15 años), y el 41.9% eran de sexo femenino. El 3.5% eran profesionales de la salud y el 43.9% eran residentes de Wuhan.
Solo el 1.9% de los pacientes había tenido contacto directo con la vida silvestre. El 72.3% de personas que no vivían en Wuhan había tenido contacto con residentes de Wuhan, incluido el 31.3% que había visitado la ciudad.
Los síntomas más frecuentes fueron fiebre (43.8% al ingreso y 88.7% durante la internación) y tos (67.8%). Las náuseas y los vómitos (5%) y la diarrea (3.8%) fueron infrecuentes. El 23.7% presentaba al menos una comorbilidad (hipertensión arterial y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por ejemplo).
La mediana del período de incubación fue de 4 días (entre 2 y 7 días).
Al ingreso, la enfermedad fue categorizada como grave en 173 pacientes y no grave en 926. Los pacientes con enfermedad grave eran de mayor edad por una mediana de 7 años. La presencia de comorbilidad fue más frecuente entre los individuos con enfermedad grave (38.7% frente a 21%).
De 975 TC realizadas al ingreso hospitalario, el 86.2% mostró resultados anormales. Al ingreso, el hallazgo radiográfico más frecuente en la TC fue opacidad en vidrio esmerilado (56.4%). Asimismo, también se observó opacidad bilateral en parches en el 51.8% de las TC. En el 17.9% de los pacientes con enfermedad de menor gravedad y en el 2.9 % de aquellos con enfermedad grave, no se observaron alteraciones en la radiografía ni en la TC. En el 83.2% de los pacientes se encontró linfocitopenia en el ingreso al hospital, trombocitopenia en el 36.2% y leucopenia en el 33.7%. La mayoría de los pacientes presentaban niveles elevados de proteína C-reactiva y, con menor frecuencia, aumento de transaminasas, creatina quinasa y dímero D.
El criterio principal de valoración ocurrió en 67 pacientes (6.1%), incluido el 5% que fue internado en UCI, el 2.3% que requirió ventilación mecánica invasiva y el 1.4% que falleció. Entre los pacientes con enfermedad grave el criterio de valoración principal de observó en el 24.9%.
La mayoría de los pacientes (58%) recibieron antibioticoterapia intravenosa y el 35.8%, oseltamivir, oxigenoterapia en el 41.3% y ventilación mecánica en el 6.1%. Estos porcentajes fueron mayores entre quienes presentaron enfermedad grave. Se administraron glucocorticoides sistémicos a 204 pacientes (18.6%), de los cuales el 16.2% fue internado en UCI, el 8.3% requirió ventilación mecánica y el 2.5% falleció.
La mediana de la duración de la internación fue de 12 días. La mayoría de los pacientes recibieron el diagnóstico de neumonía (91.1%), seguido por síndrome de dificultad respiratoria aguda (3.4%) y shock (1.1%).
Discusión
Durante el inicio del brote de Covid-19, el diagnóstico resultaba complicado debido a la diversidad de los síntomas y hallazgos radiológicos y el nivel de gravedad de la enfermedad. Si bien menos de la mitad de los pacientes presentaron fiebre al inicio, en el 88.7% esta se manifestó luego de la internación. El 15.7% de los pacientes tuvo enfermedad grave luego de la internación. No se observaron alteraciones radiológicas en el inicio en el 2.9% de los pacientes con enfermedad grave y en el 17.9% de aquellos de menor gravedad. El compromiso respiratorio al ingreso se asoció con peor evolución.
El 2% de los pacientes había estado en contacto con la vida silvestre, mientras que más de tres cuartos eran residentes de Wuhan, habían visitado la ciudad o habían tenido contacto con residentes de esta.
Las vías de transmisión convencionales de SARS-CoV, MERS-CoV y de la gripe son a través de las gotas respiratorias y del contacto directo. Los autores comentan que estos mecanismos probablemente también ocurran con SARS-CoV-2. Asimismo, agregan que dado que SARS-CoV-2 puede ser detectado en el tracto gastrointestinal, la saliva y la orina, estas vías de transmisión deben ser estudiadas.
La fiebre y la tos fueron los síntomas predominantes, mientras que los síntomas gastrointestinales fueron infrecuentes, lo que sugiere un tropismo viral diferente en comparación con SARS-CoV, MERS-CoV y gripe estacional. La ausencia de fiebre en Covid-19 es más frecuente que en SARS-Cov (1%) y MERS-CoV (2%), por lo que los pacientes que no presentan fiebre pueden no ser diagnosticados si la definición de casos de vigilancia se enfoca en la detección de fiebre. La linfocitopenia fue frecuente y en algunos casos, grave.
Covid-19 se ha propagado rápidamente desde su identificación inicial en Wuhan y se ha asociado con formas de presentación de diferente gravedad. Algunos pacientes con Covid-19 no manifiestan fiebre o alteraciones radiológicas en la etapa inicial, lo que ha dificultado el diagnóstico.
Conclusiones
Durante los 2 primeros meses de la epidemia actual, Covid-19 se diseminó rápidamente por China y se asoció con diferentes grados de enfermedad. Con frecuencia, los pacientes no presentaron fiebre o hallazgos radiológicos.
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